Dos policías de cuidado
Capitulo 1 LOS POLICÍAS MÁS TORPES DEL MUNDO Y LAS LADRONAS DE LA MAFIA

Metrópoli de Konoha. Año 2016.

La Metrópoli de Konoha es la ciudad más próspera del mundo en la actualidad. Cuenta la leyenda que muchos años antes estuvo habitada por seres humanos con habilidades fuera de lo común llamados shinobis.
Ahora los encargados de defender la justicia de los delincuentes era la Fuerza Especial Policíaca de Konoha. Esta es una unidad de elite con los mejores policías que enfrentaban a los mafiosos, delincuentes y otros malhechores que azotaban a la Metrópoli.
Últimamente en los últimos 3 años, había un par de ladrones que habían azotado la ciudad ya que se escapaban majestuosamente de la policía. Lo curioso es que se sabían sus identidades, pero se había visto su excelente trabajo en equipo que era muy espectacular. A estos delincuentes se les conocían como los "Hermanos Fantasma" por su rapidez y su capacidad de no dejar cabos sueltos en sus trabajos.
Lo que nadie sabía es que estos ladrones se enredarían para siempre con el peor par de policías que existía en la faz de la Tierra.
Hablando de ellos, ambos estaban en su patrulla vigilando el parque cuando niño estaba atrapado en un árbol y tenía miedo de bajar.
Uno de ellos era alto, cabello rubio, corto de puntas, con ojos azules intensos como el cielo. Él tenía una extraña marca de nacimiento en las mejillas como los de un gato.
Su nombre era Naruto Uzumaki Namikaze y servía honorablemente a la ley y tenía el cargo de agente de baja clase.

-¡NIÑO, BAJA DE ALLÍ! ¡TE PUEDES LASTIMAR DE GRAVEDAD!-le ordenó Naruto.

-¡NO QUIERO!-respondió el niño con miedo.

-¡BAJA O SI NO TU MAMÁ TE PEGARÁ!-amenazó el otro policía que acompañaba a Naruto.

-¡NO QUIERO!-negó el niño.

Naruto se subió porque no tenía opción y llegó cerca del niño.

-Sujétate de mí-indicó el rubio.

Naruto tomó al niño pero se resistía a bajar del árbol. Tanto fue el esfuerzo que Naruto se tropezó y cayó del árbol junto con el chiquillo.
Afortunadamente para el infante el cuerpo de Naruto amortiguó la caída, y para desgracia del rubio el impacto fue muy doloroso.

-Gracias señor-agradeció muy feliz el chiquillo.

-Vete con tu mamá. Ay duele-respondió quejumbroso el Uzumaki.

El niño se fue con su madre y su asistente se reía de la caída de Naruto.

-¡VAYA AZOTASTE COMO RES, JEFE!-se burló un castaño.

-Idiota. Oye deja de decirme jefe, ocupamos el mismo rango-se quejó Naruto.

-Llevas más años que yo y me has enseñado todo lo que sé. Por eso te digo jefe-le explicó su amigo.

-OK-.

Mientras tanto en otro sitio, una mujer alta y muy pálida de ojos blancos y dos marcas tatuadas en el entrecejo y muy hermosa, estaba reunida con dos chicas muy bonitas y serias que se inclinaban ante ella.

-Lady Kaguya, ¿qué es lo que desea de nosotras?-cuestionó una mujer peliazul de ojos blancos, muy preciosa y de cabello corto.

-Varios de mis informantes me han avisado de que la llave electrónica primordial para el Plan Ojo de Luna ha llegado al Banco de Seguridad de la Metrópoli de Konoha. Ustedes dos son mis mejores ladronas y pueden hacer este trabajo-informó Kaguya.

-Espero que nos recompense en este trabajo de forma sustancial. Ese robo nos va a costar bastante ejecutarlo-mencionó una mujer castaña de ojos blancos y morena con cabello largo.

-Claro que lo haré. Son mis mejores agentes y no quiero que me fallen-les ordenó Kaguya.

-Sí señora-dijeron ambas mujeres.

Las mujeres salieron y Kaguya quedó a solas con un hombre de tez muy morena y de ojos amarillos siniestros.

-Madre, ¿ejecuto el plan para matarlas en cuanto consigan la llave?-.

