Dedicado a la memoria de Satoru Iwata (1959-2015)
Sentado al filo de una de las tantas salientes de la Ruta 45, Hibiki divisaba el ocaso. Detrás de él, sus amigos pokémon jugaban. Su travieso Ootachi se trepaba a las espaldas de Bakphoon, Sleeper, Pigeot, Hakuryu y Denryu, quienes sólo estaban preocupados por comer sus croquetas. Sleeper resopló al sentir el peludo cuerpo de Ootachi en su espalda, y cuando el pequeño se le acercó a la cara, descubrió la molestia del pokémon psíquico y pareció apenarse. Denryu echó un suspiro de alivio, mientras Bakphoon y los demás parecían aguantarse una sonrisa nerviosa.
El chico volteó justo a tiempo para ver a sus pokémon en esa escena. El equipo estaba tan despreocupado y relajado, que le hizo sonreír. Verlos le llenaba el corazón de alegría y de un sentimiento cálido que podría ser descrito como "hogar".
"¿Será esto lo que siente un padre?" Pensó, mirándolos.
Quién sabe.
Volvió la mirada hacia el ocaso, hacia los cerros en la lejanía. Bakphoon tomó nota de ello, y ladeó la cabeza, lleno de curiosidad.
"Ya no me acuerdo bien de él…" habló en su mente "Fue hace tanto tiempo…"
Divagó hacia aquellos años en los que reía, jugaba y admiraba a su padre. Volvió a él la nostálgica risa de un niño que era cargado por su padre. Le pareció tan lejano, casi desconocido, recordar a un hombre que por causas ajenas a los humanos lo tuvo que abandonar.
Sus ojos se llenaron de un ocaso borroso.
Médicos, visitas al hospital, enfermeras, el quirófano, y un niño que veía, sentado abrazándose en un pasillo del hospital, a todos esos galenos ir y venir ataviados en batas blancas. Una vista que no entendía y que deseaba no volver a ver.
Bakphoon se quedó quieto detrás de Hibiki. De espaldas, los hombros de muchacho parecían tensos y a la vez temblorosos. Sleeper y Denryu lo notaron poco después, volteando también. Pigeot y Hakuryu dejaron de comer, mirando en dirección a su entrenador con expresiones de preocupación. Ootachi, el más emotivo de todos, se acercó, quedándose al lado de Bakphoon.
El remolino de emociones y recuerdos lo llevaron a un cuarto del hospital. Conectado a un aparato que medía su ritmo cardiaco, vio con vida por última vez a su padre. Su madre, al lado de él, miraba al hombre que amaba con ojos llorosos. Hibiki no lloraba, pero estaba desanimado por ver a sus padres en tal escena.
Sonriéndole, cálida y débilmente, su padre alcanzó la mano del chico. Mirándolo a los ojos, apretando entre su mano la pequeña mano del niño, el enfermo hombre soltó una lágrima gruesa que no pudo contener más.
-Por favor, entiende. No estés triste. Todo va a estar bien
Alrededor de los tazones de comida pokémon no había nadie. No había ruidos en el ambiente, sólo el tenue silbido del viento. Y mientras Hibiki derramaba sus lágrimas como cuando era niño, Bakphoon le abrazaba por la espalda con suavidad. Sleeper y Denryu estaban sentados a sus lados, con Hakuryu pasando su cabeza sobre el hombro de Sleeper. Pigeot aleteó sobre Denryu, con Ootachi montando sobre él, soltando lagrimones.
Todavía no lo entendía.
Thank you for everything, Mr. Iwata. You'll be dearly missed by every Nintendo fan, but your legacy and all these games, hopes, fun and dreams you brought us will live on. I'm still in denial. I still don't understand.
