Todo por ti

Inuyasha y todos sus personajes pertenecen a Rumiko Takahashi, no a mi (lastima T.T)

CAPITULO 1

Sueños enigmáticos

Kagura:- Veo que ahora estás dispuesto a acabar con ellos.

Naraku:- Yo no pienso moverme de aquí Kagura.

Kagura:- No entiendo en lo que estás pensando.

Naraku:- Cállate y has lo que te pedí.

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Mamá:- ¿Estás segura de que no quieres ir al médico hija?

Kagome:-(todavía alterada) No mamá, solo fue un sueño.

Mamá:- Sí ya lo sé, pero hace dos noches que te despiertas en este estado. ¿Cuál es esa terrible pesadilla?

Kagome:- No tiene importancia.

Mamá:- Tus gritos nos despertaron a todos y cuando llegué estabas temblando nerviosa. Pero si no quieres hablar de eso, te entiendo, ahora solo preocúpate en descansar.

Kagome:-(sonriendo) Sí, tu también descansa, ya es muy tarde.

Mamá:-(abriendo al puerta) Si necesitas algo llámame ¿sí?

Kagome asintió y la mamá se retiró hacia su habitación, Kagome intentó dormirse, pero el recuerdo de esa terrible pesadilla que parecía tan real la hacia estremecerse, las tres noches siguientes fueron exactamente iguales, a la mañana del cuarto día, la familia de Kagome se sorprendió cuando ella bajó de su habitación para ir a la escuela.

Mamá:- ¡Kagome! ¿Qué pasó?

Kagome:-(todavía media atontada) ¿Qué? ¿Qué sucede?

Su hermano le alcanzó un espejo y al verse se sorprendió al no reconocerse debido a una palidez espectral y a un profundo agotamiento que se notaba en sus ojos.

Kagome:- No logré dormir bien en estos días.

Mamá:- Está segura de que quieres asistir a la escuela?

Kagome:- Sí, además me siento muy bien, hoy pondré mucha atención ya que por la tarde volveré a marcharme.

Cuando ella llegó a la escuela sus amigas se llevaron la misma sorpresa que ella al verla, y luego de diez mil preguntas, la clase comenzó; y para Kagome duró unos quince minutos porque luego, se durmió profundamente y provocó que la expulsaran del salón.

Por la tarde, Kagome preparó su equipaje y se marchó hacia la época antigua donde sus amigos la estaban esperando.

Sango:- ¿¡Kagome que tienes?!

Kagome:-(soltando su equipaje en el suelo) No dormí bien en estos días, estoy un poco cansada.

Miroku:- Tal vez hubiera sido mejor para su salud si se quedaba descansando en su época.

Kagome:- Pero yo no necesito ir a mi época.

Inuyasha:- Pues si no te sientes bien es mejor que te vayas, no pienso andar cargándote si te duermes.

Kagome:-(levantándose histérica) Inuyasha.... ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! (luego de un respiro) ¡¡¡¡ABAJOOOO!!! ¡¡¡No necesito que me cargues, puedo caminar sola!!!

Shippo:- Te lo mereces.

Miroku:- Será mejor que nos marchemos ahora o no llegaremos a ninguna aldea antes del anochecer.

Todos comenzaron a caminar, Kagome iba a un paso más lento que el de los demás. Ya llegando el anochecer, cayó arrodillada al suelo. Todos se acercaron a ella

Sango:- ¡Kagome!

Kagome:-(débil) No puedo más.

Miroku:- La ha vencido el cansancio.

Inuyasha:-(agachándose dándole la espalda) Ven, súbete.

Kagome:-(todavía enojada) Ya te lo dije, no necesito de tu atención.

Inuyasha:- Tonta, no aguantarás un paso más.

Kagome:-(un poco menos enojada) Ya dije que no.

Inuyasha:-(levantándose, histérico) ¿¡Por qué tienes que ser tan terca?! Mira como estás.

Kagome:- Yo estoy bien.

