Capitulo 1: El primer adiós.
., Ohio, Columbus.
El día 15 de junio de 1980 empezó como cualquier otro para Sam Evans el Jefe en Cadriócirugia del hospital St James, levantarse a las 6, ducharse, vestirse, desayunar e ir al trabajo. El sol brillaba y no había nube alguna en el cielo, todo indicaba que ese iba a se un buen día.
Nada podría prepararle para lo que tendría que enfrentar ese día, ni sus 32 años como cirujano.
Hacia las ocho menos cuarto llego al hospital, aparco su coche en su plaza de aparcamiento y entro en el edificio. De camino a su despacho saludo a sus compañeros, al llegar allí se quito la chaqueta y la colgó en el perchero sin saber que en pocos segundos una catastrófica serie de eventos daría comienzo.
De repente su busca sonó, era un 911 del paciente de la habitación 367. El Dr. Evans salio disparado como una bala de su despacho. Corrió a toda prisa, tenia que llegar a tiempo, si no lo hacia... ni siquiera podía permitirse pensar en las consecuencias.
El paciente de la habitación 367 era un joven de 16 años llamado Eric Smith. Eric desgraciadamente nació con un severo problema cardiaco que con los años solo fue empeorando. El Dr. Evans empezó a trabajar en el caso de Eric cuando este tenia casi 11 años. Con el tiempo Eric y el Dr. Evans desarrollaron una especie de amistad. Siempre tras su consulta ellos se quedaban hablando durante unos minutos a veces de algún deporte otras de como le iba a Eric con sus estudios...
Al llegar al la habitación 367 el Dr. Evans inmediatamente evalúo el estado de su paciente.
El panorama pintaba mal, muy mal. Había que intervenirlo de inmediato o si no Eric no lo haría. Dio ordenes de que preparasen una sala de cirugía y llamasen a los padres de Eric.
A los pocos minutos todo estaba listo, solo faltaba la firma de los padres de Eric para poder intervenirlo. Cada segundo era crucial. El Dr. Evans sabia que tenia que empezar la cirugía pronto porque cuanto mas tiempo pasara menos probabilidades de sobrevivencia habrían.
En doce minutos Karl y Mary Smith llegaron al hospital, se dirigieron directamente a donde se encontraba su hijo. No había tiempo para explicaciones, El Dr. Evans les pidió que firmasen el permiso para poder iniciar la cirugía ya. Ellos lo hicieron, al fin y al cabo era lo mejor para su hijo.
La cirugía duro cinco horas y 28 minutos, a las 12:23 del mediodía Eric Smith falleció.
Doce minutos, ese pequeño y para algunos insignificante periodo de tiempo marco la diferencia entre la vida y la muerte.
No importa cuantas veces te pase, cuan acostumbrado digas estar,etc. Perder a un paciente, que una vida se te escape entre las manos es una sensación difícil de explicar. Sientes un nudo en el estomago, no puedes estarte quieto, desagradables escalofríos te recorren la columna vertebral y esta la impotencia. ¡Dios esa horrible sensación! sientes que no puedes hacer nada bien ni siquiera andar, hasta sostenerse en pie resulta una ardua tarea.
Algunos cirujanos dejan de practicar la medicina después de perder a su primer paciente. Muchos dicen que los cirujanos son personas crueles, frías o insensibles o las tres cosas y más, pero eso es mentira. Ellos son como cualquier otro ser humano solo que con la practica han desarrollado una mascara, algo que enseñar al publico. Uno no puede ir y decirle a unos padres que su hijo ha muerto mientras que estas llorando a mares, no, eso no seria profesional y desde luego cabrería a la familia del paciente. Ellos pensaras ¡Y este porque demonios llora, ni lo conocía!, por no hablar de que tienden a echarle la culpa al cirujano por el fallecimiento del paciente. Por eso esta la frase "Hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos para..." a la familia no le alivia el dolor ni nada, sirve mas bien para evitar que demanden al hospital cosa que algunas familias si que hacen.
Este es un oficio difícil. Cuando salvas una vida eres un héroe pero cuando se te muere alguien eres un monstruo, un villano.
Sam Evans era un hombre de 58 años que había vivido muchas experiencias tanto buenas y malas, había tratado a muchísimas personas. Pero ni con toda esa experiencia él no era inmune a la sensación de perder una vida. Más a un si es una tan joven como lo era Eric.
Ahorra le tocaba decírselo a los padres. Ver como en cuestión de segundos sus ojos iban a perder el brillo, Mary se echaría a llorar desconsoladamente y Karl trataría de consolarla dejando de lado su propio dolor, después de unos segundos o un minuto o dos Karl empezaría a insultarlo, a atacarlo, culparlo de la muerte de su pequeño. Y él no podría hacer nada más que marcharse, retirarse a la privacidad de su despacho donde podría permitirse unos minutos de luto.
Por muy mal que las cosas le hayan ido esa mañana el Dr. Evans no podía pararse a descansar, tenia mas pacientes que dependían de el.
