Hola que tal! Aquí estoy de nuevo con una nueva historia, creí que demoraría más tiempo en publicarla, pero bueno, no me pude aguantar XD. Espero y sea de su agrado y bueno… nos seguimos viendo…

Los personajes no me pertenecen, pero la historia si es mía.


Sonreía amargamente sentada en el incómodo asiento del avión, no entendía que había pasado, no sabía que había hecho mal, no hallaba una explicación exacta de como su vida que hasta seis meses atrás era un paraíso, ahora no era más que callejón oscuro, en el que a sus dieciocho años se había metido y no sabía si tendría la fuerza necesaria para encontrar la luz y la felicidad.

Recordaba como las personas que amaba se habían convertido en una decepción en su vida, como una a una le habían dado de espalda a pesar de que algunas se "mantenían" a su lado. Solo recordaba con cariño a su hermana mayor, quien era la única que estaba a su lado a pesar de todo, la única razón por la que seguía en pies.

Flashback

Una morena salía sonriente de una de las playas de Santa Mónica con su tabla de surf bajo el brazo, bajo la atenta mirada de varias personas que estaban presentes, corría sonriente hasta una rubia que la esperaba algo impaciente.

R: ¿Viste el puntaje? – pregunto emocionada.

-Rachel te… tenemos que hablar – parecía nerviosa.

R: Si sigo sacando puntajes altos lograre que me patrocinen antes de lo esperado – obviaba lo dicho por la otra chica - ¿Sabes lo loco que sería eso? – Sonreía a más no poder – Podríamos tener nuestro propio dinero sin depender de nuestros padres, podríamos viajar por todo el mundo así como tú quieres y sería más fácil…

-Rachel escúchame por favor – paraba las intenciones de la morena de seguir hablando.

R: ¿Qué pasa? – no entendía que le pasaba a la otra chica.

-Tenemos que hablar – estaba utilizando un tono que a la morena no le estaba gustando para nada.

R: ¿De qué? – se estaba poniendo nerviosa.

-Lo lamento Rachel – desviaba la mirada – Pero no me iré contigo – la morena palideció y empezó a pasar saliva pesadamente – Pensé en lo que dijeron mis padres y… - cogía aire - Decidí que era lo mejor, por eso…

R: No… no es verdad, tu no pudiste hacerme esto… ¡Tú no lo hiciste! – tenía el rostro desencajado y lleno de lágrimas.

-Lo siento Rachel – le decía una rubia frente a ella.

R: No… no – negaba tirando la tabla de surf sobre la arena - ¿Cómo pudiste? – le pregunto con rabia.

-No tenía elección, lo siento… – dio la media vuelta y empezó a alejarse lentamente, dejando a una morena con las manos en la cabeza, preguntándose qué había pasado.

Fin Flashback

Primero fue ella…

Flashback

-Te lo dije Rachel, te dije que esa muchacha y el surf no te traerían nada bueno – le recriminaba un hombre señalándola.

R: Tú no entiendes…

-¿Qué es lo que no entiendo? ¿Qué todo este tiempo no has hecho más que perder el tiempo? ¿Eso? – se veía muy enojado.

R: Papá por favor – lo miraba suplicante - No necesito que me recrimines o me señales por mis errores, no te das cuenta que lo único que quiero es que me abraces y que me digas que todo va a salir bien…

-Pues lo siento, es mi deber como tu padre hacerte ver tus errores, no solapártelos – le dijo fríamente, mientras su hija ya no podía controlar las lágrimas – Tu solita te metiste en esto, pues tu misma sales – fue lo último que dijo antes de dar la vuelta y también dejarla sola.

Fin Flashback

Le siguió el…

Flashback

- No te puedes quedar aquí conmigo Rachel – volvía a repetir una mujer muy hermosa de unos cuarenta años de edad.

R: ¡Claro que puedo! – Estaba frustrada - No entiendes que no quiero regresar a Los Ángeles, no puedo, no después de lo que paso – sus rostro cansado y afligido denotaba una gran tristeza.