Inuyasha:-(al límite de su paciencia) Kagome...

Quise mostrarme ante ti como alguien de duro corazón

El tiempo pasó, me arrepentí

Ahora pediré tu perdón...

Inuyasha la cargó en sus hombros aguantando las patadas y las quejas de Kagome.

Kagome:-¡¡¡Suéltame!!! ¡¡¡Inuyasha, déjame en paz!!!

Inuyasha:-¡¿Podrías dejar de gritar?!

Kagome:- ¡¡¡Inuyasha!!!

Así estuvo durante unos diez minutos hasta que se quedó dormida. Todos se detuvieron en un bosque para pasar la noche.

Durante los dos días siguientes Kagome logró descansar tranquilamente, pero la tercera noche, un nuevo sueño, completamente distinto. Después de tantas noches soñándose a sí misma asesinado personas y viendo un río de sangre mientras que la desesperación la hacia despertar en ese estado de nervios, ahora todo empeoró.

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Kagome:-(caminando) La aldea, está en llamas. Tengo frío, me siento mojada.

Cuando miró su vestimenta estaba íntegramente bañada en sangre, sangre fresca.

Kagome:-(desesperada) ¿¡QUÉ ES ESTO?! ¿UN SUEÑO? ¿¡QUIERO DESPERTAR?!!!¿QUIERO QUE TERMINE ESTA PESADILLA?!!!!!

Ella pensó en darse vuelta y correr de ese escenario, pero apenas volteó vio... a sus amigos, a todos acostados en el pasto, que no parecía pasto, ya que lo único que se veía ahí era sangre. Luego, al mirar para los lados lo único que veía era sangre, sangre y más sangre.

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Kagome:-(sentándose, en un completo estado de desesperación) ¡¡¡AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!!!

Miroku:-(junto con los demás, rodeándola) ¡Señorita Kagome!

Shippo:- Kagome!!!

Inuyasha:-(preocupado) Ya cálmate. ¿Qué pasó?

Kagome:-(temblando, mirando a sus compañeros) Están aquí. (suspirando) Solo fue una pesadilla. Pero ahora me siento extraña.

Sango:- Kagome, ya no pienses en eso, vuelve a descansar.

Kagome:-(ya tranquila por la contención de sus amigos) Sí, Gracias.

Por la mañana todos fueron despertando poco a poco.

Sango:- ¿Cómo te sientes Kagome?

Kagome:- Mucho mejor.

Miroku:- Entonces, vamos.

A la mitad de la caminata, Sango se detuvo.

Miroku:-También te percataste ¿verdad Sango?

Inuyasha:- Kagome, ¿no sientes la presencia de algún fragmentos de Shikon?

Kagome:-(como furiosa) ¡Si lo siento ya te lo hubiera dicho!!!

Miroku:-(perplejo) Jamás había visto esa mirada en la señorita Kagome.

Shippo:- Pero Inuyasha ahora no le dijo nada.

Un gigante apareció repentinamente atacándolos, Sango lanzó su boomerang, el gigante lo esquivó, pero antes de que Inuyasha llegara a desenfundar su espada, Kagome ya había lanzado tres flechas con una increíble cantidad de poder que lo mató al instante.

Miroku:- Eso fue increíble.

Sango:- Kagome, tu poder espiritual se ha incrementado.

Kagome:- Sentí que las flechas se disparaban solas.

Inuyasha:-(todavía con la mano en acción de desenfundar al espada) A...Kagome.

Kagome:- Bueno, sigamos.

El grupo llegó a una aldea muy poblada.

Shippo:- Miren allá venden comida.

Kagome:- ¡Shippo, no tenemos dinero! ¡Así que aguanta!

Shippo:-(asustado) S...sí.

Mientras caminaban por esa aldea, un niño venía corriendo y se tropezó, cayendo delante de Kagome. Ella solo lo miró y siguió caminando.

Sango lo ayudó a levantarse mientras todos miraban a Kagome extrañados por su actitud.

