Santos con Derechos

I

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Las luces y la música provenientes de Leo se podría escuchar por todo el santuario, Atena había autorizado una fiesta por el primer aniversario de resurrección de los dorados y Aioria propuso su Templo pues estaba relativamente en medio de todo y porque además así podría estrenar su última adquisición, un equipo de música de última generación con parlantes gigantes. Los demás debían llevar bebidas, comida, la decoración y cualquier otra cosa que se les ocurriera para la festividad.

Alrededor de las diez de la noche la mayoría de los invitados estaban en Leo, habían improvisado una barra cerca de la cocina donde Shura era el barman, Camus y Death se encargaban de la comida, Afrodita se encargó de la decoración junto con Aldebarán, Kanon y Saga llevaron algo de licor que el gemelo menor tomó "prestado" a Poseidón en su última visita hace más o menos tres meses, Milo en cambio recorría la casa de Leo sin hacer nada productivo, ya habían muchas manos para eso.

Dieron las once treinta y en el quinto templo ya estaban todos los dorados incluyendo a Mu y Shaka, esperaban a Shion y Saori que eran los únicos faltantes, al llegar comenzó la fiesta, las mesas llenas de deliciosos platillos franceses e italianos, abrieron uno de los vinos que trajeron los gemelos y brindaron por el año de vida de todos, había sido duro al principio sí, pero nada que fuerza de voluntad, paciencia y una orden sin derecho a reclamos por parte de la Diosa no pudieran solucionar.

Saori y Shion sentados en el sofá ambos con una copa de vino en la mano, reían de las historias que contaba Dohko en los tiempos de aprendices, y de como Shion y él se las arreglaban para sus escapadas del santuario, o una que otra anécdota de los ya difuntos compañeros.

-Así fue como Shion lanzó uno de los escudos de libra y destruyó parte de las rosas de Albafica – dijo el moreno mientras ambos explotaban en risas.

-Todo fue culpa de Dohko y su tonta apuesta, si se fija en el templo de Piscis en uno de los pilares quedo una ranura profunda, ahí fue donde llegó el escudo – añadió con simpatía Shion. Saori por su parte no paraba de reír, jamás pensó que los guerreros más antiguos de su elite fueran tan revoltosos como lo eran Kanon y Milo.

En una mesa un poco más alejada se encontraban Death, Kanon, Saga y Aioros jugando cartas y ya que no tenían fichas para apostar decidieron utilizar la comida, dejando a Sagitario en primer lugar con una bandeja llena de petit bouche, albóndigas en salsa de champiñones y otros aperitivos.

Ya pasada la una de la madrugada, Saori volvió a su recamara y fue cuando la verdadera fiesta comenzó, Kanon sacó las otras botellas de vino, se extendió la mesa y empezaron los juegos con licor. Aunque Mu y Shaka no jugaron solo se quedaron en la mesa comunal para disfrutar de los disparates que dirían más de algunos por no decir Kanon, Milo y Dohko. Todo estaba listo y comenzaron con un juego de preguntas, quien errara o no respondiera debía beber de su copa todo de un tirón.

Después de horas y horas de juego en donde las preguntas fueron bastante reducidas en respuestas solo para que todos bebieran hasta desfallecer pararon el dichoso juegos, ya que no había sentido alguno seguir jugando puesto que ya estaban ebrios, así que solo hablaban de cosas absurdas y un tanto subidas de tonos, mofándose de algunos caballeros. Para ese momento Camus y Milo ya habían desaparecido del templo de Leo, posteriormente Shion y Dohko también partieron, incluyendo a Aldebarán, Mu y Shaka. Los demás seguían entretenidos en su juerga.

-A Milo y Camus se les ven muy felices juntos ¿no creen?– sacó a relucir el tema Afrodita quien estaba sentado ahora al lado de DM, mientras movía su copa de vino.

