¡¡Wolaaa!!Aqui traigo nuevo fic!!Sí,sí,el título no engañaXD,Ryoma es lo que esXD.Aunque igual confundo algo la palabra,pero por aquí,significa de lo que va a trabajar.Os explico antes de que empeceis a leer n.n.
Fic:
Ryoma aquí tiene 21 años,Sakuno 18.Ella es la jefa de el local donde trabaja y en este fic...Será algo...mal hablada¬¬(me encanta hacerla así!!XD).Poco a poco y durante el fic,se irán resolviendo cosas.Aún no tengo pensado si será muy drama y tal,pero por si acaso lo he puesto.Tampoco conozco el finalXD.Creo que no tengo que explicar nada más,que no si no,desvelo O.O...
Aviso:Este fic es un RyoSaku.Palabras mal sonantes,y demás cosas.Abstenerse si creen que puede herirles ciertas palabras u.u.
Autora:Chia-Uchiha o pervert-chan.
Título:Gigoló.
Capítulo primero:La prueba de el extraño trabajo,conociendo a la jefa.
Dejó la bandeja de plata sobre el mostrador,en espera de que el nuevo pedido fuera puesto sobre esta.Se entretuvo en mirar através de los grandes ventanales,hasta que sintió que un fuerte golpe llegó hasta su cabeza.
-Eso dolió-.Se quejó mirando tras él-.¿Por qué me golpeas?
-Para ver si despiertas de una vez,Echizen-.Respondió molesto su compañero-.Encima que te busco un trabajo.
-Diras:Encima que te arrastro hasta este lugar-,Corriguió molesto.-Momoshiro,eres un maldito liante.
Echizen Ryoma,de veintiún años,de altura 1'71,de cuerpo atlético,cabellos largos negros y con toques verdosos de reflejos.De piel blanca.Pero lo que más resaltaba de aquel molesto chico,aparte de su caracter callado y esquivo,eran sus ojos dorados,con forma gatuna y provocadora.
Su amigo frente a él,Momoshiro Takeshi.Mucho más alto que él,quizás por cinco décimas.De cabellos negros de puntas y ojos alilados.
Ambos,uniformados con los uniformes correspondientes a su puestos.Pantalones negros amplios,ceñidos a la cintura por un cinturón negro,con zapatos de vestir también negros.Camisa a rayas blanca,chaleco verdoso y pajarita negra en el cuello.
-No te quejes tanto-.Murmuró Momoshiro molesto-.Encima que te ayudo.
-No hacia falta traerme a donde están todos.
Señaló con la vista a su alrededor.En la cocina,un chico de cabellos castaños,ojos al compás y que cortaba la comida con locura,además de servir los platos con gran predicción,ejercía el mayor ruido de el lugar.En la caja,un joven de cabellos negros,también largos,de ojos grises,con cara de pocos amigos,pero que todos sabían que tenía su lado amable.
En la barra,un castaño claro,de sonrisa que esconde algo secreto,de ojos azules claros,también ocultos,acompañado por un joven alto,de anteojos rectangulares,de cabellos negros y piel blanca.Luego se encontraban ellos dos de camareros,junto a otros dos chicos,uno pelirojo y alocado y otro moreno,de ojos verdes y muy tranquilo.
-Están todas las personas con las que anteriormente estudiaba.
-Lo sé-.Afirmó Momoshiro sonriente-.¿No es bueno?
-Para nada-.Bufó-.Quise liberarme de mi pasado,no seguir atado a él cuando te pedí un trabajo.
-¡Ay,ya!-Exclamó exhasperado el mayor-.¡No te quejes tanto y trabaja!
Bufando,continuó con el trabajo.Uno de los camareros se acercó hasta Momoshiro.
-¿Se lo has dicho ya?-Preguntó.
-No,Fuji,no le he dicho nada.Si se lo digo,me parte la cara antes de probarlo,mejor que lo sepa a última hora.
Ryoma nunca prestaba atención a los diversos comentarios de sus compañeros,especialmente,de Momoshiro.Llevaba tan solo trabajando en ese lugar doce días y siempre de día hasta que terminara los examenes finales en la universidad.Ahora que aquello había pasado,Momoshiro le indicó que probaría obligatoriamente,el trabajo de noche,ya que si no,sería puesto en la calle de mala forma.En una parte,no le importaba y tampoco querría quedarse en ese lugar,si no fuera por...Ella.
La había visto solo una vez desde que trabajaba ahí,sabiendo por parte de Momoshiro que era la jefa de todo aquel lugar.Pero en ese momento,a él no le importó.Aquella mujer no podía ser real.De piernas largas,cubiertas por unas simples botas altas,blancas y de evillas metálicas.Minifalda a conjunto y un top realmente estrecho,dejando ver su redondo ombligo dentro de su plano vientre,de color negro.Lo que más le maravilló,fue el largo cabello castaño que caía por toda su espalda,moldeándose al compás de su caminar.Sus ojos rojos brillaban con un brillo propio,pero algo ocultaban seguramente.Su piel color paja,brillaba en la juventud de la joven,que no sobrepasaría su edad,e incluso más joven.Sin embargo,Momoshiro le quitó toda esperanza,al menos,por ese momento.
-Olvídala-.Le avisó-.Esa chica jamás ha sido doblegada por un hombre.
-¿Es virgen?
Momoshiro arrugó los labios en sorna,obligándole a mirarle extrañado.
-¿Lo es o no?
-¿Todavía lo dudas con ese cuerpo?-Se burló riendo.
