LA VIDA DESPUÉS DE TI

I.- PROLOGO.

Habían pasado dos años de que Danny Fenton mejor conocido como Danny Phantom salvara el planeta de ser destruido por el desasteroide, él junto con Sam y Tucker habían formado un equipo antifantasma financiados por el gobierno, gracias a que Tucker a su pronta edad había conseguido convertirse en alcalde y con ello los recursos necesarios para financiar a los Fenton y seguir combatiendo a los fantasmas.

Durante un periodo de dos años tanto Danny, Sam y Tucker se habían dedicado a volverse más fuertes en combate, ahora los tres contaban con trajes de alta tecnología, Danny conserababa aun su estilo clásico, Tucker por su parte usaba un traje al estilo de Jack pero en colores gris en el cuerpo y las extremidades color negro, por su parte y a diferencia de su amigo él usaba un casco de alta tecnología el cual contaba con una pantalla con la cual podía obtener todos los datos de ataque y defensa de su oponente y además podía comunicarse con sus compañeros y a la base de operaciones Fenton, Sam al igual que Tuck lucia un traje parecido al primero que uso Valerie Gray, sólo que este era completamente negro, contaba con más armamento y un casco protector que tenia las mismas funciones que el de su amigo. Mddie, Jack y Jazz se encargaban del centro de Operaciones respetivamente.

Ese día Danny se encontraba en una batalla encarnizada con el peor de sus enemigos, él mismo, Dan Phantom, parecía que los años de encierro habían afectado su cordura, pues este se comportaba más sanguinario y bestial de lo que era ya que sólo se había dedicado a destruir el mundo humano y pelear con todo aquello que se le pusiera en frente se tratase de su oponente o no, no hacía distinción entre ser humano, fantasma u objetos, incluso, había ignorado por completo todos los chistes de Danny.

- Chicos creo que algo anda mal con Dan, tengan cuidado.

- ¿Qué puede andar mal con ese maniático? – Respondió Sam

- No lo sé, pero no parece el mismo, es más violento.

- Esta bien viejo.

Los tres iban tras el para darle alcance, Sam usaba un motocicleta completamente negra, diseñada especialmente para ella y Tucker había elegido copear el estilo de Val y usar una tabla de surf voladora, los tres comenzaron a atacar a Dan en forma coordinada, disparando rayos de ectoplasma, Dan volteo hacia sus perseguidores y soltó un aullido fantasmagórico que hizo temblar la tierra, la calle por donde iba Sam comenzó a abrirse y ella tuvo que esquivar las grietas y acelerar hasta que llego un punto donde dio un gran salto para evitar un socavón en la tierra, estando en medio salto Dan le arrojo un rayo de ectoplasma que la hizo caer brutalmente el suelo y Tucker y Danny al ver lo sucedido bajaron a auxiliarla.

- ¿Sam te encuentras bien? – Dijo Danny preocupado y tratando de ayudarla a incorporarse, pero al tomarla del brazo la joven de ojos amatistas pego un grito de dolor.

- ¿Sam, que sucede?

-Mi brazo, no lo soporto… me duele mucho – contesto ahogada en llanto.

- Esta roto - concluyó Tucker al usar la pantalla de su casco para escanearlo.

- Lo lamento, en estas condiciones no puedes continuar, Tucker llévatela, yo me encargo de Dan - Danny retomo el vuelo siguiendo a Dan quien ya les había llevado ventaja y continuaba destruyendo la ciudad.

- Vamos Sam, tienen que revisarte.

- ¡Estás loco! Danny nos necesita, saca de mi moto un kit de primeros auxilios y alcancémoslo.

- Pero Sam, Danny dijo…

- ¡AHORA!

Tucker asintió con la cabeza y rápidamente se acercó a la motocicleta dañada de la chica, que, si bien no había sido destruida por completo, si necesitaría una buena reparación.

Danny por su parte continuaba pisándole los talones a su contraparte del futuro, algo raro le pasaba era seguro, ya que no era su forma habitual de atacar y mucho menos era lo suyo huir, si bien le había hecho daño a su chica, lo normal en aquella situación hubiese sido quedarse para continuar la pelea.

