Lo que pudo haber sido

Nota: Esta idea se me vino a la mente tras jugar a Final Fantasy VII: Dirge of Cerberus. Me estuvo rondando un par de días (semanas, casi meses) y al final logré plasmarlo, aunque de una forma un tanto extraña.

Resumen: A veces se pasaba noches enteras pensando en que habría pasado si le hubiese insistido más a Lucrecia, imaginaba una y mil ideas relacionadas con una vida solo para ellos. Y entonces recordaba, que eran posibles solo otorgados a sueños.


Vincent se sentó alejado del grupo que formaba Avalancha, estos planeaban como acabar con Sephiroth, lo cierto es que todos estaban nerviosos, en esa batalla se lo jugaban todo. Aunque lo cierto es que todo el grupo quería matar a Sephiroth, aquel desquiciado monstruo que junto a Jenova planeaba destruir la tierra.

El azabache bajó la vista a sus manos, él no veía a Sephiroth como una aberración, sino más bien como el precio por sus pecados. Si, según Vincent Valentine el ex héroe no tenía la culpa, sino él. Sephiroth era el resultado de todos sus fallos y pecados, era su condena y el precio a pagar era destruirlo.

Había oído que antes de perder la cordura se podía pasar días enteros leyendo libros, sin comer o dormir, solo leyendo, olvidándose de todo lo demás, para al final tener que obligarle a comer. Igual que a Lucrecia…

Apoyó la cabeza en la pared y se dejó arrullar por los recuerdos de Lucrecia. Porque al final a quien iba a matar era a su hijo, al suyo y al de Lucrecia. Vagamente se preguntó que cara pondría ella si se enterase, o si se enterase de lo que había echo su hijo.

Y como cada noche, desde que supo de la existencia de Sephiroth como su hijo, su mente comenzó a navegar en conjeturas e ilusiones.

Pensó que hubiera pasado si le hubiese insistido más a Lucrecia, y al final ella hubiese cedido. Si, ambos se habrían ido, y ni ella ni Sephiroth tendría células de Jenova. Él no hubiese muerto, ni convertido en el monstruo que era hoy, y ella no hubiese muerto, y su hijo sería un niño normal.

Siguió pensando en que se hubiesen comprado una casa alejada de Shinra, él trabajaría en cualquier cosa y se hubiesen casado. Entonces hubiesen sido Vincent, Lucrecia y Sephiroth Valentine, no sonaba nada mal, la familia Valentine.

Entonces su mente siguió maquinando y llegó una parte en la que siempre se demoraba, ¿Cómo habría sido Sephiroth sin las células de Jenova? ¿Tendría el pelo castaño o negro? ¿Sus ojos o los de Lucrecia? ¿Cuál sería su primera palabra? ¿Cuándo daría sus primeros pasos? ¿Y su color favorito? ¿Su comida preferida? ¿Sus sueños? ¿Sus miedos e inseguridades? ¿Hubiese preferido un gato o un perro?

Y tras una larga lista de preguntas llegaba la parte en la que, un Sephiroth normal se casaba, y él y Lucrecia tenían nietos. Y ambos envejecerían juntos y morirían juntos, tras haber vivido junto a su hijo o hijos, porque tal vez hubiesen tenido más.

Vincent alzó la vista, Avalancha se iba a poner en marcha, se puso de pie y dejó de pensar en lo que pudo haber sido. Porque era algo lejos de su alcance, un posible limitado a sueños.

-Fin-