-Ya era hora de que formalizaran lo suyo, después de todos los revolcones que se daban – dijo Kanon dando un sorbo a su copa

-¿Cómo estas tan seguro de eso? – le increpó Saga quien no sabía mucho de la relación de sus dos compañeros ya que no era de su total incumbencia, además de que no le gustaba inmiscuirse en la vida de los demás.

-¡Vamos Saga, no te hagas, llevaban años como amigos con derecho! – Le respondió el gemelo menor, Saga lo miró incrédulo levantando una ceja – ¡por favor, eso fue noticia hasta en el templo de Poseidón! – Kanon no paró de reírse al ver lo despistado que podía ser Saga a veces.

-Sí, es cierto ¿y sabes que más es cierto? – A Death ya se le empezó a adormecer la lengua – Que a Saga le haría bien uno igual… así dejaría de jodernos en los entrenamientos ¡Oh, Saga aun sigues ahí!– el cangrejo fingió asombro, cosa que causo la risa de todos no tanto por el chiste sino en la forma que lo había dicho, ya con la voz entonada y prácticamente echado sobre una silla.

-¡Ay, Death! Eres un caso, pero concuerdo con él… Saga, necesitas desahogarte, tienes mucha presión últimamente y un poco de sexo casual no te vendría mal – dijo Afrodita siguiéndole la broma a cáncer entre sorbos de vino – yo me ofrezco como tu amigo – dijo guiñándole el ojo, DM levantó una ceja y lo miró de lado, Afrodita tosió ignorando al cuarto guardián.

-Tonterías – dijo mirando hacia otro lado mientras bebía un poco abochornado por la plática. Que sabían ellos acerca de él, él era el gran Saga de Géminis y no necesitaba a nadie para desahogarse, él era un caballero dorado respetable.

-Vamos un amigo con derecho te sacaría todo esa tensión que llevas – Aioria le dio una palmada en el hombro mientras trataba de mantenerse firme – el santuario está lleno de personajes disponibles.

Aun no entendía cómo fue que llegaron a esa conversación y cómo fue que él llegó a ser el protagonista, todos opinaban que debería hacerlo y cuando ya creyó que no aguantaría ni un momento más, la conversación cambió rápidamente tomando temas cada vez más estúpidos.

Cuando la fiesta terminó se dispuso a ir a su templo solo, ya que su hermano quedó botado en uno de los sofás de Aioria y el alcohol ya estaba afectando su cabeza, así que medio tambaleándose se fue a su templo. Su cama la sentía más maravillosa que de costumbre estaba tan cómoda que no fue capaz de siquiera moverse cuando se tumbó al llegar, permaneció así despierto pero con sus parpados cerrados, pensando en las cosas que habían ocurrido durante el día, en lo que debería idear para los entrenamientos, en las misiones que Shion de seguro le tendría apenas comenzaran la semana, en la fiesta, en un amigo con derecho, en fin con esos pensamientos finalmente se durmió.

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Aquellas manos estaban apoyadas sobre su pecho, mientras él estaba acostado sobre su cama disfrutando de los besos que le propinaba su acompañante, besos ansiosos por su cuello que descendían, por los hombros, el pecho y su abdomen. Saga arqueó la espalda cuando aquellos besos llegaron hasta la mitad de su estómago, su acompañante se acomodó en medio de sus piernas y este las levantó apoyando sus pies en la superficie de la cama, no sabía quién diablos era, pero no importaba, aquellas caricias y besos eran demasiado buenos como para preocuparse en estos momentos de quien los entregaba, Saga se oyó gemir sonoramente cuando los labios de esa persona llegaron hasta el comienzo de su sexo, llevó sus manos hasta la cabellera de su acompañante para enredarlas ahí e indicarle que siguiera.

Arqueó más su espalda al sentir la humedad en su zona más sensible, gemidos tras gemidos, movimientos cada vez más rápidos y un cosquilleo que aparecía en todo su cuerpo y se concentraba en la parte baja de su abdomen.

