Entre "ellos" dos

Cap.1 tú y él

En un apartamento ubicado en el piso 34 de un enorme rascacielos en la ciudad de los Angeles; una pareja estaba celebrando su 5 to aniversario de noviazgo, pero al parecer no todo era color de rosa, ya que solo una de las partes estaba conmemorando dicha fecha, mientras que la contraparte lo tomaba como una cena más entre ambos.

Kagome: ¿te gustó mi sorpresa? Me pasé horas preparando la cena

Sesshomaru: no tenías porque molestarte, hubiéramos ido a cenar a cualquier lugar que quisieras

Kagome: lo sé, pero como siempre cenamos fuera, quise hacer algo especial, después de todo hoy es un día especial (le entregó un regalo)

Sesshomaru: ¿y esto? ¿Por qué me lo das?

Kagome: ¿cómo que por qué? Es nuestro 5to aniversario o… es ¿Qué acaso lo olvidaste?

Sesshomaru: lo siento, se me olvidé por completo. He tenido tanto trabajo últimamente que no me detuve a pensar en qué fecha estamos.

Lo siento, te debo tu obsequio

Kagome: (lo abrazó cariñosamente) descuida, estoy acostumbrada a que siempre se te olvide nuestros aniversarios, pero… (Lo miró traviesamente) ya que cumplimos 5 años ¿no te parece que es tiempo de avanzar en nuestra relación?

Sesshomaru: no me vengas de nuevo con lo mismo por favor, ya te he dicho muchas veces que no quiero cambiar nuestra situación y que estoy cómodo tal y como estamos

Kagome: (con postura rígida) tú sólo piensas en ti mismo y ¿qué hay de mí? ¿Qué acaso no piensas en mis sentimientos y lo que pueda querer?

¡Son 5 años! ¡Cinco años de mi, nuestras vidas juntos! Creo que es tiempo más que suficiente para dar el siguiente paso en nuestra relación (le dio la espalda molesta)

Sesshomaru: (abrazándola por detrás) claro que pienso en tus sentimientos y sé perfectamente que te mereces una relación de tiempo completo, pero aún no es el momento, por favor compréndelo

Kagome: (mirándolo de frente) ¡nunca es el momento! Siempre me pides que espere y espere y yo ¡ya me cansé de esperar!... al menos… vivamos juntos. Si no quieres que nos casemos, entonces al menos pídeme que me mude contigo o tú múdate conmigo, pero avancemos en nuestra relación

Sesshomaru: lo siento Kagome, pero no puedo

Kagome: ¿por qué? Porque ya no me amas o… porqué hay otra mujer

Sesshomaru: no es ni una ni otra, es simplemente que no creo que sea conveniente que vivamos juntos, al menos no por ahora

Kagome: no lo entiendo, si en verdad me amas ¿entonces que impide que vivamos juntos? Puedo entender que no quieras casarte aún, pero no veo qué hay de malo en que vivamos juntos

Sesshomaru: desde que nos conocimos siempre te dije que me gusta mi espacio y libertad. No me gusta vivir atado a nadie, ni a nada es por ello que nunca tuve una relación formal hasta que te conocí

Kagome: (con ojitos suplicantes) entonces… por mí ¿no podrías cambiar de parecer y demostrarte que podemos ser felices viviendo juntos?

Sesshomaru: no insistas con ello por favor, tu y yo estamos bien como estamos, nos amamos, nos llevamos bien, somos amigos, compañeros y tenemos una fantástica relación como novios, así que no veo porque alterar el ritmo de las cosas

Kagome: está bien, esperaré a que tú mismo me pidas que avancemos en nuestra relación y mientras tanto seguiré siendo sólo tu novia

Sesshomaru: (la tomó del mentón) no digas que sólo eres mi novia, eres la mujer que amo y por la que haría cualquier cosa, es solo que por ahora no estoy listo para lo que me pides.

Tenme un poco de paciencia sí, es todo lo que te pido.

Kagome: (lo abrazó con cariño) está bien, haré lo que me pides, porque te amo y no quiero forzarte a hacer algo que no quieres.

2 meses después…

Durante varias semanas Sesshomaru se había estado comportando raro. No contestaba las llamadas de Kagome, no asistía a las citas pactadas y casi no la frecuentaba.

Aquella actitud provocó desconfianza en ella por lo que llegó a sospechar que su novio le estaba siendo infiel, sin embargo esa idea se le disipó rápidamente de la mente, puesto que lo analizó fríamente y supuso que la estaba evitando por temas de trabajo; ya que, desde que se hicieron novios, él sólo tuvo ojos para ella.

Pero una noche todo quedó claro.

En un elegante restauran…

La pareja se encontraba disfrutando de una encantadora velada y por lo lujoso del lugar y lo romántico del ambiente, Kagome supuso que Sesshomaru le propondría matrimonio o le pediría que se fuesen a vivir juntos. Sin embargo…

Kagome: ¡este lugar es precioso! Me alegra mucho el que me hayas traído

Sesshomaru: me alegra que sea de tu agrado y que estés a gusto (la tomó de la mano, tomó una gran bocanada de aire y…) te traje aquí porque hay algo muy importante que quiero decirte (el corazón de Kagome latía fuertemente de emoción, ¡por fin, por fin, le propondría lo que ella deseaba)

Verás yo… me iré del país mañana, por al menos 6 meses

Kagome: (por inercia y de la impresión le soltó las manos) ¿qué?... ¿por qué?... a ¿dónde irás?

Sesshomaru: me iré al África, aún no sé a qué parte exactamente, sólo sé que será por al menos 6 meses

Kagome: (agachó lo mirada) entiendo, eso quiere decir que estaremos separados por algún tiempo, pero al menos nos podremos comunicar por internet, celular y hasta te podré ir a ver en cuanto sean mis vacaciones

Sesshomaru: lo siento, pero las cosas no podrán ser así

Kagome: ¿qué quieres decir?

Sesshomaru: lo he estado pensando bien estas últimas semanas y creo que lo mejor es que nos separemos

Kagome: ¿por qué? Es que acaso hice o te dije algo que te molestará, si es por lo de vivir juntos, olvídalo, puedo prescindir de ello

Sesshomaru: no es por eso, es tan sólo que no estoy seguro si aquel trabajo me tomará sólo 6 meses o más, y cómo no quiero que te esperances en vano, es mejor… dar por terminada nuestra relación

Kagome: pero… yo te amo

Sesshomaru: y yo a ti. Y precisamente porque no quiero que sufras con mi ausencia, es mejor que le dejemos aquí

Kagome: no será que… ¿tienes a alguien más y por ello me dejas?

Sesshomaru: sabes de sobra que no soy del tipo infiel y si tuviera a alguien más te lo diría

Kagome: en ese caso déjame que sea yo la que tome la decisión de terminar con lo nuestro o decidir esperarte

Sesshomaru: ¿podrás esperar hasta mi regreso, así me tarde más de lo imaginado?

