Gato Vs. Lobo - La lucha por Soi Fong

Bueno para empezar les dejo esta historia Yuri sobre Soi Fong y Yoruichi la historia no la escribí yo la saque de por ahí y la reforme un poquito ya que había partes que no encajaban para mi gusto así que espero que les guste como quedo, empecemos!... Blech ni los personajes mencionados me partenecen son del genio de Tite Kubo xD

Era un día cálido y relajante en el Seireitei, la mayoría de los escuadrones estaban disfrutando de la sensación de relajación aparentemente raro. Pero fue una historia diferente para el escuadrón de la segunda división. En el momento en que estaban en plena formación, la capitana Soi Fong que era temida y respetada por todos sus hombres estaba observando como un halcón de acero, con sus ojos azules tirando a grises, estoicos; sobre un edificio que daba a los campos de entrenamiento. Sorprendentemente, todos estaban bien.

Aunque ella no decía mucho, Soi Fong siempre estuvo orgullosa de su equipo, nunca dudó de ellos cuando se les daba una orden. Ella nunca podría pedir mejores subordinados. De repente sus pensamientos de paz fueron interrumpidos por el sonido repugnante de galletas, masticadas por un cerdo de sobrepeso.

Una vez máspensó Soi Fong cuando de repente sintió que su ira corría a través de ella.
Siempre podría pedir un nuevo tenientedio la vuelta y vio a su gordo teniente comiendo, con su uniforme shinigami lleno de migas.

- ¿Por qué no estás trabajando en los documentos que te deje Omaeda?- Soi Fong gruñó mientras su puño le dolía al darle un puñetazo en su cara grasosa, aunque tuvo un poco de miedo al darle el puñetazo, su mano podría dejarse atrapar por su gordo rostro y no salir nunca. Se estremeció un poco ante la idea.

- Quería ver a las tropas con usted capitana -dijo Omaeda antes de llevarse más galletas a su boca. Algo en el fondo de su mente le recordó la programación de hoy.

- Bueno, lamentablemente tengo algo de papeleo sin terminar en la oficina, y luego tengo que ejecutar algunos recados antes de hacer mi propia formación. -Dijo Soi Fong con su voz acerada de costumbre, justo antes de que se fuera con un Shunpo Soi Fong ordenó a Omaeda que siguieran entrenando otras dos horas antes de darles un descanso. Suspirando, Omaeda continuó observando el entrenamiento mientras sacaba un plato de carne de res teriyaki sobre una cama de arroz.

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Cuando entró en su oficina, Soi Fong comenzó a quejarse de su teniente y la idea de aceptarlo en su escuadrón como castigo. La cosa es que Soi Fong no sabía lo que hacía mal. O tal vez fue cosa del karma hacerla pagar por algo que hizo en el pasado y que ella no recordaba haber hecho. Pero se estaba quedando sin paciencia, y Soi Fong todos los días rogaba que Omaeda desaparezca antes de que ella decidiera suicidarse. Pero parecía que el destino quería que su teniente se quedara a su lado por mucho tiempo.

Dentro de una media hora Soi Fong estaba sumida en un trance de trabajo. Si la tierra fuera a temblar de repente y se dividía la Sociedad de Almas; Soi Fong probablemente sería la última en darse cuenta. Esta es la razón por la que ella no se percató de que un pequeño gato negro estaba sentado en su escritorio, sus ojos dorados se centraron en la forma de trabajo de la abeja. Se la había estado estudiando desde que llegó, que eran alrededor de unos veinte minutos. Pero cada vez se aburría mas viendo a la capitana sumida en su trabajo, decidió hacer algo para llamar la atención de la mejor manera que sabía hacerlo.

Entonces, de repente, una densa neblina lleno la habitación, el gato desapareció y en su lugar había una mujer alta de piel bronceada, cuyas curvas dejaba a todos mirando impresionados por su belleza. Su pelo era una exótica orquídea de color púrpura que se detuvo en una cola de caballo alta y sus ojos seguían siendo tan dorados como el sol. Pero lamentablemente su cobertura sólo era una neblina que rápidamente desaparecía.

