[Hikari P.O.V]
Desde la última vez que había ido al mar oscuro han pasado ya cinco años llenos de paz, tranquilidad, siento que al fin soy libre de todos mis temores, pero vaya error que he cometido.
Por la noche siento una opresión en mi pecho, y en mis sueños, realmente es como si no soñara, al despertar intento recordar pero mi mente bloquea todo, pero sé la razón de todo: el mar me vuelve a llamar, no sé por qué motivo, pero puedo sentir su persistencia.
―¿Hikari-san? ― oigo una voz a mis espaldas y por un momento siento como el temor empieza a redimir ―¿sucede algo?
Sé que Takeru-kun solo está preocupado, ya que nosotros, desde niños, hemos estado conectados en un nivel incomprensible, incluso para nosotros, pero no quiero involucrarlo más, basta con haberlo llevado conmigo una vez.
―No me pasa nada ―le aseguro con una sonrisa en mi rostro ―, vámonos seguro nos pondrán reporte. ― le urge en cuanto se empiezan a oír las campanadas que indican el comienzo de las clases.
El día se me pasa rápido y tan tranquilo en compañía de Takeru-kun que inclusive, por un momento, olvido todo lo que cruza por mi mente, pero a la hora de la salida es otro asunto, Iori-san y Takeru-kun se van juntos, a pesar de la insistencia del último en acompañarme, desisto su ofrecimiento y sigo mi camino habitual junto a Tailmon, Daisuke-san y V-mon.
Daisuke intenta entablar una plática conmigo, pero la mayor parte del tiempo no presto atención, por lo que después de un rato cesa su monologo y camina silencio a mi lado. Al llegar al conjunto de edificios donde vivo me despido de mis 2 acompañantes desde las escaleras principales y espero ahí hasta que desaparecen de mi vista; cuando empiezo a subir las escaleras, siento como si alguien me siguiera, la atmósfera se siente pesada y con un tinte siniestro
―Uuuhhh. ― escucho como si se tratara de un fantasma pero no me dejo vencer, ese sonido lo conozco muy bien, pero no sé por qué lo vuelvo a escuchar.
―¿Tailmon?― llamo a mi compañera intentando sonar segura, pero incluso ante mis oídos se me escucha con incertidumbre.
Aun así decido seguir avanzando aunque cada tanto siento una mirada encima de mí que me pone de nervios
―¿Hikari-niisan? ― escucho la voz de mi hermano y poso mi mirada en sus ojos ―¿Te encuentras bien? ― pregunta al notar que vengo distraída
―No te preocupes, no me pasa nada ― le aseguro y recorro a su lado lo que falta para llegar a nuestro condominio.
―Ya llegue ― avise en cuanto cruce el umbral de la puerta y a continuación me dirigí a mi habitación.
Encendí el ordenador que tenía frente a mi cama y, con Tailmon en mi regazo, comencé a buscar la información necesaria para realizar una exposición sobre el mar. Cuando sentí como alguien estaba atrás de mí, el ambiente se tornó tenso y grisáceo, incluso comenzó a nublarme la vista.
«¿Qué está pasando?» pensé con miedo e incertidumbre, hacía años que no me pasaba, esto, ¿por qué justo ahora?
―¡Hikari-niisan! ― escucho a lo lejos ―¡Ya está servida la comida!
No presto atención a lo dicho, sé dónde «estoy» y no me agrada la vista, ni siquiera sé por qué insisten tanto esas criaturas.
―¡Hikari-san! ― oigo mientras siento fuertes sacudidas ―¡Despierta, por favor, antes de que alarmes a Taichi-san! ― me urgen y me siguen sacudiendo hasta sacarme de mi trance.
―¿Eh? ― digo con voz sorprendida al regresar a donde realmente me encontraba.
―¡Gracias al cielo! ― oigo el suspiro aliviado de Tailmon ― La comida esta lista ―me digo al ver que me encontraba bien ―, será mejor que nos apresuremos. ― dijo al momento sé saltar de mi regazo
―¿Hikari-niisan? ― Me llama mi hermano desde el otro lado de la puerta
―¡Ya voy!
Me dirijo al comedor en silencio; ya todos se encuentran ahí (Taichi-niisan, Agumon, mi mama y mi papa), so me estaban esperando para empezar a comer
―Lamento la tardanza.― me disculpo con una leve reverencia
―Bueno, a comer.
―¡Gracias por la comida! ― decimos todos a la vez y empezamos a comer.
Todo el tiempo en la mesa lo pasamos en silencio, pero incluso aquí siento la atmósfera pesada y no sé si los demás la sienten también, pero para evitar preocupaciones innecesarias me quedo callada, pero de reojo veo si los demás reaccionan ante la pesadez que se siente; nadie parecía notarlo: Agumon comía felizmente, mis padres se mostraban tranquilos, por lo que asumí que ellos tampoco sentían la sensación que a mí me invade, pero cuando veo a mi hermano en sus ojos puedo ver la interrogación que no pienso contestar, por lo que desvió la mirada hacia Tailmon pero puedo ver cómo está al pendiente de cada movimiento y cada mirada que lanzo, al ver que a dos seres les inquieta como estoy, siento como en mi garganta se empieza a formar un grito y aprieto mis dientes para evitar que salga el ruido y finalmente veo hacia mi plato de comida, casi intacto, y comienzo a comer a pesar de no sentir hambre.
―Gracias por la comida.― repito una vez que termino mis alimentos y me dirijo nuevamente a mi recámara para continuar con mi tarea.
―¿Hikari?― escucho la voz de mi compañera digital a mis espaldas ―¿Segura que estas bien?
¿Qué podía decirle? «No pasa nada, han de ser solo son imaginaciones tuyas», ella sabía que algo estaba mal y seria en vano intentar negar lo que, para ella, era evidente
―Es el mar ― digo sin verla a los ojos, esas simples palabras tenía más peso para nosotras que para cualquiera y de seguro Tailmon sabía cómo sería mi mirada ante esa frase ―, pero no te preocupes, todo estará bien. ― le aseguro, pero después de seis años sin tener contacto con esta sensación, ni siquiera yo estoy segura si podre vencer esta vez.
