"Te estaré esperando" – Susurro Sakura en mi oído al tiempo que me arrastraban a abordar el avión que me alejaría de Japón y de mi persona más importante.

Y creo que no hace falta aclarar lo bien que me sentó esa despedida, señores. No creo que lo necesiten para entenderlo. De hecho, seguro que lo entienden mejor de lo que yo lo hago, que tengo la cabeza hecha un auténtico lío: Los latidos acelerados en mi pecho, me confunden. La sangre agolpándose en mi rostro, me confunde. La forma en que me tiemblan las rodillas, me confunde. La ahora minúscula chica con lagrimas en los ojos, pero sonriendo y saludándome con la mano desde el aeropuerto mientras el avión despega, me confunde. Lo que dice, me confunde. Que me vea así, me confunde. Que piense esas cosas de mí, me confunde. Porque me hace creer que me quiere. Y ¿cómo no va a confundirme una cosa como ésa?

Durante todo el viaje de regreso a Hong Kong, me la pasé con una sonrisita idiota pintada en los labios, mientras escuchaba la incesante cháchara de Mei Ling y veía como Wei me miraba con ¿ternura? en su mirada.

Al llegar a la terminal aeroportuaria de mi ciudad natal, aun seguía enfrascado en mis pensamientos, lo único que mi cerebro podía procesar era Sakura, Sakura y más SAKURA. Ni siquiera me importó que mis hermanas me recibieran con un abrazo asfixiante al llegar a casa, ni que mi madre me mirase como si me hubieran crecido dos cabezas más en la corta semana que pasé en Japón. Todavía sonriendo como si anduviese drogado, me dirigí a mi habitación y me acosté en la cama con las manos detrás de la cabeza y me pasé horas en esa posición, mirando el cielorraso. Hasta que en un momento no pude soportarlo más y saque el móvil que Tomoyo me había dado tiempo atrás y yo aún conservaba, con la esperanza de que Sakura aún tuviera el de ella y anduviese. Marque el número que me sabía de memoria, y espere, cruzando los dedos. Al primer pitido, salte de alegría, y un podo después de que sonara el segundo, una voz agitada contesto con un '¡Hola!' entusiasmado. Antes de que pudiera decir algo, Fei Mei entro precipitadamente a mi habitación para avisarme que llegaba tarde a la cena. ¡Demonios! Mi madre me asesinaría a sangre fría si no me presentaba a cenar luego ausentarme por una semana, por lo que me vi obligado responder 'Sakura, soy Shaoran. Lo siento por llamarte y no poder hablar, pero surgió un imprevisto, no te preocupes, te llamare de vuelta en una hora', a lo que ella respondió con un 'Me alegra saber que estas bien. Esperare tu llamada y así hablaremos más tranquilos'. Asentí más que nada para mí mismo y corte la comunicación para ver a mi hermana con una expresión indescifrable en el rostro. Tenía el ceño fruncido, pero comenzaba a alivianarse al nacer una pequeña pero visible sonrisita de satisfacción en sus labios. Sacudió la cabeza y me guío al comedor sin dejar de sonreír. No sé por qué, pero su cara me ponía nervioso. Mis hermanas siempre estaban sonriendo y saltando de aquí para allá, pero esta sonrisa nueva en mi hermana mayor no me inspiraba nada demasiado bueno.

Cené lo más rápido posible, entre los animados cuchicheos de mis hermanas frente Mío, la voz de Mei Ling taladrándome el cerebro desde mi derecha y la calmada conversación de mis padres y los de Mei Ling a mi izquierda. Intente excusarme en innumerables ocasiones, pero al perecer mi padre, que extrañamente no estaba trabajando o en una reunión del Clan Li, encontraba esas ocasiones en las que abría la boca oportunas para consultarme sobre mi viaje, el clima, las cartas – lo que causaba un ligero y espero poco visible sonrojo en mis mejillas – y otras cosas de las que no me interesaba hablar en absoluto, por lo que lo único que conseguía salir de mis labios era un vago 'eehh…'.

La verdad es que cada día me sorprende mas la diferencia de caracteres entre mis padres. Mientras que mi padre, Hien Li, líder del Clan Li, uno de los más importantes en todo Occidente, es cálido, amigable, ama encontrarse en familia aunque no pueda hacerlo muy seguido y es muy comprensible; Mi madre, Ye Lan, es una mujer seria y muy fría, rara vez se la ve sonreír, y aunque sus acciones sean bondadosas y cariñosas, su expresión siempre es la misma, tan insondable que te hiela la sangre la primera vez que la ves, las únicas personas a las que recuerdo mi madre alguna vez haya dedicado una sonrisa o una mirada cálida o amorosa son mi padre y Sakura, aquella vez que visito China hace un año.

