Descargo de Responsabilidad: Ni Glee ni sus personajes me pertenecen. Algunos nombres nuevos sí.


Quinn.

Era una mañana como tantas otras, sin ningún inconveniente hasta el momento, Quinn estaba en su trabajo como de costumbre, siempre llagaba allí a eso de las 7:00 am, le gusta llegar a esa hora porque podía empezar su mañana con tranquilidad, ya que los demás trabajadores llegaban a eso de las 8:00 am, así que llego y empezó a realizar su trabajo, Quinn es secretaria de presidencia en una compañía de gran prestigio, su trabajo es muy agotador, por el momento no tenia esposo ni novio, así que tenia relativamente tiempo suficiente ya que no tenia mas obligaciones que su trabajo, el hecho de no estar comprometida era un poco extraño, ya que Quinn es un mujer hermosa, tiene 26 años, es una una mujer alta con unos ojos increíblemente hermosos, un verde en el cual al mirarlos se perdía en ellos, piel blanca, sus labios eran de un rojizo carnosos de lo más apetecibles, su cuerpo tenía unas curvas impresionantes, todo en ella era bello, lo cual hacia que más de uno se quedara boquiabierto a su paso. Esa mañana Quinn empezó desde muy temprano a hacer sus deberes, ese día era muy importante para ella ya que en cualquier momento llegaría el nuevo presidente a la compañía, el cual era el hijo del ex presidente, todo esto paso debido a que el antiguo presidente había decidido que ya era momento de descansar y dejar que sus hijos se hicieran cargo de la compañía, designando así a su hijo mayor para ocupar este puesto.

Quinn tenía todo organizado, para su nuevo jefe, su oficina estaba impecable, siempre la organizaba ella misma ya que su antiguo jefe le pedía que por favor fuera ella quien lo hiciera ya que las empleadas de servicio siempre desordenaban su escritorio revolviendo todos los papeles y haciendo imposible encontrar los que necesitaba, así que Quinn como era de costumbre organizo todo. A eso de las 9:00 de la mañana llego una mujer de estatura media, de unos 28 años su figura es admirable, sus ojos color miel resaltaban impresionantemente su cara, su piel bronceada, el color de su cabello es de un castaño claro, al colocarse en el sol su cabello irradiaba belleza, se veía un esplendor hermoso rodeándola toda, tenía en sus manos un portafolio negro y en su hombro un bolso que combinaba con su vestido, se dirigió directamente al despacho de presidencia lo cual puso en alerta a Quinn la cual se paró de inmediato de sus escritorio y bloqueo la entrada del despacho, a lo cual la mujer la miro y sorprendida le dijo:

Mujer: ¡qué diablos estás haciendo!

Quinn: lo siento señorita pero no la puedo dejar pasar sin una autorización del presidente.

Mujer: ¡es que acaso no sabes quién soy yo!-la mujer dijo esto en tono un poco fuerte y lanzando una mirada de furia hacia Quinn.

Quinn: la verdad es que no, y lo siento señorita pero no puedo dejarla pasar.

La mujer a ver la negativa de Quinn se volvió hacia ella y la miro desconcertada y dijo.

Mujer: no puede ser que en esta maldita empresa nadie sepa quién soy yo

Quinn estaba igual que ella desconcertada no sabía qué hacer hasta que una voz detrás suyo le dijo:

Hiriam: Quinn, buenos días.

Quinn: buenos días doctor no esperaba verlo por aquí hoy

Hiriam: vine a dejar unas cosas antes de irme pero dime ¿tú qué haces hay parada obstruyéndole el paso a la nueva presidente de la compañía?

Quinn abrió los ojos y puso cara de sorpresa, la verdad era que no esperaba que fuera una mujer la que llegaría hoy a ocupar el puesto del doctor Berry.

Quinn: perdón yo…yo no sabía nada creía que vendría su hijo no su hi… hija. Perdóneme señorita todo fue un mal entendido le prometo que esto no volverá a pasar.

Mujer: eso te lo aseguro, nada de esto volverá a pasar, en realidad no sé como mi papa es capaz de contratar a gente tan inepta para esta compañía. Ahora apártate que quiero entrar a mi oficina.

Quinn se quedo inmóvil, no creía que nada de esto estuviera pasando, empezó muy mal su primer día de secretaria para la señorita Berry, nunca imagino que fuera ella en vez de su hermano la que ocuparía el cargo de presidente, al parecer había empezado muy mal con su nueva jefa.

Al ver esto el doctor Hiriam le coloco su mano en el hombro y sonriendo le dijo:

Hiriam: tranquila Quinn que todo fue un mal entendido no pasa nada, dale solo un poco de paciencia a mi hija, solo está un poco estresada y no es para menos mira la pequeña compañía que le va tocar manejar.-lo decía de modo sarcástico mostrando con su mano todo la compañía-.

