Este es mi primer Fic, espero que lo lean y me digan que opinan, la historia esta situada en AU donde el incidente de SAO nunca paso.

Los personajes no me pertenecen.


1.- Paralelos

-Tarde ¡oh por Dios se me ha hecho tarde de nuevo!- se decía así misma mientras corría impetuosamente entre la multitud aglomerada en la estación del metro, su cabello se agitaba intrépidamente en el aire, ese cabello castaño tan claro que deslumbraba bajo la luz del sol y no palidecía en absoluto bajo la luz de la luna. Mientras intentaba hacerse un hueco entre el mar de personas, solo podía maldecir su mala suerte, su reloj despertador no atino a despertarla en la mañana y es que después de levantarse y comprobar en su teléfono que había pasado su hora acostumbrada para alistarse, reviso frenéticamente el dichoso reloj solo para darse cuenta que había olvidado conectarlo de nuevo… y era la tercera vez en este mes que llegaría tarde por culpa de tal descuido. En su mente solo podía pensar – mi madre va a amatarme, si no me mato la primera o la segunda vez debe haber sido únicamente por suerte y gracia del destino- se acomodó el cabello mientras divisaba como el tren iba acercándose estrepitosamente, apresurándose a abordarlo solo pudo suspirar y agradecer que dentro de su tardanza al menos pudo abordar el último tren que la llevaría a su destino, la escuela solo para señoritas a la que su madre le había inscrito sin su consentimiento, por el bien, como siempre, según su madre de su educación.

-Asuna- sempai- sonó desde una débil voz, al otro lado del vagón –

-hola Yoka-chan, ¿a ti también se te hizo tarde?- respondió Asuna al mismo tiempo que se acercaba saludar a su pequeña compañera de clase.

-¡No para nada! Es solo que tuve que desviarme para comprar unos útiles- comento animosamente la pequeña de cabello castaño oscuro.

-oh es cierto, yo los compre el día de ayer, estoy emocionada porque mañ…- la peli naranja no pudo terminar de hablar, puesto que Yoka le jalaba animosamente la manga.

-Asuna sempai esos chicos de ahí la están viendo mucho y… creo.. creo… ¡que le tomaron una foto!-

Asuna se puso roja ante el comentario y disimuladamente volteo hacia el lugar donde su intuición le decía que estarían esos chicos. Eran chicos de su edad o eso le pareció a ella, a decir verdad ella no había tenido mucho contacto con chicos de su edad desde que alcanzó los 12 años y ahora con 15 esas convivencias se habían esfumado del todo, al asistir a una escuela únicamente para damas.

-Ohhh que envida Asuna-sempai, como me gustaría que los chicos se figaran así en mí, pero eso es porque usted es muy bonita-

Asuna no pudo más que abochornarse más ante el comentario, algo que Yoka no noto por lo que siguió hablando.

-a veces odio estar en una escuela solo de niñas, así nunca conoceré a un chico y entonces nunca podre tener novio y… yo realmente quiero un novio, alguien con quien caminar de la mano o ir al cine o besarse, ¿no quieres tener novio tú también sempai?-

Ante el último comentario Asuna recupero el temple y solo atinó a decir:

-Yoka, soy una estudiante seria y no estoy pensando en ese tipo de cosas. Tu tampoco deberías distraerte de tus estudios, si no progresas en tus estudios no podrás entrar a la universidad que quieres, ¡así que hay que concentrarnos en los estudios!- digo esto último con el mayor temple que le fue posible y es que no es que a Asuna no le llamaran la atención los muchachos, pero con su apretado horario académico no tenía demasiado tiempo para pensar en tales cosas, aunque muy en el fondo se encontraba así misma preguntándose qué clase de chico sería su tipo… o como seria su primer beso…

Hundida en sus pensamientos pudo divisar por el rabillo del ojo que se encontraba en su estación de destino, y junto con Yoka descendieron del tren sin reparar más en los chicos que cotilleaban detrás de ellas, entraron a clases y la mente de Asuna de nuevo se enfocó en los libros, formulas matemáticas, lecciones de historias y demás asignaturas propias de la escuela…

Después de un largo día en la escuela, el regreso a su casa se le antojaba cansado, caminaba distraídamente escuchando música con sus audífonos dando pequeños saltos y vueltas al ritmo de alguna canción, pensando, sintiendo, suspirando mientras veía el cielo anaranjado del ocaso y las hojas volar poseídas por el viento.

-uh el otoño comenzó mucho antes de lo que pensé- dijo para sí misma en voz baja, mientras caminaba ya muy cerca del parque al que solía visitar de niña por la cercanía con la casa de sus padres.

Y sucedió en un solo vistazo, un chispazo, en una jugarreta del destino, como si este no tuviera otra cosa mejor que hacer, la mirada de Asuna se detuvo un instante y en sus pupilas quedo gravada la silueta de un joven, en el pequeño lapso de tiempo que pudo observarlo quedo fascinada por su cabello oscuro como la noche y unos ojos grises que miraban perdidamente el cielo, como si esperaran que un evento cualquiera sucediera.

