Los personajes le pertenecen a Kishimoto, creador del manga de Naruto.
Diálogos "Bla, Bla, Bla"
Pensamientos "Bla, Bla, Bla"
©Ares-sama
Summary: No entendía lo que pasaba, quienes antes lo trataban con desprecio ahora se inclinaban ante él, todos querían tenerlo a su lado en un juego de poder y el mundo Shinobi deseaba tanto la sangre que corría por sus venas, ese gran linaje que había heredado de sus padres. Pero a pesar del canto de las sirenas Naruto no iba a permitir que otros lo usaran.
Importante: Leer las notas de autor al final del capítulo. Esta historia tiene una versión beta en mi perfil que pronto será borrada.
Linaje
Prologo
Estaba solo, fueron sus primeros y más dolorosos recuerdos.
No había nadie a su alrededor, se preguntaba cómo había llegado a este mundo, como fue que llego a tener una habitación para él solo, preguntas que el viejo Hokage solía evadir de manera fría y cortante.
Su mundo, su infancia estaba totalmente aislado, siempre observando desde la distancia a los demás niños, intentaba acercarse y los padres de estos aparecían, lo espantaban y le decían que se marchara.
"pequeño demonios, aléjate de ellos".
¿Por qué? Fue la pregunta que siempre lo acompañaba, fue la sensación que algo no estaba bien a su alrededor, intento cambiar su forma de vestir y de caminar, también su forma de expresarse pero las miradas no cambiaban.
No sabía mucho del mundo Shinobi, pero entendía que era algo importante, sobre todo esos símbolos en las espaldas de los demás niños.
Esas crestas que todos usaban en sus ropas, incluso en los hijos de los civiles llegaban algunos a portarlas aunque no fueran de familias ninjas, eso demostraba que eran importantes, era algo que se preguntaba Naruto, que importancia tenia realmente todo aquello.
Pero observo con detalle y fascinación.
Nunca podía acercarse realmente a los demás niños, a nadie quería acercarse antes eran los padres quienes impedían que se acercara ahora eran los mismos niños quienes le arrojaban piedras, le lanzaban insultos y lo trataban de la peor manera y no había nadie que lo evitara.
"¿Por qué lo odiaban tanto?"
Fue un pensamiento constante que abarcaba toda su mente, dentro de su ser solo pensaba en ello, en como lo trataban, en como lo despreciaban, acaso había hecho algo malo.
Si en verdad era un monstruo no debería estar enjaulado.
Se miraba al espejo constantemente pero no veía absolutamente nada raro en él. Era de cabello rubio puntiagudo, ojos azules claros, tenía todos sus dedos y claramente no habían colmillos filosos en su boca, no parecía un monstruo, entonces por que los demás lo trataban de esa forma, era cierto que era demasiado flaco para su edad pero era difícil conseguir alimentos, por lo general comía dos veces al día o alguna vez solo en la hora de la cena.
Era difícil conseguir alimentos, aunque tuviera el dinero para comprarlos era más difícil encontrar alguien que se los vendiera, antes había una jovencita que trabajaba en el supermercado, solía decirle que la esperara detrás del almacen y siempre se quedaba hasta altas horas de la noche, oculto dentro de la basura hasta que esta saliera y le diera algunas latas próximas a su fecha de caducidad y algo de verduras a punto de podrirse, Naruto no se molestaba por esas cosas era algo lindo en su mente que alguien se preocupara aunque fuera en un menor grado por él.
Pero cuando la descubrieron, la chica perdió su empleo y no volvió a verla. La extraña chica de cabello azul que solía portar una flor blanca en su cabello, y cada dia que la veia se preguntaba a si mismo si aquella flor era de papel.
También tenía sueños, ilusiones como los demás, quería ser un gran ninja para proteger la aldea, quería ser Hokage para que todos lo reconocieran.
Pero nadie lo reconoce, todos lo observan como si fuera solo un fantasma.
Un fantasma que podía producir su propia sombra, su propio dolor, ansiedad y angustia. Era un fantasma que se le tenía prohibido ser feliz.
Era un fantasma todo el tiempo salvo en la gran festividad, cuando todos celebran el triunfo del cuarto Hokage sobre el demonio Kyubi, entonces todos se acuerdan de que existe, todos lo persiguen, todas esas personas con sus garrotes e intentan pegarle, lo lastiman y lo saben, no se detienen, todos lo golpean a pesar de que no sabe por qué, no entiende el motivo de ello y aun así les pide disculpas por que no sabe en que los había ofendido.
