Hasta que llegue el incendio
Disclaimer: todo pertenece a George R. R. Martin.
Esta historia participa en el reto Ese pairing no tiene futuro del foro Alas negras, palabras negras.
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Ella es fuego, pasión, nada que ver con su dulce Jeyne. Ella lo besa como si el mundo estuviera a punto de acabarse y lo recorre con sus caricias ardientes hasta hacerle olvidar que alguna vez conoció a otra mujer.
Él es suave, gentil, como la brisa que anuncia la falsa primavera. La recorre con sus dedos delicados y la besa como si tuviera miedo de romper sus labios, pero de repente cambia y la brisa se transforma en el vendaval que indica que aún no ha terminado el invierno. La besa con fiereza y envuelve cada rincón de su cuerpo con sus ávidas manos haciéndole recordar otras manos ansiosas que ya no la tocan, otros labios cálidos que ya no la besan.
Ella siempre cae dormida antes que él y él se deleita mirándola, acariciando su pelo de plata y observando como sus labios se curvan en una sonrisa mientras un nombre se escapa de ellos. No es el suyo mas ¿qué importa eso? Los sueños de él también son invadidos por otra mujer distinta a aquella con la que comparte todas las noches su cama.
Ella se va siempre por la mañana antes de que él despierte. Tiene trabajo que hacer. Trabaja para un rico mercader volantino mientras va entrando en el círculo de los poderosos, tejiendo una nueva conspiración para conseguir lo que no pudo en la guerra que le obligó a marcharse de nuevo de su reino.
Él se despierta después, echándola de menos quizá a ella o quizá a otra. Él también hace su parte del trato, del plan que ambos han trazado cuidadosamente. Se ha alistado en La compañía dorada y poco a poco va escalando puestos.
La guerra les arrebató todo, a ella sus Siete Reinos, a él su Norte, a ella sus dragones, a él su familia, a él aquella muchacha dulce por la que renunció a todo y a ella a aquel cuervo que no estuvo dispuesto a renunciar a nada por ella. Ahora solo se tienen ellos dos. Encontrados por casualidad en las calles de Volantis. Trazando su conspiración, su retorno, su venganza.
Ella es el fuego que consume sus amargas memorias, él es la brisa que le trae tantos bellos recuerdos. No se aman, o quizá sí, pero se tienen, se necesitan y es lo único que les importa en estos momentos.
En Poniente esperan la tumba de una muchacha y el desprecio de un bastardo. Les espera un trono de hierro y una corona fría como el norte. En Volantis solo se esperan el uno al otro y sus deseos compartidos que cada día se hacen más tangibles. El viento aviva las llamas que a su vez lo hacen más fuerte. Así será hasta que llegue la hora del gran incendio.
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Aclaraciones:
En este AU Dani fue a Poniente y perdió la guerra contra Stannis al igual que Robb. La traición de los frey consistió en matar a Jeyne, no a él, por lo que Robb sigue vivo y pudo escapar. Y por último Jon Connington decidió esperar así que Robb está en la compañía dorada a la que todavía no ha llegado Aegon. Dioses, para un fic tan cortito qué larga me ha quedado la aclaración.
