Hermanastro
Disclaimer: Naruto no me pertenece.
Prólogo
Sabía que no era buena decisión, o más bien una decisión tomada por mi madre y su nuevo esposo a lo que el resultado fue que yo también la eligiera. Una decisión incorrecta. Ese pensamiento me llegó desde que me dijeron que iría a vivir con aquella persona. Pobre de mí… ¡Qué horror!
Todo empezó desde que me gradué del bachillerato. Salí con perfectas calificaciones, recibí varias invitaciones de distintas universidades, era como sí aquellos lugares desearan mi persona, como si pelearan por mi, por mi cerebro. Y es que me había vuelto muy popular en esa área. Era la hija que daba envidia a muchas madres.
Solo que había un problema conmigo. Mi estilo de vestir era… rock. Vestía altas botas de enorme plataforma, a veces botas rodeadas de cadenas, de vez en cuando usaba vans o converse. Usaba mini faldas tableadas y a cuadros, color rojo, rosa, negro y a veces hasta morado. Cuando usaba jeans, mis jeans eran siempre pegados, me gustaba presumir mi trasero y piernas. Corsets eran mi fascinación, al igual que simples playeras de mis bandas favoritas, chamarras con gorro, etc. Y para completar el vestuario collares que me regalaban mis amigos al igual que pulseras y cintos que no tengo por que describir, ya se los imaginaran.
Falta mencionar que tenía varios piercings. Uno en el labio, 2 en cada oreja, y con broche de oro: uno en el ombligo. No puedo decir más, que me gustaban como se me veían, aunque mi madre siempre me reclamaba que era una tonta por habérmelos hecho¡pero qué! Ya había cumplido los 18 años.
Mi maquillaje… mi maquillaje era ¡simplemente estupendo! Sombras color negro, al igual que delineador, mascarilla negra y un labial que no diferenciaba mucho de mis labios. No necesitaba rubor, yo ya veía incluida con eso, cosa que envidiaban mis amigas.
Mi cabello, era rosa. Era raro por que no había muchas personas con cabello rosa y yo era extraña. Mi cabello era natural, créelo o no, le agregué un pequeño mechón negro del lado izquierdo, algo para completarlo. El corte, pues… No pregunten, por que se los diré: tenía flequillo que cubría la mitad de mis ojos, unos largos mechones estaban a los lados de mi rostro y me llegaban hasta el pecho. Mi cabello de atrás era corto y algo puntiagudo de los lados, me llegaba al final del cuello. No me pregunten quien me inspiró, por que no se los diré.
Eso me daba problemas para conseguir trabajo, me insultaban diciéndome que querían algo más decente y me era imposible. Lo bueno es que nunca me molestaban en la escuela acerca de mi imagen, éramos libres, solamente que ahí si iba vestida con aquel uniforme frustrante (claro que le daba mis rock toques).
Pero el verdadero problema se situaba en que, como todo graduado de bachillerato, rápido tenias que apuntarte en una de las universidades, para tener lugar en estas, para mi seria sencillo, pero en Madrid no se encontraba nada de esto.
Nada de lo que yo quería estudiar.
Yo quería estudiar diseño de modas, y en ninguna universidad de Madrid se encontraba esta carrera, parecía que la habían eliminado de todas los planteles de este país. Y eso me ponía furiosa. ¿Dónde iría a estudiarla?
¿Me dejaría mi madre irme a un lugar donde pudiera estudiar mi carrera?
Yo pensaba que no lo harían. Pero, me sorprendió de que sí me dejara. Ese día hablé con mi madre y mi padrastro mientras cenábamos.
"Mamá, hay algo que tengo que decirte, es acerca de mi futuro…"
"¿Qué con tu futuro, Sakura?" me preguntó mientras levantaba su plato y lo dirigía al zinc.
"Pues… Mi carrera no esta en las universidades de este país..." murmuré.
"Que pena Sakura…" logró decir después de un rato, esto prendió mi mal humor.
"¿Solamente puedes decir eso?" chillé y antes de que comenzará a discutir con mi madre, mi padrastro me interrumpió.
"¿Qué es lo que quieres estudiar Sakura?" lo observé por unos momentos, para luego responder:
"Diseño de modas."
El sonrió.
"Yo sé donde puedes estudiar eso." Me comentó feliz. Miró a mi madre que lo observaba con duda.
"¿Dónde?"
"En París."
"Pero… ¿Cómo podría ir a vivir a un lugar que no conozco? Aún no me siento… preparada… de vivir… sola." Admití. Y era verdad… Vivir sola… No me lo imaginaba, sin mis amigos, sin nada.
"Es verdad cielo." Contestó mi madre.
"Nuestro hijo vive ahí." Respondió simplemente mi padrastro. La información tardó un poco en procesar.
Recordé que tenía un hermanastro, mayor que yo claro, de unos 21 años o 22, no recordaba, lo había visto hace años, cuando aún no me vestía así y cuando aún cursaba secundaria, para ese entonces mi madre apenas era novia de mi actual padrastro y yo era una adolescente.
Mi hermanastro era guapo, no podía negarlo, como lo recordaba, tenía ojos negros, cabello del mismo color. Era muy pálido y delgado. No recuerdo más de él por que tenía cosas más importantes que hacer el día que llego de visita con su padre a casa de mamá.
"¿Vi-vive en París?" pregunté con sorpresa.
"Sí, y lo más seguro es que sí te acepte en su casa, le hablaré esta noche para ponernos de acuerdo¿qué te parece?"
"Yo… bueno…." Vivir con mi hermanastro no me apetecía, pero si era necesario para estudiar mi carrera, lo haría.
Pero…
Mis amigos…
Mi cuarto…
Mi vida en Madrid. La extrañaría, de eso estaba segura.
Mi madre nos interrumpió. "Sakura, no crees que es muy rápido… Espérate un año... ó 2." Pero no quería esperar tanto. "Pero si así lo deseas, no te detendré, ya eres mayor." Y me dedicó una cálida sonrisa.
Yo le sonreí.
"Entonces esta decidido. Ahora hablaré con él por teléfono."
Y así fue. Así se decidió. Y aquí me encuentro, arrepintiéndome de haber decidido esto.