Si en él momento creía que la muerte de Eric era lo peor que podría pasarle estaba muy equivocado. Estaba a unas horas de cometer el peor error de toda su carrera, un error que afectaría tarde o temprano a muchísimas personas, dos en particular mas que a las demás.
A las dos y tres minutos el hospital recibió una alerta de emergencia. Un accidente de trafico en masa. Todos los médicos y enfermeras tenían que estar preparados para recibir el aluvión de heridos.
A las 14:19 la acción empezó, las primeras victimas llegaron. Desde ese instante durante horas la acción no paro, el Dr. Evans paso de una victima a otra como un balón de baloncesto en pleno partido. No podían permitirse descansar.
A las 17:57 empezó una cirugía a un paciente que había sufrido múltiples ataques al corazón. Todo iba bien, la cirugía debería de haber sido un existo pero dos errores fatales fueron cometidos.
Sin poder hacer más el Dr. Evans siguió tratando a más victimas.
Fueron las 19:22 cuando fue llamado a la sala de partos donde una mujer estaba dando a luz a las 34 semanas de embarazo. El medico a cargo estaba preocupado por el estado del bebe, pues como nació varias semanas antes de tiempo podría presentar entre otras cosas problemas cardiacos. A las 19:32 el bebe nació, una preciosa niña de 1,8 Kilos. Era pequeña por haber nacido antes de tiempo pero en lo demás estaba sana, no problemas cardiacos ni de cualquier tipo pero aun axial tuvo que ser puesta en observación por precaución ya que la vida es algo impredecible aun mas la de alguien tan joven y frágil y cualquier cosa podría pasar.
La madre no llego a sostener a su hija porque inmediatamente después de oír el llanto de su hija cayo dormida, estar 15 horas de parto era agotador al fin y al cabo.
Horas después la madre, Miriam Princhek despertó. Miriam era una hermosa mujer a mediados de sus años veinte como mucho, de pelo rojo cobrizo y los ojos azules más hermosos que te puedas encontrar. Ella pregunto a las enfermeras por su hija y por su marido que sorprendentemente no había estado a su lado durante el parto. Su hija estaba bien pero de su marido no sabían nada. Miriam se preocupo pues eso no era normal en Chris, Christopher Renaldi estaba completamente extasiado con la idea de ser padre.
El día mas feliz de su vida pronto se convirtío en el mas trágico.
El Dr. Mark Ryan llego con la peor noticia que pudiesen darle. Su marido fue victima en el masivo accidente de trafico. Chris Renaldi había fallecido a las 19:05.
Miriam estaba completamente devastada, el amor de su vida estaba muerto. Él nunca llegaría a sostener a su hija en brazos, ella nunca volvería a verle sonreír, nunca mas estaría en sus brazos, pronto las tardes que pasaban paseando por el parque a la luz de la luna no serian mas que lejanos recuerdos.
Ella no podía soportarlo, entro en un estado de depresión tal que hasta se olvido se su hija.
Ella no se veía capaz de seguir adelante mucho menos criar a una niña ella sola. Entonces Miriam cometió el peor error de su vida, un error del cual meses después se daría cuanta y para cuando lo hiciese seria demasiado tarde. Ella dio en adopción a su hija.
El 15 de junio de 1980 fue en día triste para muchas personas, una niña en especial quedo huérfana de su padre antes de nacer y de su madre al las pocas horas después. Ella se separo de su madre sin que esta la sostuviese en brazos ni un instante.
Días después una enfermera se dio cuenta de un error que había cometido días antes, una confusión en medio del caos. Ella llevo a un paciente al quirófano equivocado, ese paciente debería de haber sido operado de un problema con los riñones, en cambio fue operado de un problema cardiaco. Ella inmediatamente fue a informarle al cirujano que realizo la operación.
Al enterarse de la cruda verdad el Dr. Sam Evans sintió que el mundo se le venia encima. No podía dejar de maldecirse mentalmente. Ese día fue un día de mierda para muchos, él entre ellos , si no hubiese estado tan agotado... Pero no había escusa por su culpa un hombre había muerto, esta vez era verdaderamente su culpa, si no hubiese estado tan cegado por el agotamiento y el dolor por la muerte de Eric él se hubiese dado cuenta de que ese hombre no tenia ningún problema cardiaco.
Perdido en la culpa el dejo su cargo en el hospital, dejo de ejercer la medicina y poco a poco fue cayendo en un abismo de oscuridad del cual nada ni nadie podría sacarle.
Él había matado a Christopher Renaldi.
Por su culpa Miriam Princhek era viuda.
Por su culpa la pequeña niña, Andrea, era huérfana.
Y por su culpa Andrea no crecería con sus padres ni llegaría a conocerlos.
Poco sabia él, pues el destino tenia preparado muchas sorpresas par las dos, Miriam y Andrea se volverían a encontrar, pero eso seria muchos años después y ninguna de las dos sabría el vinculo que las unen.