-Así es mi querido Zetsu. No debe haber más sujetos de sangre Outsutsuki más que yo-dijo fríamente la mujer.

Sin saber de los planes de Kaguya, las dos mujeres aludidas se dirigían a su departamento y prepararon su plano para asaltar el banco.

-Hinata, ¿estás segura de hacer esto?-expresó Hanabi preocupada.

-Claro que sí, hermana mía. Este será nuestro último robo y después nos salimos del negocio-sonrió Hinata.

-Tengo un mal presentimiento, Hinata-comentó la castaña.

-Tú solo ten fe y saldremos vivas y coleando-expresó confiada la chica.

-Ya no quiero robar más, solo deseo vivir en una bonita casa en la playa contigo. Te amo tanto, hermanita-le dijo con mucha tristeza Hanabi.

Hinata se acercó y besó de pico los labios de su hermana para tranquilizarla.

-Hagamos esto y nos vamos muy lejos en una bonita casa con playa como tanto quieres-le juró la peliazul.

-Por eso te quiero, Hinata-sonrió feliz la hermana menor.

-Nadie sospecharía que los Hermanos Fantasma son un par de adorables mujeres con cara de niñas buenas-declaró con confianza la peliazul.

-Vamos a robar ese dispositivo y nuestros millones, hermana-se decidió Hanabi.

Mientras tanto, Naruto y Konohamaru se paseaban en el carro y vigilaban la ciudad por ordenes de su jefe superior.

-El día de hoy será muy pesado, hay un macrodesfile en la Metrópoli y debemos estar alertas-le dijo Naruto a su pareja.

-Yo quería ir al desfile-se quejó Konohamaru.

-Igual yo, pero órdenes son órdenes-le recordó Naruto.

Varias horas después en el Banco de la Metrópoli Konoha, las dos hermanas Hyuga lograron ejecutar el robo de una forma histórica y sin revelar sus identidades. Ahora la policía las iba persiguiendo porque las lograron ver por donde escapaban.
Las delincuentes iban en un carro negro y Hanabi era la encargada de despistar a la policía.

-¡NUNCA NOS ATRAPARÁN MALDITOS INCOMPETENTES, MUAJAJAJAJAJJA!-gritaba maniáticamente Hanabi enmascarada y disparando una metralleta a los policías.

-¡SON DEMASIADOS POLICÍAS, CREÍA QUE KAGUYA LOS IBA A RETRASAR!-dijo frustrada Hinata.

-¡MALDITOS, PÁSAME MI BEBÉ!-le pidió ansiosa la castaña ojiperla

-¡NO LO TRAJIMOS Y NO LO USARÁS CONTRA LOS TRANSEÚNTES!-regañó Hinata.

-Aguafiestas-refunfuñó Hanabi molesta.

Naruto y Konohamaru, en ese momento, oyeron varias sirenas de la policía y les entró la curiosidad por lo sucedido.

-¿Qué habrá pasado ahora?-se preguntó el ojiazul.

Naruto fue a la radio y la prendió para ver si ocurría algo de suma importancia.

-Unidad 777. Responda. Cambio-dijo Naruto en la radio.

-Adelante, robo en el Banco de Konoha. Estamos persiguiendo a los famosos LADRONES FANTASMAS-respondió otra unidad.

-¡LOS LADRONES FANTASMAS! ¡ES NUESTRA OPORTUNIDAD, DE VERAS!-exclamó feliz el rubio.

-Déjaselo a Sasuke. Él los está persiguiendo-le respondieron en la radio.

-¡YO PUEDO HACERLO MEJOR QUE ÉL, DE VERAS!-dijo furioso el rubio.

-Lo dudo. Cambio y fuera-finalizó la unidad.

Naruto estaba sumamente enfadado por la excesiva confianza a Sasuke Uchiha, el mejor policía de La Fuerza Especial Policiaca de Konoha y reconocido como un elemento de élite. Él tenia el más alto rango en la Fuerza Especial Policíaca de la Metrópoli de Konoha solo superado por el Jefe Policíaco, cargo que buscaba aspirar Naruto en el futuro y que en la actualidad tenía Fugaku Uchiha, el padre de Sasuke.

