Si no fuera por ti.

Capítulo uno: Infidelidad.

Karin miró nerviosamente al hombre sentado en su cama junto a ella. Este hombre no era su marido, entonces… ¿por qué le había permitido entrar en su habitación? ¿Por qué estaban sosteniendo sus manos y mirándose intensamente a los ojos? ¿Por qué no dejaba de hacerlo aunque sabía que estaba mal?

-Lamento haber venido a tu casa sin avisar antes, Karin.- Yukio le sonrió con amabilidad. –Es que desde la última vez que nos vimos no pude dejar de pensar en ti.- soltó una de sus manos para llevar su mano enguantada a acariciar su mejilla.

Se sonrojó sin poder evitarlo. La última vez que se vieron terminó llorando en sus brazos debido a lo deprimida que estaba por el hecho de que su matrimonio parecía estarse desmoronando, hasta que Yukio Vorarlberna terminó por calmar sus sollozos con un beso. Ella había huido después de eso, y en toda la semana no pudo mirar a su esposo a los ojos, sintiéndose culpable por el hecho de que realmente le gusto ser besada por otro hombre.

-Yo lo lamento por haber llorado de esa manera delante de ti, no tenía por qué descargar mis problemas personales en ti.- se frotó el brazo incómodamente, apartando su rostro lejos de su mano. –P-pero… ¿Qué haces aquí?- pestañó perpleja al mirarlo.

-Creo que lo sabes muy bien.- sonrió al verla sonrojarse más. –Karin, nunca te olvide, y me llena de rabia verte sufrir por un matrimonio infeliz con Hitsugaya.- ellos habían sido novios en la secundaria, hasta que ella rompió con él por estar enamorada de Hitsugaya Toshiro, su actual esposo que en su adolescencia le había jurado amarla para siempre pero ahora parecía amar más a su trabajo. –Divórciate, Karin. Divórciate de él y vuelve conmigo, así es como las cosas siempre debieron ser.- tomó sus mejillas con ambas manos y le plantó un suave beso en los labios.

Aunque con un sentimiento de culpa horrible, Karin decidió cerrar los ojos y corresponder al beso de su ex novio.

Hace un mes, ella y su esposo cumplieron ocho años de casados. La ex Kurosaki estaba muy emocionada con la perspectiva de su aniversario, pues hacía meses que ella y su marido venían teniendo problemas. Discutían, él trabajaba demasiado, nunca llegaba a casa para cenar, ignoraba sus llamadas, y ni un beso se dignaba a darle. Había tenido la esperanza de que su aniversario mejorara un poco las cosas porque fue él mismo quien se lo recordó, despertándola temprano para darle un beso como hace mucho no hacía y deseándole feliz aniversario, prometiéndole que ese año saldrían a cenar como todos los anteriores.

Pasó todo el día emocionada y al llegar la tarde se arregló y se puso su mejor vestido, fue al restaurante al que siempre iban a sus aniversarios y lo esperó con una sonrisa… sonrisa que cayó con el paso de las horas, porque él jamás llegó. Había estado al borde de las lágrimas cuando Yukio Vorarlberna entró al restaurante y la reconoció, sentándose a comer con ella y alegrando su noche. La llevó a casa y quedaron de verse otra vez el fin de semana.

A penas llegó a su casa fue directo a tirarse a su cama conteniendo las ganas de llorar, y una hora después Toshiro llegó con un ramo de rosas y mil disculpas, diciendo que no había podido ir porque tuvo un asunto muy urgente en el trabajo. Discutieron como nunca y ella arrojó las flores por la ventana. Tal vez hubiera terminado dejándolo esa misma noche de no ser porque calló sus argumentos con besos y le hizo el amor hasta el amanecer para callar sus reclamos, como siempre que estaba perdiendo la discusión. Aunque tal vez esa maravillosa noche hubiera bastado para aliviar sus inquietudes de no ser porque a la mañana siguiente todo volvió a ser como antes y tal vez incluso peor.

Cuando volvió a ver a Yukio ese fin de semana se divirtió mucho y se olvidó un poco de lo miserable que se sentía respecto a su vida amorosa, él era muy amable y atento con ella, y por un momento casi se arrepiente de haberlo dejado por Toshiro.