Kagome: te amo profundamente y no quiero perderte, es por ello que si debo esperar por ti, lo haré el tiempo necesario

Sesshomaru: de acuerdo, será así entonces, sin embargo te pido que no, nos contactemos hasta el día que regrese. Te prometo que en cuanto vuelva te buscaré y las cosas serán diferentes

Kagome: no entiendo el porqué me pides ello, pero si es lo que deseas, así lo haré (sin decir más se levantó y se retiró)

Fuera del restauran una feroz lluvia estaba cayendo, y aprovechando que esta estaba empapando su rostro camufló sus amargas lágrimas con las gotas de agua que caían desde lo alto.

Su corazón estaba destrozado y su alma estaba hecha pedazos, el hombre que amaba se iría lejos de su lado por un tiempo indeterminado y éste ni siquiera le permitiría mantener contacto.

Estaba a punto de subir a su auto, cuando sintió la lluvia césar y una cálida mano se posó sobre su hombro.

Sesshomaru: (la cubrió con un paraguas) olvidaste esto (le mostró su bolso)

Kagome: gracias

Sesshomaru: ¿estás llorando?

Kagome: desde luego que no. Tú bien sabes que soy una mujer muy fuerte y que nada me amilana

Sesshomaru: entonces es la lluvia que está mojando tus mejillas

Kagome: sí así es, tú bien sabes que yo nunca lloró, además no tendría motivos para hacerlo justo ahora

Sesshomaru: lo sé, es por ello que me enamoré de ti, por tu valentía y coraje para afrontar las situaciones difíciles.

Adios Kagome, he de irme, sólo vine a entregarte tu bolso

Kagome: gracias, que tengas buen viaje, ya nos volveremos a ver en alguna otra ocasión (se subió a su auto y sin voltear a mirarlo, se marchó del lugar)

2 meses después…

Conducía por las transitadas calles, intentando pensar en lo que fuera menos en su ex novio del cual no sabía absolutamente nada, desde el día de su partida. Sin embargo el destino se encaprichaba de que no le fuera posible, ya que quisiera o no debía transitar por la calle por donde el vivía y para su mala suerte, siempre el semáforo se ponía en su contra, ya que casi siempre debía hacer un alto en frente del edificio donde él vivía.

Como si se tratase de una historia repetitiva se detuvo y por curiosidad dirigió su vista al edificio de él, con la vaga esperanza de topárselo fuera del mismo o transitando por los alrededores… y fue en ese momento cuando su corazón casi se paralizó de la impresión y alegría, al ver que precisamente la luz que correspondía al piso de su apartamento estaba encendida. Sin pensárselo dos veces aparcó su auto en el estacionamiento del edificio, tomó el ascensor y se arregló lo mejor que pudo mientras este la llevaba a su destino.

En cuanto las puertas del aparato se abrieron y se halló frente a la puerta de su amado, nuevamente. Sintió que su corazón se le iba a salir del pecho de la pura emoción ¿qué le diría? ¿Cómo reaccionaría él? ¿Qué pasaría entre ambos luego de 2 largos meses sin saber nada uno del otro? Mil y un preguntas cursaban su mente y en cuanto estuvo frente a la puerta, dudó en si llamar o no. Quería verlo, quería decirle que lo había extrañado muchísimo; deseaba lanzársele a los brazos y comérselo a besos y pedirle que no la vuelva a dejar... sin embargo el miedo se apoderó de ella y… ¿qué tal si él no quería volver a saber de ella? ¿Qué tal si ya no la amaba? O pero aún ¿si ya tenía un nuevo amor?

¡No! ¡Eso no! Se gritó a sí misma, él no podía haberla reemplazado tan fácilmente.

Se deshizo de sus temores y llamó a la puerta.

En cuanto esta se abrió un apuesto joven de cabellos platinos, ojos color ámbar y porte atlético, abrió la puerta y ella por inercia y emoción le dio un efusivo abrazo y le susurro dulcemente al oído... te extrañe muchísimo.

El joven sonrió y le dijo: no recuero haberte visto antes... ¿no será que me estás confundiendo con alguien?

Por la emoción que sintió, no se detuvo a ver con detalle a la persona que tenía en frente y simplemente se dejó llevar por sus rasgos que eran los mismos de su amado.

Kagome: (apenada por su equivoco y sorprendida por el gran parecido con su novio) lo siento yo... te confundí con una alguien (lo miró fijamente) tú... ¿eres pariente de Sesshomaru?

Joven: sí, soy su hermano menor, me llamo Inuyasha y ¿tú eres?

Kagome: ¿hermano? Sessh nunca mencionó que tuviera un hermano

Inuyasha: eso es porque siempre me ignora. Sin embargo cuando requiere algo de mí, me busca, como ahora que me pidió que cuidara su apartamento mientras él está ausente

Kagome: (emocionada) ¡¿te has comunicado con él?! ¡¿En dónde está?! ¡¿Cuando vuelve?! ¡¿Se encuentra bien?!

Inuyasha: me llamó hace un par de días, no sé donde está, tampoco sé cuando vuelve e imagino que está bien ya que sigue tan huraño como siempre.

¿Respondí correctamente todas tus preguntas? Señorita sin nombre

kagome: (se sonrojó ante el comentario) lo siento, mi nombre es Kagome Higurashi y yo bueno... soy o era... la novia de tu hermano

Inuyasha: ¿novia? Ese cubo de hielo en verdad era tu novio... ¿qué le viste?

Kagome: ... muchas cosas que creo que es mejor que olvide. Fui una tonta al venir acá, creyendo que lo encontraría... disculpa por haberte molestado (intentaba no llorar, pero estaba destrozada)

Inuyasha: (la abrazó con fuerza) no quise herirte. Lo siento, yo sólo quería hacerte reír, pero si lo que deseas es llorar, puedes hacerlo en mi hombro

Kagome: (se le escaparon involuntariamente unas cuantas lágrimas) gracias, necesitaba... hacerlo, pero... (Se apartó unos pasos) lo mejor es que me vaya. No hay nada que deba hacer acá

Inuyasha: yo... quisiera pedirte que te quedes... después de todo es mi culpa que estés triste, así que… ¿qué te parece si me acompañas a ver una película y comer pizza? o eres del tipo de chicas que sólo come lechuga cual conejo, para no subir ni un gramo

Kagome: ¡jah! ¿Lechuga? ¡Ay por favor! Eso está bien para las flojas que no quieren hacer ejercicio o creen en los en los productos milagrosos baja peso que venden los infocomerciales.

Para tu información yo me ejercito y como sano, así que un pedazo de pizza o una entera no me hará daño

Inuyasha: uhm... en ese caso te desafío a una competencia.

Uno contra uno ¿qué dices?

Kagome: ¿uno contra uno?

