Hola lindos ichirukistas, hoy les traigo una nueva historia que
desde hace mucho la he traído en mi cabeza pero
nada mas no salia.
hubieron muchos cambios en lo que tenia en mi cabeza y esta me gusto mas.
Gracias a las personas que me leen por primera vez y a las que regularmente leen mis locuras. Mil Gracias.
Sin ustedes yo no seguiría aquí.
**ACLARACIONES**
—1 La historia es de mi total autoria.
—2 Los personajes le pertenecen a Tite Kubo, yo solo los tomo prestados y plasmo mis ideas en ellos.
...
Enamorados por odio.
Capitulo 1.
...
Un día más en el pueblo de Karakura, todo es igual que siempre, otro inicio de día estoy en la cocina preparando la comida del señor Kurosaki, hombre de un duro carácter y de mano dura, probablemente sin corazón pero no lo culpo, ha pasado por tantas cosas que no me sorprendo por su frío y duro corazón.
Preparo la carne en el sartén con especias, al señor Kurosaki le gusta la puntualidad y trato de apresurarme lo más que puedo pero Renji se ha tardado tanto en traer el café desde el centro de la ciudad que no tendré mas remedio que darle el jugo solo al señor Kurosaki.
Preparo todo en la bandeja, pongo la comida, el pan, la leche y el jugo de naranja, recibiré una buena regañiza del señor pero que mas da, mas sombrío no se puede poner como esta y como decía mi madre: "Tiene dos problemas, enojarse y incontentarse".
—¡Señorita Kuchiki!
El grito del señor Kurosaki me puso los pelos de punta y no de miedo si no de enojo, me molesta tanto que se enoje conmigo, desgraciadamente soy una persona que no tolera que le griten y mucho menos que sea una persona sin importancia para mi. Tomo la bandeja lateada y corro hacia la enorme y lujosa sala del señor Kurosaki, como cada mañana de cada año desde que tenia quince años me apresuro para servirle.
Apenas voy a mitad de la enorme mesa rectangular de la sala principal de los Kurosaki cuando lo veo a la cabeza de esta, su ceño permanentemente fruncido unidos a esos hermosos ojos ámbar que no le hace justicia a su cabello naranja con toques dorados me hace entender que su humor no es nada bueno, de hecho siempre amanece de malas, no entiendo como alguien tan guapo puede tener ese humor de mil demonios.
—Señorita Kuchiki, creo que cada día usted es más lenta. ¿Los años le han venido encima?
¿Los años me han…? Disparo chispas por los ojos por tu pregunta tan estupida, él es más grande que yo por cinco años y creo que él es el lento.
Recuerdo que mi padre decía que tenia que tenerle paciencia pues su vida no ha sido como la mía, y claro que no, él lo tiene todo y yo lucho por ello, pero a pesar de que todo le tengo lastima, Ichigo lo tiene todo más no puede caminar, ha estado a ella por cuatro años.
Mientras dejo su desayuno en la mesa él esta al teléfono, su voz es airada como de costumbre pero con una pizca de desesperación, apenas y ve el desayuno, no nota que su taza de café no esta.
—¿Algo mas señor?
—Retírate.
Paso su mano gruesa por su frente molesto, cerro los ojos un segundo y cuando los abrió estaba mas molesto que antes. Me aleje a la cocina con la bandeja plateada y al apenas cruzar la puerta vi a Renji y Orihime platicando.
—Gracias por la ayuda Orihime. —escupí cuando pase junto a ellos.
—Perdón Rukia, estaba dormida. —Orihime se disculpo y la acepte, a pesar de que a veces me enoja su impuntualidad es mi única amiga.
—¿Estas de malas Rukia? —pregunto Renji en tono burlón tomando una manzana del frutero de la mesa de la cocina.
—Si idiota, no trajiste a tiempo el café. ¿Ya esta aquí?
—Si. —puso los ojos en blanco y me entrego el frasco del café.
Se lo arrebate de las manos molesta y puse agua a hervir. Tome una taza de la hermosa alacena de marfil y mosaicos beige.
