NARRA SHISUI:

Mi nombre es Shisui Uchiha, y he muerto por defender a la aldea de la hoja de un futuro catastrófico. Sin embargo las cosas no salieron como espere que sucedieran, el clan Uchiha quedo en el recuerdo, el nombre de mi mejor amigo no es recordado con admiración, sino todo lo contrario; un renegado más agregado en el libro Bingo. En fin (suspiro), cuando hablamos del "honorable" clan Uchiha, recordamos desde sus comienzos, nada favorables en mi opinión; dado que varios miembros se encargaron de manchar y vanagloriar lo que realmente representamos; pero pocos somos conscientes de la verdadera historia.

Como decía con anterioridad, mi nombre es Shisui Uchiha o mejor conocido como "cuerpo parpadeante", el ninja más audaz del clan Uchiha, hijo de Kagami Uchiha y el único amigo de Itachi Uchiha; había muerto delante de él y nada podría evitarlo. Seguramente conseguí traumatizarlo, de eso estaba completamente seguro, que posiblemente en un futuro requerirá de un psicólogo, no lo sé; no soy un estúpido adivino estafador para decirles lo que pasara con él. Continuando con la historia, les daré a conocer lo que sucedió después de mi muerte; tomando en cuenta el tiempo en que se tarda Shinigami-sama de recoger mi alma (ríe apenado, aclarándose la garganta para continuar con la narración).

Abandonar todo lo que amas, inclusive al ser que practicamente criaste como un hermano menor, no tiene nombre, perdón o consideración alguna; sino es por medio de acciones que reparen el corazón del afectado. Si eres sincero con esa persona, inclusive exista la reconciliación entre ambas partes. Pero en caso es demasiado tarde…

Para Itachi no solo fui su mejor y único amigo, sino un digno contrincante, compañero de pelas, confidente, guía, inclusive llegue a ser considerado un hermano mayor; con el cual podía ser el mismo. ¿Cómo no iba a sentirme mal por dejarlo solo, después de mi muerte?, corazón de piedra no he de ser, cabeza dura menos, ¿terco?...quizás un poco. ¡Por Dios!, el tío es un amante de los dangos, un completo antisocial, pero de buen sentimiento; mis esperanzas de que encuentre otra mujer igual de terca que yo y que revolucione su vida como lo fue en su tiempo la novia que tuvo, con otros detallitos agregados o aumentados ¿es mucho pedir?; y digo FUE, porque el muy hijo de la tía Mikoto se atrevió a matarla. Sé que la amaba, y recuerdo que una vez nos fugamos de su casa para ir a la de ella por la celebración de su cumpleaños, claro después de la media noche para entregarle el mejor regalo de todos; lástima que el regalo dio origen a uno "extra" que de inocente no tenía nada, que de no ser por ESE ALGUIEN (finge toser, dando a entender que se trataba de él), que apago el inicio del sagrado ritual de reproducción temprana justo a tiempo. Previniendo que los precoces y "tímidos" uchihas echaran su reputación a la basura por un momento de calentura, arrastrando al pobre y virginal Itachi, por obvias razones vestido de regreso a sus aposentos; por su puesto antes de que se percataran de su ausencia. Otro día que no olvidare, gratos recuerdos de mi juventud (agrego con una pisca de sarcasmo en esta parte de la narración no intencional) Es ese preciso día de mi muerte, vaya manera en la que te hice despertar el mangekyo sharingan. Aún conservo el sabor de tu sangre sobre los labios de mi alma, suena raro ya que los muertos no experimentan esas clases de sensaciones, me imagino que es gracias a que aun permanezco en el mundo de los vivos…

Desde ese entonces, los días transcurrieron tan rápido que cuando fui consciente de mí alrededor, ya había paso un mes aproximadamente desde aquella "tragedia". Me dedique a explorar las maravillas que nos rodean, dedique parte de mi tiempo actuar como un súper héroe de historietas que leíamos en esos años de nuestra niñez; previniendo por medios de mensajes los atentados contra la aldea, traumar algunos aldeanos que festejaban cada 10 de octubre en atentar contra de un inocente niño, puede que utilizara parte de mi fuerza sobrenatural para "silenciarlos" dado que estos eran muy molestos y pese las advertencias que envié, no captaban el mensaje. El resto de las horas, meditaba sobre la tumba que te has encargado de construir en mi nombre…