- Hola abejita! - exclamó la mujer con una sonrisa amplia, Soi Fong levantó la vista y se ruborizó profundamente.

- Y-Yoruichi-sama, por favor, ve a buscar algo de ropa! - dijo Soi Fong cuando la neblina desapareció por completo dejando a la vista una Yoruichi totalmente desnuda, a lo que ella solo sonrió divertida.
- Oh, vamos, abejita, tu sabes que ninguna de tus ropas me queda y por favor no uses sufijos -luego se deslizó de la mesa y estiró los brazos. Esto hizo sonrojar a Soi Fong tres tonos más oscuros, pero al final suspiró, ella sabía que su ex maestra actuaba de esta manera, y se podría pensar que no era normal. Pero la cosa es que estaba acostumbrada a ello, pero en ese momento la pobre capitana no estaba preparada para eso.

- Bueno, yo te compré algo de ropa para que tengas que ponerte, está en el armario, en mi habitación -dijo una tímida Soi Fong señalando la puerta que conduce a su habitación.

- Eres muy aburrida Soi Fong -dijo Yoruichi Suspirando y cambiado de nuevo a su forma de gato, caminó a la habitación de Soi Fong. Una vez que llego, cambio de nuevo a su forma humana y se detuvo frente al armario. Este era de un tamaño bastante decente pero muy amplio en su interior. Dentro había muchos uniformes de capitán y de las fuerzas especiales. Pero al final del armario había algo de ropa que parecía tan ajena al resto de los artículos, así que Yoruichi sacó la ropa y los puso sobre la gran cama de su abejita. El equipo parecía similar a su atuendo habitual, pero obviamente era diferente. Había una camiseta sin mangas en color blanco, y un par de jeans ajustados negros, junto con la ropa interior obvias.

Unos cinco minutos más tarde, Yoruichi estaba de vuelta en la entrada de la oficina de Soi Fong. Cuando abrió la puerta se dio cuenta de que Soi Fong estaba escuchando una mariposa infernal darle un mensaje silencioso. Yoruichi se quedó mirando la cara estoica de su antigua aprendiz, pero después de un momento se pasó de un estoico a sorpresa. Luego, la mariposa se fue volando.

- Nee, Soi cuál era el mensaje? -Yoruichi le preguntó ganando rápidamente la atención de Soi Fong. Su sorpresa se desvaneció rápidamente al responder.
- El comandante me estaba informando de un asunto importante que necesita que me ocupe, esta noche- dijo Soi Fong con una cara seria.

- ¿Realmente es tan importante? - Yoruichi le preguntó con curiosidad.
- Durante los últimos meses algo ha estado aullando por las noches en las cercanías y estos desaparecen al llegar el día, pero cada vez que comienzan los aullidos, se libera un fuerte reiatsu. Así que el comandante me pidió que investigara la causa. Aunque para ser honesta,.. El aullido me ha ayudado a dormir un poco mejor. -Soi Fong se encogió de hombros. Yoruichi suspiró.

- ¿Es un hueco? -le preguntó. Pero Soi Fong negó con la cabeza.
- No, si hubiera sido un hueco, entonces hubiese atacado, o por lo menos hubiera hecho algo distinto de lo que ha estado haciendo, -explico. Yoruichi comenzó a pensar en lo que podría haber sido posiblemente. Entonces Soi Fong habló de nuevo.