- ¡HEY! ¡¿POR QUÉ HULLES DE MI?! –

Dijo tratando de llamar la atención de aquel espectro, pero no funcionaba, él continuaba destruyendo todo a su paso y sin control alguno, Danny lo miraba tratando de descifrar su plan cuando se percató de algo que lo hizo detenerse en seco.

- Dan… - Susurró.

Tucker y Sam iban volando sobre la ciudad, ella estaba sentada en la tabla aferrándose con una sola mano ya que la otra la tenia amarrada al pecho con un cabestrillo que su amigo había improvisado con las vendas que ella llevaba en su motocicleta. Tucker por su parte miraba fijamente buscando a lo lejos a su amigo, ya era de noche y debía ser más fácil encontrarlo ya que la luz de los rayos de ectoplasma lo ayudarían, o al menos eso creía.

Danny se había percatado de que Dan se golpeaba o mordía los brazos en ocasiones, sus sospechas eran acertadas, algo sucedía con Dan y trataría de averiguarlo antes de que destruyera la ciudad por completo, afortunadamente la mayoría se encontraba de vacaciones y los habitantes que se habían quedado se encontraban en los refugios que Tucker había diseñado.

- ¡DAN!

Grito con fuerza y al fin logro tener la atención del espectro, quien volvió el cuerpo y se quedó por un momento calmado, frente a el y respirando como lo hacen las bestias cuando tratan de calmarse, lento, profundo y pausado, en ese momento Danny pudo percatarse de que lo ojos de él eran diferentes, no eran rojos como era lo usual, estos se encontraban de un color negro, su pupila estaba completamente dilatada.

- ¡¿Qué te sucedió?!

De un momento a otro la pupila de Dan volvió a la normalidad y por fin pudo hablar.

- Vaya Danny, que sorpresa. - Dijo con una voz completamente exhausta

- Dan, ¿qué te sucede? por lo general no actúas de esta forma – dijo un tanto furioso y preocupado.

- Danny, ha decir verdad yo…

Él no pudo continuar la conversación, sus pupilas volvieron a dilatarse, este pegó un grito de dolor y acto seguido se abalanzó contra Danny, quien lo esquivo y golpeo con un puño de ectoplasma que lo hizo caer por primera vez. Danny se quedó mirándolo con extrañeza preguntándose ¿Qué cosa podría hacer que él se comportará de esa forma? Sea lo que fuere era demasiado poderosa. Dan se recuperó del golpe y regresó para atacar a Danny con más furia, tras intercambiar varios golpes, la batalla entre ambos fantasmas se torno brutal, de pronto Dan desapareció dejando a Danny sólo en la oscuridad.

- ¡Demonios Dan! Detesto decir esto, pero quiero ayudarte, ¡sal de donde estés!

Un aliento helado salió de la boca del chico fantasma quien miró de reojo a sus espadas, aquel espectro de un futuro incierto se encontraba a sus espaldas.

- Maldito… - dijo Danny en un susurro mientras una risa macabra resonaba en aquel lugar desolado, mientras una luz salida de quien sabe donde los iluminaba por completo.

Tucker y Sam se encontraban volando cuando a lo lejos vieron que una luz cegadora salía de las orillas de la ciudad seguida de un estruendo ensordecedor, Tucker se detuvo por un momento.

- ¡Vamos que esperas! – Le gritó Sam y el chico avanzo rápidamente mientras la luz disminuía.

Ambos llegaron después de unos minutos al lugar donde habían visto aquel destello, varias casas se encontraban destruidas por completo, era claro de que algo malo había pasado. Una angustia inundo el corazón de la chica.

- ¡DANNY! ¡DANNY! - Comenzó a gritar con desesperación mientras se quitaba el casco.

El chico bajo su tabla y ambos comenzaron a recorrer los escombros con la esperanza de encontrarlo entre los escombros.

- Sam… - dijo Tucker en un susurro con una voz que se entrecortaba

Sam dio la vuelta para ver que su amigo sostenía un pedazo de tela ensangrentado del uniforme de su amado.

- No…- la chica se llevo las manos a la boca tratando de callar su llanto – Danny no… ¡DANNY!

- Sam… no aparece en el radar…- Dijo el chico quitándose su casco y mostrando sus ojos llorosos a su amiga.