Luego fueron recibidos por unos ancianos, que los invitaron a pasar la noche si los ayudaban a expulsar los malos espíritus de su choza.

Anciana:-(mientras calentaba una comida) Han sucedido muchas desgracias últimamente. Pero nada comparado a los tiempos en que la princesa Retsuna rondaba por aquí haciendo sus conjuros y asesinando personas.

Sango:- ¿Acaso tenía poderes espirituales esa princesa?

Anciano:- Ella odiaba a los seres humanos y lo único que tenía en su alma era odio.

Inuyasha:- Solo asesinaba por diversión.

Anciana:- Era una princesa con poderes y decidió usarlos para el mal. En realidad su madre, Nutsuna era una sacerdotisa que utilizaba sus poderes para matar a los más débiles, porque pensaba que solo los malvados que tuvieran fuerzas sobrenaturales debían vivir para crear un mundo lleno de maldad.

Anciano:- Tuvimos años de dolor y de muertes hasta que hirieron gravemente a Retsuna y la quemaron, así lograron terminar con su maldad para siempre.

Kagome comenzó a reír y salió de la choza con sus flechas hacia el bosque. Inuyasha la siguió y cuando la encontró, ella estaba practicando con sus flechas contra un árbol pero el resplandor de estas no tenía en color rosa habitual sino un violeta opaco.

Inuyasha:-¿Qué estás haciendo?

Kagome:-(continuando con su tarea) Estoy probando mi nuevo poder.

Inuyasha:- El resplandor de tus flechas ha cambiado.

Kagome:- Es porque mi poder ha cambiado.

Inuyasha se dio vuelta y comenzó a marcharse tranquilo hasta que una flecha le pasó por al lado de su rostro a gran velocidad.

Kagome:-(apuntándolo) Tengamos una pelea, solo para practicar.

Inuyasha:- Kagome, no quiero lastimarte

Kagome:- No me lastimarás, es como un entrenamiento. Si no aceptas, voy a lanzarte esta flecha para que veas lo fuerte que soy.

Inuyasha se dio vuelta y comenzó a caminar nuevamente.

Otra flecha volvió a rozarlo, cuando volteó, vio en Kagome una mirada dispuesta a lograr su cometido, sería capaz de lanzarle una flecha, se sorprendió bastante, esa no era la mirada tranquila y sentimental que él conocía, en el fondo, esta parecía tener maldad. Él no le dijo nada, porque tampoco tenía palabras para describir la sensación de inseguridad y desconfianza que esa mirada le provocaba. La Kagome que tenía frente a él, era irreconocible.

De pronto todo comenzó a temblar, Kagome cayó al suelo, y cuando Inuyasha fue a socorrerla, su mirada había vuelto a la normalidad, la ayudó a levantarse.

Cuando Miroku, Shippo y Sango se acercaban, de la nada apareció Kagura.

Inuyasha:-(preparado para atacar) Así que eras tú Kagura.

Kagura:- Debo decirles que me sorprende que aún se encuentren con vida.

Miroku:- ¿Acaso no tendríamos que estar vivos?

Kagura:- Tus ironías no me asustan monje, pero si yo fuera ustedes, no me ilusionaría.

Kagura comenzó a atacar. Kagome preparó su arco, pero un resplandor que venía desde el bosque la distrajo y ella decidió seguirlo.

Miroku:-(defendiéndose de un ataque) ¿Adónde fue la señorita Kagome?

Sango:-(cubriéndose con su boomerang) Fue hacia el bosque, excelencia, usted quédese con Inuyasha, yo iré a buscar a Kagome.

Miroku:- Sí, no te preocupes.

Sango se adentró en el bosque y luego de correr unos minutos, se detuvo y se escondió detrás de un árbol para observar mejor la situación.

Kagome estaba enfrente de Kanna y el espejo brillaba, de repente un espíritu de una anciana se asomó por el espejo y tomó a Kagome por los hombros, al ver que ella se resistía, Sango salió en su ayuda.

