Hola, les dejo este fic, me inspire en la canción de Maná "Amor clandestino", bueno eso esta de mas ya que el fic se llama así, espero que le guste, si no han escuchado la canción se las recomiendo, simplemente la amo. Bueno sin mas los dejo y espero algún review.
Amor clandestino.
POVS BLAINE.
Tener 23 años, que significa tener 23 años, a esa edad muchos juran que estas en plena juventud, que puedes hacer demasiadas cosas, arriesgarte, disfrutar, enamorarte, salir con quien tú quieras, vivir como tú quieras. Sin embargo, no lo es así para todos. Tengo 23 años y no puedo hacer nada de eso, tengo una vida manejada por mi padre.
Mi padre, el gran empresario James Anderson, si solo el empresario, nunca el padre, dueño de las empresas Anderson y dueño de una gran fortuna. Cuando era pequeño el siempre me decía que era su pequeño hombre, que algún día yo sería un gran hombre como él, que algún día yo sería su orgullo, que algún día yo sería dueño de la empresa, claro que eso fue hasta que a los 15 decidí salir del closet, cuando mis padres se enteraron, todo cambio, nada fue lo mismo, mi madre aunque al principio no lo aceptaba, lo termino por aceptar, le llevo casi 1 año aceptarme como era, desde el día que me pidió disculpas solo ella ha sido mi soporte en esa familia. Cuando mi padre se entero me golpeo hasta que se canso, recuerdo que con cada golpe el me decía que solo así me quitaría lo gay, nunca me acepto, desde ese día no fui mas su orgullo o su pequeño hombre, solo fui el marica que decidió arruinar su familia.
Cuando a mi padre se le ocurrió asociarse con las empresas Smythe, solo en ese momento me reconoció, sucede que el Señor Smythe también tiene un hijo gay de mi edad y como forma del trato para que el señor Smythe aceptara la unión de ambas empresas, era que yo me casara con su hijo. Así que a los 22 fui obligado por mi padre a casarme con Sebastián, hace un año que estoy ligado a una persona a la cual no amo, a una persona por lo que único que siento por él es odio.
Y aquí me encuentro en el mismo bar a cual vengo cuando quiero estar lejos de Sebastián, en el mismo bar donde ahogo mi frustración, mi desesperación. Estoy en la barra viendo a las parejas y adolecentes, a esos jóvenes sin preocupaciones, a esos jóvenes con una vida libre. De pronto una discusión en la pista llamo mi atención, al parecer es una pareja, y si no me equivoco creo que es una pareja gay, después de gritarse un par de gritos y uno que otro jalón, un joven, el mas alto se marcho furioso.
Ver a esos jóvenes, que se preocupan por nimiedades, esos adolecentes que creen que su vida se acaba por estupideces, si tan solo supieran lo que es la verdadera vida, lo injusta que puede ser, como me gustaría volver a ser adolecente, como me gustaría vivir sin preocupaciones.
Después de media hora salgo del bar y con muy poco alcohol, me hubiera encantado perderme y ahogarme con alcohol, pero aun tengo que manejar y si algo que soy es responsable, no puedo manejar ebrio.
Otra discusión me entretuvo, creo que son los mismos jóvenes de la pista.
- Ya te lo dije Alexander, déjame en paz, aléjate, no te quiero ver ahora.
- Kurt, ¿porque eres tan mojigato y aburrido?, siempre arruinas todo.
- ¿el que arruina todo soy yo?, no lo puedo creer, eres un imbécil, aléjate de mi.
- como quieras, pero te vas caminando, no vemos.
Después el chico más alto salió de ahí a toda velocidad en su coche, mientras que el otro muchacho se encamino al lado contrario, yo estaba parado justo fuera del bar donde había más luz, cuando el paso justo al lado mío lo observe mejor, el chico era hermoso, simplemente me embobe ante su imagen, el era perfecto, su piel tan blanca que contrastaba perfectamente con la noche, lo hacía ver irreal, era un poco alto y delgado, una figura esbelta pero formada, era un hecho que con quien estuviera peleando era un idiota al dejarlo solo, el doblo en la esquina y lo perdí de vista, subí a mi auto y maneja, casualmente pase por donde él había pasado, cuando doble la esquina el casi se me había pedido de nuevo, camina muy rápido, iba lento solo viéndolo, necesitaba verlo, hace años que no me gustaba un chico, pero él es de esas personas que cautivan con su sola presencia.
