Brittany es la chica popular y superficial de la universidad Princeton, Santana es la nueva estudiante. Amor y Odio. Dos personas totalmente diferentes. Una cosa es cierta, los opuestos se atraen.
Lo que menos deseaba Santana era ir a Princeton, esta era una Universidad mundialmente reconocida y solo era accesible para gente adinerada o con cierto prestigio. Pero quedaba lo suficientemente lejos como para tener que decirle adiós a su antigua vida.
"Seguro me encontrare con gente insoportablemente creída", pensaba.
- Aaagh mamá, ¿estas segura que es para mi? – Dijo con duda en su voz
- Santana, por favor, ten un poco de confianza en ti misma. Rendiste los exámenes con promedio superior a 9. ¿Tengo que repetirte lo que me dijo el Director?
- "Estamos muy orgullosos de tener personas con el nivel intelectual de su hija en nuestra academia" – Añadió Santana girando los ojos. - No mamá. No hace falta que lo repitas.
- Entonces, ¿cual es el problema hija? – Pregunto preocupada
- Nada, ma. Es solo que voy a extrañar todo, a ti, a mis amigos...
- Ay mi pequeña...
-Ya no tan pequeña – Interrumpió riendo.
- Esta bien, mi niña que ya creció, no te preocupes por extrañar. Nos podrás ver cada fin de semana, acuérdate que solo estamos a 3 horas de distancia. – Dijo abrazando fuerte a Santana, dándole toda la confianza que ella necesitaba.
- ¿Sabes que? Tienes toda la razón. Soy una tonta, voy a salir a tomar aire y después vendré a preparar todo.
- Esta bien amor, ve y distráete un poco. Mañana será tu gran día.
La verdad de todo, no era que a Santana no le gustara la Universidad, realmente le fascinaba. El nivel académico era exigente y no le molestaba, era...era solo las personas. Sí, Santana era una persona insegura de si misma, pese a que era hermosa, nunca se sintió segura. En su antigua secundaria ella era el mejor promedio de la clase, Presidenta del club de matemáticas y una de las voces principales en el grupo de canto. Pero era solo eso, la chica nerd que sabia cantar y que tenia como mejor amiga a Quinn Fabray, la sexy porrista. Quizás guardaba un poco de celos por su mejor amiga, ella tenía lo que quería y todos la admiraban. En cambio, ¿Quién se fijaría en la genio López? Por supuesto, nadie.
"Quizás sea mejor, cambiar de lugar, de personas..."- Pensaba, mientras caminaba hacia casa de Quinn. – A quien engaño, esto es una mierda – Se dijo en voz baja.
Cuando llego a casa de Quinn, como era usual, su amiga estaba apoyada sobre la motocicleta de Puckerman y para que dar detalles de que hacían.
- Hey, mira quien viene a hacernos compañía. ¡Einstein! – Dijo entre risas Noah
- Me llamo Santana, me sorprende que todavía no sepas mi nombre, ó ¡espera! quizás tu mama te dejo caer de la cuna cuando eras un niño y por eso eres tan estupido. Si...pensándolo bien. Debe ser eso.
-Oh, parece que alguien no ha tenido buen sexo esta semana. No no, espera...lo olvidé, nunca has tenido sexo y es probable que sigas virgen hasta tus 40 con ese carácter.
-Púdrete P...
- OK. Te pasaste. – Interrumpió Quinn - Déjalo San, ya sabemos como son los chicos, sobre todo Puck. Que es muy especial por cierto – Contesto en tono sarcástico, mirando en forma cómplice a su amiga.
- Tienes toda la razon. Puedo hablar un rato contigo? – Luego dirigió una mirada hacia Puck – A solas, si es posible.
- Esta bien, tranquila. Te dejo a SOLAS con mi chica, eso si...ten cuidado amor, me han dicho que Einstein juega para los dos equipos.
- Métete en tu vida Puckerman. Y ten por seguro que a ti no te toco ni con un palo.
- OK, basta. – Interrumpió nuevamente Quinn alterada – Ya vete Noah.
- Sus deseos son órdenes. Luego te llamo – Dijo el chico del mohicano, arrancando su moto y perdiéndose entre las calles de su ciudad.
- Dios, ¿quieres decirme porque sigues con ese estúpido?
