Disclaimer: Las CLAMP son dueñas de los personajes del drabble. Es un mundo alternativo basado en el manga de X. Es un fic yaoi; sino te gusta retrocede y busca otra cosa de tú agrado. Más adelante contiene escenas fuertes, estás advertido.
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Dedicado a mis amigos de la preparatoria 7.
Let me fall
A estas alturas conocía lo que a cada quien le correspondía.
Incluso lo que existía sólo para mí.
En dado caso ¿de que servía continuar con este sufrimiento?
Sin embargo, no podía darme el lujo de perderte...
Capítulo I
Childhood
El único camino que he conocido es aquél donde debo proteger a los demás; donde necesito tener importancia en mis decisiones o traería consecuencias graves; donde lo que opino, haga o desee repercutirá notablemente a los que me rodean. Jamás tuve oportunidad de quejarme ya que había aceptado mi sendero incluso antes de nacer.
En mi infancia no comprendía el significado de las voces de los mayores. De hecho nunca entendí lo que deseaban transmitirme. Tan sólo su mensaje quedó grabado en mi pecho; una cicatriz que marcaría la forma en que tomaría mis decisiones en un futuro. Tan sólo era un niño, sin embargo, fui sometido a un mundo diferente.
El tiempo pasó y mi madre decidió cambiar nuestra forma de vida. A pesar que ella trató de hacerme salir de nuestro hogar, nunca lo quise. Después de todo, me sentía cómodo ahí. ¿Para qué salir a una tierra desconocida?
Fue una tarde cuando ella me obligó a quedarme en la puerta principal hasta que anocheciera. Por supuesto, le reproché innumerables veces. Sin embargo, se mantuvo firme en su propósito y la obedecí.
Edificios enormes podían avistar mis ojos a la lejanía. Personas que iban y regresaban de sus hogares con prisa. El viento soplaba en mi rostro. Una brisa desconocida mezclada con el pesar de la ciudad. ¿Ese era el mundo que mi madre deseaba que descubriera?.
El sol continuó con su curso y sus rayos me indicaban que el anochecer se acercaba. De pronto percibí un sonido inexplicable. Un susurro agradable que el viento parecía cargar con dulzura hacia mí. Risas. Las risas de cientos de voces vagaban entre las calles, trayendo consigo emociones que me eran distantes. ¿De dónde provenía ese sonido?
En ese momento, me percaté de lo que intentaba hacer. Deseaba conocer el provenir de lo que era una dulce melodía. Sin embargo, eso conllevaba desobedecer a mi madre. Mis instintos y las reglas que me había inducido, parecían gritarme. Advirtiéndome del peligro que corría por tan sólo pensar en semejantes deseos. Sin más que añadir, permanecí de pie en el mismo lugar. Esperando a que el crepúsculo surgiera.
Traté de ignorar mi caprichoso deseo, ahogando las emociones que deseaban ser escuchadas. ¿Ignoraría más la fuerte sensación de mi pecho? Y si lo hiciera… ¿Me estaría engañando a mi mismo, cierto?
Por primera vez… desaté las cadenas invisibles que los demás me habían impuesto y corrí hacia aquél hermoso sonido. La risa melódica de las voces se encontraban no muy lejos de mí, lo sabía.
Continué corriendo, buscando caprichosamente mi deseo. Inhalaba y exhalaba el aire contaminado de la ciudad. El frío viento del atardecer acarició mi rostro. Nuevas sensaciones junto con un nuevo presentimiento.
Al final di con el lugar que anhelaba y contemplé el producto del sonido. Lo que había parecido ser cientos de voces tan sólo se trataban de dos niños de mi edad. Me encontraba en lo que sólo en los libros había conocido. Era un parque. Los niños parecían jugar con un balón en mitad de una cancha amplia. Iban y venían con la pelota entre sus pies, olvidándose incluso del tiempo.
Sus cuerpos parecían tan frágiles. Aún así… ¿Por qué sonreían con tanta facilidad? No obstante, sabía que era diferente. Porque yo era "Kamui" La persona que elegiría el final o la salvación del mundo.
Una persona como yo… jamás tendría un lugar con aquellas personas. Sin embargo, deseé contagiarme de su alegría y ser testigo de lo que hacían.
"¿Quieres jugar o seguirás de pie en ese lugar?"
Mi cuerpo entero fue víctima de una nueva sensación. La sonrisa de aquél que se encontraba frente a mi, era radiante y sincera. Sus ojos inundaron mi mirada y sus labios me dieron una nueva decisión.
¿Mirar sin recibir nada a cambio? ¿O atreverme a correr el riesgo de ganarme algo?
No logré sostener mi mirada con la del niño. Ya que no deseaba que mi indecisión lo confundiera -o incluso- lo lastimara. Una mano se posó en mi hombro y me hizo temblar de manera notable. A pesar de ello, aquella mano no se movió. Aún sabiendo que tenía miedo. Conociendo que tal vez lo lastimaría, nunca se apartó.
"Quiero estar con ustedes"-mi propia voz había flaqueado, sin embargo, tomé mi decisión.
La sonrisa de aquél chico creció notablemente al escuchar mi respuesta.
"Entonces, nos presentaremos, ella es Kotori"-dijo el chico señalando algo.
Se trataba de una chica cuya sonrisa, de manera instantánea, se convirtió en mi propósito favorito. Hasta ese momento, desconocía a un ser tan hermoso como ella. Parecía incluso ser un producto de alguna historia de caballeros y princesas. Kotori me saludó -desde la lejanía- con el rostro escondido entre el balón.
"¿Y tú eres…?"-preguntó el chico.
"Soy Kamui"
"Mucho gusto, soy Fuuma"
Fuuma…
Un nombre que desencadenaría mi presente, convirtiéndose en uno de mis recuerdos favoritos y alterando mi futuro para siempre…
Notas de las Blood Twins
Kamui: El primer drabble que hago -si se le puede llamar así a esta historia.
La idea surgió cuando estaba tratando concentrarme para mi examen de Ciencias de la Salud. Encendí la computadora para investigar un término que no había comprendido, hice un documento en blanco en Word… y ¡Pam! nació este drabble. El título se debe al pensamiento que tenía en ese momento.
Me agradó bastante escribirlo, ya que de una forma u otra, desahogué mis propios sentimientos y hago lo que me gusta: Escribir sin sentido.
Felicitaciones, consejos, críticas constructivas son bienvenidos. Gracias por leerlo.
Subaru:
Let me fall
I won't let you go
