Cosa Nostra

"-¿Valentino de Palerma?

Una voz femenina, pero tajante me sorprendió por atrás. Me di la vuelta, empezando a maldecir en mi interior por que solo me hubiesen citado con una "simple" mujer.

Antes de poder ver nada sentí el duro contacto de la culata de una pistola en mi mejilla. Caí al suelo confuso mientras sentía el sabor de la sangre en mi paladar. Levante el rostro, y allí estaba la "simple" mujer rodeada por cinco malditos policías. La mire desde el suelo, zapatos de primera calidad, traje de chaqueta impoluto, sombrero de ala, guantes negros, una Cold Anaconda en una mano, y unos ojos inescrutables detrás de unas gafas de sol. En ese momento no le di importancia a que era de noche, ¿Para que querría ella unas gafas de sol en plena noche? Se llevó la mano a las gafas, hincándome sus fuertes ojos verdes. En ese momento sentí miedo.

-Estése "quieto" señor Valentino- Y vi reflejado en sus ojos como mi cuerpo se anclaba en el sitio, aunque mi cabeza me gritara horrorizado que debía huir, que quería huir.

Ella hizo un simple gesto con la mano, y los policías empezaron a apalizarme. Tras horas de agonía, los golpes terminaron. Ella se acercó lentamente, y yo temblé como una hoja.

Me cogió del cabello despeinado tirando hacia atrás. Acercó sus gruesos labios para susurrarme algo en el oído.

-¿Sabes por que esta aquí señor Valentino?

Trague saliva sin poder decir nada.

-¿Lo sabe usted señor Valentino?- Su tono se acrecentó, enfadado, aterrador.

De nuevo no pude responder.

-Bien, señor Valentino -Ella soltó mis cabellos, pero hincó su zapato en mi espalda, escuche el ruido del papel y de un zipo encenderse, al instante capte el olor a tabaco, el humo invadió el callejón.- Temo por su ignorancia -Dio una calada y apretó su peso sobre mi espalda como si solo fuera un movimiento natural- Va a morir por ella.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, bajo el peso de esa mujer que ya no me resultaba tan simple.

-Nadie se mete con la familia... -otra calada y el sonido de la Cold cargar- Ciao bello..."