Majin Tantei Nougami Neuro - Fanfiction
Buenas :DD he vuelto despues de mil años con un nuevo fanfiction
adoro con toda mi alma este anime/manga. Neuro me parece uno de los personajes más bien diseñados que he visto en mucho tiempo.
me encantaría que hubiera algo más entre los dos protas jejjeje mi mente perversa lo desea jajaja MIL GRACIAS A YUSEI MATSUI POR CREAR ESTE MANGA.
espero que os guste.
NEURO X YAKO FANFICTION
Yako entró por la puerta de la agencia como un día normal y corriente. Soltó el bolso sobre el sofá y fijó su mirada en su asistente, quien estaba recostado sobre su silla, como otro día cualquiera, con sus manos sobre sus piernas, como otro día cualquiera...!ESPERA! Se había cambiado de ropa.
Llevaba un pantalón ceñido a sus piernas de color blanco, con una camiseta negra muy sensual, una bufanda negra caía desde su cuello, como la que utilizaban los modelos de la televisión. Yako podía apreciar los músculos de sus brazos, aquella piel bien formada que se abría paso sobre las mangas de la camiseta.
Se había recogido el aquel pelo demoníaco en una coleta, como cuando habían investigado el caso de HAL. Aquello no iba bien.
-Neuro? -Preguntó la chica acercándose lentamente a Troya, donde estaba recostado el demonio.
Él abrió sus hipnóticos ojos y la miro, con aquella mirada de "paso de todo". Yako se paro al momento, temiendo que hiciera algo mal.
-Llegas tarde, Yako. ¿Que pasa con esa cara de ameba? -Yako suspiro con pesadez al ser comparada de nuevo con organismos microscópicos.
-No he llegado tan tarde
Yako se quedo callada unos momentos, observando al demonio. No se había movido desde que ella había entrado por la puerta (Cosa extraña en él porque Neuro adoraba torturarla y era extraño que él no la hubiera torturado al llegar a la oficina por haber llegado tarde)
-Neuro
-¿Uh?
-No te has movido desde que he llegado..¿Acaso..?-Una mano enguantada no la dejaron continuar y Neuro la levantó por los aires para tirarla por el suelo.
-No vayas por ahí, piojo
-¿Entonces?
-Después de la última pelea, mi ropa quedo reducida a pequeñeces, por lo que tengo que recuperar la energía-Yako recordaba aquella pelea. Aún tenía un moratón de cuando Neuro la había lanzado por los aires al intentar protegerla.
La chica volvió a quedarse pensando, ya que el demonio no podía moverse...Eso significaba que...
-Neuro
El demonio la miro.
-Si no te puedes mover...eso significa-En sus manos cogió una pequeña tarta y la levanto hacia el rostro sensual del demonio, quien no iba a dejar que se saliera con la suya. La golpeó, haciendo que ella cayera al suelo y la tarta se resvalase por ambos.
Yako gimió de dolor, cuando su trasero encontró el suelo.
"Mierda...como duele" Siseó y sus ojos se levantaron para encontrar a Neuro, en la misma posición que anteriormente tenía, con pequeños pedazos de la tarta cayendo por su cuerpo. Parecía una visión sacada de una escena erótica.
También observó que en sus manos había restos de la tarta que había caído. Se lamió uno de sus dedos. La tarta estaba deliciosa.
-Yako-Escuchó la voz de Neuro. ¿Había cambiado su tono de voz?
-¿Eh?
-Acércate-Su voz era hipnótica. Yako se acercó a él tal cual como había pedido él. Neuro le agarró las manos y se las llevó a la boca para lamer sus dedos. Yako tembló ante el toque de aquella lengua, sus piernas, entre otras zonas, empezaron a temblar y pensó en que quizá perdería el conocimiento.
Por la mente de Yako pasaron muchas preguntas, ninguna con respuesta, pero la mayor pregunta que paso por su mente fue ¿Que narices estaba pasando? ¿Que había pasado para que Neuro, su jefe demoníaco, cruel y malvado, estuviera lamiendo sus dedos de aquella manera?
Su lengua era suave, demasiado para ser demoníaca. Se movía con cuidado a través de sus dedos y Yako temía que su saliva le fuera a dejar marcas, aunque no parecía que le estuviera dejando marcas.
