Era de madrugada cuando por fin reinó el silencio en las instalaciones de la base central de Los Vengadores. Las máquinas dejaron de funcionar y las luces se apagaron. Silencio y Oscuridad. Ideales para conciliar un sueño profundo.

O quizás no.

Un débil gemido rompió la paz en una de las habitaciones del complejo. Suspiros. El roce de las sábanas. El contacto piel con piel. Cuerpos íntimamente entrelazados, victimas de la excitación. Otro gemido, un poco mas alto que el anterior. Para Wanda, era difícil contenerse cuando Visión le hacia el amor de aquella forma. La estaba volviendo loca. Sus esfuerzos por no hacerse oír estaban resultando caóticos, casi tanto como controlar sus poderes. Visión volvió a moverse, uniendo sus caderas en un nuevo ángulo. La bruja se mordió los labios y se arqueó, clavando las uñas en su espalda. La oleada de placer fue tan intensa que sus ojos brillaron en la noche. Estelas rojas bailaban en sus pupilas.

- Visión –musitó en un gemido ahogado.

Él alzo el rostro y sus bocas se encontraron con verdadera pasión y necesidad. Abandonó su espalda para enredar sus dedos en sus mechones castaños. Las caderas de su amante se separaron… y volvieron a unirse de nuevo a las suyas, invadiéndola completamente. Exhaló el aire en un jadeo involuntario, rompiendo el beso y exponiendo el cuello a merced de los labios de Visión.

¡Por todos los universos! ¿Cómo encontraba ese punto de perdición que la hacia perder el juicio?

- Tócame, Wanda –rogó Vision, muy cerca de su oído.

El timbre ronco de su voz la estremeció, excitándola aun mas. Sus manos viajaron a su firme abdomen y subieron lentamente, sintiéndolo. Percibiendo el latido desbocado de su corazón. Alcanzó su mentón, delineó su mandíbula, abarcó sus mejillas con las manos. Notaba el temblor de Visión como si fuera suyo. Con delicadeza, rozó su frente y ambos gimieron al mismo tiempo. Un leve destello rojo brilló en su dedo y su mente penetró suavemente en la de Visión. No podía describir con palabras lo que sentía cada vez que entablaban conexión mental. Era tan intimo. Algo que iba mas allá del simple contacto físico. Pero cuando hacían el amor…

Sus mentes se enlazaron mientras sus cuerpos danzaban aquel baile vertiginoso que los llevaba a la cima. Wanda tembló. Estaba muy cerca y él también. Buscó los fascinantes ojos dorados de su amante y se prendó de ellos con desesperación. El nudo en su bajo vientre se apretó, arrancándole un gemido angustiado. Visión la silenció con un beso, tan entregado como ella. La cama vibró en el preciso instante del clímax. El nudo se desató violentamente. Wanda se arqueó contra el cuerpo de Visión, aferrándose a las sábanas. Los dedos de Visión encontraron los de ella y entrelazaron sus manos con anhelo. El vórtice de placer ascendió tanto que no pudo mas y su poder se descontroló. Estelas rojas salieron de su cuerpo y de su garganta brotó un profundo gemido. Las ondas rojas se expandieron por la habitación, creando el desastre. Él la sostuvo con firmeza y ella se abandonó, cayendo en un hondo reposo. La energía tembló antes de desaparecer, rozando las paredes.

La paz reinaba, sólo roto por las respiraciones irregulares de la pareja. Las sedantes caricias en su cabello castaño adormecían a Visión, que reposaba en el pecho de Wanda.

- Wanda… -susurró para no romper el momento.

- ¿Mmm…?

- ¿Estás satisfecha? –alzó un poco la cabeza para mirarla. Ella se perdió en su mirada dorada.

- Visión, ya hemos hablado de esto cientos de veces –lo reprendió cariñosamente.

- Lo sé. De hecho, las conversaciones están bien almacenadas en mi subconsciente –replicó él con naturalidad lo que hizo reír a la bruja- pero sabes que tu satisfacción sexual es importante para mi.

- Si me sigues satisfaciendo mas, voy a morir, Visión. No sé como lo haces.

- La práctica hace al maestro. Es un dicho humano muy curioso.

- ¡Visión! ¡Basta! ¡Eres imposible! –exclamó Wanda, riéndose de buen humor.

