To break the sun.


.Se deshace como arena en tus dedos y estremece, palpita. Cálida luz y brillante piel en un marco de pureza prístina, engañosa y distante, que fenece al anochecer y preguntándote sobre ese decadente destello. Los labios como dos hojas que quieres atrapar en tus dedos, un mar de oro su cabello que con cada movimiento parece romper el sol, despacio, lento, una miríada de pestañas pulidas contra tu piel, serpenteas y caes debajo de sus huesos líquidos, de un azul semejante al cielo nublado. Una tormenta desatada las piernas que mueven y mecen todo el calor de sus formas, como el agua del río y una nube de etílica sensualidad sus sonrisas y sus no-tan-sonrisas. Un despótico silencio y te mueres por tocarla, por atraparla entre tus dedos pero es como el viento y el mar y el aire y entonces desaparece (solo que no) está sobre ti como un tifón, envuelta en coyunturas de mujer sencilla, de mente simple, que esconde en un abanico de contornos difusos. Crees conocerla y no, quieres quererla y no te deja, quieres tanto, pero no entiendes lo suficiente. Toma el juego con tranquilidad, alimentando su llama porque conoce todos tus movimientos, observa tus cartas y en el momento justo pone en marcha su estrategia, su as. Y corta y huele a carne quemada, sientes la hierba muerta en tus pies y un suave toque en tu corazón, como un rayo, como si el sol se te hubiera caído en la cabeza y sin poder moverte te ha destruido. Un suave zapateo y una sonrisa entre manos pequeñas que abarcan demasiado, se mece, primero un pie, luego el otro. Avanza y retrocede y después sientes el bastón en tus entrañas, de nuevo el dolor.

Tiendes la mano pero no está, ni estará jamás. ¿Sabes quién soy invocador? Parece una pregunta interesante, sin respuesta. ¿Sabes qué soy invocador? Sabes que empieza con L pero termina en exterminio.

Tan frágil.

Tan hermosa.

Tan mortífera.

Alguien dijo "Lux eres como el sol" Suave, distante, espesa como una caricia.

Y ella, elocuente, risueña, todo candor tímido y algo procaz a un tiempo, incapaz de negar nada y de entregarlo todo, resbala y posa su boca despacio en el hueco mínimo entre tu barbilla y tu oreja, el cuello de porcelana suavemente arqueado, sus pestañas como si la luna estuviera presa de ellas.

"El sol está muerto".

Y tú con el.

Se llama Lux y ha roto el sol con su brillo.

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