Capítulo 1 : Lado negro del blanco príncipe.
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El cielo estaba nublando cuando salió de casa.
Había sido idiota al pensar que no llovería y haber dejado su paraguas en casa.
Cuando la clase terminó ella se quedo en la entrada de la escuela esperando que en algún momento la fuerte lluvia disminuyera.
Frunció el ceño, cruzó sus brazos y empezó a mover su pie de forma impaciente.
Estaba irritada por haber sido tan idiota.
En ese momento un chico le entregó su paraguas.
Ella lo miró desconfiada. Esos estúpidos fanáticos no paraban de besar el suelo por donde pisaba.
Pero entonces se dio cuenta de quien era.
Hinata el príncipe blanco.
El chico que era perseguido por tantas personas como lo era ella.
Ella agarró el paraguas reluctante, él le sonrió y se puso el maletín sobre la cabeza y salió corriendo bajo la lluvia.
Satsuki pensó que el era un gran idiota.
Lo encontraba muy seguido por los pasillos, además de estudiaren en el mismo salón.
Era siempre un completo caballero, educado y pacifista.
Las chicas se derretían por lo dulce que podía ser.
Satsuki pensaba que el era definitivamente un gay.
Sakumo se acercó a la pelinegra.
- Hey Satsuki-chan ¿quieres ir conmigo a la cafetería ? Te pago tu almuerzo - ese pelirosa era otro que besaba el suelo por donde ella pisaba. Un chico que haría cualquier cosa por ella. La morena lo miro sin ninguna expresión pero asintió, después de todo tenía comida gratis ¿que más podía pedir?
Se dirigieron a la cafetería. Un bando de chicas pasaron corriendo y chocaron a Satsuki casi llevándola al suelo pero unos brazos fuertes detuvieron su caída.
La Uchiha miró con los ojos bien abiertos al chico que detuvo su caída.
Era Hinata. Él la levantó y la puso de pie.
- Deberían tener más cuidado chicas - reprendió. Las chicas bajaron los ojos algo apenadas por recibir un regaño del príncipe blanco.
- Lo sentimos Hinata-ouji - él le sonrió suavemente. El corazón de Satsuki dio un golpeteo.
Él miró a la pelinegra y ella frunció el ceño.
- Hmpf ,no te pedi ayuda. No esperes un gracias de mi parte - dijo y luego se retiró dándole la espalda a las chicas boquiabiertas y a Hinata que sólo sonrió divertido. La verdad era que ella no quiso decir eso, pero siempre hacía cosas como esas sin poder controlar su lengua.
~ Era solo decirle un simples 'gracias', Maldita sea Satsuki ~la morena se pegaba mentalmente.
Síp, ella era una completa tsundere.
- Espera Satsuki-chan - Sakumo corrió tras ella para que fueran juntos a la cafetería.
Satsuki miró la caja con rollos de canela en sus manos, miró a todo los lados.
Perfecto no había nadie en el salón.
Rápidamente dejó la caja sobre la mesa de Hinata.
Era su forma de darle la gracias.
Corrió a su pupitre y esperó que el resto de la turma entrara.
Hinata entró al último junto a unas chicas que siempre estaban con él.
Jamás lo dejaban en paz. Cuando se acercó a su pupitre miró sorprendido a la caja de dulces.
Sonrió cuando se dio cuenta que era sus dulces favoritos.
Satsuki sonrió para sus adentros satisfecha. De repente sintió la mirada del peliazul, ellos cruzaron miradas. Hinata le sonrió. Por un segundo Satsuki se sintió descubierta, pero eso era imposible.
Frunció el ceño demostrando molestia por afuera, pero por dentro estaba nerviosa.
A Satsuki le encantaban los romances de todo tipo. Sus favoritos tenían protagonistas que eran como ángeles de tan bueno que eran.
En muchas ocasiones le recordaban a Hinata. Siempre gentiles, educados, elegantes, del tipo amoroso y que parecían la encarnación del bien.
En estos momentos la azabache salía de la biblioteca cargando 4 libros diferentes. Ella no salía con amigos, la verdad era que no los tenía. Las chicas la odiaban y los chicos solo querían follarla. No confiaba en ellos.
Entonces pasaba su tiempo libre leyendo historias amorosas de otros. Historia que era el sueño de ella.
Pero ella jamás fue una chica como las de las historias.
Ella era orgullosa.
Seria.
Terca.
Directa.
Y aunque nadie lo creyera tímida cuando se trataba de hablar con los demás. Ella prefería no hacerlo. Después de todo las chicas querían exterminarla y los chicos querían meterse bajo sus bragas.
Todos excepto uno.
El chico que todas incluso Satsuki soñaban.
Hinata Hyuga.
Ella creía que el era un idiota por ser tan amable y pensar en los otros antes que en si mismo.
Pero era exactamente ese tipo de amabilidad y gentileza que le encantaba a Satsuki, era igual que sus personajes de los libros de romance.
El era como un príncipe.
Salio de su ensueño cuando alguien choco con ella y le tiro sus libros.
- Mira por donde vas idiota - Satsuki se petrifico al darse cuenta que estaba insultando al Hyuga.
