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Si les preguntas a los magos lo que es un profeta seguramente te dirá que es alguien con el "don" de ver el futuro. En realidad nadie sabe con certeza lo que es un profeta, muchos piensan en ellos como infalibles y otros más solo piensan que son absurdos. La verdad es que se han cumplido suficientes profecías como para que muchas personas crean en ellos.

—El niño de la destrucción nacerá este año… No crean sus palabras, su sangre no es pura… Deben matarlo o el mundo morirá… No perdona a nadie, lo único que busca es destrucción. Deben matarlo… Él no es un salvador.

Una profecía reclamando el fin de los tiempos se escuchó en la sala del ministerio. El pánico no se apoderó de nadie solo la almacenaron junto con el resto de profecías. Después de todo ¿quién le creería a un loco?. Ni una sola profecía de esa persona se había cumplido, ellos estaban más ocupados lidiando con el actual señor oscuro como para siquiera pensar en esa profecía.

No se habrían imaginado que en ese mismo momento una persona en otro mundo estaba matando a este escurridizo profeta. Una profecía similar había salido de sus labios en este otro mundo, y allí fue escuchado por todos.

—El señor de la perdición surgirá entre nosotros… No crean sus palabras, sus logros no son puros… Debe morir o el mundo morirá… Esta en lo alto hoy pero pronto caerá… Él no es el salvador…

En cuanto al hombre que quedó marcado por esta profecía...

Al inicio de su vida lo marcaron como el-niño-que-vivió, sus padres murieron en un ataque del Lord oscuro y fue empujado al lado de la luz. Pero muchos años después, cuando mato a este mismo Lord oscuro se escuchó una profecía que hablaba del mago más oscuro de todos los tiempos, marcando a Harry como aquel que destruirá el mundo.

Toda aquella fama que había ganado sin pedirla no le importo a nadie, a nadie le importo que fuera una de las más brillantes figuras de la luz. Empezaron a perseguirlo en busca de su muerte. Le temían, porque sabían que era poderoso, el más poderoso de los magos. Y al escuchar la profecía finalmente tenían su excusa para perseguirlo.

Harry no solo fue abandonado por todos, fue traicionado por aquellos a los que una vez llamó familia. Y a su verdadera familia, aquellos que quisieron apoyarlo, ellos también fueron perseguidos y asesinados.

Entonces Harry dejó de correr, si querían a un mago oscuro él les daría al mago oscuro que tanto deseaban. Masacró a todo aquello que tuviera vida, mágico o no mágico, no le importo. ¿Querían un mago oscuro? Les daré a su mago oscuro.

Muggles y magos, animales y plantas, todos fueron desapareciendo poco a poco del mundo. Su antiguo salvador se convirtió en su muerte. Lo arrastraron a esto. Ellos lo llevaron a esto, nunca lo pidió, nunca lo exigió. Lo marcaron como especial hasta que los salvó y después lo desecharon. Ya no podía sentir más que odio por todo.

Bueno o malo, mágico o no. Todo murió. Que risa, tantos años de discusiones sobre la pureza de las cosas solo para terminar jodiendo a la persona equivocada.

Y entonces en este mundo apenas habitado empezó a sentirse solitario. Harry provocaba todo el terror que quería, pero el amor, aquello por lo que tanto había luchado, le fue arrebatado por la fuerza. Y estaba dolido.

Claro que mató al estúpido profeta que lo convirtió en el señor de la perdición. Sus palabras fueron la clave, Harry era feliz con su vida, él nunca habría hecho lo que hizo si no fuera por esa estúpida profecía. Se aseguro de que lo supiera, que el fin del mundo fue causado por él. Y después le otorgó una muerte dolorosa.

El mundo estaba en ruinas ahora, su propia mano casi acabo con todo. Había una pequeña parte del mundo que tenía plantas, animales y personas. Magos y muggles llevándose bien, quién lo diría. Harry los había visto, y pensó que bien podría parar su venganza y buscar su propia felicidad.

Buscó formas para cambiar el pasado, una y otra vez. Pero no obtuvo nada. Los giratiempos eran útiles, pero no cambiaban nada. Entonces buscó las reliquias de la muerte, que risa, no eran más que un mito, poderosas, sí, pero solo un mito. Entonces decidió, si no podía cambiar su pasado entonces lo crearía.

Experimento una y otra vez, busco bases, movió el tiempo y rompió sus límites.