Inuyasha: te reto a comerte una pizza entera y si me ganas te cumpliré un deseo; el que quieras

Kagome: ¿así, cómo cual?

Inuyasha: como darte el número privado de mi hermano para que lo llames

Kagome: ¡hecho! Pero eso sí, yo elijo la pizza

Inuyasha: y yo la película

Kagome: bien, pero que no sea una de romance o dramática.

Escoge una que contenga acción, ficción, suspenso o mucho terror. ¡Amo las buenas producciones! No esas bobadas para niñatas que les gusta suspirar y llorar porque el personaje principal muere al final

Inuyasha: tú sí que eres fuera de lo común. Eres la primera mujer que conozco que rompe los estereotipos

Kagome: tú bien lo has dicho: estereotipos y yo no soy alguien que pueda encajar en uno.

Ahora dime ¿que película escogerás?

Inuyasha: una que tiene mucha acción, destrucción y peleas

Kagome: ¡no me digas! ¡¿Te refieres a los indestructibles 1 o 2?!

Inuyasha: la 2, esa me pareció que contenía más acción

Kagome: y cómo no si sale Shuck Norries ¡uoh! ¡Adoro a ese hombre! ¡Es tan masculino, fuerte y sexy!

Inuyasha: no me digas, tu escena favorita es

Los dos: cuando de la nada el tanque es destruido y aparece él

Kagome: ¡es la mejor parte de la película! Pero... ¿cómo es que la tienes? Aún no está a la venta

Inuyasha: (se encogió de hombros) uhm... tengo mis medios

Kagome: bueno, ya tenemos la película, ahora toca escoger la pizza

Inuyasha: yo pediré una americana con peperoni extra y tú ¿que deseas?

Kagome: lo mismo, es mi favorita

Inuyasha: sabes empiezo a creer que estoy en cámara escondida o alguien te envió, para hacerme una broma

Kagome: (ladeó la cabeza extrañada) ¿por qué?

Inuyasha: porque eres perfecta. Eres precisamente lo que estaba buscando

Kagome: no sé a qué te refieres con exactitud... pero yo no he siso enviada por nadie hasta acá, ni tampoco pertenezco al programa de cámara escondida, ni nada que se le parezca.

Yo simplemente pasé por aquí y al creer que Sessh había vuelto, decidí venir, pero si te vas a poner como raro... creo que mejor me voy

Inuyasha: ¡oh, no, no, por favor! Yo sólo te lo comente ya que estoy buscando una chica audaz como tú para trabajar en unos proyectos que tengo en mente

Kagome: ¿qué clase de proyectos?

Inuyasha: soy publicista. Me especializo en deportes de aventura, y ando buscando una modelo que quiera trabajar haciendo algunas demostraciones de como se usan los diferentes artículos que promociono

Kagome: (se miró bien) pero yo no tengo cuerpo de modelo, es verdad que soy delgada, pero tampoco soy escuálida

Inuyasha: (soltó una sonora carcajada) es verdad, pero si dije modelo fue como referencia. Lo que necesito es una chica que no tenga miedo a no sé, saltar en paracaídas, subirse a un auto de carreras o hacer parapente; a ese tipo de cosas me refería

Kagome: ¿y tú crees que yo sería la indicada?

Inuyasha: ¡desde luego!, eres bonita, tienes buena talla y como destacas, creo que serías la modelo apropiada ¿qué dices? ¿Quieres trabajar conmigo?

Kagome: no lo sé, usualmente ando muy ocupada y por lo general solo dispongo de tiempo en las noches o los domingos y no creo que eso te sirva

Inuyasha: ¡es perfecto! El trabajo que te ofrezco no es de jornada completa, es por campaña o eventos que por lo general fines de semana y algunas ocasiones por las noches. ¿Entonces... aceptas trabajar para mí?

Kagome: suenas como un caficho contratando una chica más para tú ya sabes... pero... ¡qué más da! Acepto trabajar contigo, pero eso sí, será siempre y cuando yo disponga de tiempo

Inuyasha: ¡desde luego!, será un trabajo muy libre de horarios y estoy más que seguro que te encantará.

Kagome: ok, ahora dejemos el trabajo a un lado y concentrémonos en nuestra apuesta

Inuyasha: tienes razón, aún no pido las pizzas... pero por cierto, aún no me has dicho que gano yo si tú pierdes

Kagome: ¿qué quieres?

Inuyasha: tu apoyo para un evento que tengo este fin de semana

Kagome: pero eso sería trabajar y por ello deberás pagarme

Inuyasha: y lo haré, pero si pierdes quiero que accedas y no preguntes de que se trata hasta que ya no puedas dar marcha atrás ¿qué dices?

Kagome: de acuerdo, me gustan las sorpresas

Inuyasha: (llamando a la pizzeria) 2 pizzas americanas con peperoni extra, tamaño familiar; sí está bien, dénmelas en combo; ok, los espero

Kagome: ¡¿tamaño familiar?! ¡¿Pretendes que me acabe algo tan grande?!

Inuyasha: (sonrió triunfante) no me digas que pensabas que te iba a retar a comer sólo una tajada ¿o sí?

Kagome: ¡no, obvio, no!... pero tampoco esperaba que fuera una pizza que es para 4 personas

Inuyasha: si deseas rendirte antes de empezar, está bien, te libero de la apuesta y automáticamente pierdes

Kagome: ¡eso nunca! Yo jamás desisto de algo que empiezo, así que si debo terminar en el hospital por comer demasiado, ¡que así sea!

Inuyasha: ¡wuau! Tú si deseas mucho el premio ¿no es verdad?

Kagome: ¿el premio?... oh, lo había olvidado por completo (agachó la mirada algo triste) creo que lo mejor es que no intenté contactarlo. Después de todo la última vez que nos vimos me pidió que le diera un tiempo

Inuyasha: lo siento. No era mi intención que te pusieras triste. Permíteme enmendar mi torpeza por favor (tomó su celular y marcó un número)

Kagome: ¿qué haces?

Inuyasha: lo estoy llamando

Kagome: ¡¿qué?! ¡¿Por qué lo haces?!

Inuyasha: porque es notorio que lo extrañas y quiero ayudarte a... no sé, que logres al menos comunicarte con él

Kagome: no lo haré

Inuyasha: ¿por qué no? (una mujer contestó la llamada)

ehh... buenas noches o buenos días por favor podría comunicarme con Sesshomaru Taisho

Señorita: lo siento, pero el ingeniero Taisho, se encuentra haciendo un estudio de campo y no se halla en el campamento ¿desea dejarle algún recado?

Inuyasha: soy su hermano Inuyasha Taisho y me gustaría saber si cuenta con algún número personal donde pueda ubicarlo

Señorita: lo siento mucho señor Taisho, pero donde se halla el ingeniero no llega la señal de ningún tipo de teléfono y la única manera de contactarlo es por radio de largo alcance

Inuyasha: dígame ¿dentro de cuanto mi hermano estará de vuelta en el campamento?