Anciana:- No te resistas, ven, ven.

Kagome:-(resistiéndose) Suéltame!!!

Anciana:- Ven conmigo.

Kagome desistió y comenzó a ser absorbida por el espejo

Sango:-(corriendo para acercarse a su amiga) Kagome!!!

Kanna:-(inexpresiva) No va a escucharte.

Sango lanzó su boomerang pero antes de ser tocada, Kanna desapareció junto con Kagome y aquel espectro.

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Kagura:-¡Danza de las cuchillas!

Inuyasha:- ¡Viento cortante!

Las dos fuerzas al chocar se disolvieron, Kagura se montó sobre su pluma y se marchó sin ninguna razón aparente.

Sango:- Kanna se llevó a Kagome.!!

Inuyasha:-Ese maldito de Naraku mandó a Kagura para distraernos.

Miroku:- Hacia dónde se marchó?

Sango:- Desapareció en un instante, no logré detenerla.

Inuyasha:- No hay forma de seguirla.

Miroku:- Se siente una presencia, pero es muy débil.

Inuyasha:- Y qué estamos esperando!!!, hay que alcanzarla, de seguro nos llevará hacia Naraku.

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Kagura:-(empujando violentamente a Kagome contra el suelo) Ahí la tienes.

Naraku:-(mirando a la anciana, que era de carne y hueso) Tú, encárgate de ella.

Anciana:- Hija mía.

Kagome veía como esta anciana de cabello gris y kimono negro y verde se acercaba muy conmovida.

Kagome:-(pegándole fuertemente en el estomago y levantándose) Yo no soy tu hija.

Naraku:- No lo olvides Nutsuna, esta mujer no tiene el alma de tu hija, no es ella.

Kagura:-(sorprendida) ¿Que no es ella?

Kagome:- ¿Naraku?

Naraku:-(acercándose a ella) ¿Cómo te sientes?

Kagura:-(en sus pensamientos) Ella no tiene el alma de Retsuna en su interior, pero Naraku se acerca a ella sin temor.

Nutsuna:- Es verdad, mi hija ahora descansa (con furia)con su alma purificada.

Kagura:-(en sus pensamientos) Ahora entiendo, Naraku no introdujo el alma de esa princesa en Kagome, sino sus sentimientos de odio y maldad. Es por eso que ella es consciente y sabe lo que está haciendo.

Nutsuna:-(ofreciéndole algo envuelto en una manta) Oye niña, solo quiero pedirte un favor. ¿Podrías ponerte esto? Era la vestimenta de Retsuna.

Kagome:-(agarrando el paquete)¿Retsuna? ¿Ella es la princesa que atacó la aldea de esos ancianos?

Naraku:- Me repugnas Nutsuna.

Kagura:- Ve a vestirte Kagome.

Naraku:- Cuando ella vuelva, comienza tu trabajo.

Nutsuna:- Esa vestimenta ayudará, pero realmente esa niña tiene los sentimientos de mi hija.

Kagome regresó con un Kimono azul con franjas grises. Y Nutsuna comenzó un conjuro frente a ella.

Nutsuna:-(luego de rezar un rato) Se resiste, no puedo terminar de introducirle la esencia de mi hija.

Naraku:- Continúa intentando.

Nutsuna comenzó a rezar nuevamente y un resplandor negro cubrió a Kagome elevándola junto con un viento helado, así estuvo unos minutos hasta que todo desapareció y Kagome bajó y quedó sentada en el suelo.

Nutsuna:-(acercándose a Kagome) La esencia de mi hija, está presente.

Kagome:-(atravesándole sorpresivamente el estómago a Nutsuna con su mano) Ya te lo dije, yo no soy tu hija. (Levantándose y mirando el cadáver de la anciana) Yo me llamo Kagome.

Sin una ilusión, no hay anhelos ya

Y tu corazón, pronto así se marchitará.

Naraku solo se limitó a esbozar una pequeña sonrisa.