Una rosa. Una rosa siempre está llena de espinas, es hermosa, pero si no tienes cuidado te hace sangrar.
El cielo, es lo contrario de la tierra, sin embargo todo está unido, todo se une creando una perfecta armonía, como el bien y el mal; sin la paz la guerra no existiría, como sin la guerra no habría paz.
Todo es perfectamente imperfecto, contrario, puro e impuro. Todo se complementa.
Todo gira.
Todo muere.
Todo vive.
Lazos se cortan.
Hilos invisibles se forman.
¿Qué esperan hijos de la luz? Desciendan, acaben con los hijos de la oscuridad que esperan con ansias corromper a la humanidad.
"Mueran, sucumban, por que los seres humanos están perdidos."
–Tu tendrás el peor de los castigos, renacerás, sufrirías… te convertirás en lo más vil que pueda existir… Masaki. Es un lindo nombre para tu vida terrestre. Tu contra parte sin embargo, seguramente será lo más puro, después de todo son "ellos" con los que tratamos, eres el mas repudiado aquí, por lo tanto tendrás el peor castigo; iras a sucumbir al peor infierno conocido, cuando despiertes, cuando abras los ojos te darás cuenta de la crueldad humana. Si fallas, si sufres, no importara, como lo más oscuro que habita aquí, eres el único que puede acatar esto, ¿lo entiendes? –Cuestiono con frialdad una sombra negra, mientras sus manos jugueteaban con el rostro del de cabellos azules, encajando sus largas garras en las mejillas de la indefensa criatura que se encontraba a su merced. Una carcajada surco sus labios, al observar como la mirada ambarina de Masaki se perdía, como si solo fuese un cascaron vació. –Logra que la destrucción de la humanidad sea puesta en nuestras manos. – Indico de forma alta y grotesca, dejando cicatrices en el cuello del humano con sus garras, quien debido al dolor al fin reacciono, haciendo que el eco de las cadenas colocadas en su cuerpo retumbaran en ese espacio vacío.
–Duele– Sollozo con la garganta seca, sintiendo como las lágrimas escapaban de sus ojos, no entendía nada, su cuerpo dolía, su corazón era oprimido y sentía como la sangre empapaba lentamente todo su cuerpo ¿Qué pasaba? ¿Por qué tenía aquel dolor tan agonizante? –Para… no quiero, duele demasiado. –Rogó con fuerza, observando ahora aterrorizado como las garras atravesaban su pecho, arrancándole la conciencia.
–Demuéstrales a esos malditos serafines que nosotros ganaremos.
"Todo cambiara"
–Durante los 16 años venideros se abrirán los sellos, el ultimo sello, la última esperanza de la humanidad, será el. – Indico una fuerte voz, proveniente de un gran cristal que se encontraba enfrente de un ser radiante, de larga cabellera castaña y 6 alas en su espalda, las cuales se mantenían ocultas debido al resplandor. Su semblante era pacifico, como la mayoría de los Ángeles, Serafines y todos los seres celestiales de aquel lugar, de piel completamente blanca y facciones finas y hermosas. Sus ojos se abrieron al escuchar aquella voz, dejando delatado en sus ojos un hermoso color dorado, deslumbrante como el mismo sol. Sonrió asintiendo con la cabeza a las indicaciones que su creador le encomendaba. –Por lo tanto, tú que has sido concebido para esto, perderás la luz de tus ojos por 15 años, se volverán monótonos, oscuros, como la creación suprema, y serás el desdichado de cargar con esto. Tú, el prodigio, el que nació para esta misión, desciende a la tierra y demuestra que aun no es tiempo que el último sello sea roto.
– ¿Cree que podre?–Cuestiono con una voz fina el castaño, mientras sentía una cálida luz apoderarse en su pecho, observando cómo sus alas lentamente comenzaban a caer, pluma por pluma, una nuevo sentimiento lleno su corazón, uno que no conocía y que lo hizo estremecer, el brillo de sus ojos dorados se opacaban, hasta el punto de dejarlos de un café oscuro, sintió las fuerzas fallarle y cayó al piso, apenas observando la suave sonrisa de su creador.
–Se que podrás…por que no existe un alma más noble, ni un ser más piadoso que tu, estoy seguro que la humanidad aun tiene salvación, no te corrompas y demuestra que es posible.
"Y todo debe llegar a su fin"