Quinn: si doctor, que pena, yo… yo enserio no sabía nada.

Hiriam: tranquila Quinn.

Así pues Quinn se sentó en su escritorio y retomo de nuevo su trabajo, estaba muy preocupada y además inquieta, cada vez que se acordaba de su jefa su piel se erizaba provocando en ella una especie de electricidad debajo de su piel que la hacía estremecer, no sabía a ciencia cierta si esto era debido a que empezó mal con ella o a que le llamaba mucho la atención esa hermosa mujer.

A eso de las 10 am el doctor Berry salió de la oficina que ahora era de su hija, se despidió de Quinn y le dijo que había hablado con mas clama con su hija y que se tranquilizara que todo iba a estar bien. Quinn seguía inquieta sin saber qué hacer ni que pensar, está en esas cuando timbra su teléfono, lo contesta desesperadamente:

Quinn: dígame doctora en que le puedo servir.

B: venga a mi oficina por favor.

Quinn: ya mismo voy para allá.

Quinn coge su agenda y lapicero, se acerca a la puerta, la abre y entra:

Quinn: me necesitaba doctora.

B: si, siéntese por favor, la llame porque quería presentarme, se que al llegar no fui muy cortes con usted pero me entenderá que no es fácil hacerse cargo de un puesto como lo es la presidencia de una empresa, el hecho era que le quería pedir disculpas por mi comportamiento de esta mañana y pues mucho gusto Rachel Berry.-diciendo esto estira su mano-

Quinn un poco atónita, no sabía el porqué esta mujer tan hermosa hacia esto, era muy raro encontrar personas como ella en el medio, por lo general todos eran arrogantes, no querían tener ningún contacto con los empleados de bajo rango, pero ella era diferente, o al menos eso era lo que ella pensaba en esos momentos.

Quinn: mucho gusto doctora Quinn Fabray, su secretaria.-que tonta por supuesto que soy su secretaria eso es obvio Quinn que te pasa no digas mas bobadas.

Rachel sonrió sabiendo que Quinn estaba un poco sorprendida mas sin embargo siguió hablando con ella.

Rachel: bueno Quinn, ahora que ya nos presentamos me podrías decir que hay para hoy y por favor no me des malas noticias como que me toca ir a reuniones aburridas o cosas por el estilo.

Quinn esbozo una sonrisa y le dijo:

Quinn: bueno, para hoy doctora lo primero que hay en su agenda es ir a hablar con los directivos, así que si le toca hacer una reunión pero será solo de media ahora ya que para después tiene un almuerzo con el doctor Finn Hudson, el presidente de la asociación de la compañía, luego a las 2:00 tendrá que ir a su casa a llevar a su padres al aeropuerto, cuando llegue debe presentarse a la compañía, así todos la conocerán y no se volverá a presentar ningún inconveniente- Quinn sonrió y Rachel le devolvió la sonrisa-, y al finalizar la tarde debe tener firmado estos documentos que son de un nuevo acuerdo que dejo su padre. Y ya eso es todo. Quiere saber lo de mañana.

Rachel: perdón no te escuche ¿qué dijiste?

Quinn: que si quiere saber que hay para mañana.

Rachel: aaa no gracias, con lo de hoy me basta y me sobra, mañana es mañana hoy es hoy. Gracias Quinn.

Quinn: de nada

En ese momento Quinn se para de la silla y se dispuso a salir pero catalina la detuvo.

Rachel: ¿para dónde vas?

Quinn: que pena doctora creí que ya había terminado, desea algo más

Rachel se quedo pensativa unos segundos y le dijo:

Rachel: si, necesito que me hagas un gran favor

Quinn: si dígame doctora

Rachel: necesito que después de la reunión de las 11:00 am me lleves a conocer el lugar, es mas creo que ahora tenemos tiempo que te parece si lo hacemos ya.

Quinn se quedaba mirando como sus labios se movían articulando cada palabra que le salía de esa hermosa boca, no sabía qué era lo que le pasaba pero no podía dejar de mirarlos, los deseaba y eso era algo nuevo para ella, no sabía cómo reaccionar cuando de pronto escucho algo que la dejo perpleja y contesto asustada:

Quinn: ¿lo hacemos ya? A que se refiere doctora

Rachel: ¿no me estas prestando atención Quinn?

Quinn: si doctora lo que pasa es que me distraje un segundo

Rachel: que si podemos hacer un pequeño tour por la empresa para así conocerla.