Señorita: posiblemente en 1 semana o 2, señor Taisho

Inuyasha: ok, gracias por la información.

Bueno cumplí con mi parte de la apuesta

Kagome: no tenías porque hacerlo, igual iba a cumplir con el reto

Inuyasha: ¡pero claro, de eso no te eso no te salvas!

Kagome: entonces... supongo que de alguna manera estoy en deuda contigo

Inuyasha: uhm... no, pero si me quieres ayudar, ten una cita conmigo

Kagome: ¡¿qué?! Nos acabamos de conocer y ya me pides algo así

Inuyasha: ¡ay vamos! No me niegues que te mueres de ganas de salir conmigo

Kagome: (con ironía) uy, sí, eres tan irresistible que estoy rendida a tu pies

Inuyasha: lo sé, es el efecto que causo en las mujeres

Kagome: ya déjate de bromas y dime en serio ¿qué quieres que haga por ti?

Inuyasha: ten una cita conmigo y con mis dos mejores amigos

Kagome: ¿qué clase de cita es esa?

Inuyasha: una doble.

Lo que sucede es que desde que le presenté a mi mejor amigo, a mi mejor amiga, no puedo estar cerca de ellos sin terminar empalagándome

Kagome: ah... lo que tú quieres es que yo te ayude a no hacer un mal tercio y... si decido ayudarte ¿que recibo a cambio?

Inuyasha: mi gratitud (le sonrió ampliamente)

Kagome: gracioso, eso no me basta

Inuyasha: ¡vamos no seas mala! Yo te ayudé intentando ubicar a Sesshomaru, tú ayúdame a poder estar con mis amigos sin terminar todo almibarado

Kagome: está bien, pero a cambio, quiero que me acompañes a la boda de una amiga

Inuyasha: ¿tendré que ponerme traje de pingüino?

Kagome: si quieres ve desnudo, pero acompáñame, no quiero hacer el papelón de mi vida yendo sola

Inuyasha: muy bien te acompañare, pero no pienso usar traje

Kagome: ok, como gustes

Inuyasha: las pizzas ya deben estar por llegar, iré alistando la mesa

Kagome: ¿la mesa para qué? Pensé que veríamos una película en tu sala

Inuyasha: si así es, pero como toda una dama que eres, imagino que querrás comer cómodamente sentada a la mesa, con cubiertos y platos ¿no es así?

Kagome: ¡jah! Así no se disfruta una buena pizza. Más bien pon a helar un par de cervezas y olvídate de la estúpida etiqueta social, que eso no va conmigo

Inuyasha: (le dio un afectuoso medio abrazo) ¡tú sí que eres especial! Eres del tipo de mujeres que me agrada.

Kagome: soy de una especie en peligro de extinción, así que valórame (le guiño el ojo)

Inuyasha: me agradas. Realmente me agradas; es más, estoy seguro que tú y yo llegaremos a ser grandes amigos (el timbre sonó)

Creo que ya llegaron las pizzas

Kagome: ¡qué bueno, porqué muero de hambre!

Inuyasha: tienes tanta hambre ¿cómo para ganar?

Kagome: desde luego… aunque me empache, no importa. Te ganaré y serás mi pareja en la boda de mi amiga

Inuyasha: bien, en ese caso ponte cómoda y disfrutemos de una excelente noche

En un hermoso club campestre…

Kagome llevaba buen rato encerrada en el baño intentando disipar el tiempo.

Sus amigas no habían parado de atormentarla diciéndole ¿en dónde estaba su pareja? Pero como éste no aparecía por ningún lado, inventó la excusa que tenía que retocarse el maquillaje y el peinado, y desde hacía al menos 20 minutos que se había encerrado en el tocador de damas.

¿Dónde se habrá metido? ¿Será que al final no va a cumplir con su palabra? ¡uish! Eso me pasa por hacer apuestas con un desconocido… aunque tan desconocido no es… es decir es el hermano de mi… ex novio.

¡Ay pero que tonterías estoy diciendo! Desde luego que me plantó.

Ok, lo mejor será mantener la calma y el orgullo intacto, y enfrentar el hecho que estaré sola durante toda la fiesta… uhm, aunque quizá sea mejor; ya que así tendré la oportunidad de conocer a alguien y olvidarme de una buena vez por todas de ¡Sesshomaru!... sí… como si pudiera (se miró al espejo y continuó con su monologo) ¿por qué no me ha contactado?, ¿por qué no puedo olvidarlo?, ¿por qué lo sigo…? (alguien llamó a la puerta)

Kagome: Lo siento, estaba retocándome el maquillaje

Eri: ¡vaya que tardaste!

Pero ya no importa, reunámonos con los demás que ya está por empezar la ceremonia

Kagome: vamos o Ayame se pondrá como loca si no estamos presentes

Al dirigirse a la recepción se percató que en la entrada de la capilla estaba parado un apuesto joven de cabellera platina, alto de porte elegante y vestido de fino traje.

Eri: ¡wuo! Y ese bom bon, ¿de dónde salió?, está como me lo receto el doctor

Kagome: ¿de quién hablas?

Eri: ¿cómo que de quien? De él (le hizo un ademan con la mirada)

Kagome: (no lo podía creer lo que sus ojos veían. Inuyasha no la había dejada plantada y estaba usando un traje fino, posiblemente de diseñador) Ah; ese.

Él no es ningún bom bon, es el hermano menor de Sesshomaru; su nombre es Inuyasha y es mi acompañante

Eri: ¡¿en serio?! ¿Estás saliendo con él?

Kagome: ¡¿qué?! ¡No! Él sólo perdió una apuesta conmigo y la está cumpliendo

Eri: (al ver que se les acercaba) en ese caso ¿me lo puedo quedar?

Kagome: no soy su dueña. Ve y pregúntale si te lo puedes ser

Inuyasha: muy buenas tardes señoritas.

Me alegra encontrarte Kagome; pensé que no habías venido

Kagome: Inuyasha, ella es mi amiga Eri, y desea ser tu dueña

Eri: ¡Kagome! ¡¿Cómo puedes decir ello?!

Kagome: pero no fue lo que me pediste. Me pediste que te lo dejara, pues bien, es tuyo, si él que se deja

Inuyasha: (río con fuerza) que graciosa eres pequeña

Kagome: ¿pequeña?, ¿cómo que pequeña? Soy bastante alta como para que me llames… pequeña

Inuyasha: no me refería a tu estatura, fue sólo un apelativo cariñoso

Kagome: no importa, entremos de una vez que la ceremonia está por empezar

Inuyasha: muy bien gigantona

Kagome: sólo dime Kagome sí (ingresó a la capilla algo fastidiada)

Inuyasha: ¿y ahora que le pasó?

Eri: etto… creo que metiste sal en la herida abierta.