- Bueno, antes de que haga este tipo de caza, tengo que ejecutar algunos recados, ¿te gustaría ir conmigo Yoruichi-sama?, preguntó Soi Fong. Yoruichi sonrió divertida.
- Por supuesto abejita, y mientras estamos fuera, -pero antes de que pudiera seguir hablando su estómago gruñó. Ella se sonrojó ligeramente.
- ¿Crees que podríamos parar para comer algo?, estoy un poco hambrienta, -entonces su estómago gruñó de nuevo, con ganas de ser alimentado. Soi Fong ahogó una risa, aclaro su garganta y respondió.
- Por supuesto, quiero informar a mi teniente, que voy a salir por un rato, entonces podemos ir, -dijo antes de salir con un Shunpo, dejando Yoruichi en sus propios pensamientos.

- Bueno, yo espero que pueda conseguir abrirla de nuevo a mí en esta ocasiónpensaba Yoruichi mientras caminaba hacia la puerta y entró en el patio. Estaba rodeada de diversas plantas y flores que ella podía reconocer y recordar. También había un árbol de arce japonés inclinado sobre un pequeño estanque. Era un lugar hermoso en su opinión. Habían pasado unos meses desde que había regresado para ayudar a Ichigo, a salvar a Rukia de una muerte irrazonable.

Pero desde el reencuentro con su querida abeja, Soi Fong estaba tratando de mantener su distancia con ella, aunque Yoruichi estaba tratando de salvar lo que queda de su antigua relación. Ella había amado en secreto a Soi Fong a pesar de estar lejos durante un siglo, y quería tratar de averiguar si Soi Fong aun la quería o incluso si le gustaba como mujer. Pero hasta ahora todos sus intentos habían fracasado. Así que tal vez estas diligencias y la misión podrían ayudar. Pero antes de que pudiera pensar en otra idea, oyó un ruido, un leve gruñido. Pero antes de que pudiera precisar la dirección del ruido, Soi Fong había regresado.

- Estas lista?- pregunto Soi Fong, Y Yoruichi asintió rápidamente olvidando el gruñido al instante. Luego las dos partieron a una tienda en búsqueda de alimentos.

- Oi soi fong, esto es lo que está buscando ¿no?- dijo Yoruichi mientras sacaba un fruto de aspecto extraño. Soi Fong se apartó de lo que estaba mirando y vio lo que su antigua maestra tenía en su mano y suspiró.

-No Yoruichi-sama eso un melocotón, y estoy buscando nectarinas, -dijo Soi Fong volviendo al estante donde había otras frutas. Yoruichi suspiró con frustración.

- ¿cuál es la diferencia?, es lo mismo para mí,- Soi Fong largo una risita en voz baja, se dio la vuelta acercándose a Yoruichi y tomo el melocotón que aún tenía en su mano y una nectarina de un estante cercano.

- Bueno, un melocotón-Soi Fong dijo levantando su mano derecha con la fruta.
- Son mucho más grande, más dulces, y están cubiertas de una pelusa. Yoruichi asintió con la cabeza, mirando a las dos frutas diferentes.
- Y la nectarina es más pequeña, tiene un sabor dulce, muy jugosa con un toque crujiente, es lisa y brillante.-dijo Soi Fong para concluir su breve lección sobre la diferencia de la fruta, antes de tomar unas cuantas nectarinas, y colocarlos en una cesta junto con otras cosas que habían recogido antes, y se fue. Mientras que Yoruichi siguió quejándose de cómo melocotones y nectarinas todavía tenían el mismo aspecto.

Después de salir del mercado, Soi Fong y Yoruichi volvieron usando el shunpo al Seireitei dejando los comestibles en el escuadrón y volviendo a salir para esta vez ir a ver a un herrero, ella tenía que a llevar algunas kunai. Normalmente ella las afila pero había estado ocupada, lo que era normal para ella. Así que, ya que tenía una misión, ¿por qué no afilar algunas ahora? Cuando ambas llegaron a la tienda del herrero, fueron recibidos por una niña de unos quince o dieciséis años de edad.

