pero... ¿por qué regresé?
Te necesitamos...
Su corazón había esperado
por tanto tiempo a que regresará,
que un día su esperanza terminó por romperse,
pero volvió a vivir.
Decidió volver a vivir,
y se dio la oportunidad de amar.
Cada uno tenía una familia...
Alguien los esperaba....
Tenían alguien a quien debían regresar.
Tal vez ella había quedado en el olvido.
Tal vez si lo había logrado olvidar.
Tal vez no.
Pero ahora su corazón era hielo.
Se había prometido no volver a amar a nadie más,
luego de la muerte de su esposo.
No serviría de nada el que la estuviera viendo de nuevo.
Al final de todo, ella se volvería a ir....
a su hogar con su hija...
Él ya no debía significar nada más que un buen recuerdo...
Sería mejor que su corazón no volviera a latir.
Nuevamente sangre...
Siento haberte llamado por esto...
Mi hija debe de estar preocupada.
Me debe de estar esperando en
casa...
¿Tienes una hija?
Si.
Se debe parecer a ti....
Creo que se parece más a su
padre.
No sintió dolor al saber esto.
Tampoco placer.
Tal vez si se había congelado su corazón.
El niño asustado ya no lo era.
Ahora era un joven con dolor.
Se acercó a su padre,
desconfiando de la mujer extraña.
Su mirada demostraba sufrimiento,
y una inocencia que había sido
arrebatada muchos años atrás.
¿Quién eres tu?
Tan solo una conocida...
¿De cuando?
De cuando era solo una niña. ¿Y tú?
Soy su hijo. Pero no eres como me
han contado.
Tu padre me conoció hace mucho tiempo.
¿Durante la gran guerra?
No era mayor a ti en ese
entonces.
¿Tienes familia?
Tengo una hija como de tu edad.
¿Eres tu a quién amo mi papá en
lugar de mi mamá?
Yo...
No importa.
Estás siendo grosero.
Solo hago lo mismo que le hiciste
a mi mamá.
Y viejas heridas resurgieron
cuando el joven les dio la espalda.
Me odia.
También mi hija... pero debe de estar sola...
y ella le tiene miedo a estar sola....
Tu también lo tenías.
Desde que su padre murió, ella le teme aun más.
En cuanto esto terminé... la
volverás a ver.
¿Lo prometes?
Si.
Eso me tranquiliza. Se que siempre cumples tus promesas
Trataré de cumplir esta también.
La batalla era cruel.
¿Pero cuando no lo era?
Nuevamente ella trató de ayudar.....
Amigos murieron frente a sus ojos que ya no eran castos.
Trató de adivinar lo que pasaría.
Cualquiera hubiera creído que había aprendido
a no confiar en una fuente tan inexacta como el destino,
que gira su rueda sin importar a quién perjudique.
Justo como el tiempo...
Que jugaba con las vidas a su antojo.
Era igual. La misma cosa...
Los separaba,
los había obligado a olvidarse,
a encontrar otro hogar...
y ahora, cuando por fin se habían olvidado,
los habían vuelto a juntar.
Durante una cruel batalla, ella vio el final.
Vio a su hija y a un ángel...
Juntos como ellos habían querido estar.
Pero se distrajo... y un temblor rasgó la tierra...
Ella cayó por un risco, y nuevamente él la salvó.
Sus alas de ángel surgieron de su espalda
y sus brazos la envolvieron.
Su cuerpo aun era cálido,
y aun cabía a la perfección entre sus brazos.
Y sin querer recordó, recordaron,
todo lo que se quisieron, y todo lo que pudo ser.
Pero una lanza, tal vez perdida, tal vez no,
atravesó al ángel y a la mujer.
Y aunque el joven príncipe
también brotó alas de ángel
y trató de salvarlos, era tarde.
Estaban heridos de muerte.
¡¡¡Papá!!
Cuídate...
¡¡¡No me dejes solo!!!
No lo estarás...
¿Cómo lo sabes?
Por primera vez, no desconfíes de mi...
cree en lo que te digo...
El padre vio con orgullo a su hijo.
En lo que se había convertido.
Le dio su espada.
Su corona.
Un abrazo.
Trajo lágrimas a los ojos del joven príncipe.
No seré fuerte...
Lo serás.
Pero... estaré solo.
Encontrarás a alguien.
La guerra....
Terminará la guerra, ya verás.
Ganaremos... Y tu estarás bien...
Papá...
Te quiero hijo...
Yo también te quiero papá... dile
a mamá que...
Lo haré...