Sesshomaru solía decirle pequeña y es quizá por ello que se molestó

Inuyasha: ¡oh! Gracias por la explicación

Durante la ceremonia, Inuyasha se mantuvo al lado de Kagome intentado sacarle una sonrisa picándole con el dedo en las costillas y ella en su defensa hizo lo mismo, pero entre juego y juego no pudieron contener más las risas, soltando una sonora carcajada y siendo observado por todos los invitados.

Kagome: ¿qué nos miran tanto? ¡Acaso nunca se han reído de algo, en un momento inoportuno! Volteen sus cabezas hacía el altar, que ahí está lo interesante; por acá no hay nada que ver… ni escuchar

Inuyasha: (no pudo evitar reírse por lo bajo) insisto, tú eres alguien muy singular

Kagome: ¿por qué? Porqué les pedí que dejaran de molestarnos o porqué no me dio vergüenza que nos quedaran mirando como bobos

Inuyasha: por tu soltura y falta de vergüenza

Kagome: pues ve acostumbrándote, porque si vamos a ser amigos, te aseguro que lo que acabas de ver es sólo la punta del iceberg

Inuyasha: me alegro de haber venido. Gracias a ti está va siendo la mejor boda a la que he asitido

Kagome: pues para serte honesta yo sólo vine para cumplir con mi amiga, ya que no quiero permanecer acá por mucho tiempo.

Qué dices si en cuanto terminé la ceremonia, nos escapamos a algún bar y nos relajamos tomando un par de cervezas y jugando pool

Inuyasha: ¿en serio eres real?

Kagome: ¿otra vez con lo mismo?

¿Qué hay de raro que me guste las películas de acción, la comida chatarra y jugar un poco de pool?

Inuyasha: si me dice que te gusta la lucha libre, podría terminar enamorándome de ti (sonrió esperando una respuesta negativa, pero en cambio)

Kagome: (semi sonrojada) de hecho tengo entradas para el próximo evento de la WWF

Inuyasha: (la tomó de la mano y la sacó de la capilla) vayamos a un bar por un par de cervezas y juguemos pool

Kagome: pero… la ceremonia… aún no acaba

Inuyasha: (sin soltarle la mano, desde la entrada de la capilla) ¡felicidades a los novios, sean muy pero muy felices y no piensen en el divorcio hasta pasado al menos un año! Novia, me llevo a tu amiga, mis disculpas. ¡Sean felices, no lo olviden!

Kagome: (corriendo tras de Inuyasha, sin poder parar de reír) ¿cómo se te ocurrió decirles eso?

Inuyasha: (dejando de correr) qué… ¿el qué sean felices? o el que ¿no se divorcien hasta después de un año?

Kagome: todo, es decir… (No podía contener la risa) nunca había sabido de nadie que tratase a una pareja de recién casados o por casarse de ese modo

Inuyasha: eso es porque este mundo está lleno de hipócritas y somos pocos los que nos atrevemos a decir las cosas de frente. (Miró alrededor)

¿En tu auto o en el mío?

Kagome: en el tuyo. Porque vine en taxi. No iba a manejar con este vestido (era un modelo de color turquesa totalmente entallado hasta arriba de la rodilla con escote en forma de corazón y un lazo a la altura de la cintura)

Inuyasha: ¿trajiste muda de ropa?

Kagome: si lo que te preocupa es que juegue pool con el puesto. Descuida, te aseguro que no será un problema (se lo quitó en frente de él)

Inuyasha: ¡vaya! Por un momento pensé…

Kagome: ¿qué? Que me desnudaría en frente tuyo para seducirte o algo así… ¡nah! No es mi estilo, si te quisiera seducir, te retaría a un combate de vencidas (debajo del vestido llevaba puesto un short y un camiseta sin mangas y el vestido resulto ser un bolero de mangas cortas)

Inuyasha: eres todo un estuche de sorpresas

Kagome: ya te dije lo que estás conociendo de mí es sólo la punta del aisberg.

Ahora sí, indícame donde está tu auto para ir por esas cervezas

Inuyasha: espero que no te moleste si vamos a uno donde mis amigos. Les hablé de ti y desean conocerte en especial Sango

Kagome: me parece una excelente idea así haría un 2 x 1

Inuyasha: ¿y eso que es?

Kagome: cumplo con mi parte de la apuesta de ayudarte a no hacer mal tercio con tus amigos y me divierto, lo cual me dejaría en cero mi deuda contigo (sonrió triunfante)

Inuyasha: me agrada tu manera de pensar. Así que u ¿eh? Lo tendré en cuenta para la próxima

Kagome: (a punto de entrar al auto) ¿próxima qué?

Inuyasha: ya lo sabrás

Kagome: ¿qué te traerás entre manos?

Un rato después en el bar…

En la barra del establecimiento, una simpática jovencita de llamativos atributos, se encontraba enseñándole muy entusiasmadamente unas fotos al que aparentemente era su novio.

Sin embargo de lo que ella no se percataba es que éste le ponía la mitad de atención a lo que ella le decía y enseñaba, mientras a la par miraba a las chicas que se encontraban a su alrededor.

Se encontraba encantado mirando a cuanta belleza lo rodeaba, cuando de pronto divisó a una en particular que atrapó su atención.

Miroku: discúlpame cariño en un momento vuelvo

Sango: ok, pero no tardes, que Inuyasha está en camino

Miroku: descuida sólo iré a cerciorarme de algo

Sango: ok, cielo

Colándose entre el montón de personas que se encontraban coqueteando, conversando y hasta besándose; llegó hasta su objetivo.

Miroku: pero miren nada más lo que trajo la marea consigo. Una bella sirena se le escapó al mar (la joven ni caso le hizo)

Disculpe bella dama, pero al parecer se encuentra usted perdida. Si me lo permite yo le puedo servir de guía

Kagome: (lo miró inexpresivamente) escucha Poseidón, no necesito ningún guía, así como tampoco me interesa conocerte, ni mucho menos permitir que le seas infiel a tu novia, así que mejor hazte a un lado, que estoy esperando a alguien

Miroku: ¡uy!, pero que fierita me saliste. Yo sólo quiero serte de ayuda, nada más lindura

Kagome: (mirando por sobre su hombro) disculpa… ¿éste es tu novio? Porqué sí, sí lo es, deberías ponerle una correa y bozal, uno para que no se escape y el otro para que mantenga la boca bien cerrada

Miroku: (volteó con cierto miedo y no vio a nadie) vaya, vaya; que astuta me resultaste

Kagome: y tú que poco agradable, ahora si no te importa perderte de mi vista… hazte un lado que no veo a la persona que estoy esperando

Miroku: descuida preciosa que yo te puedo hacer compañía mientras esperas

Kagome: (volvió a mirar sobre su hombro) no hace falta, ya llegaron a quienes esperaba

Miroku: no caeré de nuevo en tu juego lindura

Sango: ¡¿lindura?! ¡¿A quién crees que estás llamando así?!