El último gemido llegó hasta sus oídos espabilando al dueño de aquella habitación, Saga despertó con la respiración agitada, miró hacia todos lados buscando a alguien, pero nadie apareció, se sentó en la cama y se restregó los ojos con su mano derecha, era la décima vez en las dos últimas semanas que tenía esos tipos de sueños donde tenía sexo con alguien desconocido, había tenido esos tipos de sueños antes de la fiesta pero eran poco regular y una vez cada cierto tiempo, pero pareciera que después de ese día se habían magnificado llevándolo a soñar de esa manera casi todos los días. Se levantó para darse una ducha helada y así tratar de calmar a su amigo ya despierto entre sus piernas, aunque desde hace pocos ya nada ayudaba.

El agua corría por todo su cuerpo aglomerándose en los pies, la baja temperatura hacía que todo ese calor y ese conjunto de sensaciones que había tenido se fueran por completo, se enjabonó el cuerpo pasándose la esponja por todos lados recordando así el sueño anterior, lo bien que se sentía las caricias del desconocido, la forma tan sensual que registraba su cuerpo y los besos tan ansiosos que le propinaba, gruñó al darse cuenta de que su amigo había vuelto a despertarse, ¿que tenía que hacer para que dejara de ocurrirle estas cosas? Y una conversación peculiar llegó velozmente a sus recuerdos.

-¡Vamos Saga, no te hagas llevaban años como amigos con derecho!

-Sí, es cierto ¿y sabes que más es cierto? que a Saga le haría bien uno igual así dejaría de jodernos en los entrenamientos…

-… Saga, necesitas desahogarte, tienes mucha presión últimamente y un poco de sexo casual no te vendría mal

Maldición. Saga ya no quería pensar más en esa tontería del sexo casual, quería estar en paz y dejar de tener esos sueños que lo enloquecían desde casi ya un mes, ¡un mes!, llegó a pensar que era por culpa de otro Dios que quería apoderarse nuevamente de su cuerpo para torturarlo hasta la locura y matarlo, o tal vez y solo tal vez él sí necesitaba de alguien para eliminar aquellos sueños y pensamientos de una vez por todas. Porque no importaba cuanto se ejercitase en el día, cuanto distrajera su mente ayudando en el santuario, el problema era al llegar la noche ya que ahí eran cuando sus fantasmas libidinosos llegaban a su mente, ¿Qué acaso no bastaba con haber nacido con un trastorno de bipolaridad que ahora tenía que estar sufriendo esto?

-Vamos un amigo con derecho te sacaría todo esa tensión que llevas.

Como detestaba todo esto, ¿ahora qué?, tendría que encontrar a alguien lo más pronto posible para acabar, literalmente, con todo esto.

Pero ¿Quién estaría dispuesto a tener ese tipo de relación con él, sin esperar tener algún tipo de relación sentimental de por medio?

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Tratar de hablar el problema con alguien era la mejor opción para abordar el tema del amigo con derecho, pero lo complicado es que de todas las personas habidas por el santuario pocos eran los que aparentemente sabían del argumento y el número bajaba si colocábamos el filtro de la real confianza, el primero en su lista siempre sería Aioros, pero no estaba seguro si sagitario habría en su vida hecho algo como esto para orientarlo, y por otro lado estaba Milo y Kanon, y bueno, no es mucha la diferencia en la confianza nula que existía con ellos, pero pensándolo fríamente Kanon solo por compartir material genético similar se llevaba el premio.

-Mira Saga, no sé qué te ha dado por interesarte con estas cosas cuando eres el ejemplo a seguir en todo el santuario – Kanon estaba en la cocina preparándose un poco de café - pero ya que insistes… si quieres un amigo con derecho lo más importante que debes saber: No debe ser tu mejor amigo.

-Eso es absurdo, en ese caso lo hago con un extraño – dijo el mayor no encontrándole mucho sentido.