Tus visitas disminuían y eso llego a preocuparme, la última vez que fuiste a visitarme, habías cambiado por completo. Tu personalidad principalmente fue la que me impresiono. Entristecí, sentí la necesidad de ver a través de tus ojos, buscando al antiguo Itachi Uchiha que conocí en el pasado, ciertamente esa parte de ti se fundía como la pólvora; sentí que mi corazón se encogía y un amargo sabor de boca desato la impotencia que estaba sellada dentro de mi ser. No me detuve a reflexionar que podía hacer para que pudieras cerciorarte de que existía, simplemente te abrace con todas mis fuerzas y susurre:

—Perdóname….Itachi

7 meses después…

Se me ocurrió que esta vez podría visitarte por medio de sueños, tarde meses en reunir la energía suficiente y días para practicarlo en una persona de confianza, por el momento no revelare la identidad de mi conejillo de indias; descuida quien crees que haya sido no le cause daño alguno (torció la boca, esbozando una pequeña sonrisa nerviosa). En fin, el 12 abril, estuve todo el día acompañándote en la vida cotidiana que tenías como miembro de akatsuki. A decir verdad casi "moría" del aburrimiento, inclusive creí que el que estaba sentado en la desafiante rama del árbol que parecía caerse en cualquier momento, se trataba de un anciano con apariencia de mi mejor amigo. Increíblemente "sobreviví" a la impasible vida que llevabas dentro de la organización, ¿acaso olvidaste el significado de la diversión?; bueno eso estaría por descubrirlo cuando llegase la hora de ir a dormir…

9:00pm

Llego la hora, estas profundamente dormido, indefenso ante los sonidos que sacuden tus oídos, convertidos en arrullos para que permanezcas inmune a lo que ocurre a tu alrededor; me refiero a lo que yo estaré por hacerte. Estoy celoso de tu nuevo confidente, silencioso, inútil a no tener vida ni voz para decirte palabras de aliento; sin embargo te escucha con atención y te recibe con la comodidad con la que fue creado, afortunada y desdichada almohada. Sé que te sigues culpando por lo que no cometiste, no existe paz dentro de ti. Por lo tanto decidí no perder el valioso tiempo que me otorgaron y en forma de un destello fugaz me infiltré en tus sueños.

—Hola—salude

—Sabía que pronto vendrías, Shisui

—Te conozco desde que éramos niños Itachi, asi que deja de fingir que mi muerte no te afecto—solté

Asentiste con la cabeza, comentando que la seriedad no iba conmigo

—Idiota—reí, pegándote un suave golpe en el brazo—No sabes cuánto me costó poder contactarme contigo—me senté a tu lado, robándote la caja de dangos que tenías sobre tu regazo

— ¡Oye! —reclamaste, haciendo un ademan de querer arrebatarme la caja de dangos, pero al final desististe; recalcándome en la cara que jamás cambiaria.

—No puedo decir lo mismo de ti…

Fue en ese instante que por fin me dirigiste la mirada, sorprendido—Lo sé…—pronunciaste al tiempo que apartabas tu vista de mí, dejando correr unas cuantas lagrimas escurridizas por la invisible mascara ocultaba al verdadero Itachi Uchiha que yo conocía.

—Eso no quiere decir que siga creyendo en ti

— ¿Qué?

— ¡No me hagas volver a repetirlo!—exigí avergonzado

Minutos de largo silencio, no resistí y volví abrazarte como esa vez, quejándome por cosas sin sentido, distrayendo tu llanto lo suficiente para hacerte sonreír.

—Itachi—cambie mi semblante a uno de seriedad, posando mis manos sobre tus hombros

— ¿Si?

—Hace un tiempo que he querido decirte una cosa—pause

Colocaste toda tu atención sobre mí, intrigado por lo que estaría por decir, jure en ese instante que contuve las ganas de reírme a carcajadas; que seguramente esta vez si querrás matarme con tus propias manos.

— ¿Te casarías conmigo?