Miroku: ¡oh, cariño! Yo… yo sólo la estaba ayudando a…

Inuyasha: tú no cambias, ni cambiarás nunca viejo zorro (se puso del lado de Kagome)

Como veo que ya se conocieron, no creo que hagan falta las presentaciones ¿no es así?

Kagome: no, desde luego que no. Aunque no sabía que tu amigo era pescador y guía turístico. Ya que me llamó sirena e intentó darme un recorrido por el lugar

Sango: ¡Miroku! ¿Tú hiciste qué?

Miroku: sólo quise ser cortés con la… oye Inu ¿qué es ella de ti?

Inuyasha: Kagome es mi amiga y modelo, una 2 en 1

Sango: ¿ella va ser la que te acompañe en tus publicidades?

Inuyasha: sí, ella será a quien tengas que maquillar, vestir, arreglar y todo aquello que tú sueles hacer

Sango: ¡kiahh! ¡Qué emoción! ¡Va ser maravilloso, trabajar juntas! (la inspeccionó con la mirada al detalle) definitivamente tú serás mi próxima obra maestra

Kagome: ¿obra maestra?, ¿a qué te refieres?

Sango: oh, sí disculpa, no me he presentado. Yo soy Sango la encargada de artes plásticas en la agencia de publicidad que trabaja Inu, y mi pasión más grande es hacer esculturas en cera. Mi sueño es hacer una tan real que pase a formar parte de las que están en el museo de cera de madame tussauds

Kagome: ¡wuau! Eso sí que es un gran sueño. Las esculturas de ese lugar son esculpidas por los mejores artistas plásticos del mundo

Sango: lo sé, y es por ello que cada vez que tengo la oportunidad de esculpir a alguien pongo mi mejor esfuerzo

Miroku: sí que lo hace, y pone tanto esfuerzo que se obsesiona con la perfección

Sango: (lo miró feo) con lo que me hiciste esta noche debería hacer una escultura tuya con cera caliente, ¡pero sobre todo tu cuerpo!

Miroku: tranquila morena, no te me esponjes que tú bien sabes que yo sólo juego.

Yo nunca sería capaz de serte infiel mi preciosa diosa del Olimpo

Sango: eso espero, porque de lo contrario ya sabes por dónde empezaría mi escultura de cera caliente

Inuyasha: bueno, creo que ya todos nos conocimos lo suficiente, así que va siendo hora de que empecemos con la partida de pool

Sango: juguemos en parejas. Chicas contra chicos ¿Qué dicen? Y el que pierda de ustedes dos posará desnudo para mi clase de arte

Inuyasha: de acuerdo y la que pierda saltará en paracaídas junto conmigo para mi próximo evento

Kagome: ¡¿es en serio?! ¿Apostaran eso?

Miroku: créelo, cuando esos dos se plantean una apuesta no bromean

Kagome: y tú… ¿qué vas a pedir como recompensa?

Miroku: a ti (Sango le dio una bofetada) ¡auch morena! ¡La quiero como modelo para las fotos que necesito! No tienes porque reaccionar tan violentamente cada vez que se le propongo algo así a una chica atractiva

Sango: pero si yo no te pegué, lo que yo hice fue quitarte un mosco de la mejilla

Durante la partida de pool, los chicos estuvieron en notoria desventaja, puesto que las chicas les jugaron sucio, poniéndose en poses seductoras, y haciéndose las damas indefensas en peligro.

Ello resultó en un inicio, pero luego el juego se puso serio y él que terminó siendo perdedor fue Miroku, que no se pudo resistir a los encantos de su novia.

Mientras que Kagome fue vencida limpiamente y por mucho, por Inuyasha.

Inuyasha: muy bien, lo apostado es deuda, así que espero mi pago

Kagome: está bien, cumpliré con mi parte. Pero te advierto que nunca he saltado en paracaídas, por lo que tendrás que tenerme paciencia por si el pánico me invade

Inuyasha: descuida, yo soy todo un experto, por lo que te encantará hacerlo.

Además no saltarás sola. Estarás pegada a mí todo el tiempo

Miroku: (con carita de perro arrepentido) Ya pues morena, perdóname la apuesta. No me siento en total confianza para estar frente a un montón de mirones, observando mi esplendido y bien formado cuerpo

Sango: te iba a perdonar la apuesta, pero luego de que demostraste tanta confianza en ti mismo, no veo porqué hacer ello.

Serás el modelo de mi clase y punto final

Miroku: ¿y cuándo será ello?

Sango: el sábado por la mañana

Miroku: ¡estupendo! Ese día Inu y yo debemos encargarnos de la promoción de la nueva bebida energizante, así que no podré

Sango: (sonrió triunfante) lo sé, es por ello que tú no posarás para mi clase, de este sábado sino del próximo

Miroku: ¡pero morena! Dijiste que sería este sábado

Sango: dije sábado, no dije cual. ¿Crees que soy boba para no llevar el orden de mi agenda? Este sábado deberé preparar a Kagome para la publicidad, por lo que pospuse mi clase

Kagome: no entiendo, ¿por qué yo estoy involucrada?

Inuyasha: este sábado saltaremos de un avión en paracaídas promocionando la nueva bebida energética y tú serás la modelo que la promueva

Kagome: ¿y para ello deberemos saltar de un paracaídas?, ¿qué clase de publicidad es esa?

Inuyasha: una extrema. Te lo dije el día que nos conocimos

Kagome: nunca había escuchado de algo semejante, tu agencia sí que es rara

Miroku: no, la agencia es como cualquier otra, pero es a nosotros tres a quienes nos encargan lo extremo; porque somos los únicos valientes que nos atrevemos

Inuyasha: (se aclaró la garganta) ¿nos? Me parece mucho, soy yo, el que se atreve a hacer todo tipo de barbaridades, tú sólo los captas con el lente de tu cámara

Miroku: sí, pero tú bien sabes lo difícil que es captar el momento y detalle preciso para hacer que tus locuras, parezcan espectaculares

Inuyasha: ya quisiera verte intercambiando lugar conmigo

Miroku: cuando quieras. Ya que yo quisiera ver que tan bueno crees que puedes llegar a ser con la cámara y capturar toda la acción en proceso

Sango: (roló los ojos) ¡ay no! Aquí van de nuevo, cuando estos se ponen a discutir sobre sus habilidades, no hay quien los pare.

Vámonos Kagome, lo mejor será dejarlos solos

Kagome: ok. Vamos por unas cervezas y conozcamos chicos que sí sean interesantes

Sango: estaría bien, hagamos ello

Sábado por la mañana en una avioneta sobrevolando las afueras de la ciudad…

Kagome estaba en plena sesión fotográfica y le era difícil mantener el equilibrio. No entendía cómo se las ingeniaba Miroku para poder estar totalmente firme y sacar fotos como si la avioneta no se moviera.