Todos ellos disfrutan lastimarlo, sonríen y parecen realmente felices con las lágrimas que el produce, con su dolor, se satisfacen de verlo sangrar y de que suplique. Todos son felices al ver a un niño sufriendo.
No quiere morir. El no desea morir, quiere vivir, quiere poder sonreír junto con los demás niños.
Pero este año fue distinto a todos los demás, sabía que tenía cuatro años por que el viejo Hokage se lo había dicho, era su cumpleaños, una torta de chocolate se le había obsequiado, y la observo en silencio, con lágrimas en los ojos mientras apretaba con fuerza su camisa donde debería estar su corazón.
"Duele, duele tanto"
Por qué dolía, porque había tanto dolor en su corazón, no se quería detener, estaba llorando al saber la terrible verdad, estaba solo, tan solo.
Era su cumpleaños y no había nadie, al igual que los demás recuerdos en su vida estaba completamente solo, en su gran apartamento, en esa amueblada habitación.
Pero entonces la puerta se rompió, sin darse cuenta Naruto observo con error como una gran cantidad de personas ingresaron, y lo atacaron, lo comenzaron a golpear con fuerza, podría sentir como su cuerpo comenzaba a romperse, los huesos o algo más dentro de él.
No quería morir, no en verdad que no, deseaba tanto poder vivir.
¿Pero tenía una razón para vivir?
Se preguntó eso mientras su rostro era aplastado contra el suelo, uno de los atacantes había puesto sus botas sobre este y comenzó a darle fuertes golpes.
Todo se volvió rojo y no recordó nada más de ello. Solo ese pensamiento de lo más profundo de su ser.
"Quería matarlos a todos. Matarlos, matarlos a todos"
Pero escucho una voz, un fuerte grito provino de la entrada, alguien estaba gritando de forma angustiada, lagrimas porque esa persona tenia lágrimas en sus ojos al verlo, porque estaba defendiéndolo, el solo sabe que solo pudo ver los mechones de aquel cabello marrón. Porque luego todo se volvió negro, oscuro y frio.
Naruto abrió los ojos, y vio al viejo Hokage observándolo en silencio sentado en una silla de madera, en esa gran habitación blanca. No sabía dónde estaba al principio, estaba demasiado vendado y poco coherente en sus pensamientos.
"No volverá a pasar Naruto, me asegurare de ello"
El viejo mentía y el rubio lo sabía, pero quería creerle, no sabía dónde estaba exactamente hasta que ingreso una mujer vestida de blanco con una extraña bata.
Era el hospital, la recordaba, la mujer había aplicado un par de veces varias inyecciones en Naruto, por lo general era traído a la fuerza a este lugar.
Lo habían lastimado de una gran manera, fue cuando Naruto consiguió salir del hospital aunque en realidad se escapó, no le gustaba el lugar, habían vidrios rotos en su comida además él siempre se recuperaba pronto, demasiado pronto.
Sabía que eso era demasiado extraño pero no le presto mucha importancia.
Solo quería salir de ese lugar y así fue. Se marchó y no volteo a mirar atrás, tampoco quiso voltear a mirar a la extraña muchacha que estaba en el área de esperar y suspiro de alivio al verlo. ¿Qué le pasaba? Acaso estaba feliz porque él estaba bien.
Naruto caminaba cerca del parque infantil, escondido entre la zona vieja del parque, donde casi nadie se acercaba, era su lugar preferido para jugar y la gente había comenzado a evitar aquel lugar por eso, solo estaba hay construyendo nuevamente el viejo castillo de arena que todas las mañanas amanecía destruido y los vio, a los niños que no querían jugar con él, a los padres que lo rechazaban y lo apartaban, habían muchos de sus atacantes entre ellos. Si tan solo tuviera la fuerza, tan solo…
"Matarlos, vamos ve a hacerlo, matarlos a todos"
Naruto camino en silencio, salió del cajón de arena y el mismo destruyo el castillo al pasar sobre este, ellos eran los culpables de que tuviera el cuerpo lleno de cicatrices. Los iba a lastimar, iba a infundirles gran miedo y temor, ellos iban a pagar su cuerpo, su mente y su alma deseaban tanto que otros lloraran en su lugar.
Sentía como la temperatura de su cuerpo aumentaba, sentía demasiado calor pero no importaba solo iba a ir a terminar con todo, ellos eran más grandes y malos entonces él iba a ser pequeño pero terrible.