-¡ODIO QUE SASUKE SE BUSQUE LA GLORIA SIEMPRE! ¡LES DEMOSTRARÉ A TODOS QUE SOY UN BUEN POLICÍA!-declaró decidido Naruto.

-En realidad somos los más pésimos policias en la ciudad-aclaró Konohamaru nervioso.

-¡¿ESTÁS CONMIGO O VAS A DEJAR QUE NOS DIGAN QUE HACER Y QUE NO?!-le dio su ultimátum Naruto.

-Ya veo. ¡YO DIGO QUE LOS PERSIGAMOS Y NOS LLEVEMOS EL CREDITO!-aceptó Konohamaru decidido.

-¡VAMOS!-.

Los dos prendieron la sirena y fueron a apoyar al resto de las patrullas para capturar a los famosos delincuentes.
Mientras tanto, las dos ladronas eran increíblemente hábiles esquivando a la policía. Hanabi era una excelente tiradora y ponchaba las llantas de las patrullas solo por petición de su hermana.

-Hay una a las tres en punto-avisó Hanabi.

-Lo perderemos-contestó seria Hinata.

Las ladronas empezaron una difícil huida contra el mejor policía en la ciudad: Sasuke Uchiha.

-¡NO SE ME ESCAPARÁN MALDITOS!-dijo Sasuke creyendo como todos que eran hombres.

Hanabi lanzó un montón de lanzagranadas y Sasuke las esquivaba con mucha dificultad. Aparte de ello, los dos carros evitaban un sin fin de carros y las hermanas Hyuga fueron atrapadas de no ser porque Sasuke se quedó atrapado en una manifestación y misteriosamente el carro de los delincuentes había desaparecido.

-¡DEMONIOS! ¡LOS PERDÍ!-maldijo furioso el Uchiha.

En otro lado las ladronas estaban bien escondidas en un callejón y celebrando que todo había salido bien.

-¡GENIAL, LOS PERDIMOS A TODOS!-celebró Hanabi.

-¡SOMOS ÚNICAS!-secundó Hinata.

-Claro que si, Hinata-sonrió la castaña besando de alegría a su hermana en la mejilla.

Solo había un pequeño detalle inesperado que cambiaría para siempre el plan del par de extrañas hermanas: El par de los policias tontos cabezas huecas estaban por ese rumbo y buscaban su paradero.

-¡TENÍAMOS QUE TOMAR UN DESVÍO!-dijo con sarcasmo y enojo Naruto.

-Había un desfile por el aniversario del festival del Kyubi-explicó muy nervioso Konohamaru.

-¡PERO PERDIMOS A LOS LADRONES!-exclamó furioso el ojiazul.

-Ni modos. Volveremos a atraparlos a la próxima-.

-¡PERO TE PARASTE POR DONAS Y CAPUCHINO!-regañó iracundo a su pareja.

-Ten para que no estes enojado-ofreció muy nervioso el Sarutobi.

-Ya que me queda-refunfuñó el rubio.

En ese mismo momento, Konohamaru miró un callejón en donde se veía un vehículo que se ajustaba con la descripción del que llevaban los ladrones.

-Jefe, mira allí. Ese creo que puede ser el auto-señaló silenciosamente el castaño.

Naruto volteó y se dio cuenta de que su torpe compañero tenía mucha razón. Ambos sacaron sus armas fueron a esconderse detrás de un bote de basura para ver más de cerca.

-Los arrestemos-le dijo Konohamaru a Naruto muy ansioso.

-No espera, quiero oír de lo que hablan. Podemos sacar una pista para ver porque atracaron al banco-le sugirió en voz baja Naruto.

El par de policías ineptos oyeron como los dos ladrones enmascarados estaban alardeando acerca de como perdieron a los estúpidos policías, pero se les hizo raro que estos se refirieran como ellas.

-¿Por que dicen hermana?-se preguntó extrañado Konohamaru.

-No lo sé-dijo con mucha duda el rubio.

Ambos delincuentes vestían totalmente de negro y train chalecos antibalas lo que no permitía ver bien a detalle la forma de su cuerpo. Además traían máscaras que no revelaba sus rostros o señas particulares.

-Hay que quitarnos esto y arreglar el carro para que no nos reconozcan-dijo un ladrón.