-Mira tener un amigo con derecho es genial, sexo sin compromiso y mucha diversión, pero siempre y recalcó siempre hay alguien quien termina enamorándose del otro – Kanon tomó un trago de su café para luego añadir - ¿sabes lo complicado que es enamorarse de tu mejor amigo?, la amistad se va por un caño y ya nada vuelve a ser igual y hermano tú no eres alguien de muchos amigos.

- Ya veo – Saga pensaba en alguien a quien pedírselo, alguien que fuese de confianza pero no necesariamente importante.

-Además, necesitas colocarle reglas – la sonrisa lobuna de Kanon hizo que Saga le pusiera total atención, con un deje de curiosidad – a no ser que quieras que las cosas se estropeen en la primera semana.

-¿Qué clase de reglas? – preguntó con más curiosidad

-Eso depende de ti, haz las que creas necesarias para no atraer ni ser atraído sentimentalmente.

-No le digas a nadie – Saga amenazó con la mirada a su hermano, dándole a entender que era dragón muerto si llegase a abrir su boca.

-Lo sé – Kanon terminó su tasa de café y siguió – por lo menos me dirás quién será el afortunado o desafortunado.

Pero Saga se marchó del templo sin decirle nada, porque de hecho no le diría nada, ya era suficientemente arriesgado y por no decir vergonzoso haberle comentado a su hermano menor sobre sus intenciones más íntimas como para decirle además con quien iba a acostarse. Salió del templo con su ropa de entrenamiento directo al coliseo, ahí no faltaría ninguno y podría idear algo para encontrar al candidato perfecto, aunque su mente astuta ya había captado a los posibles aspirantes.

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Las gradas del Coliseo estaban poco concurridas ese día, la mayoría eran caballeros dorados algunos exhaustos, otros algo heridos, pero nada alarmante, habían también pocos caballeros de bronce y una que otra amazona. Todos ellos miraban como peleaban la pareja en la arena de combate.

-Eres un tramposo Afrodita – decía DM mientras se levantaba del suelo tomando la mano que le ofrecía el peli celeste. Afrodita le había dado una de sus miradas provocadoras mientras lanzaba una falsa rosa a su pecho, esto descolocó a DM y fue lo que el doceavo guardián aprovechó para propinarle un golpe en el estómago.

-Tú eres el tonto que se queda embobado mirando – Afrodita se arregló el cabello con una mano – pero no te culpo, cualquiera en tu posición lo haría.

Death se sonrojó por el comentario, y escucho algunas risas y una que otras burlas por parte de sus compañeros. A Saga se le había ocurrido hacer pelear a las parejas pseudo-oficiales y oficiales del santuario, y había corroborado su hipótesis de que algunos o ambos no serían capaces de dañarse mortalmente en una batalla.

Saga era quien arbitraba las competencias puesto que así podía analizar las falencias en sus ataques y defensas, este tipo de competiciones eran infaltables cada fin de semana, así que a ningún dorado se les tenía permitido no asistir; Saga era astuto, absorbía y aprovechaba toda esta información y la utilizaba para crear nuevos programas de entrenamiento para el comienzo de la siguiente semana los cuales eran cada vez más intensos y exigentes que el de la semana anterior, y claro que con el puesto que le había dado el patriarca de entrenar a los dorados para que no ocurriera lo mismo que en la última guerra santa, él no podía darse el lujo de fallar.

DM y Afrodita no rindieron como se suponía que debían hacerlo, y ni hablar de Milo y Camus que pareciera que fuera ensayado, incluso algunos de sus golpes los podría bloquear fácilmente el pequeño discípulo hiperactivo de Mu. Y ahora que pasaba por su cabeza el ariano aún no enviaba al carnero al matadero, pensó en alguien a quien relacionar sentimentalmente al ariano, pero no hubo nadie, tal vez Shaka, pero él era tan amigo como lo era Aldebarán, además Aries es bastante perceptivo y no caería como los otros, trató de hacer memoria de algún amorío en estos últimos doce meses, pero no había recordado ninguno, cayó en cuenta entonces de que no había visto ni oído sobre alguna pareja que haya tenido Mu, si es que la haya tenido alguna vez en su vida.

