Esto es lo primero que escribir sobre esta hermosa pareja, espero y les guste.

Nnoitra G. y Nelliel Tu U. son propiedad de Tite Kubo.

Moriremos juntos.

Lo observe mientras abría con dificultad sus ojos, no pensé que guardaría silencio, lo vislumbre por un largo tiempo esperando que sus palabras me atacasen como siempre lo había hecho… de ante manos me prepare para responderle pero esta vez el no dijo nada y yo creo haberlo dicho todo con tan solo una mirada.

Baje la vista y la fije en mis puños, pude haberlos utilizado para defenderlo pero entonces el odio de él hacia mí, hubiera aumentado desconsiderablemente, y no sé si podría soportarlo… ya era bastante difícil lidiar con un amor no correspondido como para cargarle el hecho de ser aún más detestada y repudiada.

Me levante en un intento de huir, no estaba cuestionable a verlo así, aquello no me ayudaría a mantener mi actitud digna de una espada, la indiferencia es una torpe habilidad que a los enamorados no se nos da con destreza, di unos pocos pasos con lentitud y ya no pude divisar el olor de su sangre en el ambiente, cerré los ojos para que la brisa no entorpeciera mis deseos de aguantar las ganas de llorar, fue en vano… ya las lagrima hacían fiesta en mis grandes orbes.

Escuche su voz expresar con conflicto mi nombre y fue cuando con cinismo voltee a mirarlo, no quise alimentar más aquella coraza que me aleja de él, lo mire con tristeza y hallé emociones en su mirada, sus ojos gritaban un extraño lenguaje que yo no lograba comprender, definitivamente nunca adquirimos la perspicacia necesaria para entendernos.

–N-Nelliel…

Mi rostro se mantuvo inexpresivo, no por placer, si no por honor, lo había entrenado muy bien para que aquello pasara, indomable hasta en el último momento, me acerque lentamente y me deje caer a un lado de él, cayendo de rodillas, rendida y a sus pies, apoye mis manos en su pecho y la humedad de su sangre me hizo sentir frio, escalofríos e intranquilidad.

–Nnoitra.

Pase mi mano por su cabello acuoso y ya no supe si aquella sangre era mía o era de él, un roció de líquido cálido y rojo nos empapo a ambos, mi expresión comenzaba a ser evidente y baje la mirada hasta mi pecho para apreciar aquel perfecto corte, solo vi su brazo moverse con agilidad acompañado de aquel objeto gris metalizado, la incisión fue profundo pero caliginosa, se sintió ardor, negligencia y malestar.

–Si yo muero, tú morirás conmigo.

Sonaba sublime, posesivo, usufructo y dominante, pero no estaba segura si aquello contenía amor u odio, "el amor era un sentimiento de vivos", pensé con una sonreía para él, la última sonrisa que aquellos ojos negros pudieran apreciar.

–Te acompañare hasta en la muerte, Nnoitra…

Renací entre los malos y aun mantuve ese sentimiento junto a mí, ¿Qué tan humano se tiene que ser para lograr seducir? Mire sus ojos perder el brillo y sentía que los míos también lo perdían, lo tome de la mano y comencé a caer lentamente en su pecho, mis labios estaban tan cerca de los suyos y a la vez tan lejos…

Comprendí que el amor consistía en muchas cosas y a la vez en nada…

¿Qué fuera pasado si aquella persona correspondía al sentimiento?

Me hice muchas preguntas pero hasta ahora no había notado la más importante…

¿Cómo haces para que un corazón funcione?

Y fue entonces cuando recordé que yo… No tengo corazón, sonreí y sentí como de apoco todo se oscurecía, aun así un rayo de luz blanca con destellos azules me espero al final del túnel, escuche con alegría aquella última frase, su último aliento, su ultimo pensamiento, recuerdo y sensación.

-Siempre te amé, Nelliel.

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