Hola chicos es mi primer fanfic y no soy muy buena escribiendo pero quería una historia bonita de estos personajes que tanto amo para festejar Navidad. El primer capítulo trata del porqué de todos los acontecimientos tiernos, apasionados, llenos de lágrimas y malos entendidos que vendrán después. Espero que os guste
Casi me olvido gracias, gracias y gracias a Mari Chan por tus correcciones hice mi mejor esfuerzo.
Disfruten! ;)
SENTIMIENTOS ENCONTRADOS
Capítulo 1: Negación
Todas las noches de regreso a su departamento, completamente cansado e irritado, evitaba la multitud de gente que traían enormes bolsas de compras. Aquella noche, Souichi se limitó a llegar a su apartamento donde lo esperan bebidas energéticas y comida chatarra. Sabía que si Morinaga veía eso, pondría el grito en el cielo pero él no estaba y eso lo irritaba aún más. Jamás pensó que dependería tanto de una persona y menos de su kohai. Sus pensamientos iban recurrentemente a recordar la cosa más importante que su cabeza le imponía:
«Morinaga volverá sólo por unos días a Nagoya»
Todo esto a razón de que unos días atrás había recibido un correo electrónico de su kohai, el cual decía:
¡Sempai tengo buenas noticias! Logré estar libre para la Navidad, a pesar de que la farmacéutica esta con mucho trabajo. Esperó poder pasarla contigo mi amor.
Enfadado gritó al ver aquél mensaje:
—¡Maldición Morinaga y recién me lo dices! Tengo demasiado trabajo y no creo que siquiera pueda verte.
Habían pasado meses desde que Morinaga estaba trabajando de forma permanente, razón por la cual su sempai se encontraba todo ese mes con trabajos extras casi al borde del colapso, al igual que Morinaga en su empleo en Hamamatsu.
Esa noche, Souichi se encontraba trabajando con el profesor Fukushima en su laboratorio, ya que a pesar de tener a Mica y Tadokoro, no pudo terminar su labor. Después de largas horas de trabajo exhaustivo, al fin terminaron gran parte de los experimentos; de esa manera los asistentes se fueron.
— ¿Tatsumi-kun pasará Navidad con Morinaga-san?— El profesor preguntó curioso.
—Aún no lo sé, me dijo que tenía demasiado trabajo, tal vez venga esta semana festiva. — Respondió Souichi un tanto dudoso.
— Me parece bien que la juventud aproveche su amor y lo festeje sanamente.
En un estado completo de shock Tatsumi gritó con confusión:
— ¡Qué es lo que dijo!
— Los vi la última vez cuando Morinaga-san se decidió a tomar el trabajo. Pensé que eran una pareja. Me alegra que encontrara una persona que comparta el amor por la ciencia, además he notado que cambiaste de manera positiva desde ese día. — Expresó el profesor con una sonrisa amable.
—No somos nada, ¡quién hablo de esa mierda del amor! Somos amigos. ¡NO SOY NINGUN ASQUEROSO HOMOSEXUAL! —levanto la voz.
—Lo lamento Souichi-Kun, no pensé que pensaras de esa manera. Por favor discúlpame por el atrevimiento, no pensé que te alterarías tanto.
Souichi comprendió que el profesor se había preocupado con su exacerbada reacción, por lo que se tranquilizó un poco y respondió:
— Morinaga es una persona demasiado sensible. Soy su amigo, usted sabe que no tuvo una vida fácil y que aun así tiene esa personalidad y sobresale entre sus compañeros.
—Tiene usted razón, ese chico es extraordinario. — dijo el profesor sorprendido de las palabras del pelilargo.
— No mal interprete nada y no se preocupe, no estoy molesto, sólo me incomoda escuchar comentarios como esos.
—Está bien, lo siento, no era mi intensión molestarlo. — aseveró el profesor. El apreciaba a esos chicos pero supuso que algo ocultaban esas palabras.
— ¡SOMOS AMIGOS Y NADA MAS, ESO NUNCA CAMBIARA! — fueron las exactas palabras de Souichi para terminar esa incomoda conversación, ya que sabía que no eran sólo amigos y se sonrojo de recordar el porqué.