Ambos se quitaron las máscaras y se veía que no eran hombres como la policía pensaba. Eran dos hermosas mujeres tan hermosas como diosas y ambos chicos quedaron boquiabiertos al mirar sus rostros.
Naruto se quedó embobado al ver a la chica de piel pálida peliazulada de cabello largo en bob de ojos perlados. Por su parte, Konohamaru estaba hipnotizado ante la bella vista de la morena castaña de pelo largo y ojos perlados.

-Así nadie nos perseguirá-declaró feliz Hinata.

-Oye, después de ir a casa vamos al desfile. Se veía bonito-sugirió la castaña.

-Estoy de acuerdo-afirmó su hermana con una sonrisa.

Ambos policías decidieron actuar de una y sacaron sus armas para apuntarles a ellas.

-¡DETÉNGANSE Y PONGAN LAS MANOS ARRIBA DONDE LAS PUEDA VER!-les ordenó autoritariamente Naruto.

Hinata y Hanabi estaban consternadas de que no previeron este evento y levantaron las manos muy asustadas.

-Oh no hermana, ya nos descubrieron. ¿Qué haremos?-susurró con terror Hanabi.

-Las armas están lejos y no podemos defendernos-admitió muy nerviosa Hinata.

-¡SILENCIO Y PONGAN SUS MANOS EN DONDE LAS VEAMOS!-ordenó entre nervioso y autoritario Konohamaru.

-Maldita sea, nos confiamos demasiado-maldijo muy preocupada Hinata.

-¿Cómo rayos nos encontraron?-cuestionó Hanabi curiosa.

-Somos buenos policías-alardeó Naruto

-Estábamos de paso en realidad-confesó Konohamaru.

Hinata veía al policía rubio de corte militar y ojos azules y se dio que era guapo y atractivo. Lo único malo es que para una vulgar ladrona con ella esto era suicidio.
En cambio, Hanabi observaba que el castaño de ojos negros era muy lindo y no sabia porque la excitaba el hecho de que el sujeto la esposara rudamente.

-Oye, cuidado guapo. Te gusta lo que ves, ¿cierto?-le dijo coquetamente la Hyuga.

Konohamaru estaba sonrojado ante las insinuaciones sexuales de Hanabi y se daba casi de topes antela situación.

-Deja de coquetear con mi compañero porque no te escaparás de nosotras-advirtió Naruto a la mujer.

En ese instante, un carro negro llegó y comenzó una balacera en contra de los cuatro. Por milagro del cielo y los reflejos de los policías se aventaron al suelo junto a las ladronas.

-¡¿QUE RAYOS PASA?!-exclamó Naruto muy consternado.

-¡¿QUE SIGNIFICA ESTO?! ¡¿POR QUÉ NUESTRA GENTE NOS ESTA DISPARANDO?!-se cuestionó espantada la peliazul.

-¿Su gente?-dijo Konohamaru dudoso.

-¡MALDITA KAGUYA NOS TRAICIONÓ! ¡PERRA HIJA DE PUTA!-maldijo furiosa Hanabi.

-Ustedes dos nos explicarán después lo que pasa. Ahora vámonos de aquí-les ordenó Naruto.

Konohamaru oyó que la balacera terminó y se asomó tantito para ver que una bazuca iba a ser disparada en su contra.

-¡CORRAN, ES UNA MALDITA BAZUKA!-les avisó Konohamaru espantado

Un matón disparó al carro y explotó en mil pedazos. La onda expansiva mandó a volar a los cuatro y las hermanas quedaron noqueadas. En cambio, Konohamaru y Naruto estaban severamente aturdidos.

-¡MALDICIÓN, SÁQUENLAS DE AQUI Y REFUGIÉMONOS!-declaró en shock el rubio.

En ese momento, Naruto cargó a Hinata y Konohamaru a Hanabi para oírse a su patrulla en medio de otra lluvia de balas y salir a toda prisa de allí.

-¡DEBIMOS IR AL DESFILE COMO PERSONAS NORMALES!-reclamó muy aterrado Konohamaru.

-¡DEJA DE QUEJARTE Y SUJÉTATE PORQUE NOS IREMOS MUY RÁPIDO, DE VERAS!-informó Naruto con mucha prisa.

El carro prendió la sirena e iba siendo perseguido por el carro de los matones para acabar con la vida de los cuatro.