"Por favor, eto.. ten cuidado, por favor"
Naruto volteo su mirada y vio una niña, una más pequeña que él, era raro ver alguien de una estatura más pequeña que este. La observo, un cabello negro azulado, ojos como si fueran de plata, no, eran más parecidos a la luna, tenía las mejillas sonrojadas y parecía no querer mirarlo a los ojos.
Acaso era un monstruo tan horrible que no se atrevía a mirarlo, la observo con detalle hasta que se dio cuenta que era lo que miraba. Habían unas pequeñas flores en el camino que Naruto había tomado, miro hacia atrás y se dio cuenta que había destruido una especie de jardín improvisado, ahora que recordaba el nunca venía a esta parte del parque por lo boscosa que era. Era tanto su afán por llegar donde sus atacantes que había tomado un camino distinto.
La niña parecía a punto de llorar y se preguntó si en verdad lo iba hacer. ¿Acaso soltaría lágrimas por unas tontas flores? Naruto estaba extrañado, por alguna razón toda la ira se había ido.
"¿Estas bien? ttebayo!"
La niña negó con su cabeza y comenzaron a salir las lágrimas.
"No espera, no llores prometo que arreglare tu jardín"
No quería que ella llorara, ante todo se pregunto a si mismo si podría hacer sonreír alguien.
Y lo intento, por tres semanas, intento arreglar el jardín pero cada vez lo estropeaba más, aun así la niña iba todo los días a ver como lo hacía. Naruto incluso llego a pensar en nunca arreglar el jardín era agradable a pesar de lo silenciosa que podría llegar a ser aquella niña, tener algo de compañía.
"No, eres muy bueno en esto"
Naruto volteo a verla, sabía que ella no lo decía de mala manera había aprendido rápido aprender el lenguaje de la niña. Esta se mostraba apenada con las mejillas sonrojadas fuertemente y Naruto se preguntaba que tantas tonalidades de rojo podría producir una sola persona, entre más conocía a Hinata mas se daba cuenta que esa pregunta nunca tendría respuesta.
"Te dije que lo arreglaría, ttebayo!"
La niña se levantó y lo observo en silencio, para luego sonreírle lentamente dio unos pasos hacia atrás y se fue. Naruto pensó que había dicho algo malo pero intento no prestar atención, continuo intentando arreglar el jardín e incluso había plantado un par de baterías en la tierra se preguntaba si las plantas funcionaban con ese tipo de energía.
Entonces sintió nuevamente a la niña detrás de este, y volteo a verla tenía en sus manos una pequeña paleta y Naruto no entendía, Hinata se ponía cada vez más roja hasta que extendió su mano para que el rubio la tomara, y lo hizo Naruto solo actuó por inercia sin decir nada mientras disfrutaba la paleta.
"¡Me lo prometiste!"
Dijo Hinata mientras miraba con tristeza el jardín que estaba cada vez en peor estado ya ni siquiera crecía la más mínima maleza. Luego de eso ella se fue algo derrotada.
Era cierto, lo había prometido.
Fue la primera vez que entro a una biblioteca, era extraño. Olía demasiado al viejo Hokage, se preguntó si ese era el olor de los ancianos.
La bibliotecaria inmediatamente reacciono poniéndose de pie, ella no iba a permitir que el niño demonio entrara.
"No puedes estar aquí"
Naruto la miro con tristeza, incluso en este lugar tan solitario no tenía permitido ingresar.
"Pero…"
"Ya te dije que no puedes ingresar, así que vete vamos shu shu"
La mujer comenzó hacerle con el periódico como si fuera un perro callejero, y Naruto salió corriendo cuando vio que esta iba a tomar la escoba.
El solo quería saber algo de las flores, como plantarla ojala fuera un libro con dibujos ya que él no sabía realmente leer.
Pero él lo había prometido, por ello puso más empeño, la iba a sorprender al día siguiente con todo el jardín arreglado, pero sabía que tenía pésima mano para las flores, una idea traviesa cruzo por su mente.
Al ver lo oscuro que era aprovecho las circunstancias y comenzó a correr a la zona más opulenta de la ciudad, había hermosos jardines en estas incluso en las entradas de la casa, solo robaría unas flores para adecuar el jardín de Hinata.
Pero algo en ese momento lo cambio todo.
Mientras llevaba varias flores y el rostro cubierto de tierra, se sorprendió al ver ese extraño hombre, con una especie de disfraz de ninja, quien se disfrazaba de esa forma tan tonta en una aldea de ninjas. Tal vez era un actor.
Lo que llamo su atención, era la niña que llevaba en sus brazos.
"Oye, que crees que haces, suelta a Hinata-chan"
No era un actor, claro que no lo era. Si lo fuera no llevaría a Hinata amarrada y atada de esa manera, tampoco estaría llorando de esa forma.