Casi dos horas después, cuando al fin logré deshacerme del interrogatorio de mi padre y las miradas curiosas de mi familia cuando Mei Ling comentó que visitamos a nuestros amigos y amigas de Japón, subí pitando las escaleras, ganándome una mirada reprobatoria de mi madre, que nunca antes había tenido la necesidad de decirme que no corriera en la casa. Pegué un portazo al llegar a mi habitación, y miré la hora; en Japón eran las 11 de la noche. Me pregunté si no sería demasiado tarde para llamar a Sakura, pero en cuanto escuché el mensaje que me había dejado hace media hora, no perdí el tiempo y marqué con mis dedos temblando por el atolondramiento que me había causado el oír su dulce voz diciendo cosas que solo en mis sueños pronunciaba. Respondió antes del primer pitido, lo que me hizo sonrojarme al darme cuenta de que tenía el móvil a su lado. Estaba esperándome.

"¡Hola!... ¿Shaoran?"

"Konnichiwa Sakura. Lamento mucho no haber llamado cuando dije que lo haría. No quiero que te desveles por mi culpa" – Dije al tiempo que me tumbaba en mi cama y miraba por la ventana la noche iluminada por una hermosa luna llena.

"No te preocupes, recuerda que mañana es domingo"

"Lo sé, pero igualmente siento llamar tan tarde. Aunque en verdad deseaba hablar contigo"

"¿Cómo estuvo tu vuelo?"

¿Qué como estuvo? 'La verdad es que no tengo idea, estuve todo el tiempo pensando en ti, por lo que, si el avión hubiese pasado por una terrible zona de turbulencias, o hubiera caído, ni me hubiera enterado porque estaba demasiado ocupado queriéndote'. No podía decirle eso, ¿verdad? –"Bien" – Respondí. Con eso no la espantaría como lo hubiera hecho si le decía la verdad. Aunque, por otro lado, eso también era la verdad. Para mí, el vuelo estuvo estupendamente bien. Me sentía en el paraíso sabiendo que ella correspondía a mis sentimientos.

"¡Qué bueno!..." – escuche como dudaba por un segundo, como debatiéndose entre decir algo o mejor guardárselo para ella – "Tt-te e-e-ex…"

"Yo también te extraño. Mucho" – La interrumpí, sabiendo hacia donde iban sus intenciones – "Ya quiero volver. Pero primero debo hablar con mis padres al respecto"

Solo se oyó un suspiro de su lado de la línea, antes de oírse unos pasos apresurados sobre el suelo de madera y unos gritos diciendo '¡MONSTRUO! ¿QUE HACES DESPIERTA A ESTA HORA? ES TARDE, DEBES ACOSTARTE', y a ella respondiendo con total naturalidad 'Solo hablaba con Shaoran hermano. Además, mañana es domingo' ' ¿¡HABLANDO CON ESE MOCOSO? ¿ES QUE NO LO VISTE ESTA MANANA? ¿NO TE CANSAS DE EL?' 'Cállate, ¡SHAORAN NO ES UN MOCOSO! HERMANO ERES TAN MALO', seguido al grito de Sakura escuche algo así como un golpe y el grito ahogado de Touya Kinomoto, así como también la calmada voz del señor Kinomoto pidiendo a sus hijos que no peleen y despidiéndose cariñosamente de su hija después de decirle 'Procura no desvelarte demasiado, y saluda a Shaoran de mi parte pequeña'. Siempre tan bondadoso, el señor Kinomoto me caía realmente bien .

"Oye, Sakura. Te dejo que duermas, de seguro estás cansada. Mañana hablamos de nuevo, ¿sí?"

"Está bien Shaoran, Buenas Noches"

"Buenas Noches Sakura, Dulces sueños"

"Adiós"

"Adiós…" – murmuré al vacío cuando ella ya había cortado la comunicación y los pitidos incesantes se oían cada vez más fuertes.

Salí de mi habitación para encontrarme con Xie Fa y Fei Mei alejándose por el pasillo con caras embobadas. Me pregunto si habrán escuchado mi conversación con Sakura. Si lo hicieron estoy muerto. De solo imaginarme como me apresarían en sus brazos hasta dejarme sin oxigeno y sus grititos histéricos y emocionados acompañados por los siempre presentes y ridículos saltitos de alegría, se me ponía la piel de gallina. Ahora que lo pienso, espero que Mei Ling no mencione nada.


N/A: Bueno, aqui esta el primer capitulo de lo que espero seran muchos mas... Dejen reviews con sus criticas constructivas o destructivas! Tomare en cuenta a todas para mejorar mi escritura Gracias por leerme, aunque seas solo vos, lo aprecio mucho.

PD: Gracias a Little Dolphin por toda su ayuda y apoyo moral. ¡Damos miedo amiga!

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