El joven se fue,
rezando para poder ser
lo suficientemente fuerte para no llorar.
Sostuvo la espada con fuerza,
mientras trataba de conservar intacto su orgullo
y mientras sus lágrimas caían
y marcaban el final de su vida como la había conocido..
Moriremos... ¿verdad....?
Siento... siento no haber cumplido mi promesa...
Yo... yo siento no haber vuelto a
ver a mi hija...
Toma...
Le dio el collar.
El amuleto que alguna vez
había sido un recuerdo de su amor.
Tal vez puedas regresar...
No viví junto a ti... al menos, quiero morir junto a ti...
Yo también...
Si cumpliste tu promesa...
¿Cómo dices?
Volveré a ver a mi hija...
Y con lágrimas en los ojos lo besó.
Solo un momento para recordar.
Un momento para pensar en ese pasado
que habían atesorado por años,
pero luego lo guardaron en el rincón del olvido
para poder seguir viviendo y respirando.
Un momento para regresar a ese pasado que ya no sería.
Para regresar a un lugar que ya no existía.
La abrazó fuertemente contra su pecho,
y un pilar de luz los envolvió.
Al desaparecer,
sus cuerpos sin vida estaban en el suelo rojo,
con una leve sonrisa.
Su corazón que se había congelado
había vuelto a sentir calor...había vuelto a latir.
Ella había vuelto a creer... y había vuelto a soñar.
***
En el campo de un viejo y abandonado templo,
la hija aun esperaba el regreso de la madre.
Ansiosa de volverla a abrazar,
y desmentir las crueles palabras que le había dicho.
De repente,
sintió como un par de manos cariñosas la abrazaban
y murmuraban un - te quiero- ..
Tal vez había sido el viento.
Pero al bajar la vista
encontró en su cuello un extraño amuleto
con una piedra rosa.
Sus ojos se llenaron de lágrimas
al saber los cuentos que su madre
le había contado de niña eran verdad.
Mamá...
Él joven príncipe lucho con valor,
a pesar de tener el corazón destrozado.
Y una noche, mientras observaba con tristeza el cielo,
como su padre había hecho tantas veces,
frente a él apareció una columna de luz
y una hermosa chica surgió de ahí.
Sus facciones le recordaban a la que su padre había amado,
salvo por sus ojos color miel.
Ella cayó de rodillas,
mientras las lágrimas seguían saliendo de sus ojos.
Reconocía el lugar como el que
su madre le había
mencionado en cuentos.
Las dos lunas le demostraban que era verdad.
Su madre... ya no la volvería a ver...
Había muerto, ahora estaba segura de eso.
Vio al joven frente a ella,
y con lágrimas se dio cuenta
de que se parecía mucho al joven rey del que su madre le había
hablado
con voz soñadora tanto tiempo atrás....
Cuando todo era perfecto, por que aun era una niña.
Cuando podía creer en los cuentos de hada.
Él era idéntico, salvo por los ojos verdes que brillaban con
dolor.
¿Eres tu...su hija...?
Si... ¿y tu...?
Su hijo...
¿Murieron?
Si...
Ya no la volveré a ver... y ella creía que la odiaba...
Ella sabía que no lo hacías.
Quería volverte a ver...
Pero tal vez si la odio.
Tal vez yo también lo odio...
Me abandonó...
Me dejo solo...
En un mundo que no es mío...
Con una responsabilidad que no
quiero...
Con gente que no conozco...
Con una vida que no es mía,
que tal vez sería mejor
destruir....
Quisiera hacerlo también...
Tú tal vez puedas, pero yo no.
¿Por que?
Él me prometió que todo estaría
bien.
¿Le creíste?
No lo sé... pero quiero hacerlo.
Yo deje de creerles. Me engañaban.
¿A ti también?
Si... me dijeron que nunca estaría sola...
y ahora lo estoy...
Yo también lo estoy...
No quiero querer a nadie.
¿Por que?
Por que a los que quiero me abandonan.
Te entiendo... ¿qué harás?
No lo sé... no tengo nada... ni aquí, ni allá.
No se si allá tengas algo.
Pero aquí te ofrezco mi
amistad...
¿Por qué habrías de hacerlo?
Para que así ninguno de los dos
estemos solos.
¿Qué tengo yo que darte?
Solo compañía en la soledad.
¿Seguro que nada más?
Si. Debería ser yo
el que te preguntará que puedo
darte.
Ya me dijiste, tu amistad.
No es lo único. Hay más.
¿Cómo que?
Hay guerra... muerte,
sufrimiento...
