Capítulo 1
Y estaba Rainbow, recostada sobre los pechos voluminosos de Pinkie Pie, podía sentir su suave carne en su mejilla derecha, y escuchaba la pequeña risa que la chica de cabello chino emitía cada vez que Dashie se movía al menos un poco.
-Dashie, me haces muchas cosquillas-
-¿Si? Eres rara, Pinkie, yo quiero hacerte otra cosa- dijo Dash voltenado a ver los labios rosas de Pinkie Pie.
Dash podía oler el aroma a caramelo de sus labios y a la vez distinguir el suave olor a algodón de azúcar de su perfume.
-¿Qué otra cosa, cosita?- dijo Pinkie acomodando con sus manos a la chica más veloz de Equestria entre sus dos pechos.
-Está- terminó Rainbow con una voz sexy que hizo recorrer un escalofrío por la espalda de Pinkie.
Rainbow Dash besaba los pechos de Pinkie Pie.
Por alguna razón, su piel sabia tan bien como olía y ese aroma se intensificaba cuando la pequeña Dashie respiraba excitada sobre el cuerpo de su compañera.
La joven fiestera dejó al lado su personalidad siempre sonriente y boba, dejando su cuerpo disfrutar todo, el momento, la circunstancias, los aromas, el calor (y a la misma Dashie) y transmitir ese apasionado mensaje mediante pequeños gemidos que salían de lo más profundo de su ser, acompañados con sus delicadas manos de tes blanca que apretaban con una fuerza considerable el cabello teñido cual arcoiris de RD.
-Querida- gimió Pinkie, entre cortando las vocales de sus palabras- te recuerdo que hay dos pequeños circulitos rosados en la punta de tus pequeñas "amigas" -dijo entre risas que ocultaban su deseo de placer, sobando sus pezones de tamaño perfecto, ni tan grandes ni pequeños.
Rainbow no respondió con palabras.
Respondió como mejor sabia hacerlo: tapando la boca de quien tenia el cabello rosado y la piel ardiente y con la velocidad que la caracteriza lamió los pezones de Pinkie durante unos segundos repletos de placer.
De repente, interrumpió un golpeteo en ls puerta su momento de éxtasis.
Ambas permanecieron en silencio por unos instantes, lo cuál le causo risa a Pinkie y no soporto el no soltar una carcajada.
Rainbow Dash sabia quien estaba tocando y le tapó la boca a su amante para que parara de reír.
"¿¡Pinkie!?" dijo una voz temblorosa y llena de incertidumbre del otro lado de la puerta de madera de la habitación de la corredora joven.
Dash cerró los ojos y esperó que su destino la matara a punta de flecha, flecha... Que le daría en el corazón.
La puerta se abrió, dejando ver a una jovencita con ojos verdes, asomándose por la puerta lentamente.
Era Fluttershy.
Tenía el corazón hecho trizas. Rainbow Dash, la persona que amaba, estaba en pleno acto íntimo con otra de sus amigas.
Un frío insólito atacó su estómago, sus pupilas se hicieron chicas y se debilitó muchísimo.
Lamentablemente, la más delicada de el grupo de amigas más carismático de Equestria, estaba experimentando lo que era morirse por dentro.
-Rainbow...- dijo la tímida chica con una voz desanimada, deprimida, más baja de lo normal y al borde del llanto -Yo... Yo te amaba... Y te lo dije...-
Fluttershy entró con sus pocas fuerzas restantes en la habitación y, a la par, Rainbow Dash se metía entre las sábanas junto con Pinkie Pie, quién no estaba enterada del drama suscitado entre las dos viejas amigas.
-Flutte...- dijo una desalentada Rainbow.
Pinkie se limitaba a mirar confundida, no solo en los hechos, si no también en sus emociones, su corazón no sabia que sentir en ese momento. Fue interrumpida por la persona con el corazón más herido de la habitación quien coincidía ser a quien Dash alguna vez le reparó el corazón.
-Pero lo que en verdad me duele- las lágrimas brotaban de los ojos de Fluttershy como cascadas de una montaña, corriendo el rímel que se había puesto para impresionar a su enamorada... O quien alguna vez lo fue - Es que... - Fluttershy se quebró en llanto.
-Puedo explicarlo- se sentó pues entonces Dash sobre sus propias piernas, cubriendo su desnudo cuerpo con las sábanas- No llo...-
-¡LO QUE MÁS ME DUELE ES QUE TU DIJISTE QUE ME AMABAS, RAINBOW! ¡ME LO JURASTE! Y AHORA MIRA COMO ME DEMUESTRAS ESE AMOR- estalló Fluttershy en ira y sollozo, arrepentimiento y desilucion.
Fluttershy salió corriendo, entrecerrando la puerta con las escasas fuerzas que tenía aún.
Hubo silencio absoluto que solo hacia más notorio el eco del llanto de Fluttershy quien bajó las escaleras llorando hasta la entrada, donde abrió la puerta principal y salió corriendo bajo la áspera lluvia hacia su casa.
De repente, Pinkie le dijo a una arrepentida Dash que permanecía inmóvil a su lado:
-Así que... Soy un postre- dijo Pinkie Pie mientras su cabello lentamente se volvía lacio y sus ojos perdían brillo y se notaban tristes.
-No, Pinkie, no es eso...- dijo Dash tomando por los hombros a la más posiblemente deprimida Pinkie y también volteándola a ver.
-Entiendo- cerró los ojos y la conversación. Una lágrima se escapó del ojo derecho, el cuál, era el único que Rainbow Dash podía ver desde su punto de vista
Sin decir una sola palabra, Pinkie salió de la cama, se vistió rápidamente y se fue en camino a la salida de la casa, no sin es coger la puerta para cerrarla por completo y, antes de hacerlo, decirle a Rainbow sin si quiese mirarla "Adiós". Posteriormente, la culposa chica cerró la puerta y abandonó la casa
Ese fue la despedida más seca y dolorosa que Rainbow Dash había escuchado en su vida.
Comenzó a llorar despavoridamente extendida de brazos y piernas sobre su cama, dejando las lágrimas caer a izquierda y derecha de su rostro.
Su sollozo era armonizado por los truenos de la tormenta de aquella noche. Era la imagen más deprimente que jamás había presenciado Equestria.
Pero, ¿cómo había llegado Rainbow Dash hasta ese punto?
