Tal vez

Una noche de invierno y la lluvia ya me golpeaba la cara sin piedad, tal vez era un castigo, tal vez no, ahora quien era yo para juzgar, dejé un alma en el olvido y cuando quise regresar por ella se había marchado, no me espero, cuando dijo que lo haría. Me quede vago en este extraño mundo con extrañas personas y extraños recuerdos, lejanos e inalcanzables. Marque de la manera más cruel mi destino creyendo que mi palabra estaba antes que mi corazón, pero la vida me lo negó de la peor forma, me hizo ver la realidad, pero para cuando me di cuenta ya era demasiado tarde.

Tal vez necesitaba de ella más de lo que imaginaba, tal vez extrañaba su sonrisa por las mañanas, tal vez era su aroma mezclado con la brisa, o tal vez era su forma de ver la vida…tal vez.

No excuso mis errores, porque sé que no tengo derecho, y aunque me reprima y reproche también sé que no volverá, falle en todos los sentidos, me mentí a mí mismo y la herí con facilidad, le clave la daga de mi desprecio cuando ella me entregó todo. Pero nadie me dijo que su corazón era tan delicado, nadie me dijo que debía tener cuidado.

Tal vez se cansó de promesas retenidas…

Y aunque le ruegue a la Luna que me la devuelva, o le implore al Sol verla un día más, sé que el cielo no lo permitirá, por que le corte las alas a su ángel, apagué su mirada como vela y traté sus sueños como mendigos, aun cuando le daba la espada a los míos. Creí que lo tenía todo porque siempre estuvo ahí conmigo, para mí, en que gran mentira había vivido por tanto tiempo, tal vez me falto madurar, o buscar alguna solución antes de actuar.

Ahora la extraño, demasiado. Es impresionante como pudo darme tanto con tan poco, como entro en mi alma antes de que pudiera darme cuenta, como con una mirada divulgó en mi ser y llenó de luz esa oscuridad que se había estancado en mi pecho. Tal vez porque no conocía la tristeza, porque en su guion jamás se escribió la palabra rencor o pintó las decepciones con sus ojos, o simplemente porque así era ella.

Kagome

Su nombre se grabó en mis labios y sus caricias se marcaron en mi piel con fuego, definición tan simple para un sentimiento tan complicado, que ahora ya no importa, mi fe murió cuando ella se fue. Y aunque las estrellas me miren celosas o el viento me grite sin piedad, incluso que la lluvia me suelte su tempestad, ella no vendrá, nada cambiará. No es como si pudiera susurrarle un perdón y borrar las heridas.

No me puedo quejar cuando creí tocar el cielo con las manos, cuando aprendía a ver el lado bueno de la vida, o cuando me creí invencible solo porque ella lo decía. Su calor, su intensidad, su fuerza, nada se compara ahora con ella, y aunque nieguen que fue mi culpa lo es, y no me importaría irme al mismo infierno con tal de tenerla de vuelta, aunque a estas alturas temo que ella no quiera.

Tal vez ahora está mejor, tal vez ya encontró el amor, tal vez ya me olvidó.

Y la sola idea me hace rabiar, porque sé que ahora cualquiera es mejor que yo, porque sé que fue lo que un día tuve y deje ir. Solo deseo no olvidar su rostro por las mañanas, su dulce voz al despertarme, y sueño con que tal vez un día la volveré a ver…solo tal vez.

Inuyasha

4 de Junio de 2010

N/A: Ok, no tengo idea de donde salió esto, pero igual me gustó, un Inuyasha con el corazón roto y una decepción es algo interesante, nunca faltan las ideas.

Déjenme sus comentarios, saben que son bienvenidos, aunque solo sea una crítica, todo cuenta.

Ángel Nocturno