Angustia y soledad.
Eso en todo lugar hay.
¿Te quedarás?
Me quedaré.
Y una sonrisa surgió en los labios de los dos.
Él la ayudó a levantarse, y ella curó sus heridas.
Esa noche, durmieron en la misma cama,
pero solo lloraron y
compartieron su tristeza,
y quedaron dormidos entre los brazos del otro..
Muchos años pasaron, la guerra siguió,
cada vez más cruel, más sanguinaria, más hambrienta
y muchas noches fueron compartieron en la misma cama,
con sus besos y caricias trataron de superar el sufrimiento
y de aprender nuevamente a amar sin lamentos.
Ella había heredado el talento de su madre,
y varias veces adivinó lo que depararía el destino.
Él heredó el orgullo de su padre,
pero pudo aprender a doblarlo, y admitir que la necesitaba.
Él, con su ayuda, logró matar al dragón,
y controlar al robot que podría salvarlos.
Ella, con su ayuda, volvió a sonreír.
Y los dos juntos admitieron que se necesitaban mutuamente,
aunque sólo fuera para fingir.
Dejaron de dormir en camas separadas,
y empezaron a compartir la habitación.
Poco a poco, el amor se adueño de su corazón.
Antes de darse cuenta, sus almas empezaron a vivir como una sola,
y dejaron de ser amigos, para convertirse en algo más.
En algo que tenían miedo de saber y demostrar.
Ella le llamaba su ángel.
Aún antes de saber la verdad sobre su gente,
que luego un día el le confesó.
Él la llamaba su estrella.
Y muchas veces volteó a verla
a ella para saber donde estaba.
Vida empezó a latir en su vientre.....
Vida que se perdió por un error.
Él trató de evitar sus lágrimas,
y ella lloró todo su corazón.
No llores más. Por favor...
No quería que esto pasará...
¡No quería que esto pasará!
Yo tampoco lo quería...
En verdad quería que naciera...
También yo.
Así si volvía a quedar sola, lo tendría a él.
No estarás sola...
Era mi hijo...
Nuestro hijo...
¿En verdad lo crees así?
Si.
Se abrazaron, y no dijeron más y
solo
sus sollozos entrecortados
surgieron de su habitación.
Pero luego de esa noche, todo
cambió.
Ahora sus besos eran diferentes,
la sangre más real,
el dolor menos liberador,
las caricias más tiernas...
La inocencia que no habían perdido
la primera vez que estuvieron juntos,
la liberaron cuando por primera vez
hicieron el amor algún tiempo después.
Pero de sus labios nunca surgió
un te amo.
Tenían miedo.
Temor de que al hacerlo,
se marcharían,
como sus padres y a los que habían amado
lo habían hecho
tanto tiempo atrás.
La vida volvió a latir en su vientre,
y todo el cariño que nunca tuvo como hijo,
él lo dio como padre.
Todo el amor que se negó a recibir como hija,
lo entregó como madre.
La batalla final llegó.
Sangre brotaba de los heridos,
y él nuevo rey ahora tenía motivos para luchar...
Una familia que salvar.
El recuerdo de su madre muriendo frente a él,
y luego imaginarla a ella,
a su estrella en la misma situación
congelaba su sangre,
y le daba fuerzas cuando quería rendirse.
No permitiría que eso pasará.
Que ella lo abandonara.
El parto se había adelantado, y
no había forma de avisarle al rey.
La atendieron, y trataron de
ayudarla,
pero ella solo quería verlo.
Quería verlo y que él viera a sus
hijos.
Quería vivir.
Quería volver a ver a su ángel.
¡¡¡¡¡NO PUEDO RENDIRME ASÍ!!!!!
Fuera de la fortaleza:
Dolor,
Sangre
Traiciones,
Muerte...
Dentro del castillo:
Sangre,
Miedo,
Dolor,
Posible muerte...
No puedo morir aquí...
Tengo que seguir...
Me esta esperando...
Prometí que luego de esto nos volveríamos a ver...
El deseo de no romper
su promesa les dio nueva fuerza
y trataron de volver a luchar.
Un grito rasgado surgió de sus
labios resecos,
y volvieron a vivir..
¡¡¡REGRESARÉ A TI AMOR!!! ¡¡¡CUMPLIRÉ
MI PROMESA!!!
Un momento en que podían haber
renunciado.
Vieron la luz, pero regresaron.
Respira...
Lucha...
Sigue...
Tu puedes...
¡¡¡VIVE!!!
No te rindas ahora...
Debes regresar con los tuyos...
Me esta esperando...