Ya han pasado seis meses, no puedes huir de los problemas siempre - le decía lo más tranquila posible – Lo mejor es que regreses y reanudes tu vida… será lo mejor – lentamente se acercaba a ella.

R: No te me acerques – daba pasos hacia atrás – Siempre es lo mismo contigo Shelby, no entiendo para que vine, si tú siempre me das la espalda – sonaba herida y el dolor se terminaba de apoderar de ella una vez más, no quería llorar, pero sus lágrimas eran tan traicioneras que no le deban tregua alguna, desde ya hace seis meses.

-Eso no es así hija –varias lagrimas escapan de sus ojos rodando lentamente por sus mejillas – Entiendo que estés dolida, que lo que paso te este afectado demasiado, a todos nos afecta, pero hay que salir adelante y si te quedas aquí no podrás hacerlo, tienes que regresar y afrontar la realidad…

R: Eres una decepción, al igual que todos - se limpió bruscamente las lágrimas y corrió hacías las escaleras subiéndolas rápidamente, dejando a una Shelby totalmente desconsolada.

Fin Flashback

Y por último ella…

Queridos pasajeros abróchense los cinturones, estamos a punto de aterrizar en la cuidad de Los Ángeles – anunciaba una mujer por los altavoces del avión.

R: Bienvenida Rachel – suspiro, sabía que ya no había vuelta atrás, minutos después el avión aterrizaba.

A la primera que vio esperándola en la puerta de abordaje fue a su hermana, una sonriente morena levantaba sus brazos para que se diera cuenta que estaba allí.

-Rachel… Rachel – parecía una loca desesperada según la morena.

R: Podrías dejar de hacer eso, pareces que no me hubieras visto en miles de años – llegaba a la altura de su hermana mayor, que enseguida la envolvía en sus brazos– No me aprietes tanto… - intentaba alejarse.

-Extrañe tanto a mi pequeña Olafo - bromeaba.

R: Deja de decirme Olafo Santana –se quejó con el ceño fruncido.

S: ¡Ves!, sigues igual de amargada, creí que si te ibas a New York regresarías como nueva – torcía un poco la nariz y la morena desvió la mirada – No fue del todo bien ¿verdad? – su tono sonaba preocupado.

R: No quiero hablar de eso – bajaba la mirada a sus pies.

S: Esta bien – suspiraba, no la quería presionar – Por cierto… ¿Qué es lo que traes puesto?, pareces el maldito clon de Marilyn Manson –la mirada de arriba abajo.

R: Es mi nueva vestimenta – se encogía de hombros y veía como algunas personas la miraban.

S: Tu mal gusto me trauma – fruncía el ceño viendo la chaqueta de cuero y la ramera blanca con una calavera que traía su hermana – Bueno aunque ese pantalón te luce fenomenal – la morena rodó los ojos.

R: ¿Será que nos podemos ir? – estaba fastidiada por las miradas de los curiosos.

S: ¿Cuál es el apuro? – abría su bolso para buscar su celular.

R: Me quiero ir Santana – le dijo seria.

S: Ya… ya – veía algo en su celular y la morena volvía a rodar los ojos, en eso desviaba la mirada y la cruzaba con una chica que unos metros más allá le sonreía, no dudo en devolverle el gesto, total, no la volvería a ver y simplemente no le parecía nada malo, regreso la mirada a su hermana que estaba con una ceja levantada.

R: ¿Qué? – no entendía porque la estaba mirando así.

S: ¿Cómo que qué?, te estoy viendo coquetear con la chica esa – disimuladamente señalaba a la muchacha, que parecía estar conversando con su mamá.

R: Yo no estoy coqueteando con nadie – se cruzaba de brazos.

S: Claro, Santana es tan tonta que se chupa el dedo – decía divertida – De todas maneras me parece bien que coquetees con otras chicas, ya es momento que te olvides de…

R: Santana…

S: De la innombrable – hacia una mueca – Y empieces a tener nuevas ilusiones - la morena sonreía de medio lado – Y por sobre todo –ponía una sonrisa maliciosa – Le des uso la pobre pitoncita revoletosa, ¡se te va a oxidar! – soltaba una carcajada ganándose una mirada fulminante de la otra morena.