Cuando el profesor se dio cuenta, decidió dejarlo solo y en el pasillo casualmente se encontró a Morinaga, mientras este secaba sus lágrimas.
— Supongo que escuchaste nuestra charla— Le dijo Fukushima un tanto preocupado por esas reacciones tan tristes que notó en el joven.
Morinaga intentó recomponerse y respondió un tanto resignado:
— Fue una coincidencia yo venía a ayudar a sempai y no pude evitar escuchar.
— ¡Muchacho, gracias! Lo cambiaste para bien, me alegra que este contigo.
— Se equivoca, en realidad él y yo somos amigos. Por favor no lo malinterprete, este amor es unilateral aunque me duela admitirlo y sienta como navajas en mi pecho. El sólo me considera un amigo y nunca dejara de hacerlo. — Dentro de sí sólo pudo pensar: «Fui un tonto en creer en sus palabras y crearme esperanzas».
El profesor lo miró compadeciéndose de su pena, no pretendía inmiscuirse en aquello, sin embargo le pareció significativo el decirle algo antes de marcharse:
— ¿Vale la pena permanecer al lado de una persona que te llena tanto de amor como dolor? Sólo deseo que sean felices, te lo digo por experiencia propia.
—No me arrepiento, lo amo demasiado, me conformo con estar a su lado. Porque su sola presencia me hace bien. Pensara que estoy loco pero sólo con él me siento completo.
—Todos necesitamos amar y ser amados. Sólo piensa eso y en que todos merecemos ser felices.
Una vez dicho aquello se marchó el hombre mayor se marchó caminando por el solitario pasillo. Ese viejo profesor había descubierto la extraña relación entre los chicos, por lo que finalmente al presenciar el sufrimiento de Morinaga no pudo evitar expresar su sentir. Durante el tiempo que tenía de conocerlos notaba el inmenso amor que este le tenía a su sempai. No obstante también advertía los rechazos que recibía y quería ayudar a esos chicos que tanto apreciaba.
Morinaga se tranquilizó un poco y entonces ingresó al laboratorio diciendo:
—¿Sempai?
— ¿Morinaga, que haces aquí? Pensé que estabas en Hamamatsu.
—Te lo comente, me dieron unos días para poder pasar Navidad contigo Sempai. — Dijo con una sonrisa falsa.
—De acuerdo idiota, ponte una bata y ayúdame con esto.
— Sí, sempai. — respondió con un entusiasmos fingido, ya que dentro de sí sólo pudo pensar: «cada vez que lo veo, mi corazón quiere salir de mi pecho. En cambio a él le da igual».
La noche transcurrió de manera normal. Con un Morinaga dolido por las palabras que escucho y un sempai preocupado por la manera de actuar de su kohai.
Se encontraron en el apartamento pero lo único que hicieron fue despedirse, e ir cada uno a su habitación.
Tetsuhiro tenía roto el corazón aquella frase no desaparecía de sus pensamientos:
«Sólo amigos y eso nunca cambiara».
Al día siguiente, no podía pensar en otra cosa, cada vez que miraba a su sempai sentía punzadas en el pecho y era horrible. Pero esto no fue impedimento para Morinaga que decidió pasar una hermosa Navidad con el amor de su vida y poder tomarlo como suyo. Lo necesitaba, puesto que había transcurrido casi medio año desde que trabajara de forma permanente en la farmacéutica y estaba conteniéndose demasiado.
— Oye Morinaga, estas como en otro mundo. — Habló finalmente Souichi algo preocupado.
— De que hablas sólo quiero comenzar con los preparativos de Navidad, ¿no crees que deberíamos comprar luces y víveres para tener una excelente cena navideña? Después de todo ¡Es nuestra primera navidad!
Con fastidio Souichi hizo una mueca de desagrado y respondió resignado:
— ¡Está bien! ¿Por qué eres tan problemático? Ni que fuera tan especial, sólo es una fiesta que nos hace gastar dinero, no lo entiendo. Pero si es lo que quieres, la celebraremos, al fin y al cabo lo importante es una cena y tú no cocinas nada mal Morinaga.