Esto atestiguaba lo que había decidido algunas horas atrás, el ariano sería su "amigo perfecto", ya que parecía no tener relación sentimental alguna con nadie en el santuario, además no compartían tiempo juntos como lo hacía Mu con los demás, exceptuando Afrodita y DeathMask, hablaban solo en las reuniones con el patriarca debido a su trabajo de reparar las armaduras y de los papeleos que Shion le enviaba de repente, pero por sobre todo era la madurez que poseía pelilila ya que le hacía una persona totalmente confiable y no andaría por ahí comentándoselo a cualquiera.

¡Ya estaba decidido! Lo que necesitaba ahora era un buen plan para convencer al ariano de que aceptara su propuesta, y para eso debía ser cuidadoso y sutil.

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- Mu, seamos amigos con derechos.

-¡¿Qué?!...- hubo unos segundos de silencio en el que Mu no movió ni un músculo facial, Saga siempre fue tan avasallante no sólo con su presencia, sino también con sus palabras, pero ni siquiera era digerible aquella proposición, debía ser una broma y una muy buena broma, y con ese pensamiento el pelilila comenzó a reír, primero de manera suave, luego de forma más sonora y fuerte acompañadas de pequeños espasmos. Saga levantó una ceja, en el rostro del griego no había ni una pisca visible de querer estar bromeando, cruzó sus brazos sobre su pecho conservando su postura rígida e imponente. Mu calló entonces -... ¿Saga estás hablando en serio?

Obviamente el lenguaje corporal del geminiano no cambiaba, dándole a entender a Mu que era algo totalmente serio todo este asunto, y no es que desconfiara de él es solo que ese tipo de proposiciones podría habérselo esperado de su hermano o de Milo, pero no de Saga unos de los caballeros más correctos y poco sociables del santuario. Y no es que fuera mojigato o cosas por el estilo pero "seamos amigos con derechos" no era algo del que estuviera acostumbrado a escuchar todos los días.

-Mu – le escuchó decir su nombre sacándolo de sus pensamientos y llevándolo a la realidad, en la que Saga seguía ahí de pie frente a él esperando una respuesta.

-No – dijo Mu algo abstraído todavía, pero recobrando la compostura rápidamente, se dio la vuelta ingresando a su templo. Saga ya se esperaba esa respuesta y no se daría por vencido sólo por esa negación. Haría que el ariano aceptara su propuesta o dejaría de llamarse a sí mismo caballero de Atena.

Entró unos cuantos minutos después que el pelilila pensando en algo para cumplir con su objetivo, al ingresar lo encontró sentado en un sofá leyendo algún libro tibetano, estaba como en trance, ya que no le dijo nada por haber ingresado sin su autorización al templo, de seguro era bastante interesante la lectura. El sofá en el que estaba Mu le daba la espalda a Saga, el pelilila movió todo su cabello hacia el frente pasándolo por encima del hombro derecho y con ayuda del libro de abanicaba la zona expuesta del blanco y delgado cuello. A Saga le llegó una idea de cómo inducir al carnero para que le diera la respuesta satisfactoria que él necesitaba, caminando lentamente sin hacer ningún ruido, cual animal salvaje al asecho de su presa formando una maliciosa sonrisa de lado a cada que se disminuía el trayecto entre su objetivo y él mismo. Se detuvo al estar a escasos centímetros de la espalda del pelilila que leía las páginas amarillentas de aquel viejo libro. Bajó su torso para que su cara quedara a la misma altura del cuello esbelto del menor y se acercó a él poco a poco, sin sacar la sonrisa de su rostro respirando el suave aroma que desprendía el ariano, suave como a aceite de almendras y a hierbas silvestres; la respiración exagerada de Saga sobre la dermis visiblemente suave y tersa de Mu hizo que la piel se erizara ante tal estímulo.

