ACLARACIÓN: Los personajes de Candy Candy no me pertenecen. La historia si.
Hola, tomando en cuenta la petición de Gissa A. Graham sobre animarnos a escribir historias de nuestro rebelde consentido, pues aquí estoy ofreciendo una pequeña aportación, en un principio iba hacer un one-shot pero me extendi en mis ideas y va a ser una historia, todavía no se si corta y larga, dependiendo de como la vaya armando en mi cabeza y por supuesto en su apoyo. No soy escritora, ni pretendo serlo, pero si quiero dar un material de buena calidad para todas ustedes.
Saludos y bendiciones desde México.
Nueva York, Febrero 1922
Terrence Graham: sinónimo de triunfo, perseverancia, popularidad, pasión y disciplina. Pero sobretodo el mejor actor de los últimos años y el actor mas cotizado y codiciado por las damas.
Con veinticinco años de edad recién cumplidos, con una hermosa primera actriz como madre, un sin fin de admiradoras, los críticos lo aman, los directores de teatro se pelean por tenerlo en su próxima obra, sabe interpretar papeles de drama, pasando por tragedias y llegando a las comedias, con llenos totales en sus presentaciones.
¿Pero qué es lo que oculta este hombre enigmático detrás de su talento?
¿Qué es lo que impulsa a esta celebridad a entregarse completamente a su trabajo?
¿Tiene una musa que lo inspira?
Quien es en realidad Terrence Graham cuando no esta actuando? ¿Cuándo esta en la intimidad de su vida privada? ¿Cuándo es un hombre con defectos y virtudes?
¿Planea en un futuro casarse, tener hijos, formar una familia? ¿Y si es así, cómo es la mujer de sus sueños?
Todas estas preguntas serán respondidas algún día por nuestro actor favorito?
Broadway, Diario Local
Eran pasadas de las 4:30 pm cuando un atractivo hombre de ojos color azul mar con betas verdes, con el cabello castaño entre sacado hasta la nuca, con 1.85 de estatura, cuerpo delgado y elegante, con su ya conocida seriedad y arrogancia entraba en las oficinas del teatro de la compañía Stratford, para una reunión con su recién estrenado socio Robert Hathaway, para la próxima puesta en escena que será Romeo y Julieta, en la cual por primera vez va a dirigir y actuar. No como actor principal, sino como soporte, con un papel secundario, pero no menos importante.
Discutían sobre quién sería la actriz principal, Terry quería a Karen Klais y Robert quería que fuera una joven actriz de dieciocho años que tenia ya dos años en la compañía y que empezó interpretando papeles secundarios y de ahi se le dieron otros papeles mas importantes, y según Robert ya estaba preparada para ser protagonista. Su nombre es Kenia Chapman, una castaña de ojos color miel, de estatura promedio, delgada y eterna admiradora de Eleanor Baker.
-Terry no se por qué insistes en que Karen sea la próxima Julieta, ya no tiene la edad para el papel.
-Tampoco es que sea una anciana, no exageres Robert, además se sabe los diálogos al derecho y al revés y con un buen maquillaje se puede quitar varios año de encima.
-Pues no estoy de acuerdo, Karen ha dejado mucho que desear en estos últimos años, su matrimonio y recién maternidad, han hecho estragos en ella y que decír de su carácter cada vez es peor, solo tu y su esposo soportan sus aires de diva. En cambio Kenia queda perfecta para el papel es inglesa, tiene el porte y sobre todo la edad para ser la nueva Julieta que Broadway esperaba.
-Ahora entiendo todo, lo tu que quieres es lanzar a la fama a esta señorita y después ponerla como mi compañera en un futuro en todas las obras que realizaremos y que seamos la pareja del año, cierto? Pero de vez en te informo que pierdes tu tiempo, ahora yo soy el que elige y no voy a permitir que nadie se meta en mis decisiones.