— ¡Muy bien sempai! hay que apresurarnos. —dijo mientras preparaba su abrigo para salir.
En el centro comercial, había muy poca gente, tal vez sería por la hora, la cuestión es que parecía que estaban solos ahí.
Morinaga aprovechó la oportunidad para devorar los labios de Sempai, tantos meses de abstinencia lo tenían al límite. Ese lugar se volvió muy caliente, tanto así, que se metieron en un cubículo a disfrutar de la pasión.
—Sempai te amo. — Masculló entre besos, mientras intentaba deshacerse de la camisa de su compañero que era un estorbo.
— ¡Morinaga idiota! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! … Ya basta …— Sus palabras eran unas pero su cuerpo sólo reaccionaba ante ese toque con sus pensamientos contradictorios: «¿por qué tengo que sentirme así?»
— ¿Verdad que no somos sólo amigos sempai? Mmmmmm —Dijo con los ojos con un par de lágrimas mientras besaba su cuello.
— ¿Por qué la pregunta? ¡Ah! ¡Ah! … Sólo somos amigos…. Tu eres el que siempre comienza esto. — dijo Souichi entre gemidos.
—Me permitiste permanecer a tu lado y no entiendo el motivo para que te empeñes en romperme el corazón. — Sin embargo sabía que era su completa responsabilidad, a razón de que él supo desde el principio quién y cómo era su sempai.
Ante esto se tuvieron los besos y las caricias. De manera que Souichi respondió:
—No entiendo de qué hablas. Eres mi único amigo, uno de los mejores kohai que he tenido y me sorprenden tus habilidades.
Morinaga lo dejo con las palabras en la boca. En su cabeza las palabras que se azotaron con su realidad: «No lo entiendo, es demasiado cruel, sólo me considera un amigo y yo como un idiota enamorado. Debo admitirlo de una vez, sólo es un egoísta pues quiere que este con él y con nadie más. Aunque ahora que lo veo, me quiere como un amigo para liberarse de vez en cuando… Y es tan doloroso. No merezco sufrir de esta manera. ¡Ya basta! Siempre he visto por los demás así que necesito soportar un poco más. ¿Será tan indispensable eso de que todos merecemos amar y ser amados?»
—No entiendo cómo puede darme esperanzas, hablarme de una manera dulce y amable para luego romper eso en pedazos.— Morinaga sólo seco sus lágrimas dándole la espalda a su sempai.
—Idiota quien te crees…— entonces se dio cuenta de que secaba sus lágrimas, por lo que decidió no decir nada. A pesar de que no lo reconocía, verlo así lo movilizaba por completo.
—Nada sempai, perdón por ser tan impulsivo, sé que no te gusta este tipo de cosas, sigamos. — Respondió Morinaga con una sonrisa falsa en su rostro.
— No pongas esa cara, es como si sonrieras pero en realidad quieres llorar ¿qué te sucede? Sólo dilo.
— ¡Qué cara sempai! — Fingió una risa y continuó: — Sólo es su imaginación. ¡Vamos! Hay que festejar nuestra primera navidad. Festejemos esta amistad juntos. —
Souichi no entendió esas palabras. Su asistente procuraba nunca llamar amistad a lo que tenían entre ellos, sabía que él mismo lo había negado siempre pero escuchar esa palabra de la boca de Morinaga era diferente. No lo entendió en un inicio pues las cosas en su cabeza parecían enredarse: «¿Por qué este dolor en el pecho? Yo dije que sólo somos amigos en uno de mis ataques de rabia pero ¿realmente es así? Morinaga está enamorado de mi eso no cambiara . Tengo que averiguar que mierda le sucede.»
…
Como decirlo ,quería que este capítulo fuera tranquilo. Me hace ilusión el escribir a un sempai preocupado por las acciones y reacciones de su ex kohai. Pero les tengo una sorpresa si les gusta la idea. En realidad pasaran un montón de cosas en el día de navidad porque Morinaga decidirá ya no seguir con el amor hacia sempai… ya no spoileo mas jjajajja.
De nuevo gracias Mari Chan. Nos leemos pronto.
Gracias a todos