—Perdón Rukia, no estés molesta, en una semana será tu graduación como doctora ¿No es así?
—¡Es verdad! —exclamo Orihime saltando—. Tengo entendido que Isshida Uryuu entregara los diplomas.
Instantáneamente me sonroje por el énfasis que Orihime hizo en ese nombre. Los ojos de Orihime brillaban por la complicidad que emanaba, Renji parecía no comprender las cosas.
—¿Y eso que, Orihime? —Renji se veía irritado.
—A Rukia le gusta. —su sonrisa era mas grande que su cara, le puse mala cara y Renji tampoco se veía muy feliz.
—¿Te gusta el cuatro ojos?
—Cállate —lance chispas por los ojos otra vez, al parecer hoy no era mi día. Tome el agua caliente, la serví en la taza, puse dos cucharadas del café que al señor Kurosaki le gusta y me encamine hasta el comedor principal.
Al llegar el señor Kurosaki estaba gritando.
—¡No Juha! ¡No quiero que hagan eso, quiero que detecten el problema directamente con la empresa, no pueden deshacerse así del contrato!… ¡Hablare directamente con Aizen si es necesario!
Estampo al pobre teléfono contra la mesa y se veía muy enojado, al parecer esta es una casa de locos, todos sufren de mal humor o talvez el señor Kurosaki nos ha infectado a todos.
—Le traigo su café señor. —deje la taza junto a su desayuno que aun seguía intacto.
—¿Señorita Kuchiki es que acaso le di nuevas ordenes?
—No.
—Aun recuerdo cuando usted tenia quince años y llego a tomar el lugar de su madre como cocinera, un lugar que usted ha llevado a la perfección, su madre le dio indicaciones de lo que me gustaba y disgustaba al igual que a mi padre cuando aun vivía. Su trabajo ha sido impecable pero hoy, que tengo un día de mil demonios se le ocurre traer mi café siete minutos tarde.
—No me había dado cuanta que ayer se acabo.
—Tiene a la señorita Inoue trabajando con usted por que estudia ¿No es así?
—Si pero…
—¡¿Entonces por que llega mi café tarde?! —su mirada avellana era torturadora, me sentía enojada y atemorizada al mismo tiempo.
Me quite mi delantal blanco parte de mi uniforme y se lo lance en la cara. Mis padres han trabajado con él desde antes que naciera, me ha gritado varias veces pero lo he tolerado, por siete años, estoy a una semana de ser doctora y ya tenia planeado dejar de trabajar aquí.
—Usted no me va a gritar yo no soy de su propiedad. ¡Imbecil!
El señor Kurosaki o "Ichigo" como planeo llamarle desde hoy se quedo sin habla, boquiabierto me examino y sus ojos eran como dos gotas de champagne dorados y cristalinos, había cierta admiración en ellos y no odio como planee encontrar.
Di media vuelta y salí de la mansión Kurosaki y jamás volveré.
¿Qué se creía ese idiota que me hablaría así? Estaba cuestionando mi desempeño cuando él mismo había dicho que era impecable, le he soportado mucho pero no que juzgue mi forma de trabajo y más cuando le tengo que soportar su carácter.
Al salir tome el primer taxi que se me atravesó y mientras iba camino a mi casa apague el celular, supongo que el señor Kurosaki… digo… Ichigo le abra dicho a todo el personal lo que ocurrió. Ya estarán llamando Renji, Orihime y la señora Unohana pero no respondería, desgraciadamente saben donde vivo pero are como si no estuviera.
Al llegar a casa baje del auto, era todavía muy temprano, creo que iré a la universidad para despejar mi mente pues estoy empezando a creer que hice una tontería.
Me cambie mi uniforme negro como la cocinera del señor Kurosaki y me puse unos jeans, una blusa con botones a presión, tome mi mochila y salí de mi casa.
Fui directamente al salón de neurología donde el profesor Isshida Uryuu daba sus clases, estaría como oyente aunque honestamente no escucharía solo por verlo otra vez.