- ¡NOOOOOO! ¡MALDITOOO! -La chica se soltó en llanto mientras se dejaba caer sobre sus rodillas.

Los días pasaron, Tucker, Sam y los Fenton habían iniciado una búsqueda tanto en la zona fantasma como en el resto del mundo de Dan y Danny, pero… para desgracia de todos no encontraron rastro de ninguno. Los medios no tardaron en dar la noticia de que el Héroe mundial Danny Phantom se encontraba desaparecido tras sostener una batalla brutal con un fuerte enemigo que también había desaparecido.

Finalmente, al terminar el décimo día de búsqueda y una revisión exhaustiva del área los Fenton concluyeron que la luz que vieron fue una explosión que termino con la vida tanto de Dan como de su hijo Danny Phantom. La noticia corrió por todo Amity park y después por el mundo entero, el chico que los había salvado de la destrucción había sido reducido a cenizas. Sam se derrumbo ante tal noticia, no podía creer que las ultimas palabras de su amado fueran que volviera a su casa.

El velorio correspondiente se hizo de forma privada en casa de los Fenton, Sam desde que llegó no se despegaba del ataúd negro con un D blanca que representaba el cuerpo del chico, ya que realmente nunca encontraron restos de él. La chica de ojos amatistas ahora inundados por la tristeza llevaba un vestido de manga larga completamente negro, sus botas usuales de tacón alto y unos guantes.

- Sam ¿Te encuentras bien? – dijo su amigo, que sin que ella se hubiese percatado, se encontraba frente a ella ofreciéndole una taza de Café.

- Si, gracias. – ella tomo la taza y le dio un sorbo

- Si te soy sincero, nunca creí verte con vestido – Intentó bromear, pero rápidamente se dio cuenta de la cara de disgusto de su amiga – lo siento intentaba animarte, era mi amigo ¿recuerdas? – la chica con ojos amatistas bajo la mirada con tristeza.

- él me lo regaló - concluyó ella.

- Ya veo – el chico se sentó a su lado, de inmediato se percato de que Sam sacaba de su pequeño bolso un pedazo de tela negra.

- Me es tan difícil aceptar que ya no está conmigo -dijo mientras se le cortaba la voz y apretaba el pedazo de tela contra su pecho y tratando de ahogar él llanto.

- Sam, lo sé para mi es difícil también, mañana… será un día pesado trata de descansar - dijo mientras abrazaba a su amiga con fuerza.

En menos de 24 hrs el gobierno de los estados unidos organizo un gran funeral en la ciudad para honrar al chico fantasma caído en el cumplimiento de su deber, todos los habitantes se encontraban en la plaza principal dejando un pasillo para que pudiese salir el ataúd que portaba la bandera de la ONU y los E.U.A. y que ahora se encontraba en la parte delantera, frente al ayuntamiento y los mandatarios que habían llagado de todas las partes del mundo.

El evento terminó rápido y la familia, escoltada por el cuerpo de policías, se dirigió al cementerio para sepultar aquel ataúd que representaba a su ser querido. Ya frente a la tumba donde terminaría todo, el sacerdote comenzó con la ceremonia a la que sólo acudieron amigos y familiares cercanos, Tucker se había encargado de que no entrara la prensa ni desconocidos de la familia. Al terminar, comenzaron a bajar el ataúd y Sam quien se encontraba muy cerca, una vez más se dejó caer sobre sus rodillas para romperse en llanto.

Pasaron las semanas y por primera vez después de aquel trágico día, Sam se presento en el cuartel Fenton, la chica bajó directamente al laboratorio donde se encontraba trabajando su amigo.

- ¿Qué haces?

- ¡Sam! No te escuche llegar, pues… hacía reparaciones a tu traje.

- Quítale el casco, no lo quiero.

- Sam es para tu protección

- ¡NO LO QUIERO! ¡¿ME VAS A DECIR QUE DANNY NO HUBIERA MUERTO SI HUBIESE TRAIDO EL CASCO?!

- Sam… yo… no…- la chica miró a su amigo, quien se encontraba cabizbajo.

- Lo siento… yo … sólo quiero que esos malditos fantasmas me vean el rostro antes de acabar con ellos.