Espera volver a verme...
Se que cumplirá... yo también lo
haré...
Dame fuerzas Dios mío...
Nunca he creído en Ti...
Bien sabes que te odie...
Por eso, solo te pido esto...
Que regrese con bien...
Déjame volverla a ver...
Demuéstrame que eres real...
Quiero volver con ella...
Él es mi familia...
No me alejes de mi estrella...
No te lleves a mi ángel...
Cumple mi ruego Señor.
La batalla había terminado.
Su padre había tenido razón.
Había salido victorioso.
De repente, pudo escucharla
claramente en su corazón.
Lo necesitaba
Abrió sus alas y surcó los
cielos,
angustiado por ella.
A quién amaba con todo su
corazón.
Entró por la ventana, y vio a
alguien llorando.
Temía lo peor...
Que ella lo hubiera dejado solo.
Corrió hasta la habitación que
ella había usado.
Rogó por un milagro.
Por que ella hubiese mantenido su
promesa.
Por que no lo hubiera abandonado.
Abrió la puerta rápidamente
y sintió las lágrimas en sus
ojos,
luego sintió las gotas saladas
deslizarse por sus mejillas.
Te esperaba.
Yo...
¿Verdad que son lindos?
Se acercó y se sentó junto a
ella,
viendo a los dos pequeños ángeles
que su estrella tenía en brazos.
El pequeño tenía el cabello de su
madre y sus ojos.
La pequeña tenía su cabello y los
ojos de su madre.
Son preciosos.
Estas herido...
Y su mano de seda acarició su
mejilla roja .
No importa...
Pero...
Solo me importas tu...
Tenía miedo que me fueras a dejar sola.
Primero hubiera venido a
despedirme.
Yo...
Yo también tengo miedo de
decirlo.
¿Lo sabes?
Sí.
¿Qué te parece si lo decimos juntos?
Él tuvo que sonreír ante esta
propuesta,
y besó la frente de su ahora
esposa.
De acuerdo.
TE AMO.
Sintieron libertad al haberlo
dicho.
Lágrimas salieron de los ojos de
ella
y él mismo pudo sentir como en
sus ojos amenazaban con caer.
Pero solo la abrazó, y besó sus
cabellos,
antes de volver a ver a los
recién nacidos.
¿Cómo les pondremos?
¿Que te parece... Hitomi a ella?
Si... y Van a él...
Sin palabras asintieron.
Entre las sombras de la noche se volvieron a acurrucar.
Una vez habían sido unidos por la tragedia.
Ahora por el amor.
Dos ángeles los vieron desde el cielo.
Sonrieron y les dieron su bendición.
Ellos también eran felices ahora.
De sus hijos era turno.
Les deseaban lo mejor.
La mágica luz tal vez no sería llamada nunca más....
Tal vez sí...
Ellos ya no estarían solos.
Y ahora podrían sonreír.
Y entre las sombras de la noche,
que alguna vez fue mortal,
descansan tranquilas seis almas y seis conciencias.
Dos de inmaculada inocencia.
Dos que por fin descansaban juntos en el cielo.
Y otras dos, muchas veces heridas,
pero que ahora,
habían encontrado la felicidad.
FIN
Notas de la autora:
Raro, raro, raro, raro, raro,
raro, raro..... Esto es el resultado de cuando no quieres hacer la tarea, y
prefieres hacer todo antes de hacerla.
Se lo dedico a mi amiga Suu-chan,
ya que en cierta parte, el hecho de que me tiene traumada con una historia que
esta escribiendo, hizo que escribiera este fic –¡así que no finjas demencia
Suu-chan! Te mandé pedrada directa con eso del corazón congelado. ¬¬ y sabes
bien a que historia me estoy refiriendo-
^^ Espero te guste.
Le agradezco a mi tía Anaís, por
haber escrito un fic TAN maravilloso como es Sueños Lejanos, que fue el fic que
inspiró esta historia ^^ Domo Arigato tía.
También a Sam Kuonji. Por sus
magníficos fics, que inspiraron a mi tía, y por consiguiente me inspiraron a mi
^^ Arigato amiga.
Por esta vez, como este fic esta
en el número 10 de mi RARÓMETRO, aceptó insultos, y que los confundí, y todo lo
que quieran. Para cualquier comentario, mi mail es hechicera_kali_cefiro@yahoo.com.mx
y hechizera_kali_cefiro@hotmail.com
JA NE
XO
Hechicera Kali
Notas de una hermana:
ME ENCANTAAAAAAAAA!! ^^
Atte: Isis