Entonces y sólo entonces, supo lo que tenía que hacer. Creó un mundo entero, donde las cosas eran similares a este mundo, al usar la misma base no fue tan difícil. Arreglaría su nacimiento para no ser un bebé simplon pero tampoco llamar la atención. Y separando su alma y la magia de su cuerpo se movió a un mundo nuevo, uno en el que no permitiría que nadie lo volviera a traicionar.

En el año de 1980 el 31 de julio nació un niño, las personas lo notaron porque una profecía fue anunciada meses atrás. Nacido al final del séptimo mes un niño capaz de derrotar al señor oscuro nacerá. Y aunque los ojos notaron su nacimiento, no lo relacionaron con esa profecía.

Este niño, del que se esperaban grandes, cosas nació enfermo, nadie pudo determinar que es lo que lo provocaba. Sus padres aún temían por su seguridad así que se escondieron. El niño siempre tenía fiebre y su cuerpo temblaba. Los sanadores no tenían muchas esperanzas sobre su futuro.

Poco sabían ellos que el motivo por el que el cuerpo de ese niño era tan débil era por la cantidad de poder mágico que se estaba enlazando a su alma. Su magia, sus recuerdos, su alma. El cuerpo de un recién nacido no era capaz de soportar esa cantidad de poder, así que enfermo.

Y mientras su salud era dudosa, el niño no lloraba nunca y no se aferraba a las personas. De hecho se quejaba cada que alguien lo tocaba. Harry no quería permitirse el lujo de tener un mal recuerdo junto a él, eso eran a sus padres. Ya los había visto morir en el pasado.

Amor, Harry había anhelado esa conexión tanto como para crear un nuevo universo. Pero… El asunto no es tan sencillo.

La traición y el dolor siguen presentes en él, clavado en lo más profundo de su alma. Aquellos que lo amaban murieron de formas dolorosas, aquellos que lo traicionaron los mató de formas igual de dolorosas. Ya no podía estar junto a una persona sin pensar en la muerte, así que no le gustaba tener a nadie con él.

El tiempo pasó, el 31 de octubre de 1981 llegó. Pero nada ocurrió en su casa. Por fin Harry pudo sentir un gran alivio, un gran peso se quitó de sus hombros cuando al día siguiente sus padres seguían con él. Vivos.

Harry hubiera torturado a cada uno de los mortifagos si atacaban su casa y mataban a sus padres. Aquí no era ni el-niño-que-vivió ni un Señor de la perdición. Solo era el débil niño que compartía una fecha próxima a una profecía.

Claro que Harry no se sorprendió cuando al día siguiente anunciaron la muerte de la familia de la luz Longbotton. Pero lo que sí lo sorprendió fue saber que tanto Neville como Voldemort seguían vivos. Y eso lo volvió a preocupar.

En su primera vida tanto los Longbotton como los Potter fueron atacados, los primeros volviéndose locos y los segundos muriendo junto con Voldemort y dejando un Horrocrux en Harry. Ahora solo los Longbotton han sido atacados pero parece que Voldemort no fue el principal atacante o la historia seguramente se hubiera repetido para él. Lo que le hace pensar que aún espera atacar a Harry.

¡Ha!. Solo ha Harry se le otorga esta suerte. Casi estaba rogando porque sus padres fueran emboscados y torturados hasta la locura, al menos así sabría que él no planea matarle. Pero claro que eso no ocurre.

Harry crece como un niño silencioso, siempre viviendo escondido en esa casa. Los ataques en el exterior siguen ocurriendo, pareciera que la guerra no terminará. Cumpleaños tras cumpleaños, la guerra sigue su curso en el mundo mágico. Los muggles mueren y las cosas no tienen un buen brillo.

Un día sin embargo, sus padres salen de casa para no volver. Harry de ahora 4 años, aún enfermizo, de verdad que estaba rogando para que se hubieran vuelto locos.

Pasó un día, nadie vino por él, Harry dejó de recibir noticias del exterior. Pasaron dos semanas, Harry seguía solitario, tenía que cocinar su propia comida y cuidarse él mismo. Pasó un mes, pronto cumpliria 5 años y la magia que hasta ahora lo mantenía enfermo pronto se desvanecerá permitiendo a su verdadero poder atarse a él.

El agua nunca dejó de fluir, pero la comida en el refrigerador se terminó, aunque tuviera hambre iba a vivir hasta el día de su quinto cumpleaños. Y cuando su magia se mezcle por completo con este nuevo cuerpo saldría y mataría al imbesil que le haya hecho algo a sus padres.