Frigga... ¿quién no ama a Frigga? ¿Quién permaneció con cara de póquer cuando la asesinaron? Yo no, al menos.
Su perfume era lo último que Loki recordaba de Frigga. Esa fragancia que llenaba sus recuerdos infantiles como una señal de que ella siempre había estado a su lado, protegiendo su quebrado espíritu de los insidiosos ataques de la envidia y la venganza. Ya se estaba borrando el recuerdo de los cálidos brazos maternales rodeando sus hombros, la sensación de los suaves besos depositados en su cabello, la tintineante risa que trasmitía tanta paz a su mente cuando se encontraba agobiado. Hasta la forma de su rostro se desdibujaba en la memoria del dios, ignorando las súplicas desesperadas y silenciosas. Sólo su perfume subsistía, como una esencia invisible a su lado. No podía tocarla, no podía verla, no podía oírla. Lo único que le quedaba y le recordaba la constante protección de su madre era esa fragancia, ese aroma a sándalo y rosas que siempre formó parte de su vida y que fue la última cosa que sintió antes de perderla para siempre.
Gracias por leer, y espero que les haya gustado. Me encantaría leer sus opiniones.
Kisses...