Inuyasha: intenta quedarte de pie y deja de estarte tambaleando

Kagome: en lugar de decirme ello, ¿por qué no lo intentas tú?

Es realmente difícil mantener el equilibrio

Inuyasha: te enseñaré cómo (posaba ante el lente como todo un experto)

Kagome: ¡wuau! Realmente lo haces bien

Inuyasha: es porque también hago de modelo. Es difícil hallar modelos profesionales que se quieran prestarse para este tipo de sesiones

Kagome: pues deberías pensar en ser modelo profesional, lo hace muy bien

Inuyasha: no es lo mío, esto sólo lo hago como apoyo al cliente

Miroku: ¡listo chicos! Terminamos

Inuyasha: muy bien, ahora ponte el equipo; quiero ver que cumplas con tu palabra

Miroku: no le tengo miedo a tu tonto desafío

Kagome: ¿de qué hablan?

Inuyasha: Miroku va a saltar con nosotros y probarme que puede hacer mi trabajo

Sango: Kagome, ponte tu traje rápido. Debo ajustar los arneses del traje de Miroku

Kagome: ¿a esto fue a lo que llegó su discusión en el bar?

Inuyasha: algo así

Kagome: ¿cómo que algo así?

Inuyasha: (le susurró al oído) el paracaídas de Miroku lleva impreso una proposición de matrimonio.

Dice que si sobrevive a la caída se casará con Sango lo antes posible

Kagome: ¡¿qué?! ¿Cómo que si sobrevive?

Inuyasha: es u primera vez saltando y cualquier cosa puede pasar

Kagome: en ese caso, yo no saltaré. ¡No, no, y no! Me niego, no lo haré

Inuyasha: descuida soy un experto y nada les pasará a ninguno de los dos

Kagome: ¿me lo aseguras?

Inuyasha: mírame fijamente a los ojos y dime si miento

Kagome: (lo miró y quedó prendada de la sinceridad que se veía en sus orbes doradas) yo… confiaré en ti. Pero si algo me llega a pasar y sobrevivo… ¡te juro que te mato!

Inuyasha: (le sonrió y le dio un abrazo de confianza) descuida pequeña, te prometo que todo estará bien (estaba sonriendo de la felicidad, pero en cuanto vio el rostro triste de Kagome, supo que algo estaba mal) ¿qué ocurre? ¿Estás nerviosa o algo?

Kagome: no, es eso, es sólo que Sesshomaru me dijo lo mismo una vez, yo confié en él y ahora… bueno, ahora lo nuestro es historia

Inuyasha: mi hermano siempre ha sido un hombre de palabra y si te dijo ello, fue por algo. No decaigas. Todo estará bien

Kagome: ¿todo?

Inuyasha: (sabía a qué iba ese ¿todo?) sí, todo

Sango se encargó de ajustarle los arneses a los tres y deseándole un feliz aterrizaje, los vio partir. Y en cuanto leyó lo que decía el paracaídas, le ordenó al piloto que los llevará a la pista de aterrizaje en el acto.

Durante el deceso Kagome gritaba como loca de la emoción, el miedo y la felicidad que sentía. Nunca antes en su vida había experimentado algo tan emocionante, pero lo que más le emocionaba era estar al lado de un hombre que la hacía feliz, un hombre al cual ya no sólo veía como el hermano de su ex novio, sino como alguien a quien querer y poder sentirse protegida.

Al llegar a tierra firme; Miroku fue recibido por un efusivo abrazo de su novia y desde luego le dio el sí, pero le advirtió que de su clase se arte no se libraba.

Miroku: ¡pero morena!, ¿vas dejar que tu ahora prometido sea visto por libidinosos ojos extraños?

Sango: sí, en castigo por todas aquellas mujeres con las que has coqueteado a mis espaldas y en frente mío

Inuyasha: (quitándose el paracaídas, con Kagome sentado encima de él) ¿qué te pareció la experiencia?

Kagome: (sentía su corazón latir por la adrenalina y por el contacto físico que aún mantenían) yo… estoy muy feliz, pero por algo más que el salto en paracaídas

Inuyasha: me alegra, porque esto es sólo la punta del aisberg (sonrió de una manera tan sexy que sin proponérselo se robó el corazón de Kagome)

Las semanas transcurrieron una tras otra y cómo lo habían pactado desde un inicio, Kagome se había vuelto la modelo oficial de las publicaciones extremas del trío de amigos.

La amistad entre los cuatro se afianzaba cada vez más, pero así como su amistad crecía un sentimiento llamado amor se apoderaba de Inuyasha y Kagome. Sin embargo este sentimiento era tácito ya que ninguno de los dos se decía abiertamente lo que sentían, pero no había que ser un experto, para saber que Cupido los había flechado y era sólo cuestión de tiempo que aquel sentimiento aflorará.

En el apartamento de Sesshomaru…

Era una noche tranquila e Inuyasha esperaba la llegada de sus amigos para una ronda de video juegos, péliculas y por supuesto comer pizzas, hasta terminar en la sala de emergencias del hospital más cercano por empache.

El reloj marcó las 7:00 p.m y fiel a su puntualidad la primera en llegar fue Kagome. La cual al saberse sola con Inuyasha no sabía si podría controlar sus sentimientos, ya que estos le brotaban por cada poro de su piel y desde hacía mucho tiempo que los controlaba y lo podía hacer porque contaba con la compañía de Miroku y Sango, pero sin ellos presente era un manojo de nervios.

Inuyasha: qué raro que los muchachos estén tardando. Se suponía que no tardarían en llegar

Kagome: posiblemente están atorados en el tráfico

Inuyasha: es probable. Llamaré a Miroku, para saber dónde están

-Ey Miroku ¿Qué les pasó?, ¿por qué no llegan?

-Lo siento Inu, pero no podremos ir hoy. Sango necesitaba un modelo para su clase de arte y… (Se escuchaba los besos que ella le estaba dando)

-o.k, o.k, invéntate una mejor excusa la próxima

-lo siento, es sólo que es una clase privada y… no pude decirle que no

-ya par de caramelos melosos, los dejo para que sigan con lo suyo (colgó)

Kagome: (mientras ladeaba su cabello dejando expuesto su cuello, el cual volvía loco a Inuyasha) ¿qué fue lo que dijo? ¿A qué hora llegan?

Inuyasha: (deseaba tanto besar el esbelto cuello y continuar con sus besos por todo su cuerpo) ese par de traidores, no vendrán. Sango le propuso una clase "arte" privada a Miroku y ya sabes lo débil que es ese hombre (Kagome al imaginarse haciéndole lo mismo a Inuyasha, se mordió el labio inferior inconscientemente) ¡No hagas eso!

Kagome: ¿hacer qué?