Entre y estaban pocos alumnos, pero con sus treinta y pico años el doctor y profesor Uryuu estaba mas guapo que nunca. Estaba explicando no se que cosas y yo estaba fascinada por su voz.
Disimule poner atención aunque claro, ponía atención en él.
Sonó el timbre y todos se levantaron, él y yo tenemos una relación de conocidos pues además de que fui una de sus estudiantes un tiempo es el amigo de mí ahora ex-jefe.
—¿Tan temprano señorita Kuchiki? —en su traje azul marino sumado a su bata me hacia perder el control.
—Si, salí temprano del trabajo. —mentí.
—Espero que estés lista para la entrega de diplomas.
—La verdad estoy muy nerviosa. —confesé. Uryuu se sentó en su escritorio y yo me senté en la primera silla de las filas más cercanas a él.
—Si tu padre estuviera aquí estaría orgulloso.
—Al igual que mi madre, ellos querían lo mejor para mí y mi hermano.
—No me atrevo a preguntarte por él. —la dulzura de sus labios se esfumo— ¿Quieres un café?
¡No! Ahora creo que odio el café. Pero, espera… ¿Me esta invitando a tomar café? Me muerdo la lengua para evitar gritar y brincotear por todo el salón como una boba Orihime.
—Un té mejor.
Uryuu se levanta y yo le imito, camino hacia la salida del salón, hombro a hombro junto a él y al toparnos con la puerta amablemente él la abre y me permite salir caballerosamente. ¿Por qué Ichigo no es así?
Caminamos en silencio a la cafetería de la Universidad, quisiera hablar de algo y romper con ese horrible mute mas no soy capaz. Al llegar a la cafetería que esta en el patio trasero me siento en una de las mesas.
—¿El te de que lo quieres?
—Limón. —lo mire a los ojos y él sonrío.
Se tardo un poco en traer el té. Me quede viendo al cielo nublado, no llovería pero el sol no aparecía desde hace rato. Mi celular vibro, mire la pantalla y era Orihime, apague el celular y lo guarde en mi pantalón, Uryuu venia con una charola café de cartón, traía los dos vasos de unicel blanco y una cajita rosa. Dejo las cosas en la mesa y la cajita rosa eran donas de chocolate con varios colores.
Se sentó tranquilamente y me dio un vaso de los que traía, era té de limón, lo sorbí y estaba al punto. Exquisito.
—Eres la mejor alumna que esta Universidad ha tenido Rukia, tu entrega en tu trabajo como cocinera y aquí te han hecho ser el mayor ejemplo.
—No es por sonar orgullosa pero, hacia las cosas que amo y… —me sumergí en esos ojos agua, ya me sentía chapotear en ellos, desde que lo conocí quiero un mundo con el—, y… —me sentía nerviosa ante el, mire mis manos y juguetee con los dedos—, quiero merecer las cosas.
—Las mereces Rukia, por naturaleza. Eres gentil, amable y atenta, sobre todo entregada y fiel. Mejor trabajadora no se pudo conseguir Ichigo.
Su sonrisa se amplio, era como si fuera un bienestar el que este cerca del señor Kurosaki.
—Te mentí —cerré los ojos y sentí como si un balde de agua fría me cayera encima.
—¿Cómo?
—Desde hoy deje de trabajar con el señor Kurosaki. Me grito y yo le grite.
—¿P-pero como? ¿Qué empezó el problema? —pregunto preocupado.
—Estoy bien, gracias. El señor Kurosaki dijo que no era buena en mi trabajo.
El rostro de Ishida se puso rígido y podría decir que incluso tenia el entrecejo fruncido, se veía molesto. Como si él entendiera.
—Sabes la historia del por que Ichigo es así de… —busco la palabra correcta, lo se por su mirada—, difícil.
—Solo se que tuvo un accidente y por ello vive en esa silla de ruedas de por vida.
—No fue solo eso, es por que él se iba a casar hace mucho tiempo en secreto con una chica, ella solo quería el dinero de Ichigo. Él la encontró en condiciones poco decorosas, fue cuando salio en su motocicleta, un auto choco con él y desde ese momento quedo así.
