One Piece y sus personajes no me pertenecen.


Intriga y sueños

Las noches en el Sunny era una de las cosas que más había echado de menos. Sin contar la animación del capitán, las interminables horas de sueño del espadachín, los gritos de la navegante, el miedo del francotirador, la amabilidad del cocinero, la tranquilidad del joven médico, el tupé del ciborg y los chistes del esqueleto.

Robin suspiró aliviada al encontrarse de nuevo en la cubierta de su barco, con su tripulación, que dormía plácidamente a escasos metros de ella y bien cobijados en sus habitaciones. No habían tenido tiempo de disfrutar los unos de los otros en tranquilidad y, finalmente, cuando todo el embrollo de Punk Hazard se había terminado, ninguno de ellos tenía las suficientes fuerzas como para recuperar el tiempo perdido.

Sin mediar palabra y una vez acabada la cena, todos los nakama abandonaron la cocina y se dirigieron a sus camas, articulando algún que otro buenas noches y un no hagáis escándalo por parte de la navegante. Advertencia del todo innecesaria, ya que en unos escasos segundos la cocina quedó desierta. Incluso Sanji había dejado a Robin en soledad, después de disculparse miles de veces y servirle más de treinta cafés con aromas y sabores increíbles.

La morena no pudo evitar sonreír y pensar lo afortunada que volvía a ser por estar tan cerca de ellos, de su familia. Aunque aquella noche, un intruso la observaba a escasos metros, con un gorro calado hasta la nariz y sujetando una espada como si su vida dependiese de ello.

El observador abandonó su rincón y se acercó a la arqueóloga, que al escuchar sus pasos no había podido evitar esbozar una sonrisa. Aquel chico la tenía intrigada.

–¿Puedo sentarme? –Preguntó.

Robin asintió sin prestarle mucha atención. Al fin y al cabo, era agradable tener compañía.

Aunque fuese la compañía de un ex-Shikibukai.

–¿Por qué estás tan tranquila? –No hacía más que preguntas–. Se supone que aquí nadie confía en mí.

La arqueóloga cerró el libro y miró a Law, quien sostuvo la mirada.

–Luffy confía en ti –concluyó–. No hay por qué dudar de una primera impresión del capitán.

Law se recostó sobre la silla y puso su mano sobre su cabeza, acariciando la parte superior de su sombrero. Cierto era que Monkey D. Luffy era un tío peculiar. Podría decirse que era uno de los Super Novas más fuertes hacía dos años, así que ahora debería ser mucha más fuerte. Pero, aun así, un capitán no podía ser tan confiado. Y, aunque lo fuese, su tripulación debería hacerle entrar en razón.

–¿Tú confías en mi?

Robin apoyó un codo en la mesa y recostó su mejilla sobre la mano. La conversación se ponía interesante.

–Sí –dijo–, ¿por qué no iba a hacerlo? –Robin cerró los ojos a modo de reflexión y alzó los hombros–. Puedo matarte cuando quiera, no tengo nada que temer.

Trafalgar Law abrió los ojos desmesuradamente. Hacía mucho que nadie le hablaba con esa superioridad y esa frialdad. ¿Cuánto hacía que nadie le amenazaba de muerte de esa manera tan directa? Ni lo recordaba. Y, además, una mujer.

–El gran Trafalgar Law sorprendido –dijo Robin satisfecha–, esto es algo que no se ve todos los días –no pudo evitar sonreír, aquel chico era de lo más entretenido–. Sólo bromeaba.

–¿Qué diablos…? –Law no cabía en su asombro.

Aquella mujer le había tomado el pelo.

Ahora entendía por qué Luffy había dicho que tenía a la persona más inteligente en su tripulación, por qué aquel espadachín de pelo verde decía que odiaba hablar con aquella mujer que siempre le dejaba mal, por qué la mujer pelirroja se había reído cuando él se refirió a las mujeres de la tripulación como nakama débiles, por qué el tirador de las plantas había dicho que su mote de niña demonio le iba como anillo al dedo. Y también entendía por qué el ciborg no hacía más que intentar impresionarla y por qué el mapache no paraba de esconderse detrás de ella.

Pero no fue hasta que Robin se levantó de la mesa y se alejó de Law que éste entendió por qué el cocinero no paraba de halagarla y por qué el esqueleto no paraba de pedirle que le enseñase las bragas. Nico Robin era la mujer más sensual y atractiva que había visto nunca.

Aquella noche soñaría con ella. Y no precisamente cosas bonitas.


Y hasta aquí.
No estoy muy convencida con Trafalgar Law, es un personaje peculiar y no acabo de entender al completo actúa, pero espero que no haya quedado muy Ooc.

Espero Reviews y gracias adelantadas.

HanaHana