El pasaba cercas de un callejón, y yo me encontraba a unos 10-15 metros de él, cuando vi que dos tipos se le acercaron, acelere hasta quedar a 5 metro de él y me baje.
- ehi que tenemos aquí, una nueva puta para jugar.
- sí, se ve tan lindo, y delicado, que haremos con él. Se ve tan apetecible.
El chico retrocedió, cuando ellos se le comenzaron a acercar.
- acércate cariño, cuanto cobras, no importa, hoy darás tus servicios gratis, ¿eres de las que abren las piernas fáciles o te las tenemos que abrir a la fuerza?, te gusta ser difícil.
Los dos lo comenzaron a acorralar cercas de un carro que se encontraba estacionado ahí.
- aléjense – dijo con cierto temblor en su voz. Se le acercaron para tomarlo- no me toquen, aléjense de mí.
- vamos cariño, no seremos bruscos, al menos que tu nos lo pidas.
- vamos se buena puta, si mas rápido te dejas, te irás más rápido.
- no, déjenme, ayuda por favor.
Fue más de lo que pude soportar, no podía dejar que le hicieran algo.
- les dijo que se alejaran – dije lo más amenazante que pude.
- y tú que te metes eh? Solamente la tratamos como la cualquiera que es.
- aléjate de él.
El más alto se abalanzo sobre mi y trato de golpearme, yo esquive el golpe y le di con todas mis fuerzas en la barbilla, el perdió el equilibrio y lo tome por la playera y le di 3 golpes seguidos del lado de la sien, el se desequilibro y cayó al suelo, camine al segundo, pero como todo un cobarde salió corriendo. Me acerque al joven que estaba pegado al coche y estaba temblando, lo tome y el se tenso.
- ven vámonos. – lo jale hacia mi coche, y lo subí, no sé por qué, pero él no se opuso. Conduje unas cuantas cuadras, lo veía de reojo y el estaba aun pasmado y lloraba, cercas de un semáforo me orille, y lo voltee a ver.
- ¿te encuentras bien? – pregunte con calma, el me volteo a ver y fue ahí cuando observe sus ojos, con la escasa luz, la luz que irradiaban algunos postes fuera, las lagrimas en sus ojos, hacían ver a sus ojos entre verdes y azules tan pero tan claros, que era imposible no perderte en ellos. El lanzo una risa medio tétrica.
- que imbécil soy, acabo de escapar de dos tipos que me querían violar, y me acabo de subir al coche de alguien que tampoco conozco.
- espera un momento yo no te quiero hacer daño, solo te quise ayudar.
- ¿y qué te hizo pensar que necesitaba ayuda?
- ahh bueno para empezar dos tipos de estaban a punto de violar y gritaste ayuda, ¿Qué eso no es querer ayuda?
- como sea ya me voy. - se quiso bajar del coche pero lo detuve.
- que acaso quieres que alguien más te viole allá fuera.
- no te conozco, no puedo estar en el carro de alguien a quien no conozco.
- solo deja te llevo a tu casa, por favor no quiero que algo te pase.
- ¿porque te preocupas por mi? Digo si ni si quiera me conoces.
- solamente quiero hacer una buena acción.
Me dio una media sonrisa en respuesta, y me dio su dirección, llegamos a su casa y se volteo y murmuro un sincero "gracias" y bajo, yo decidí no esperar a que se metiera para no asustarlo, y me fui de ahí, con la imagen un chico hermoso, cuando tenía 17, el hubiera sido mi sueño.
Me sentía como un tonto adolecente, con un amor a primera vista, solo que ya no soy un adolecente, estoy casado y ni con él ni con nadie podría tener algo, sería imposible. Estaba a punto de bajarme cuando vi algo en el asiento del su copiloto, era su celular, lo tome y como por arte de magia vibro en ese momento, era un mensaje, se abrió inmediatamente.
"oye, lamento las molestias pero olvide mi celular, abría un problemas si nos vemos mañana de The Lima Bean para que me lo puedas regresar."
Sonreí como un bobo, me sentí como un adolecente en una cita. Teclee la respuesta a un nombre que decía Finn.
"si ya lo note, no, no hay problemas mañana en el café a las 4"
"gracias"
Salí de carro y guarde el celular, después de toda la pelea con Sebastián en la mañana, este no fue un mal día.