Mu por su parte no se movió, la sincronización entre la respiración y la exhalación de géminis era cálida y agradable, empezando por la base de su cuello moviéndose desde la zona de la columna hacia adelante hasta casi llegar a la clavícula y sin siquiera tocar los labios con su piel, el aliento de Saga subía lentamente por su cuello y pronto se encontró a si mismo estirando su cuello involuntariamente para que continuara, no sólo esa parte de su cuerpo reaccionó ante las luego ávidas caricias de su respiración, porque no supo en que momento había cerrado sus ojos, ni cuando su respiración se había vuelto dificultosa abriendo levemente su boca para captar mayor cantidad de oxígeno y poder serenarse.

-No puedes negar que la simple idea te atrae – dijo susurrando Saga sin dejar de jugar con su respiración subiendo hasta la mitad del cuello – te apasiona, te intriga... no es como si nos fuésemos a casar...- dijo seductoramente cuando llegó a la altura de su oreja, Mu sintió que el calor le subía a las mejillas, que el oxígeno era cada vez más escaso y su pecho subía y bajaba más rápido – nada de compromisos Aries, nadie necesariamente debe de saberlo... regresaré por una respuesta – la respiración de Saga se detuvo abruptamente en el oído de Mu, el ariano se mordió el labio inferior cuando sintió que Saga mordía levemente el lóbulo de su oreja – Piénsalo.

Y se alejó sin nada más que decir, ya las caricias se habían terminado dejando de causar su efecto, Saga ya se había marchado del templo de Aries, pero Mu siguió manteniendo su posición absorto entre lo ocurrido y en lo que posiblemente ocurriría si aceptaba. Habían pasado años desde que alguien lo haya acariciado de esa forma, habían pasado años desde que estuvo ocupando un lecho con otro cuerpo y también habían pasado años desde que jugaron con su sentimientos y botaron a la basura su corazón, por eso había jurado jamás volver a enamorarse, ni tener que tener ninguna relación sentimental con nadie, y ahora después de tanto tiempo Saga le sale con esto, pero ¿que debía hacer ahora?, él también era hombre y tenía necesidades, necesidades que suplía solo en las noches autosatisfaciéndose; pero Saga le había ofrecido una escapatoria para esas noches de soledad, de todas maneras no era como si fuesen a casarse ¿o sí?, no claro que no, era sólo sexo casual y ya, no tendría que haber sentimientos de por medio, no arrumacos, no llamadas, no celos, tener la suerte de gozar de un cuerpo sin compromisos.

Mu suspiró se levantó del sofá, dejó su libro a un lado y se fue hacia el baño, era muy pronto para tomar una decisión todavía, además necesitaba una ducha helada pues lo sucedido hace un rato lo había dejado algo inestable. En el baño Mu se quitó la ropa, se desató el lazo de su cabello dejando que este cayera libre en su espalda, se tocó con los dedos la zona donde Saga había utilizado para convencerlo, se estremeció al darse cuenta que todavía estaba sensible a cualquier estímulo. Se metió a la ducha, abrió la llave y el agua helada cayó sobre su cuerpo haciendo estrepitosamente un cambio de temperatura en él, dejando que su cabeza pensara mejor.

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Saga se encontraba en su habitación acostado sobre su espalda con los brazos detrás de su cabeza pensando en lo sucedido en la tarde, jamás se imaginó lo divertido que sería tratar de seducir al ariano, no era que no lo encontrase atractivo, en lo absoluto, pero no significaba que Mu fuese de su tipo, muy por el contrario pues era demasiado delgado, demasiado amable, demasiado calmado y de hecho dudaba siquiera que hubiese estado con alguien alguna vez, ya que siempre fue reservado tanto para las obligaciones de caballero como las obligaciones de maestro.