- San, ya sabes...- Miro a Santana, esperando que ella contestara.
- Lo se, lo se, "beneficios".
- Exacto y dejemos de hablar de él por dios, cuéntame a que debo tu honorable visita.
- Ahh, si. Solo vengo a despedirme, mañana viajo hacia Princeton.
- Wooww, ¿mañana? – Preguntó sorprendida – ¿Puedes llevarme en tu valija?
- Ten por seguro que si pudiera, lo haría.
- Te voy a extrañar mucho, por favor, no olvides escribirme!
- Ya lo sé Fabray, no te pongas sentimental ¿si? Me asustas. – Dijo entre risas Santana
- Nunca cambias López, nunca cambias.
Al día siguiente Santana se levanto mas temprano de lo usual, ya que en su primer día lo que menos necesitaba era llegar tarde. Preparo sus cosas y se subió al coche nuevo, que le habia comprado su Padre. Ella no lo había pedido, pero su padre insistió, era importante para él que su hija se sintiera lo mas cómoda posible.
Para su desgracia, su padre le habia regalado un auto demasiado lujoso para su gusto. Si, los padres de Santana poseían mucho capital, pero ella siempre habia tratado de ser lo más humilde posible frente a sus amigos. Pasar desapercibida en la vida era su objetivo.
Llego por fin a Princeton, estacionó su auto y se adentro a su nuevo "hogar", como algunos podrían decirle. Fue directo a la Rectoría y luego a su primera clase.
Todo parecía perfecto y todo salía de maravillas. En su segunda clase, Matemáticas, logro hacerse amiga de una chica que tenia una forma de hablar muy irritante pero en fin, daba la impresión de ser muy buena persona. Su nombre, Rachel Berry.
- Hey, estaba pensando, por si quieres, quizás o no se, tal vez ya que nos hemos conocido y obviamente te caigo bien y me caes bien. Podría pedir que nos asignen un cuarto juntas, si no quieres, ten por seguro que lo entenderé y no me enojare por nada, yo solo...
- Tranquila, no tengo problema, solo cálmate y respira por favor.
- Perdón, tengo la mala costumbre de hablar sin pausas. Entonces iré a preguntar ahora mismo en la Oficina Central, espérame aquí y ya vengo. ¿Si?
- Bueno pero no te demores, tengo hambre.
"Mierda, lo habia olvidado, esta universidad es como la mierda de Hogwarts" – Decía para sus adentros. Y si, lo era. Un poco más lejos de la Universidad, estaban los departamentos para chicos y chicas. Estos solo se otorgaban a esos estudiantes que como Santana vivían a ciertos kilómetros de la ciudad y les era conveniente alquilar ahí mismo para hospedarse entre semana.
Santana estaba tan distraída en su mundo, pensando en como estarían Quinn, sus padres y todos sus amigos que ni siquiera noto que se encontraba en medio del pasillo que lleva a la cafetería. La campana habia tocado y multitudes de estudiantes apresurados empezaron a empujarla. Tratando de moverse a un costado y esperar a que todos pasaran, para su suerte se tropezó accidentalmente con una rubia.
- Perdón yo...yo, perdona no quise...
- Seguro, la próxima vez mira por donde caminas estupida.- Dijo alejándose la rubia.
Santana se quedo muda mientras la chica caminaba hacia la cafetería seguida por dos más. Sus ojos, sus malditos ojos, no podía quitarse de su memoria su mirada, sus labios, y...
¿Porque carajo se estaba babeando por esa desconocida que la trato con desprecio?
Rachel la saco de sus pensamientos.
- Ya veo que conociste a Brittany, no te preocupes por su mal carácter. Si no eres popular, es así con todos.
- Ah... ¿Brittany se llama?
- Si, y las dos que van siempre con ella son Sugar y Mercedes.
- Bueno, poco me interesan. ¿Vamos la cafetería? Muero de hambre.
- Ya me lo has dicho dos veces – Contesto Rachel riendo mientras agarraba el brazo de su nueva amiga. – Vamos.
Lo cierto es que Sugar y Mercedes no le importaban, pero Brittany...Brittany le provocaba algo, algo que todavía no sabia que significaba y de algo estaba segura, quería saber más sobre esa chica.
Primer Fic que escribo , dejen sus comentarios y sugerencias . Cualquier critica es aceptable .