La niña lo miro en señal de súplica y Naruto supo que tenía que actuar.
Ella era su única amiga, aunque de seguro ella no sintiera lo mismo, para él lo era.
"Guarda silencio mocoso"
Sintió un fuerte golpe en el estómago, el hombre le había dado un rodillazo y luego puso su pie sobre su rostro, odiaba, detestaba que la gente hiciera eso, como si fuera una basura a la que pudieran menos preciar. Entonces Naruto grito con fuerza, si él quería silencio le iba a dar todo lo contrario comenzó a gritar con fuerzas haciendo todo tipo de sonidos ruidosos.
"Te dije que hicieras silencio"
Naruto fue tomado por el cuello mientas una Hinata comenzaba a moverse con fuerza.
"Soltarla, vamos hazlo"
"Ella tiene un gran valor, mocoso, tú no eres más que un vil, vulgar y desperdicio, de seguro eres un simple indigente"
Naruto no espero más insultos y mordió con fuerza al atacante, este por reacción lo soltó con fuerza, el mocoso era un pequeño demonio llego a pensar.
"Yo soy Uzumaki Naruto, ttebayo y me convertiré en un gran shinobi así que aprende a temer mi puño"
Naruto corrió con fuerza mientras el hombre procesaba la información, claramente cuando lo golpeo en el rostro no ocasiono daño alguno, salvo provocar una gran sonrisa en su rostro.
El golpe no solo fue detenido, si no que el secuestrador lo agarro con fuerza y lo alzo para que estuviera a su nivel.
"¿Dijiste Uzumaki? Aunque no te pareces a uno, podría llevarte a que te examinaran"
Naruto no le gustaba la sonrisa de aquel hombre, algo no estaba bien. El secuestrador comenzó a moverse rápidamente y era arrastrado, Naruto intentaba soltarse del agarre incluso si lo mordía con todas sus fuerzas no lo soltaba.
"Suéltame, vamos quiero que me liberes y a Hinata también"
"¡Cállate mocoso! Seré un héroe por llevarlos a ambos"
Naruto quería soltarse, quería liberar a Hinata, ese hombre debería liberarlos, debería poder escapar, pero Hinata luego pensaba en las cosas horribles que le harían.
Ella era, su amiga, ella lo había reconocido. Estuvo a su lado estas semanas.
"No puedes llevarnos, le prometí a Hinata que arreglaría sus flores"
El ninja se rio con fuerza hasta que sintió que algo no estaba bien, el niño no estaba moviéndose ahora, era como si la tierra misma lo estuviera sosteniendo con fuerza. Como si la misma tierra había decidido sostenerlo.
"Dije que sueltes a Hinata-chan o te matare"
Entonces un gran temblor se sintió en la tierra, el niño volvió a morderlo con fuerza y sintió como si una gran cantidad de ácido caliente se hubiera derramado sobre este.
El ninja de Kumogakure, observo con horror su mano, había llegado a derretir parte de su traje e incluso su piel la simple saliva de aquel mocoso.
"Suelta a mi amiga"
La tierra comenzó a temblar con fuerza hasta que sintió como esta se resquebrajaba, toda la calle por donde se encontraba estaba comenzando a levantarse en distintos niveles y entonces algo que nunca pensó que iba a ocurrió sucedió vio un gran rio de lava que estallo con fuerza dentro de la tierra, el ninja supo que estaba en peligro, salto rápidamente sobre uno de los muros de las viviendas aledañas aunque estos comenzaban a romperse por la forma como se movía la tierra misma pero el solo podía mirar con asombro parte de la calle destruida. Ese peligroso Kekkei Genkai, el elemento lava se había manifestado en un niño tan joven, era increíble.
"Devuélveme a mi amiga, dame a Hinata-chan"
El ninja volteo su rostro y no pudo evitar guardar su sorpresa y por inercia había soltado a su prisionera para escapar de aquel ataque era imposible se dijo así mismo, tenía que huir, asumía que debía ir advertirle a todos, no solo a su aldea sino también al mundo shinobi de su descubrimiento. Pero entonces sintió que uno de sus brazos había sido capturado y solo se escuchó un gran grito de dolor en aquella fría noche.
Fukagu observo con sorpresa toda la escena, mientras un molesto Hiashi lo miraba, sostenía a una solloza Hinata en sus brazos. Claro que culpaban a la policía militar de Konoha de esta situación, y los Hyuga no desaprovecharían una oportunidad de culpar de algo a los Uchiha.