Sin embargo esas eran las cualidades perfectas para que fuera su amigo con derecho, Kanon ya se lo había dicho, ahora solo tenía que ingeniárselas para convencer al ariano que era un hueso duro de roer, algunas que otras trampillas como la de esta tarde funcionarían, pero bueno ya tendría tiempo de pensar bien en las artimañas que usaría para atrapar a ese carnero. Suspiró pensando en lo bien que había resultado este día, se sentía demasiado motivado para esta nueva hazaña, algo así como una meta a superar.

Y pensar que escoger a Mu no fue del todo fácil, pues tuvo que elegir a él de entre los once caballeros, por su puesto su hermano no contaba, Afrodita era demasiado excéntrico y caprichoso además de que siempre pensó que tenía algo relativamente serio con el cangrejo, Shura y Aioros eran parejas y además de ser su mejor amigo y el novio de su mejor amigo, intentar pedírselo a alguno sería colocarse la soga al cuello, Aioria tiene un carácter muy fuerte al igual que él y además es el hermano menor de su mejor amigo, Milo y Camus también estaban descartados, Dohko era demasiado viejo asimismo era como si fuese a proponérselo al mismo patriarca – escalofríos – sólo quedaban Shaka, Aldebarán y Mu.

Aldebarán definitivamente no, con solo imaginarse tratar de convencer al taurino o en el peor de los casos pensar si quiera en la posición que debería ocupar él le crispaba la piel.

Shaka y Mu eran su dilema final, era ahí la cuestión, ambos eran guapos, misteriosos y de complexión menuda, más acorde a sus necesidades y preferencias. Ambos bastantes reservados y al mismo tiempo inalcanzables, que le daba esa sensación de requerir de cualquier treta para doblegarlos, ambos perfectos para este tipo de complicidad.

Ese par de caballeros eran los más lejanos en cuanto a relación tenían con el tercer guardián, los dos son serios, aislados, extraños en la sincera opinión de Saga, pero a su vez ambos posibles candidatos.

Ahora debía escoger bien.

Shaka era el hombre más cercano a Dios, por ende muy atraído por su religión, un hombre tan inmaculado como él jamás se permitiría caer en cosas tan mundanas y banales como lo era tener sexo sin compromiso o sin sentimiento alguno, sería ir en contra de todo lo aprendido para él, pero hubiese sido divertido tratar de hacer pecar al joven rubio, aunque pensándolo bien no tenía intenciones de pasearse por los infiernos del hindú.

Finalmente le quedó sólo Mu, ellos compartían unas que otras palabras en los entrenamientos o cuando se cruzaban por el santuario o en la oficina del patriarca en donde el ariano trabajaba ayudándolo. Esa característica de ser alguien que no rompe un plato movía algo en él que lo persuadía en querer tomarlo y luego de darle y darle vueltas al asunto decidió finalmente a acceder a su única opción.

Y hasta hoy comprobó que no estaba tan alejado de obtener lo que quería, ya que por cómo había reaccionado el pelilila hoy, se convencía cada vez más de que era el indicado para esta aventura.

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Hola a todos!, bueno aquí les traigo otro fic de esta pareja que me encanta. Comenzaré diciendo que lo llevo escribiendo hace algún tiempo y tengo unos cuantos capítulos adelantados.

No lo había publicado antes debido a mi práctica laboral y posteriormente mi examen de grado y dado que eh completado ya todos mis deberes con la universidad, puedo decir que estoy semi libe para publicar mis amados fanfics.

Bueno yo sé que la trama de la historia es bastante cliché debido a las películas y todo eso, pero como no había algo escrito decidí arriesgarme. No soy buena con las comedias románticas, así que he hecho todo lo posible para que saliera bien y estoy satisfecha con ello, aunque debo decir que encuentro que va muy rápido todo y me encantaría que ustedes me comentaran que tan cierto es.

Esta historia tiene mas contenido y mas personajes interesantes que irán saliendo mas adelante, espero les guste leerlo tanto como a mi en escribirlo :D

¡Que tengan un buen día!