Quinn se sonrojo y le dijo:

Quinn: si claro doctora tenemos tiempo, todavía faltan unos minutos para su reunión, pero no creo que alcance a mostrársela toda, al fin y al cabo es muy grande.

Rachel: no importa, solo muéstrame lo que alcances ya después tendremos tiempo de que me des un tour completo.

Quinn se sentía un poco rara y al parecer Rachel se daba cuenta y aprovechaba esto para hacerla sonrojar una que otra vez.

Quinn: si doctora como quiera, si quiere empezamos ya, si le parece.

Rachel: ok

Rachel se paró de su escritorio dejando ver lo alta que era y mostrando su hermosa figura, camino hacia la puerta la abrió e hizo un ademan con su mano para que Quinn saliera primero, esta camino rápidamente y salió, dejo la agenda y el lapicero en su escritorio y se dispuso a hacer al tour mostrándole una que otra instalación, Rachel caminaba a su lado mirándola fijamente, no dejaba de observar a esa mujer tan hermosa, jamás había visto a alguien como ella, la miraba detenidamente, con un poco de disimulo, igual no quería incomodar a Quinn, la mira de arriba abajo sin que esta se diera cuenta, nunca había sentido la necesidad de ver a alguien así, pero en esos momentos ella no era la que controlaba sus ojos, ellos solos tenían vida y querían disfrutar de esa vida deleitándose con tan espectacular vista.

Quinn por su parte seguía dando el tour, de vez en cuando miraba el reloj para mirar que hora era, ya que la doctora no podía perder su primera reunión con los directivos de la compañía, en un instante quiso que el tiempo fuera más lento, ya que ella disfrutaba cada segundo al lado de Rachel, no se explicaba cómo era posible que quisiera pasar más tiempo con ella si apenas la conocía, pero no pudo evitarlo así que llego la hora de separarse de Rachel o al menos eso creía.

Quinn: doctora tenemos que irnos ya o va a llegar tarde a su reunión.

Rachel: ok, vamos entonces

Fueron caminando de nuevo hacia la oficina, Rachel hacia las preguntas acerca de la empresa y Quinn se dedicaba a contestar, hasta que Rachel cambia un poco de tema y empieza a hacer preguntas un poco más personales.

Rachel: y Quinn cuéntame ¿tú con quien vives?

Quinn estaba un poco sorprendida por la pregunta, no se imagino que toda una doctora como ella le gustaría saber de su vida, pero respondió:

Quinn: vivo sola doctora.

Rachel: a veo, pero demás que tienes tus conquistas por ahí que no te dejan solita o me equivoco.

Quinn se sorprendió aun más con esa pregunta

Quinn: no doctora, para nada, en estos momentos estoy soltera, no estoy saliendo con nadie, me estoy dedicando un 100% a mí.

Rachel la miro sorprendida, no imaginaba que una mujer tan bonita no tuviera a nadie, era increíble el saber que estaba sola, catalina no lo creía pero igual siguió preguntado.

Rachel: pero déjame decirte que te ha servido porque estas súper linda- Rachel se sonrojo al decir esto al igual que Quinn a la cual de inmediato se le vio sus mejillas ruborizadas- además mírate, no es por nada pero creo que cualquier persona con una visión normal y hasta alterada le gustarías o no.

Quinn seguía roja, se sentía avergonzada, nunca antes una mujer le había dicho algo así, pues en ocasiones sus amigas se lo decían pero no era lo mismo, en estos momentos Quinn estaba en una confusión de cuerpo y mente, no sabía cómo reaccionar, que Rachel le estuviera diciendo eso, la hizo sentir apenada porque Quinn veía de una manera distinta a su jefa, nunca le había pasado esto, pero le gustaba saber que a Rachel le parecía linda.

Quinn: pues no lo sé doctora- le dijo esto aun sonrojada- bueno doctora ya llegamos valla hacia la sala de juntas que ya la deben de estar esperando los directivos- le señalo con la mano la sala y Rachel se dirigió hacia allá.

Quinn se encontraba ya sola divagando en sus pensamientos, pensando en Rachel, su cuerpo, sus manos, su voz, le encantaba cuando de su boca salía su nombre, no lo podía creer, nunca imagino sentirse así por alguien y menos por una mujer, todo le parecía muy extraño, algo salido de lugar, así que decidió concentrarse mas en el trabajo y tratar de olvidarse por un momento de su jefa., lo cual no lo logro ya que cada vez pensaba mas y mas en ella.


N/A

Hola de nuevo, resucitee, si lo se, me perdi mucho, mi amiga Jajis escribió esta historia y yo dije porque no hacer una versión Faberry? y aquí esta, espero que les guste un saludo muy cordial

Besos Gente Bonita.