R: De verdad que no cambias – comenzaba a caminar rumbo a la salida.

S: ¡Espérame! – salía tras su hermana.

Minutos más tarde las dos hermanas llegaban a su "hogar" y eran recibidas por una de las empleadas de servicio, que enseguida se encargaba de subir la maleta de la morena a su habitación.

S: Quedo tal y como me pediste – veía como su hermana observaba detenidamente su habitación.

R: Gracias – su voz sonaba apagada y melancólica.

S: ¿Has vuelto a saber de ella? –le pregunto algo indecisa.

R: No y tampoco quiero saberlo, no después de lo que me hizo – tenía su mandíbula apretada y sus ojos saltaron de la melancolía a la rabia.

S: Entiendo, si yo me la volviera a cruzar te juro que le borraría la sonrisa de estúpida que tiene…

R: Lo sé – sonrió de medio lado y empezó a desvestirse, en un momento determinado le dio la espalda a su hermana y esta vio algo en su espalda que llamo su atención.

S: ¿Nuevo tatuaje? – Miraba detenidamente - ¿Una mariposa? ¿Qué significa? – pregunto curiosa.

R: Lo que pude tener y que por el egoísmo de ciertas personas perdí – respondió terminando de sacarse el pantalón quedando en unos bóxer negros apretados y un sujetador negro en la parte de arriba.

S: Ya – entendía lo que quería decirle, pero no quiso preguntar más, no quería abrumarla - No entiendo cómo puedes tener esos abdominales, ¡Con ese cuerpo tan pequeño! – Miraba el cuerpo bien formado de la morena que no podía evitar sonreír – ¡Ni yo tengo los tengo! – ahora parecía indignada.

R: Huelo a envidia – se reía.

S: Nada de eso cariño, de seguro ha de ser porque la mayoría del tiempo te la pasas subida en esa tabla de surf... por cierto ¿volverás a hacerlo?...

R: No lo sé… creo que si… que se yo – miraba para otro lado.

S: Ya… ¿A dónde vas? – veía como la morena caminaba hasta la puerta.

R: A la piscina – salió de la habitación.

S: Por cierto, me olvidaba decirte que si vez a una mujer desconocida rondando por la casa no te asustes, es el nuevo juguetito de papá – caminaba tras su hermana.

R: Hiram al fin la trajo, creí que nunca que le veríamos la cara – bajaba las escaleras.

S: Pues ya vez que nos equivocamos…

R: Para lo que me importa – salía por una de las puertas de la casa rumbo a la piscina.

S: Yo solo cumplía con informante – llegaban a la piscina - Me tengo que ir – le informo mirando su reloj – Tengo una cita – puso una sonrisa picarona.

R: Ok – empezaba a bajar por la escalera de la piscina.

S: Nos vemos luego, te quiero – le tiro un beso y se fue.

R: Y yo a ti – suspiro y termino por sumergirse en el agua, bajaba hasta lo más profundo y se sentaba, sentía el agua fría recorrer cada parte de su cuerpo, si pudiera quedarse allí toda la vida lo haría, pero sabía que probablemente moriría.

Flashback

-¿Cuál es tu sueño Rachel? además del surf claro está – le preguntaba una rubia abrazándola fuertemente.

R: Tu – le respondía cariñosamente.

-¿Yo? – parecía algo insegura.

R: Si tú, sé que con el tiempo el surf se terminara, pero estoy segura que tú siempre estarás allí y lo sé porque me amas y yo te amo – besaba sus labios con tanta delicadeza, como si tuviera miedo de que se fuera a quebrar.

Fin Flashback

Apenas ese recuerdo vino a su cabeza rápidamente busco salir del agua, esta se le había metido por su nariz provocándole un gran dolor, salió de la piscina casi gateando, tosía sin parar al mismo tiempo que como podía se sentaba sobre el piso caliente.

R: En mi vida me vuelvo a enamorar… en mi vida – se abrazaba a sus piernas con la mirada perdida en cualquier lugar...