Siguieron frecuentándose por semanas hasta que hace solo unos días ella llegó a su límite cuando su esposo ni siquiera vino a dormir a casa, entonces la mañana siguiente fue a ver al rubio y lloró todas sus penas en su hombro, aunque el beso no se lo había esperado para nada. Y ahora él había venido aquí y no sabía por qué lo dejó entrar pero ahora estaba en su habitación, en la cama donde dormía con su marido besándose con su ex novio de la secundaria.

Salió de golpe de sus pensamientos al sentir como de repente era impactada contra el colchón, mientras Yukio aumentaba la intensidad de sus besos. Empezó a sentirse incómoda, ya sin disfrutar de su afecto y sin corresponder a su beso.

¡Estaban besándose en la misma cama donde dormía con su esposo, por todos los cielos!

¿Qué clase de persona horrible era? Es verdad que Yukio le gustaba y la trataba mejor que su marido ahora mismo, pero aun así él no se merecía esto. Primero debería decirle cómo se sentía y después de divorciarse podría hacer lo que quisiera con otros.

Pero… los ojos se le llenaron de lágrimas, ¿realmente quería divorciarse?

Amaba a Toshiro, lo amaba profundamente. Le gustaba desde los once años y reconoció estar enamorada de él a los trece. Se habían prometido tantas cosas… hecho tantos planes… ¿realmente quería echar todo por la borda?

Sintió las manos de Vorarlberna colarse por debajo de su blusa y decidió que ya no podía soportarlo más. Posó las manos en sus hombros para apartarlo sin ser demasiado grosera y explicarle que no quería dejar a su esposo, pero entonces escuchó algo que hizo que de golpe se separara de ella.

Volteó la cabeza de golpe a la puerta de la habitación, jadeando horrorizada al ver a su esposo tomado de la mano de su hijita de siete años mirándola ambos con el espanto y el shock grabados en sus facciones. La maleta con la que él se iba a trabajar todos los días y la mochilita de su hija estaban ambas cosas tiradas en el suelo, debieron soltarlas al verlos provocando el sonido que hizo que el rubio se le quitara de encima de una vez.

-¿Mami?- la voz de su pequeña sonó llena de confusión, dolor y decepción. Sus espantados ojitos turquesas llenos de lágrimas le rompieron por completo el corazón.

Toshiro aún sostenía con fuerza la mano de su hija, mirando de su esposa a su rival de la escuela secundaria. Sus ojos estaban muy abiertos, no había rastros de ira o decepción o dolor, él solo se veía… completamente incrédulo.

-Bueno…- Yukio acomodó sus elegantes ropas y su cabello rubio perfectamente peinado. –Esto es incómodo.- sonrió tensamente.

Su sonrisa no duro mucho, fue borrada inmediatamente por un puñetazo en la mandíbula de parte del otro hombre en la habitación.

Continuara...


Holaaaaa! :D

FUCK YEAH! OS HK 200!

Jamas crei q este dia llegaría :'D Por fin 200 OS HK TwT Sin mencionar q estoy más cerca q nunca de lograr mi meta y todavia no me rindo! QuQ9

Muchas gracias por todo su apoyo, jamás lo habría logrado sin ustedes que siguieron comentando mis fics, dandome ideas, perdurando a través de los años, perdonandome mis epocas de hiatus y mis fics raros, siguiendome en mi pagina de face y uniendonos mas en el grupo Universo HitsuKarin, y claro, tambien escribiendo sus propios fics que aportan al fandom y alegran mis días :'3

Para celebrar la ocasión, decidí subir este Long-fic al q contare como OS 200 because why not :v Ya conocen mis locuras xP

Este fic lo he tenido en mente durante mucho tiempo, lo tengo planeado de la cabeza a los pies y espero que sea de su agrado. Va a ser largo, debo admitir, probablemente más de 20 capitulos, los primeros caps van a ser más o menos cortos y luego ire aumentando el largo... O eso pretendo hasta el momento :P

Los personajes de Tite, de nuevo gracias por todo y ojala q esto les haya gustado n.n Ya tengo escrito el siguiente cap así q lo subire en una semana o menos dependiendo la demanda xD

COMENTEN! *o*

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!