Ella no era una chica alta como Yoruichi, pero sacaba un par de centímetros de altura a Soi Fong, estaba probablemente en el medio. Sus ojos eran verdes claros y su piel semi oscura. Tenía una forma ágil y el tono muscular perfecto. Y su pelo era extremadamente oscuro que le llegaba a los hombros, se podría pensar que era negro, pero el sol hizo que pareciera marrón, estaba usando la ropa de trabajo que normalmente utiliza un hombre. Al verlas, la chica sonrió ampliamente.

- Ah capitana Soi Fong, siempre es un placer verla, ¿qué puedo hacer por usted? -preguntó levantando una caja terriblemente grande llena de una variedad de herramientas y metales. Yoruichi abrió los ojos en estado de shock, nunca había visto a una chica como esa. Pero Soi Fong ni se inmutó; sacó al menos cincuenta kunai diferentes de las mangas de su traje y los puso sobre el mostrador, delante de ella.

- Necesito estas afiladas- dijo Soi Fong bruscamente. Y la niña asintió con la cabeza.

- Vaya, no estamos pidiendo por favor.-dijo la joven con sarcasmo. Mientras Yoruichi veía sorprendida. Por lo general, si alguien le habla a Soi Fong de esa forma, entonces estaría en la cuarta división durante al menos una semana. Así que ¿por qué Soi Fong no respondió ante eso, o al menos hizo alguna amenaza?

- Bueno Kora, esta noche tengo una misión, y necesito mis armas en buen estado. Así que pensé en venir a ver al herrero Negro en la ciudad.-dijo Soi Fong en un tono juguetón. Y Kora resopló.

- Ahora estamos tratando de ser simpáticas, bien, bien, las voy a tener listas en media hora-Kora sonrió tomando las armas peligrosas, entre los dedos y la boca, llevándolos a la parte trasera del taller.

- ¿Cuánto te debo hoy?- preguntó Soi Fong cundo Kora volvió a la parte delantera. Kora la miro con una amplia sonrisa, y agitó las manos.

- Nah, está invita la casa hoy. -dijo Kora mientras se volvía para comenzar su trabajo, dejando a Soi Fong confundida. Pero antes de que ella este completamente fuera de la vista Kora miró por encima del hombro y dijo:
- La próxima vez que tú y tu novia estén en la zona llámenme y podemos pasar el rato-guiñándole un ojo a Yoruichi y entró en el taller. Soi Fong gruñó y gritó:
- Ella no es mi novia! -la abeja estaba furiosa, mientras Yoruichi dejaba escapar unas carcajadas muy divertidas en señal de estar disfrutando el comentario de la chica, ahora definitivamente le agradaba Kora. De repente, su estómago gruñó más fuerte que las veces anteriores.

- Soi, tengo hambre! -se quejó Yoruichi. Y Soi Fong volteo para decir algo, pero su estómago gruñó también. Yoruichi rió en voz alta, pero la abeja sólo sonrió tímidamente.

- ¿De qué estás riendo Yoruichi-sama? para! -preguntó ella y se sonrojo.
- Bueno, yo sé poco de esta gran tienda, pero dicen que tiene una comida fantástica y como es martes, creo que tienen un enorme pez especial en el menú. - Yoruichi sonrió al pensar en los peces. Y su emoción comenzó a mostrarse al instante.

- Eso suena increíble, vamos! -dijo Yoruichi comenzando a caminar alrededor de Soi Fong como gato pidiendo comida. Pero la abeja negó con la cabeza.
- Lo siento, pero yo no tengo tanta hambre- dijo Soi Fong, Yoruichi quedo con la boca abierta en shock deteniéndose frente a ella.

- Pero escuché gruñir tu estómago hace un segundo, ¿cómo puedes no tener hambre? -Yoruichi le preguntó en sorpresa y desconcierto. Soi Fong sonrió maliciosamente.
- Nunca lo voy a decir.-entonces se dio la vuelta y se alejó de la hambrienta gata, cuyo estómago estaba a punto de comerse así mismo. Entonces cayó en la cuenta, Soi Fong aún tenía una nectarina en uno de los compartimientos de su haori. Así que rápidamente se abalanzó sobre ella, y la derribo.