—Yo no sabia —me sentí mal por el señor Kurosaki, a pesar de ser un gruñón ahora entiendo un poco de su mal humor.
—Ichigo vive con odio desde entonces, desconfía de la gente y vive en un mundo de mal pensamiento contra la gente.
—Entiendo su molestia pero no debe de ir por el mundo así, asustando a la gente con sus gritos, yo nunca deje que me gritara.
—Esa es una de las razones de las cuales me gusto que trabajaras con él, tu carácter es igual al de él cuando era mas joven. Entregado y fiel. Pero ahora a perdido esos valores —estiro una de sus manos y tomo una dona.
—Cuando era pequeña e iba a casa de mis padres el señor Kurosaki jugaba mucho con Renji, mi amigo, su chofer.
—Si, se quien es —dio un sorbo a su café.
—Pero desde que esta en la silla de Ruedas y yo entre a trabajar se ha puesto una barrera entre ellos.
—Ichigo dice que solo confía en una persona. En si mismo. Aunque yo vaya a su casa y trate de hablar con él y salir no quiere se cree un monstruo.
—Si no fuera tan gruñón…
—Pero es huraño, no podemos sacarlo de su cascaron.
Y esa fue toda la conversación, en la tarde me llevo hasta mi casa y eso fue todo, no pude pensar mucho en Uryuu por culpa de Ichigo Kurosaki quien invadió mis pensamientos. Creo que fui dura con él, no debí haberle gritado cuando tenia un mal día, aunque también el mío era malo.
Me acosté en mi cama y prendí mi celular, habían mensajes de Orihime y Renji mas no los abrí pues uno me llamo la atención.
De: Kouga K.
Para: Rukia K.
Enviado el 13 de Mayo del 2005
" Rukia necesito dinero, 10,000 dólares para dentro de dos semanas.
Quieren matarme. Es Aizen."
Me levante de la cama rápidamente y marque a mi hermano.
—¿Bueno? —pregunte cuando escuche que contestaron.
—Rukia, ¿Tienes el dinero?
—No, pero, Kouga. No puedo darte esa cantidad de dinero. Es lo mismo siempre. —fue cuando me acorde que le debo al señor Kurosaki mil dólares, me puse la mano en la frente molesta.
—Pídele más a tu jefe.
—No puedo, renuncie hoy.
—¡¿Qué?!
—Lo siento pero yo no pediré mas prestamos por tu causa, tu te metiste en este embrollo, sabes que no debes estar junto a él mas le sigues el pasó. Lo siento hermano pero mamá y papá ya murieron, no puedes chantajearme más.
Recuerdo que hace un año, cuando mi padre aun vivía mi estúpido hermano me chantajeaba diciendo que si no le daba dinero le diría a mi padre, lo ultimo que quería era que muriera de una pena causada por mi hermano.
Se escucho como un quejido, y luego una voz pacifica pero controladora salio.
—Hola Rukia Kuchiki al fin platicaremos.
La voz me dio miedo al inicio pero me avalentone y conteste con autoridad.
—¿Y tu quien eres?
—Aizen, necesito ese dinero o tu hermano muere esta misma noche.
—¡No! Espere… —suplique.
—Se que trabajas para el gran empresario Kurosaki. Pídele ese dinero o ya sabes lo que pasara —casi pude escuchar una risa de su parte—. Si no lo haces puedo enviarte a tu hermano por partes. Y no solo eso, tu tambien pagaras.
La garganta se me seco y con voz temblorosa respondí:
—Esta mismo día lo tendrás. Pero no lastimes a mi hermano.
Tome mi bolso y salí de mi apartamento, no solo la vida de mi hermano peligra si no tambien la mía. Sabia que algún día por sus malos pasos yo y mi familia terminaríamos en sus garras. Por suerte mis padres ya no están aquí.
Ahora solo queda hablar con mi ex-jefe. Ichigo Kurosaki.
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Espero ansiosa sus comentarios, gracias por seguir leyéndome y estén al pendiente de mis demás Fics n.n
Att: Mazzy
ICHIRUKI 4EVER