Terry ya empezaba a molestarse, pues era bien sabido por todos que la paciencia no era una de sus virtudes y mucho menos toleraba que alguien quisiera manipularlo, según él.
-Ahora tu eres el exagerado Terry ...
-No me interesa lo que me vayas a decir, así que Karen se queda como Julieta.
Y así dio por terminada la reunión, saliendo de la oficina dando un portazo.
Después de salir del teatro, se dirigió a su departamento, necesitaba distraerse, calmar el enojo que tenia por la discusión con su socio, su mente estaba desesperada, aunque casi siempre estaba enojado reconocía él. Sino era por el clima, era porque tenia hambre o por que los ensayos eran tediosos o por que tenia vacaciones y no ocupaba el tiempo en leer los diálogos, en realidad no sabia que pretexto poner para su enojo, malestar, frustración que lo acompañaba desde hacia varios años y no se apartaba de el. Era como un recordatorio de lo que ha sido su vida desde el momento en que tuvo que despedirse para siempre de su único y verdadero amor y en aquella fría noche de invierno, su pecosa Candice White Andley.
Ya han pasado más de cinco años y aún lo recordaba como si hubiera sido ayer, el corazón aun dolía, las ganas de salir corriendo a buscarla y pedirle que no se marchara seguían presentes, la ansiedad por volver a sentir su cuerpo abrazado al suyo pero ahora de frente es insoportable, las ganas de besar sus labios aunque volviera a recibir mil cachetadas era imperiosa.
Y ahí estaba otra vez recordando cada momento que paso con ella, cada sonrisa, discusión, platica, confesiones que solo le hizo a su pecosa, cuando ella le obsequio la armónica, siempre en todo momento, en la mañana, en la tarde, al acostarse, siempre ella estaba en su mente; por eso es su enojo, molestia, porque todavía no acepta que haya sido tan tonto para haber dejado ir a la musa de sus pensamientos.
Después de caminar bastante y despejar sus pensamientos, llego a su departamento con la esperanza de poder dormir profundamente y no despertar si fuere posible hasta el otro día, ya que se sentía cansado y no quería pensar más, aunque no pudo hacerlo porque su estomago reclamaba por algo de alimento y como era todavía temprano preparar un sandwich y su inseparable taza de té, aunque no era un autentico té inglés por lo menos lo prefería al café. Ya sentado comiendo, vio el diario que la señora de la limpieza había dejado sobre la mesa y tomándolo leyó la nota que sobresalía de este con respecto a su persona y sonrió moviendo la cabeza al leer los elogios que ahí se decían y contestando en voz alta cada interrogante.
-Que oculto? Que me impulsa? Quien es mi musa? Soy un hombre enamorado de un imposible y ella, mi gran amor es por quien hago todas estas cosas, porque le prometí que seria feliz y actuando es la única forma de lograrlo, ya que en un escenario es donde puedo ser un héroe, un mendigo, un rey, un enamorado, o lo que sea.
-Quien soy? Un estúpido que dejo ir al amor de su vida por un supuesto deber, un sacrificio que no sirvió de nada, ya quien por quien se hizo no lo valoro y ahora ya no existe mas.
-Que si planeo casarme, tener una familia, hijos? Por favor, ese sueño solo lo tuve una vez y así como llego se fue.
-Yo diré quién es Terrence Graham, es un hombre que ama actuar, pero sobretodo anhela volver a ver su pecosa que ahora ha de ser una mujer hermosa y que tiene miedo a ser rechazado o que este enamorada de otro y no va a buscarla para decirle todo el amor que solo un hombre pasional como el lleva guardado en su corazón por ella.
-Te amo, te amo Candy y ya no se que hacer sin ti a mi lado.
Y se volvió a sumergir en sus pensamientos, llorando en silencio por ese amor perdido, añorado y deseado. Quedando así luego dormido.
Continuara? ...
P.D. si ven alguna falla me avisan.