- Si no me das de comer voy a tener que obligarte a hacerlo -dijo ella divertida acariciando a Soi Fong con la excusa de tomar la nectarina, mientras esta se sonrojaba al sentir las manos atrevidas de su ex maestra, quedando inmóvil al tenerla sobre ella. Cuando encontró la fruta la llevo a la boca de la abeja obligándola a morder.
- Ya no más! -entonces ella trató de levantarse, pero la gata no la dejaba moverse.
- Voy a detenerme una vez que me das de comer. -dijo. Tratar de ir contra Yoruichi no funcionaba y nunca iba a funcionar, y rodar en el suelo tratando de huir no era una opción, así que suspiró.

- Está bien, pero sal de encima de mí, estas dejando todo mi Haori sucio- zumbido en la victoria, Yoruichi se sentó sobre el abdomen de una capitana muy sonrojada viéndola con una sonrisa juguetona.
- Pero primero tenemos que retirar mis Kunai -dijo Soi Fong con Yoruichi aun encima de ella intentando ponerse de pie, pero como la gata no se movía, en uno de sus intentos por zafarse la abeja rozo con una de sus manos la entrepierna de Yoruichi. Al darse cuenta del contacto la abeja se sonrojo y rápidamente se puso de pie y comenzó a caminar en busca de Kora. La gata gruñó con frustración, e imito a la capitana, pero oyó otro gruñido venir de alguna parte. Se detuvo. No era su estómago, porque sonaba amenazante. Una vez más trató de determinar la ubicación de los gruñidos, pero Soi Fong la llamó y le dijo que se diera prisa. Mirando a su alrededor, rápidamente alcanzó a Soi Fong y volvieron a buscar a Kora.

- Aquí tiene capitana, todas sus Kunai, afiladas y listo para la batalla.-dijo Kora con orgullo mientras le entregaba las armas. Soi Fong las coloco en varios lugares ocultos en su uniforme. Cuando terminó la capitana le dio las gracias y se despidió.

- ¿Ahora podemos ir a comer? -Yoruichi pidió suplicante, y Soi Fong, asintió.
- Supongo que has esperado suficientemente por hoy, vamos a comer -Yoruichi escuchó a los ángeles cantar y apresuro el paso. Cuando llegaron a la tienda, Yoruichi pidió el pescado especial y Soi Fong ordenó una cama de arroz y verduras al vapor. Yoruichi devoró su comida, lo que atrajo la mitad de la mirada de los clientes, pero Soi Fong simplemente los ignoró. Estaba acostumbrada a que la gente vieran de esa forma a la persona que antes consideraban una diosa. Ella comía tranquilamente su comida, contemplado a la gata.

- Tal vez todavía tienes sentimientos por ella -dijo Suzumebachi desde su interior. Pero Soi Fong negó con la cabeza.
- No, estoy bastante segura de que todos mis sentimientos hacia ella se desvanecieron, aunque Yoruichi ha estado tratando de cerrar nuestra brecha, pero ya no tengo interés en que eso pase -gruñó Soi Fong. Y Suzumebachi suspiró, comprendiendo, su dolor. Así que dejo la conversación en eso.

Después del almuerzo, las dos mujeres regresaron al Seireitei y se prepararon para la noche. Soi Fong decidió entrenar una rato. Yoruichi conocía Soi Fong probablemente podría entrenar hasta la mitad del día siguiente, pero ella tenía que conservar sus fuerzas para la batalla. Al terminar Soi Fong entró en su habitación a tomar un largo baño relajante antes de la batalla. Mientras Yoruichi decide ir a jugar un poco. Se dirigió a la cuarta división donde se encontraba la "madre" de los escuadrones. Estaba sentada frente a su oficina viendo la puesta de sol, con una pequeña taza de té. Tenía los ojos cerrados, como de costumbre, y el ambiente era tranquilo y sereno, al igual que la propia capitana. Yoruichi abrió la boca para hablar. Pero la capitana habló primero.

