Hola!...bueno aquí esta esta historia que tenia en mente desde hace meses y hasta ahora me decidí a escribir. Espero de verdad que les guste, es un primer capitulo corto, pero en nada estará el segundo.
La Academia de Artes en Nueva York, una prestigiosa institución donde muy pocos conseguían entrar. No solamente por el limitado número de estudiantes aceptados, sino por el alto grado de calidad artística que se requería.
Para Rachel Berry, la calidad de estrella, no suponía un problema. Podía jurar haber nacido con el don del canto, casi igual de Barbra Streisand y un carisma desbordante de diva. Hija de los amorosos padres, Hiram y Leroy Berry; mismos que siempre impulsaron ese lado artístico de su hija, por supuesto sin dejar de exigirle en niveles académicos. Confiaban en el talento de su hija, pero si por alguna razón aquello no funcionaba; no sería una artista más que termina durmiendo en un puente.
Después de un recorrido musical con varios trofeos de campeonato de canto y algunos recitales de la escuela, Rachel Berry estaba lista para demostrar sus capacidades y nada ni nadie se interpondrían en su camino al estrellato.
Con esa valentía y convicción de acero que la caracterizaba y después de despedirse mil veces de sus dos padres, abordó el tren 213 de la terminal de Ohio. Dejando de mirar atrás y fijando su mirada hacia adelante. Algo nuevo la esperaba y deseaba con toda su alma que este fuera el mejor año de su vida.
Bajó del tren con una amplia sonrisa y las ansias de comerse a la gran manzana de una mordida. Recorrió algunas de las calles que reconocía perfectamente de alguna película de Hollywood; paró un momento en Tiffany´s y un pequeño remolino de emoción la inundó por un momento. A cualquiera le podría parecer algo absurdo, pero para Rachel Berry esas calles significaban una sola cosa… al fin estaba en la ciudad de los sueños.
Llegó a la Academia de Artes de Nueva York y soltó un suspiro.
R: Y aquí se levanta el telón. (Pensó)
El primer día siempre suele ser el más difícil. No importa en qué ámbito estemos hablando, preparatoria, universidad, empleo. El primer día siempre será un verdadero dolor de trasero. Y eso pensaba Rachel, aunque ella era de las personas que pensaban en positivo. Sin embargo no era eso lo que le hacia difícil el socializar. A la mayoría de las personas les podría parecer molesto su insistente ambición o su habilidad casi sobrenatural para recitar una palabrería a la velocidad de la luz. Si, Rachel Barbra Berry no era una chica como cualquier otra. Aunque ella tenía una pequeña ventaja especial.
-Ey! Rach, no me dijiste que vendrías a instalarte justo hoy!- le saludó una sonriente rubia, alta y de hermosos ojos azules, transparentes como su espíritu.
-Britt, te lo dije ayer por teléfono y te mande un mensaje esta mañana, para preguntar en que habitación estabas- explicó una sorprendida Rachel.
Brittany S. Pierce, amiga de Rachel desde la infancia, compartieron varios años en los salones del colegio y juntas soñaron con un brillante futuro y sus nombres en las marquesinas de Broadway. Ambas chicas eran especiales en su particular manera y formaban una buena combinación.
La chica rubia era una excelente bailarina, poseía el talento de interpretar el más sublime baile de ballet, hasta una complicada coreografía de hip-hop. Ella era un todo en una.
B: oh!...es verdad, pues esta es mi habitación y…te tengo una buena noticia (dando saltos de alegría)
R: dime que no trajiste al gato (suplicando)
B: claro que no!, qué tontería, Lord Tubbington llega mañana, pero no le digas a nadie es un secreto (con el dedo índice sobre sus labios)
R: como sea, ¿cuál es la gran noticia?
B: cierto!...seremos compañeras de habitación, no te parece emocionante
R: en serio?, esa es la mejor noticia que he recibido en el día. (Se acercó para abrazar a su amiga)
Un peso menos en su espalda, la verdad no le apetecía tener que soportar a alguna chica odiosa que le obligará a recortar su largo ritual exfoliante por las noches.
R: ufff…entonces ayúdame a desempacar, tengo dos maletas llenas! Y mañana se supone que llega una caja con lo que me falto..ah..y
La bailarina dejo de escuchar y giró los ojos, esta sería una tarde muuuy larga.
Gracias!, por tomarse el tiempo de leer y si tienen algún comentario, duda o lo que sea..déjenlo en la caja de abajo ;)