- Oh lo siento, permíteme ayudarte - contestó agachándose. Iba agarrar un libro pero Satsuki le golpeó la mano.
- Puedo hacerlo sola - contestó, la verdad era que no quería que él viera esos libros. Hinata se sorprendió por el golpe pero sólo le sonrió y agilmente agarró los libros. Satsuki se sonrojó cuando el Hyuga arqueó la ceja.
Segundos después volvió a sonreír.
- Me gusta este libro, tienes buen gustó Uchiha-san - Satsuki seguía levemente sonrojada.
- Hmpf lo que tú digas Hyuga, sólo lleva los libros y cállate - empezó a caminar para que él no notara su sonrojo.
En el fondo se alegro de oír esas palabras.
Su hermana mayor vino a buscarla después de clase esa semana.
Entro al auto de su hermana sentándose en el asiento del pasajero. Tachi le dio una pequeña sonrisa y Satsuki correspondió.
Sólo con su familia podía ser quien realmente era.
- ¿Como te fue ? ¿Has logrado hacer amigos? - la menor bajo la mirada por un segundo y negó.
Tachi suspiró.
- ¿Hoy saldré a un club quieres ir conmigo? - preguntó y Satsuki la miró esperanzada, amaba salir con su hermana.
- Hai Tachi-neechan - contestó y su hermana le sonrió y le pico la frente. Satsuki hizo un puchero y Tachi dio partida en el auto.
Satsuki estaba aburrida.
Su hermana charlaba con unas amigas de la facultad. Decidió salir a dar una paseo, antes que esos chicos no la dejaran en paz jamás.
Tenía que esperar su turno para poder aprovechar la atención de su hermana. Una silueta le llamó la atención.
Estaba segura que había visto a Hinata y él estaba saliendo local, lo siguió y se encontró con algo que no esperaba.
- Hinata-kun eres tan guapo - dijo la muchacha. Satsuki abrió los ojos como platos. No era una, no eran dos, eran tres chicas que iba literalmente colgadas del cuello de Hyuga.
- Hinata-kun pasaras la noche conmigo hoy - ella se apretó más contra él. Hinata siquiera se inmuto. Tenia la camisa medio abierta y las manos en su bolsillo. Su mirada no parecía nada dulce
- ¿Que tal si la pasamos bien entres todos? ¿Que dices? Hinata-kun~ - él seguía neutro. Una chica llegó por atrás y lo llamó.
- Hinata ¿porque estas con esas chicas asquerosas? Yo me declaré a ti, te dije todos mis sentimientos. Sabes que soy la mejor opción entre todas, ellas solo se aprovecharan de ti - declaró irritada, había pasado por ahí y lo vio en esa escena, horas antes ella se había declarado y él la había rechazado. Hinata se volteó a mirarla.
- No eres mejor que ninguna. Eres igual que todas. No me interesa una mierda tus sentimientos - la chica lo miró dolida y tiempo después salió corriendo, las chicas en sus brazos sonreían maliciosas al igual que serpientes.
Satsuki estaba de piedra.
Ese no era el blanco príncipe que ella conocía.
Ese era un príncipe totalmente negro.
Huyo de ahí antes que el Hyuga se diera cuenta. Pero el ojiperla la había notado, entrecerró los ojos en su dirección.
~ Maldita sea ~ pensó el peliazul.
Satsuki llego primero en la clase.
Después de lo de ayer no sabía como mirar al Hyuga.
¿Debería decirle a todos la farsa que era ese príncipe?
- Ni siquiera lo pienses - La puerta se cerró. Satsuki miró sorpresa hacia el Hyuga que acababa de entrar - Me ahorraste muchas molestias, siempre eres la primera en llegar eso ayuda mucho - Satsuki lo miró desconfiada. El Hyuga tenia una sonrisa sádica pintada en los labios. Él se apoyo de espalda en la puerta del salón, impidiendo su escape, y se cruzó de brazos - No le dirás a nadie lo que viste ayer.
La morena se cruzó de brazos.
- ¿Porque rayos te obedecería? la gente debería saber que lo que eres. Mujeriego - Hinata empezó a reír, era la primera vez que lo llamaban así.
Satsuki parpadeo confusa, pero pensó que el sonido de su risa era muy hermoso.
- No lo harás y punto final. A menos que quieras estos publicados por los murales de la escuela. - El Hyuga alzo dos fotos. Una era de leyendo un romance juvenil bastante cursi. El otro era de ella abrazando como una niña a un dinosaurio en una tienda - O quizás sea mejor que muestre esta - Satsuki abrió los ojos petrificada. Era una foto de ella casi completamente en ropa interior, pero eso no era suficiente, la ropa interior era de fresitas.
Satsuki se sonrojó.
Él sólo sonrió aún más sádico.
- ¿Qué quieres Hyuga ? No le diré a nadie, así que dame esas fotos- Él negó con la cabeza.
- No es así que se hace los negocios Uchiha-san. Quiero algo a cambió - Satsuki lo miró alarmada, no esperaba nada bueno de eso.
-Tu serás mi esclava Satsuki-chan.
La morena jadeó.
Frente a ella el príncipe de sus sueños mostraba su otro color, el negro.
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