En un santiamén, Salí disparado contra la fuente de agua, estabas completamente sonrojado, podría decirse que representabas a los preciados tomatillos de tu adorado hermano menor. Valió la pena el golpe que me diste, por primera vez en toda mi vida o lo que quedo de ella, pude tomar venganza de las otras que me hiciste en el pasado. Pero como dicen todo lo bueno acaba por terminarse antes de que te des cuenta, y eso incluye mi estadía dentro de los sueños de Itachi y en el mundo donde nací

—Maldito Shisui—me pareció escuchar salir de ti

—Lo soy y lo seré mientras permanezca en tu corazón, mi hermano del alma—sonreí, saliendo de la fuente—Pero siento desilusionarte, al parecer mi tiempo ha caducado…

—Shisui, ¿de que estas hablando?, ¡espera! —corriste hacia mí, desesperado.

—Perdóname—susurre, viendo cómo iba desapareciendo en forma de pétalos de cerezo

—¡Shisui!

—Sabes…lo que quería decirte es….que no tienes por qué culparte, por mi muerte. Es decir, yo fui el que decidí morir de esa forma….puede que caigas 7 veces, pero procura levantarte 8 veces, mi querido hermano, mi mejor amigo…Itachi.

—¡Shisui!...

No sé cuánto tiempo ha pasado desde en aquel entonces, me encuentro en un lugar mejor junto a mis seres queridos. La vida es muy diferente aquí en el cielo, pero aun asi no dejo de aprender de los grandes; de lo que no me salvo es de los regaños de la tía Mikoto y de las historias del tío Futaku, espero que no llegues muy pronto con nosotros, porque sino me encargare de regresarte a patadas a tu cuerpo. Esto es todo lo que tengo que contarles del gran Shisui Uchiha y sus aventuras como un muerto viviente…

NARRADOR:

Inevitablemente las cosas no duraron asi para siempre, Shisui, se vio sacado del paraíso por el mismo Rikuo Sennin, alias: Hagoromo Ōtsutsuki. Llevado a un extraño pero singular universo por su más reciente bella asistente, que también se vio metida en ese enrollo; la cual se encargó de explicarle el motivo por el que había sido mandado a llamar.

—No me mires asi, yo tampoco quería participar en esto—mintió ella, la verdad desde que descubrió porque necesitaban de su ayuda, acepto participar, con la condición de que le regresaran salvo a salvo a su mundo.

—Yo no diría lo mismo—la recorrió de soslayo con una sonrisa picarona—Perdona por no haberme presentado antes, mi nombre es Shisui Uchiha—extendió la mano amablemente.

—Yuna, Son Yuna—correspondió ella el saludo— ¡Te dije que dejes de mirarme asi! —se soltó rápidamente de su agarre, dándole prontamente la espalda; sonrojada. Golpeando el rostro de Shisui con sus largos azabaches.

—Como quieras—se encogió de hombros el Uchiha, examinándola mejor; anchas caderas, cintura delineada, pechos moderados talla 32; ocultos en una vestimenta inusual de donde el provenía, polera negra sencilla de cuello de tortuga ajustada, de mangas cortas, cazadora roja, jeans a la cintura y botas de combate para mujer. Pero lo que más capto su atención era su delicado rostro de porcelana que denotaba inocencia, esos delicados y delgados labios rosas, nariz respingada, ojos prominentes color café oscuro casi llegándole al color de su cabello; cubiertos de un suave maquillaje que relucía su belleza—Pero que quede de acuerdo que tu queridas abusar de mi—bromeo

—Apresúrate, el viejo nos espera—paso por alto aquella broma algo subida de tono, elevando el vuelo; manteniéndose al margen de las intenciones de Shisui.

—Claro como si yo supiera volar—comento sarcástico desde su lugar

Yuna suspiro resignada, no era la primera vez que trataba con personas como él; regresando por el azabache que contento se colgó de su espalda, como niño pequeño, no desaprovechando esa pequeña oportunidad.

—"Pervertido" —fue el pensamiento de ella

—"Tsudere" —pensó él

El destino se habría encargarlo de reunido, a través de las barreras del espacio y tiempo; para cumplir con un mismo objetivo: Restaurar el orden en el mundo ninja, aunque eso implique cambiar el pasado de más de uno.

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¿Continuara?