«Si alguien»

Pair: LeviHan.

Summary: Si alguien le hubiera advertido que él no haría nada por salvarla, se habría lanzado a su rescate.

Número de palabras: 534.

N/A: Muerte de un personaje.


Abre los ojos en medio del silencio. Su brazo derecho duele tanto que es imposible aplacar el dolor sólo ignorándolo. Por fortuna conoce a alguien que es capaz de curarlo todo con tan solo un beso, sólo que ella está incapacitada de igual forma. Durante la batalla con los titanes fuera de las murallas, uno de ellos logró alcanzar sus cables y hacerla caer, pero ella está bien, eso fue lo que Erwin dijo cuando a él lo transportaban en una carreta de regreso al interior. Moblit dijo lo mismo y Armin, incluso Mikasa. Ella estaba bien y eso lo reconfortaba, porque había tenido la peor pesadilla que en años había tenido.

—Zoë.

Gira la cabeza para encontrarla donde siempre descansa cuando sale herida, justo a su lado, pero ella no está ahí, su camilla está vacía y limpia. Sin quererlo, sus ojos divisan sus anteojos, rotos y manchados de sangre; sabe que no son reales y extiende la mano para tomarlos, reparando que su tacto es pegajoso y húmedo, como si fuera una mancha reciente. Sus pupilas se dilatan y sus cejas se entornan, para después cerrar los párpados y hacer un esfuerzo sobrenatural para no dejar salir lo que tanto desea escapar.

Y sin embargo no puede, Hange no está más a su lado. El titan no sólo alcanzó sus cables, sino que otro, de clase anormal, se dio la tarea de lanzarla lejos y haciendo que su cuerpo se quebrara contra un árbol y quedara suspendida de una de sus ramas, inerte y silenciosa. Nada era una pesadilla, todo eso había ocurrido frente a sus ojos cuando Zoë intentó rescatar a otro soldado moribundo de su unidad, incluso cuando le había advertido su estado, ella no obedeció y se lanzó con su determinación.

Un nudo obstruye su garganta y la parte trasera de sus ojos comienza a arder y una lágrima resbala por ambos ojos. Sabe que no resistirá mucho más. Él le prometió cuidarla, aquella noche mientras descifraban constelaciones y ella le prometió permanecer con él toda su vida; ahora ella se había marchado. Necesita sacar todo dentro de sí, su cuerpo lo pide y su garganta libera un aullido de dolor que desgarra el alma de quien tuvo la oportunidad de salvarla y no lo hizo.

Llora como nunca antes había llorado, el amor que le tenía ahora se ha convertido en un amargo sentimiento del cual no quiere volver saber nunca más. Mientras las lágrimas fluyen de sus ojos, ruega a cualquier ser divino que tome su alma y le permita vivir con ella en la eternidad, porque sin ella, su vida no es la misma. De nuevo, la vida le ha arrebatado lo que más ha querido, y aprendió a vivir con el dolor de la muerte de sus amigos sólo porque ella estaba ahí cada vez que él la necesitaba.

Si alguien le hubiese advertido que ella moriría, la habría llevado consigo a lo más remoto de la ciudad, donde nadie pudiera encontrarlos. Si alguien se hubiera atrevido a negarse ante aquella expedición, otra historia seria. Si alguien le hubiera advertido que él no haría nada por salvarla, se habría lanzado a su rescate.

Si alguien.