Lust
Con pasos lentos me acerqué a ella, a esa mujer que estaba justo frente a mí, dándome la espalda. Me permití observarla de pies a cabeza durante un momento, sin duda tenía una excelente figura.
Detuve mi andar y pocos centímetros nos separaban, yo con la vista en ella, y Lottie, con la vista en Echo, que yacía tirada en el piso inconsciente. Sonreí un poco, me encantaba molestar a Charlotte, y lo que estaba por hacerle sin duda la enfadaría mucho.
Sin poner mucho cuidado, alcé mi mano y la metí debajo de su camisa. Sentí como se tensaba, ensanché mi sonrisa. Apostaría cualquier cosa, a que esa tensión era producto al fastidio que sentía.
Subí mi mano hasta uno de sus senos, donde la dejé posada mientras hablábamos. Podía notar el enfado en su voz, apoyé mi cabeza en su hombro a la vez que cerraba los ojos. No había apartado mi mano de su pecho ni un milímetro, y tampoco tenía planes de hacerlo.
Con impaciencia, Charlotte se apartó de mí, me dedicó un par de palabras más y salió de la habitación dándome a entender que habíamos terminado de hablar. Reí un poco, era muy fácil, sin contar divertido molestarla.
Aunque todo hubiese sido por molestarla, no pude evitar que mi mente divagara más allá, más de una simple caricia, más de un simple acto, acciones donde sólo nosotros dos estuviésemos, donde fuésemos protagonistas de prohibidas escenas. Sacudí mi cabeza mientras buscaba mis tijeras, necesitaba un poco de distracción para alejar esos pensamientos impuros de mi cabeza.
Al fin y al cabo, se quedarían como eso, pensamientos impuros y lujuriosas fantasías.
Bueno pues, éste es el primer capítulo de una serie de cortas historias que tengo preparadas sobre los pecados capitales personificados por los personajes de Pandora, espero les gusten y no duden en hacerme saber sus opiniones al respecto. Gracias por leer.