Se acomodó en la almohada con una amplia y sincera sonrisa. Estaba enamorada de ese hombre. Visión era una luz en su vida. Y sus cinco años de matrimonio lo avalaban. Jugó con los dedos de su amado, advirtiendo el tenue brillo de la alianza que adornaba su mano. Era fascinante y divertido. Nunca pensó sentir tal sentimiento por nadie. Pero Visión estaba ahí para demostrarle lo contrario. Siempre para protegerla, una especie de guardián personal y alguien donde apoyarse. Necesitar su compañía fue solo el principio de ese amor que no hacia mas que crecer.

Contempló a su marido con cariño. Su melena color café desordenada en mechones por la cama y su risueño rostro delataban lo amada que había sido momentos antes.

- Ven aquí –susurró con ese acento rumano tan característico de ella. Acento que Visión consideraba adorable y encantador.

Definitivamente aquella joven, conocida como Bruja Escarlata, lo tenia absolutamente hechizado.

Deslizó su cuerpo, sin separarse de ella, hasta que sus rostros quedaron a la misma altura. Wanda alzó ligeramente la barbilla y atrapó sus labios. Sus alientos se cruzaron, bebiendo del otro cálidamente. Se estremeció. Su cuerpo aun estaba muy sensible. Visión acarició su labio inferior en un delicado roce y sus ojos dorados la contemplaron con adoración. El corazón de Wanda se derritió. La mataba cuando la miraba de esa manera. Como si fuera lo mas preciado del universo. Los labios de Visión probaron la piel de su mentón y ella suspiró entrecortadamente. Amaba aquellos momentos junto a Visión. La intimidad era sagrado para los dos. Una vez se cerraba la puerta, se metían en su burbuja y no querían salir de ahí. Wanda no se preocupaba de su pasado, de sus poderes. Aunque pensar en lo que había pasado hacía unos minutos y el caos que había creado en la habitación, la hizo reír bajito.

- ¿Has pensado en algo divertido? –quiso saber su esposo, dejando castos besos en su cuello. Presionó suavemente en la zona de su pulso.

- Algo así –asintió jugando con los mechones de su nuca.

- Me gusta oírte reír. Tu sonrisa ilumina mi mundo.

Ella quiso responder a esa declaración tan romántica pero se detuvo abruptamente. Visión se tensó, observándola al notar el cambio. Se mantuvo muy quieta. Sus sentidos estaban tan despiertos y sensibles que las ondas psíquicas de su mente viajaron por la base central, sin su permiso. Frunció ligeramente la frente. Un pensamiento fugaz le llegó. Un débil susurro de una mujer:

Oh, si, Steve…

Wanda se llevó una mano a la boca, sorprendida. Contuvo la respiración. ¿Qué diantres acababa de escuchar?

- Wanda… -murmuró Visión, acariciando su mejilla- ¿qué ocurre?

Los ojos azules de Wanda brillaron tenuemente con un matiz de color rojo. Debía alejar su mente cuanto antes. Suspiros. Gemidos. No debería estar escuchando… eso. Justo cuando había logrado controlar sus ondas psíquicas, le llegó un último pensamiento. Mas nítido y como una plegaria al cielo:

Tasha…

Cerró los ojos de golpe, cortando la comunicación y sacudió la cabeza, aturdida. Su pecho subía y bajaba agitadamente. Fue consciente de que no había respirado en todo ese tiempo. Le faltaba el aliento. Visión la miraba, pacientemente, esperando que ella hablase. La bruja suspiró largamente y descansó la cabeza en la almohada. Aún no podía creerse lo que había escuchado. No sabia si presenciar era la palabra correcta. La situación era tan vergonzosa y absurda que sus mejillas se tiñeron ligeramente de rojo. Se talló el rostro, alejando esos pensamientos de su mente.

- Parece que has visto un fantasma –advirtió Visión, percibiendo la palidez y el sonrojo de su rostro a partes iguales.

- Perdona, es que… -inspiró hondo para ordenar sus ideas. De repente, le entró la risa floja- creo que cierta espía no ha respetado el toque de queda.

- Oh, entiendo. Mmm… bueno… quizás el Capitán Rogers deba tomar medidas al respecto, ¿no? –dijo Visión inocentemente.

La risa de Wanda vibró en la habitación y se alojó permanentemente en cada terminación nerviosa de Visión, estremeciendo su cuerpo y volviendo loco su corazón.


Hola a todos.

Si te ha gustado este capitulo, deja un review para saber tu opinión y si quieres que haga una segunda parte con lo que sucede entre la Viuda y el Capitan. Saludos :D

Dama Felina