- Hola Yoruichi, es encantador verte de nuevo -y Yoruichi se inclinó respectivamente a cambio.

- Hola Unohana, te ves bien,-entonces ella se acercó y se sentó junto a ella. Por un rato, hablaron de cosas que no eran importantes. En general su visita a Unohana era agradable y satisfactoria. Y después de unas gracias y un abrazo rápido, dado por Yoruichi, salió de la cuarta división y se fue a ver a su capitán favorito. En la sexta división, y por el aspecto que tenía cuando Yoruichi entró en el despacho del capitán, no exactamente se podría pensar en ella como en su persona favorita.

- Hey Byakuya-boy cómo estás? -Yoruichi preguntó con una gran sonrisa. La cara de Byakuya no vaciló en su habitual mirada estoica. Solo suspiró y dejo su pluma. Había estado muy ocupado, pero sabía que si no le prestaba atención a la mujer gato, nunca se iría.
- ¿Qué es lo que quieres, Shihouin Yoruichi?, estoy muy ocupado y me estás molestando,-dijo en una voz calmada todavía irritada. La sonrisa de Yoruichi se hizo aún más amplia.

- Aw, siempre con una agradable atención, yo sólo estoy aquí hasta que Soi termine con su baño y se vista para la misión de esta noche. -dijo Yoruichi estirándose y apoyándose contra la pared. Byakuya solo la miro, tomó su pluma y continuó haciendo su papeleo, como Yoruichi empezó a hablar de nada en absoluto. Durante unos diez minutos, Byakuya considero en enviar a la capitana del segundo escuadrón una mariposa infernal y decirle que valla a recoger a su gato. Pero no fue necesario, Soi Fong libero su riatsu para avisar a Yoruichi que estaba lista para partir. Así que se alejó con el shunpo de nuevo al segundo escuadrón. Byakuya dejó escapar un suspiro de alivio.

- Hey Soi Fong, lista para salir? -preguntó mientras entraba en la oficina de Soi. Allí vio a la abeja vestida con su uniforme habitual y su típica expresión estoica.

- Vamos! -entonces ambas partieron en la noche. De repente escucharon el aullido extraño que venía desde el centro del bosque a las afueras del Seireitei. Así que con cuidado se dirigieron a la zona. Una vez que se detuvieron, puesto que se trataba de una luna llena, todo era más fácil de ver. Se habían detenido en un claro, había árboles espesos que les rodeaban. Pero un árbol que se inclinaba sobre un río pequeño se destacó. Y la luz de la luna daba al río un suave resplandor. En todo el aspecto era hermoso, y a Soi Fong le dio una extraña sensación de paz. Pero Yoruichi estaba tensa, ella sabía que algo estaba por ahí acechando y esperando el momento adecuado para atacar.

- Tengo una idea! -dijo Yoruichi. Y Soi Fong miró reconociendo que continuara. Yoruichi pensó por un momento antes de continuar.
- Bueno ¿qué tal si vamos a ese árbol de allí y empezamos a aullar y ver si sale lo que sea que merodee por la zona. Y así cuando lo hace, lo atrapamos?-Yoruichi propuesto con orgullo. Soi Fong parpadeó pensativamente, podría funcionar, o podría salir horriblemente mal. Pero como ambas eran altamente calificadas, Soi Fong decidió tomar el óptimo y se escondieron en el árbol, ocultando su reiatsu también. Después de que se aseguró que estaban bien ocultas, Yoruichi respiró hondo y dejó escapar el aullido más lamentable que Soi Fong había oído nunca. Era áspera y sonaba como un animal moribundo, después de que terminó ella tosió y jadeo. Soi Fong casi se cayó del árbol, de tanto reír. Yoruichi se sonrojó sin que Soi se diera cuenta mientras decía:

- Cállate!, no creo que se pueda hacer mejor. -Después de unos minutos, Soi Fong se calmó y se acercó a su antigua maestra y le dijo:
- En realidad creo que puedo, muévete y deja que un maestro te muestre cómo se hace. -dijo Soi Fong, después de despejar la garganta y tomar un poco de aire, Soi Fong dejó escapar un aullido silencioso. Pero después de un segundo, creció hasta convertirse en un sonido hermoso. Yoruichi abrió los ojos como platos, nunca supo Soi Fong podía hacer eso. Fue increíble. Soi Fong continuó con su aullido unos minutos.

Wow, ella sonaba como uno de esos animales, um, ¿cuáles son los llamados ... Uh -entonces ella se perdió en sus pensamientos. Durante casi diez minutos esperaron. Soi Fong estaba a punto de intentar aullar de nuevo, pero de repente un muy peligroso y fuerte reiatsu se presentó, junto con un aullido. Extrañamente, a Soi Fong le pareció familiar, pero no podía ubicarlo. Soi Fong aulló de nuevo, al igual que el extraño ser, pero esta vez pareció mucho más cerca. Yoruichi se preparó, y Soi Fong sacó a Suzumebachi. Después de cinco minutos, el aullido sonó una vez más, y el reiatsu era lo suficientemente pesado como para hacer caer a Soi Fong de rodillas. Y Yoruichi rápidamente salió corriendo del árbol y la ayudó a subir. De repente, un gran borrón negro brilló en medio de ellas y se abrió camino hasta el otro lado del claro. Pero dejó un corte fino en la mejilla de Yoruichi.

- Vaya que es rápido-dijo Yoruichi limpiándose la sangre del rostro. Esperaron poder ver al extraño ser nuevamente, listas para atacar. Al principio parecía que el enemigo había huido. Pero gracias a Dios que no era el caso. El volvió a aullar y se abalanzó sobre Yoruichi de nuevo, pero esta vez le dejó una marca de mordedura. Y durante casi una hora la cifra continuó golpeando a Yoruichi y desaparecía en la seguridad del bosque antes de golpear de nuevo.

- Muéstrate y lucha cobarde! -gritó Soi Fong. Yoruichi estaba cubierta de arañazos, y una marca de mordedura o dos, pero nada más. Cuando no hubo respuesta la primera vez, Soi Fong volvió a gritar.

- ¿Cobarde, yo? jajá que cosas dices -se burló de Soi Fong.

Pero la única respuesta fue una risa estridente, que sobresaltó a ambas. Entonces la mancha blanca se fue con ellos de nuevo, pero esta vez se detuvo frente a ellas, y Soi Fong se quedó sin aliento y sus ojos se agrandaron. El ser que tenía delante era un lobo grande y negro. Era del tamaño de un caballo cuarto de milla, en sus patas tenia garras masivas a juego. El cuerpo estaba tan oscuro como el cielo al igual que su peluda cola larga. Y sus ojos eran de un tono azul más oscuro y estaban posados sobre Soi Fong con una mirada de diversión.

- Oh, no te acuerdas de mí, miel de abeja, has lastimado mis sentimientos. -dijo con una vos profunda un poco femenina. Y como si fuera posible, los ojos de Soi Fong se abrieron aún más, y ella dio un paso hacia el lobo. Yoruichi le puso una mano en el hombro, pero Soi Fong suavemente se zafo. Ella sabía que sólo una persona, la había llamado su miel de abeja, pero se fue después de estar noventa y ocho años con Soi Fong, aunque había prometido volver en cuanto pudiera.

- Akara, ¿es qué? -Soi Fong preguntó mientras empezaba a temblar cuando ella dio un paso más cerca. Akara sonrió y dijo:
- Estoy de vuelta...
Y Soi Fong dejó escapar una risa leve y le dijo:
- Bienvenida!