Inuyasha: ladear tu cabello y… morderte el labio

Kagome: (que estaba a un par de metros de él, se le acercó provocadoramente) ¿por qué no… puedo hacer esto? (recogió su cabello a un lado y se mordió el labio) ¿qué acaso… no te gusta que lo haga (mientras hablaba se le iba acercando y fue rodeándole el cuello con sus brazos)

Inuyasha: no es que no me guste… es que… me vuelves loco cuando haces ello

Kagome: ¿por qué? (quería oír lo que sentía por ella)

Inuyasha: porque… tú… no me eres…indife… (No se pudo contener y la terminó besando de una manera salvaje, apasionada y desenfrenada. Deseaba sus labios, su cuerpo, deseaba amarla con todo su ser, pero algo se lo impedía) ¡no! Esto no está bien (la separó abruptamente)

Kagome: ¡¿qué no está bien?! ¿Qué nos gustemos o qué…?

Inuyasha: eres la novia de mi hermano

Kagome: ¡era su novia! Él me abandonó hace 6 meses ¡6 meses que yo no he sabido nada de él! Absolutamente nada o… es que acaso tú si has sabido algo y no me lo has dicho

Inuyasha: no, jamás te ocultaría algo así, pero lo conozco. Si el dijo que lo esperarás, es porque está dispuesto a regresar por ti

Kagome: pues sabes ¡qué! ¡A mí él ya no me interesa! Él decidió dejarme, él decidió alejarse de mí, sin darme mayor explicación, por lo que yo… yo… ¡demonios no me hagas decirlo! Se tú el que me lo diga a mí

Inuyasha: ¿decirte qué?

Kagome: (agachó la mirada) cuando conocí a tu hermano, me enamoré casi en el acto de él, pero conforme lo fui conociendo, me di cuenta que éramos muy distintos y por él cambié muchos aspectos de mí, para amoldarme a él y que se fijará en mí, pero al final fui yo la que le confesó mis sentimientos y él los aceptó, pero igual lo nuestro no tuvo un final feliz y creo que fue porque yo tomé la iniciativa.

En cambió contigo, siempre ha habido mucha química, somos muy similares y… me gustaría que fueras tú el que me confesará sus sentimientos

Inuyasha: ¿eso es lo que te preocupa?

Kagome: sí, porque sé que entre nosotros hay algo mucho más fuerte que sólo amistad, pero no quiero ser yo de nuevo la dé el primer paso

Inuyasha: (la abrazó por la cintura y le acarició el cabello) no importa quién le confiese primero al otro lo que siente. Lo que importa es que sintamos los mismo

Kagome: entonces… ¿qué es lo que sientes?

Inuyasha: lo mismo que tú, pero me es difícil aceptarlo, porque eres parte de la vida de mi hermano

Kagome: no lo soy, no lo soy más

Inuyasha: eso no lo sabremos hasta que él vuelva

Kagome: él nunca va a volver y si lo hace, yo… no pienso seguir con él

Inuyasha: ¿lo dices en serio?, ¿estás convencida de ello?

Kagome: miramé a los ojos y dime si miento

En cuanto la miró, no puedo evitar besarla de nuevo, pero esta vez la pasión les ganó y sin parar de besarse, sus cuerpos fueron cayendo lentamente sobre el sofá de la sala.

Estaban tan sumidos en sus emociones que no pensaban en el pasado, ni el futuro, en lo que diría Sesshomaru cuando se enterará, ni en lo que pudiera opinar el resto del mundo.

En ese momento y lugar sólo importaban ellos dos.

Estaban tan inmersos en su maravilloso mundo, que sólo una cosa los pudo hacer volver a la realidad y fue la voz del propietario de lugar.

Sesshomaru: ¿qué se supone que estás haciendo con mi novia?

Inuyasha y Kagome se quedaron fríos de la impresión. No podían creer a quien estaban viendo. Por un instante pensaron que estaban teniendo el mismo sueño, pero sabían que ello era imposible.

Inuyasha: volviste. Y como de costumbre haces las cosas sin avisar

Sesshomaru: ¿y qué esperabas? Qué te anunciará que estaba en camino a mi casa, para qué así no te encontrará encima de mi novia

Inuyasha: ¿por qué consideras de que ella aún es tu novia?

Sesshomaru: porque la última vez que nos vimos le pedí que esperará a mi regreso y yo siempre cumplo con mi palabra (la quedó mirando)

Kagome: (tragó duro) ¿por qué… nunca te comunicaste conmigo?

Sesshomaru: porque te dije claramente que no lo haría, así como te deje en claro que volvería ¿o es que acaso ya lo olvidaste?

Kagome: (estaba notoriamente nerviosa) pues creo que tú olvidaste que fui yo la que iba a decidir si esta relación se terminaba o no (Inuyasha al oírla decirlo en presente, entendió que no lo había podido olvidar)

Sesshomaru: claro que lo recuerdo, es por ello que te fui a buscar a tu casa para hablar de nosotros, pero resulta que te mudaste y cambiaste de número celular

Kagome: sí, así fue, porque quería hacer un cambio en mi vida

Sesshomaru: pues bien ¿qué decidiste con respecto a lo nuestro? (ella no dijo nada)

Inuyasha: lo mejor es que los deje a solas, para que puedan ponerse al corriente acerca de la vida de cada uno (tomó su chaqueta y abandonó el lugar)

Kagome: (en un susurro para sí misma) lo siento Inuyasha, pero tenías razón

Sesshomaru: (cerró la puerta detrás de él) ahora estamos solos ¿qué es lo que me tienes que decir con respecto a lo que vi en cuanto llegué?

Kagome: nada, no hay nada que te pueda decir para que no creas lo que es

Sesshomaru: ¿lo que es?, ¿eso quiere decir que has estado saliendo con mi hermano?

Kagome: como amigos. Trabajo para él como modelo y…

Sesshomaru: y… (La aprisionó entre sus fuertes brazos, y la besó con un cariño infinito, cómo nunca antes lo había hecho, luego la acurrucó en su pecho y le dijo… te amo)

Kagome sintió flaquear las piernas ante esa frase. Sintió su corazón dar un vuelco total y se sintió atrapada entre ellos dos, entre aquellos dos hermanos que le hacían sentir cosas maravillosa en forma individual. Mientras que a uno le había costado mucho conquistarlo y hasta había pensado infinidad de veces en compartir el resto de su vida a su lado; el otro la hacía sentir viva y llena de felicidad, pero le atormentaba la duda de que sólo fuera algo pasajero, puesto que él no se atrevía a confesarle lo que sentía.

La presencia de Sesshomaru, lo había cambiado todo. Todos aquellos sentimientos que creyó se habían esfumado, retornaron en un santiamén y lo que sentía por Inuyasha se acababa de poner en tela de juicio.

¿Qué sentía realmente por uno y que sentía por el otro? Era algo que debía descubrir pronto o más de uno iba a terminar lastimado en este peligroso juego de amor, incluida ella.