Cuando se alejó, dando por terminado su "limpieza de dedos". Neuro se alejó y se quedo quieto.
El corazón de Yako latía frenéticamente por los acontecimientos ocurridos.
Yako no sabría nunca el motivo que la llevó a cometer aquella acción, no sabía si era por los acontecimientos que acaban de pasar, por la sensación de la saliva de Neuro en sus manos o los pedazos de tarta que podía ver por el cuerpo de su asistente, lo único que sabía es que no le importaba nada, solamente le importaba Neuro.
Ella se acercó a Neuro, intentando que sus piernas se movieran como debían y no haciendo "eses". No quería que se tropezara de nuevo y cayera de otra manera ridícula frente a Neuro.
Se acercó más, sin apartar la vista de aquellos ojos verdes que la observaban. Yako tenía miedo pero ya no podía echarse atrás.
Su cuerpo tembló cuando rozó los labios de Neuro. Una descarga eléctrica le recorrió toda la columna.
El demonio no se movió y dejó que ella lo besara a placer.
Yako siguió sus besos por el mentón del demonio, lamiendo algunos restos de tarta por el camino. El sabor de su piel, sumado al sabor de la tarta, hicieron babear a Yako, quien continuó su exploración hasta bajar por su cuello. El demonio sonrió pero la dejó seguir.
La detective volvió a subir el rostro, para encontrarse de nuevo con aquellos ojos que la observaban, aquella sonrisa en su rostro, los dientes puntiagudos brillando...
Neuro no le había correspondido, pero a ella no le molestaba. Volvió a besarle, esta vez más insistente, moviendo sus labios sobre los suyos, buscando una reacción.
Sus lenguas se tocaron y empezaron a danzar. Yako pasó los brazos alrededor del cuello de Neuro, entonces sintió las manos enguantadas del demonio sujetando su cintura y sentándola en el brazo de la silla. ¿Estaba respondiendo?
Neuro movió sus labios sobre los de su piojo, sintiendo un sabor extraño corriendo por su garganta a medida que la besaba. Se había sorprendido cuando Yako se había acercado, pensando que su piojo no había entendido su represaría anterior.
Más sorprendido se quedó cuando sintió los labios de Yako rozándolos suyos, sus baterías demoníacas habían temblado, buscando el roce de Yako. Cuando ella le paso los brazos por el cuello y sus dedos rozaron las baterías demoníacas y Neuro suspiro. ¿Cómo había descubierto su punto débil?
Ambos estaban perdidos en aquel beso, demasiado intimo y apasionado. Neuro abrió los labios de Yako, buscando su lengua, ella buscó la suya, con el miedo aún de su saliva ácida.
-No tengas miedo, no quemaré a mi piojo-Musitó, con los ojos brillantes mirándola fijamente.
De sus labios caían pequeños regueros de su anterior beso. Yako sentía calor en sus labios, aquel beso había sido tan intenso...Sus manos temblaban, aferradas a la camisa negra de Neuro. Una de sus manos se perdió por su camisa, encontrando su piel cálida bajo sus dedos, sus ojos miraron esa pequeña parcela de piel expuesta y con lentitud la recorrió con los dedos.
-¿A donde estas mirando?-Neuro sonrió al ver el sonrojo de Yako, al darse cuenta de que estaba haciendo. Sus dedos le sujetaron el mentón y tomó posesión de sus labios de manera hambrienta. Sus manos buscaron el final de la camiseta que llevaba Yako y sus dedos se colaron por debajo del algodón.
Los dos se separaron, Yako en busca de aire, Neuro por otras razones. La joven se apoyó en el pecho de Neuro para intentar relajarse, encontrando pequeños restos de tarta, a lo que Yako tomó una pequeña porción y cuando la iba a comer, la mano de Neuro la sujetó. Sus ojos buscaron los verdes.
-¿N-Neu-ro?
El demonio volvió a llevarse aquellos pequeños dedos a la boca, chupando aquel merengue dulce.
Estaban tan centrados en sus acciones que no se dieron cuenta de cuando entró Godai, rompiendo aquella escena. Yako se dio cuenta de la posición en la que se encontraba, sentada sobre Neuro, con la camiseta descolocada y restos de tarta por el cuerpo.
Se levantó rápidamente y abandonó la agencia a toda prisa.