-¡MIERDA NOS VA ALCANZANDO! ¡¿QUE HACEMOS?! ¡NUNCA ME PREPARÉ PARA UNA PELÍCULA DE JASON STHAHAM!-dijo con horror Konohamaru.

EL carro los iba balaceando y el auto no era blindado como el de los mafiosos.

-Sé como perderlos-recordó con una sonrisa traviesa Naruto.

El rubio tomó la carretera y se fue por una ruta no apta para inexpertos. Una constructora estaba haciendo una obra a las afueras de la ciudad y conducir rápido por allí era increíblemente difícil.

-Vaya que son persistentes, ¡PREPÁRENSE!-avisó Naruto decidido.

Konohamaru rezaba a los cielos porque esto saliera bien y el carro subió una enorme rampa de un puente incompleto. Solo si alguien era un experto en carreras ilegales sabría atravesarlo sin problemas y Naruto era una de ellos ya que creció en un barrio bajo.
Las hermanas Hyuga despertaban en ese mismo momento y se aterraron al ver la locura de Naruto.

-¡¿QUE HACES?!-exclamó Hinata aterrada.

Naruto no respondió y le subió la velocidad al carro para aventarse sin retorno por el puente inconcluso.

¡AAAAAAAAAAAAAH!-gritaban todos asustados por la emoción.

El carro de los policías logró atravesar de milagro el puente, pero el otro no frenó a tiempo y cayeron al vacío donde quedó destrozado el carro, así que los matones murieron irremediablemente.

-Uf, casi no la libramos, de veras-suspiró agotado Naruto

-¡ESO FUE INCREÍBLE!-exclamó emocionado Konohamaru.

-¡¿QUÉ NOS QUERÍAS MATAR?!-gritó Hanabi aún en shock.

-¡ESO FUE HORRIBLE!-temblaba paralizada Hinata.

-Ahora nos dirán que pasa, ¿por qué un grupo de matones las querían fuera de la jugada y por qué son tan sexys?-cuestionó intrigado el castaño.

-Eso último estuvo de más-señaló Naruto muy molesto.

Hanabi sonrió ante el hecho de que Konohamaru la consideraban sexy y se divertiría al respecto con eso.

-Bien, ya no tenemos algo que nos ate. Trabajábamos para una tal Kaguya Outsutsuki, ella es la líder suprema de la mafia que trae loco a la policía-contó Hinata con mucha seriedad.

-¿Te refieres a Akatsuki?-cuestionó Konohamaru curioso.

-Sí, bombón. Las dos fuimos contratadas para sacar dinero y un extraño dispositivo que ellos querían. Era una información secreta que no sé que contenga pero debe ser valiosísima si no querían dejar cabos sueltos-declaró Hanabi muy enojada por lo ocurrido hace ratos.

-Bueno, vendrán con nosotras a la policía-ordenó Konohamaru.

-No tienes como comprobar que somos la ladronas. La policía no sabe nada de nosotras y nuestro carro fue destruido. Dudo que un par de lindas, inocentes y lindas mujeres sean Los Hermanos Fantasma que tanto buscan y los despedirán sin remedio-declaró confiada Hinata al respecto.

-Naruto, ellas tienen un punto a su favor-señaló intrigado el castaño.

-Ella tiene mucha razón, así que vendrán a nuestro departamento-dio a conocer el rubio.

-¡¿QUEEEEE?!-exclamó sorprendido el moreno.

-Sí, no podemos dejarlas escapar por nada en el mundo. Algo huele muy mal en este asunto y no pensaba ir a la comisaría. Le dejarían el caso al hijo de papi de Sasuke y nosotros quedaríamos fuera-dio a conocer sus motivos el Uzumaki.

-¡ESO ES CONTRA DE LAS LEYES!-reclamó Hinata al respecto.

-No seguiré las leyes. Solo trato de hacer justicia y veces las leyes tienen lagunas-declaró serio Naruto.

-Hmmp-murmuró la peliazul ojiperla.

-Lo que quieren es tenernos esposadas para divertirse con nosotras y satisfacer sus necesidades carnales-bromeó Hanabi con la situación.

-¡CÁLLATE Y VENDRÁN CON NOSOTROS!-finalizó Konohamaru con la discusión.