Pero el patriarca Uchiha poco le importaba eso, se arrodillo en el suelo y alzo su mano con sorpresa al ver la tierra aún caliente, demasiado en realidad. Podría ver con detalle por las marcas donde antes había un mar de fuego ardiendo, era increíble pensaba.
"Me sorprende que te impresione la tierra quemada, y no el gran árbol en mitad de la vía, sin mencionar que tiene un brazo colgando de una de sus ramas"
Fukagu alzo la mirada y vio al líder del clan Nara, con una mirada de desinterés, estaba ocultando muy bien sus emociones era imposible, no mostrar alguna emoción por este evento.
"¿crees que fue él?"
Fukagu guardo silencio ante aquella pregunta, no debería responderla, no se sentía a gusto dándole el placer al Nara de confirmar sus sospechas.
Shikaku sonrió en silencio, mientras veía la mirada estoica de Fukagu tal vez fue una época en que habían sido amigos, claro cuando Minato estaba vivo.
"Es irónico, no lo cree Uchiha-san, en casi veinte años de amistad, Minato nunca menciono a sus padres"
Fukagu miro al joven rubio, el niño estaba durmiendo bajo aquel árbol y nadie se atrevía acercarse, era ignorando pero no por desprecio si no porque no sabían cómo actuar, la niña había dicho que fue el rubio quien la había salvado.
"Shikaku, ¿Por qué el tercer Hokage no permitió que nadie adoptara a Naruto?"
La mirada de los dos shinobi se cruzó, con una sensación de pesadez y amargura, que sangre corría exactamente por las venas del hijo de sus amigos.
Pero el rubio solo sonreía en silencio, porque estaba feliz, porque había defendido y protegido a su amiga.
Rin miro con sorpresa toda la escena era imposible se decía así misma. La joven Jonin de cabellos marrones miraba al hijo de su maestro con esa sonrisa en su rostro. Y una pequeña sonrisa se fue formando en ella.
Desde las cabezas de los Hokages la niña de los cabellos azules, observaba mientras jugaba con la flor de papel que tenia en sus manos.
"Ouji "
El fuerte viento se llevo consigo la flor junto con las palabras pronunciadas.
El joven Jonin estaba a los pies de su Raikage, este lo observaba en silencio mientras sostenía su mano, la única que conservaba. Casi todo su cuerpo se encontraba con fuertes quemaduras, era imposible se dijo a sí mismo.
"Quien te hizo esto, quien lastimo de esta manera a mi mejor comandante"
El Jonin sonrió, mientras sentía como su vida se iba apagando, escupió sangre cerca de su Kage pero este pareció ignorar ese detalle. Había hecho un gran esfuerzo para llegar a su aldea, algo que pensó imposible durante todo el viaje.
"Te falle"
"No, no digas eso mi viejo amigo"
Sonrió en silencio sabiendo que estaba siendo demasiado blanco con él.
"Esa velocidad, ese maldito ataque, ese cabello rubio salvaje y… y.. y yo lo vi, lo vi Raikage-sama"
"¿Qué fue lo que viste? ¿Quién te ataco?"
"El legado de Uzushio"
"Mi amigo, ellos ya no existen, ya no hay más"
"Mi señor, aún queda uno, yo lo vi, no solo hizo surgir la lava, hizo algo peor, los arboles ellos le obe…"
El Jonin no volvió a pronunciar ninguna palabra, la pérdida de sangre por sus heridas era demasiado grande.
Notas del autor.
Estoy muy feliz, realmente quise agregar y modificar muchas cosas que estaba escribiendo en Linaje, por eso me he dado este gusto personal de volver a comenzar esta historia que estoy seguro que va a ser mucho mejor que la que ya llevaba, ante todo quiero darle los agradecimientos a todos los que me siguen en esta renovación que estoy haciendo mis fic.
Linaje es una historia donde Naruto tendrá que luchar por descubrir quienes son sus verdaderos amigos, saber quienes lo quieren utilizar y ante todo descubrir el pasado oculto del mundo de los Shinobi.
Los que me conocen saben que no me gusta los personajes OC, así que si es necesario le daré ciertos papeles a varios personajes canon mientras no salga claro de su personalidad.
Por ahora eso es todo.
Los invito a leer
La leyenda del Rokudaime y Flor de primavera que ya cuentan con sus versiones actualizadas.
Sobreviviendo al compromiso esta siendo actualizado dos veces a la semana.
Y los invito a leer un viejo fic mio llamado "Ojos malditos" una historia que también tendrá una gran renovación.