No sabía exactamente porqué pero nació en su interior la urgencia de que sus miradas se cruzaran, tan solo un instante, un momento bastaría…

El chico se alejó rápidamente sin darle oportunidad de hacer algo, hablarle o ir corriendo a su alcance ella, se quedó muda, parada ahí sin saber exactamente porque, suspiro y emprendió el camino a casa. Sin saberlo el universo había puesto su plan en movimiento o quizás sea el destino, aunque quizás solo fuera la mera casualidad… porqué all llegar a casa su madre y padre la esperaban en el comedor, con nuevas noticias.

-Asuna, ven a la sala un momento, tu padre y yo queremos hablar contigo- digo su madre tan pronto cruzo el umbral de la puerta.

-Papa, mama ¿Qué pasa?- comento Asuna –No es nada malo hija, es solo que tu madre y yo hemos tomado una decisión acerca de tu escuela y por consiguiente de tu futuro- digo el padre de Asuna en un tono calmado y cálido.

-¿De qué se trata?-

-Hemos decidido transferirte a otra escuela, una mejor Asuna, esta algo más alejada que tu actual escuela pero creemos que es lo mejor para ti- dijo su madre en tono mucha más insípido que el de su padre.

-bueno supongo que está bien, digo me agrada mi escuela actual y todo pero lo entiendo-

-Nos alegramos de oír eso cariño ya verás que será un cambio para bien, esta escuela te permitirá acceder de manera más fácil a la universidad que quieras- dijo su padre al mismo tiempo que la abrazaba, mientras su madre solo se limitaba a verlos con los brazos cruzados, Asuna se despidió y subió a su habitación encontró que ya sobre su cama se extendía el nuevo uniforme de su nueva escuela, lo colgó mientras suspiraba y se alistaba para mañana, si bien su cambio seria dentro de dos semanas, se encontraba temerosa aunque expectante de iniciar en su nuevo colegio.

Dos semanas después el día llego y Asuna se encontraba frente a sus nuevo compañeros siendo presentada por el profesor, la de ojos castaño se encontraba nerviosa mientras observaba a sus nuevos compañero, quedo sorprendida aunque no sabía si gratamente, de que la escuela era mixta.

-ella es Yuuki Asuna y a partir de hoy será su nueva compañera de clases- dijo el profesor solemnemente.

Asuna se sintió observada aunque curiosamente sentía más pesada las miradas de las chicas que de los chicos y eso era algo que ella no hubiera esperado, de hecho la tomó por sorpresa.

El colegio era muy distinguido y prestigioso la peli naranja pudo entender rápidamente el por qué sus padres habían decidido transferirla aquí. Mientras pasaban las clases Asuna daba su máximo esfuerzo por ponerse al corriente y captar todo lo que pudiera de su nuevo entorno.

Llegaron los recesos y los chicos se acercaron rápidamente a ella para bombardearla con preguntas y uno que otro piropo o coqueteo inofensivo aunque poco sutil, las chicas le dieron la bienvenida rápidamente aunque con cierto recelo, solo fue hasta la hora de la comida que Asuna se quedó sola y comenzó a caminar por las instalaciones. Fue entonces que lo vio de nuevo, volvió a ver a aquel chico del parque, su corazón latió desbocado, lo cierto es que aunque no había sido su principal pensamiento durante esas semanas posteriores a su descubrimiento, Asuna de vez en cuando suspiraba pensando el, tratando de imaginar quien era ese chico, su sorpresa fue mayúscula al encontrarlo de nuevo… ¡Y en su misma escuela! La emoción fue tanta que sin pensarlo, sin tener una mínima oportunidad de controlarlo se le escapo un sonoro:

-¡Tuuuuu!-

-¿Yo?- el aludido volteo sin saber bien lo que estaba pasando y solo alcanzo a mustiar una respuesta monosílaba mientras se señalaba así mismo con su dedo índice, al mismo tiempo que parpadeaba atónito ante la sonora pregunta.

La castaña no pudo más que ponerse roja al darse cuenta de lo que acababa de hacer, toda la sutileza y modales que tenía herencia de su madre se había desvanecido en un segundo sin siquiera saber que hacer a continuación.

-Ammm si, digo tú, amm ¿sabes dónde está la cafetería?- respuesta rápida a una situación desesperada de parte de Asuna.

- Si es aquí, ¿no ves el letrero grande que dice cafetería?- dijo el chico señalando con su índice hacia arriba.

Asuna volteo y vio el enorme letrero con la palabra cafetería escrita en colores verde y café y no pudo más que sentirse morir por tan tonta pregunta, pese que unos instantes antes pensó haber salvado la situación con su rápida respuesta.

Así que solo lo vio… y el la vio a ella y sin saberlo habían puesto en marcha el engranaje del destino, si bien incierto un destino que los haría coincidir porque de alguna extraña forma sus corazones latían al mismo ritmo…