Advertencias: Yaoi
Hikaru tomó suavemente los brazos de Haruhi, inmovilizándolos con los suyos y se acercó a la sonrosada cara de la chica.
Oye, Hikaru, ¿Me podrías soltar?-Tartamudeó Haruhi, sonrojándose más de lo que ella quería.
No quiero.- Respondió con dureza el chico, acercándola con sus brazos, poniendo su cabeza en su pecho, respirando profundamente.
Sabes que sé lo que tramas, quiere poner celoso a Kao-
Kaoru interrumpió en la habitación, sonriendo y tarareando una canción conocida.
Vio la escena.
Se quedó de piedra.
-¡Tú!-Gritó el recién llegado, acorralando a Hikaru en la pared, y tirándole un sopapo que hasta a Haruhi le dolió de solo mirar.
Luego lo beso con desenfreno y pasión, haciendo que Hikaru se sorprendiera enormemente.
Aunque era principiante en eso, Kaoru siempre había soñado de niño que sería asombroso.
Y lo fue de una manera peculiar. Hikaru no lo dejaba respirar.
Lamía sus labios con deseo, succionaba su boca como si de fresas se trataran, estiraba sus brazos alrededor de su cadera, dándole suaves palmadas en la parte baja de la espalda.
Pero no le dejaba respirar.
Tuvo que apartarlo a la fuerza, jadeando, su cara tan roja como un tomate, para poder tomar un poco de lo que tanto necesitaba, aire.
Se percató de algo.
¿Y que pasó con Haruhi?, preguntó sorprendido, más no molesto, porque sabía que Hikaru había tratado de provocarlo.
Lo que no sabía ninguno de ellos era que Haruhi estaba en una esquina del amplio salón, espiándolos con un leve sonrojo en su cara.
¿Reviews?