Desde aquel momento,Ryoma decidió quedarse en ese lugar.Quería ver si era verdad que aquella joven era tan enérgica como para no amar a ningún hombre,además de descubrir qué vió en sus ojos.
Sin embargo,todavía desconocía el plan que tenía su amigo de infancía en involucrarle.Exactamente,él desconocía por completo porque aquel bar era tan solo transitado por hombres por la mañana y por mujeres,en la noche.La razón era sencilla,pero él era demasiado despistado como para darse cuenta.
-Bien,Momoshiro-.Dijo fuji sonriendo-.Ahora ya no hay vuelta atrás.Dentro de quince minutos,se notará si Ryoma puede seguir o no.
-Sí afirmó este-.Mirando como su amigo terminaba de limpiar su última mesa-.Ryoma-.Le llamó-.Cuando termines,ven conmigo.Te enseñaré tu atuendo de noche.
-Wiz.
-.-.-.-.-.-.
Siguió a Momoshiro através de los largos departamentos cerrados por puertas cubiertas por esponjas de seda.Era la primera vez que entraba en esa parte de el bar.Sin embargo,su amigo parecía estar bien puesto en esa zona.
-¿Qué son todas estas puertas?-Se interesó.
-Reservados-.Respondió Momoshiro sin romper su forma de andar-.Date prisa.Luego las verás.Es más,trendrás que verlas,que no es lo mismo.
El moreno menor arrugó las cejas incrédulo,pero continuó su caminar tras su amigo,si es que después de eso continuaba siéndolo.Entraron en unos vestuarios,repletos de diferente trajes de disfraces.
-Elije uno-.Ordenó Momoshiro-.Tendrás que llevarlo hasta que sea tu turno.
-¿Mi turno?
-Tu confia en mi-.Aconsejó el oji lilas-.Ahora,elije.No cojas el de marinerita,que es de Eiji.
Ryoma le miró con miedo y alzando una ceja nerviosamente,sin poder creerse lo que acavaba de escuchar,pero decidido,caminó hasta la larga lista de disfraces,hasta que optó por coger uno de los primeros que encontró.
-El botones-.Murmuró Takeshi sonriendo divertido-.Saldrás después de Fuji-.Dijo inahudiblemente para su compañero-.Vístete ya-.Ordenó.
-Sí.
Entró en uno de los probadores,quitándose el uniforme de camarero,para ponerse el escogido por él.Asombrosamente,le quedaba perfecto,Constaba de unos pantalones rojos,con botones dorados a cada lado de sus piernas,para él,poco sujetos y que parecían que en cualquier momento serían abiertos.Una camisa blanca que no llegaba hasta arriba y dejaba su pecho al descubierto,más una torera de el mismo color que los pantalones y por último,un gorro.Cuando salió,Momoshiro había desaparecido.
-¿Momo?-.Llamó.
Pero ni rastro.Salió al pasillo y comenzó a caminar lentamente.Justamente,una de las puertas se abrió bruscamente,logrando alcanzar a ver a un hombre alto,viejo,que lanzaba una copa repleta de vino hacia el interior.Lo empujó de mala manera,terminando en el suelo de bruzes.Una risa le sacó de su mosqueo generado y aguantado por encontrarse en el trabajo.
De nuevo,aquella suave risa le llamó la atención.Provenía de el interior de la habitación,uno de los reservados,totalmente decorado de color rojo.Solo una figura totalmente vestida de blanco llamaba su atención.La misma joven que había llamado su atención,estaba sentada cuan larga era sobre el asiento,con sus piernas cruzadas de forma seductora.Sus largos cabellos cubrían por completo el respaldo de el alargado sofá,pero lo que más llamó su atención,fue su rostro.Le miraba con una gran fascinación...sexual.Sus labios entreabiertos,mostraban el claro disgusto de lo ocurrido,mientras,que,por su cuerpo resvalaba el rojo líquido que había caido sobre ella.
-¿Piensas mirarme todo el día?Trae algo con qué limpiarme.
-¡Sí!
Torpemente,corrió hasta la barra,regresando y encontrándose a la mujer en la misma posición que anterioridad,solo que ahora,tenía sus brazos extendidos sobre el respaldo.Se acercó,entregándole el trapo seco y tragando saliva.
-Sécame-.Ordenó.
Aquella mujer tenía una voz increíblemente dulce,pero nada que ver con su dura orden.¿Qué la secara?Se debía de estar volviendo loco por completo.Sus hormonas no debían de funcionar correctamente en su cuerpo.
-¿Perdón?-Preguntó.
-Que me seques-.Repitió la joven.
Bien.Aquello no podía ser un error de dos veces.Aquella chica le había ordenado que lo hiciera.Se arrodilló ante ella,sintiendo como sus rodillas se hundían en la suave moqueta rojiza.Ella entre abrió sus piernas,dejando paso a sus caderas masculinas.Tragó saliva,al momento en que su mano,rodó hasta el perlado rostro.El trapo rozó con la piel,humedeciéndose ante su contacto y deslizándolo por cada rincón de el delgado cuerpo.Un suave olor a jazmín,golpeó contra su nariz,embriagándolo a la vez que el aroma de el vino.Su trabajo fue interrumpido,cuando la mano fina y perfectamente cuidada de la castaña,retuvo el movimiento aspero y rápido,justamente,sobre el comienzo de los senos,mostrados bajo una blusa atada de color blanco,al igual que la diminuta falda.
-Con tu lengua-.Ordenó tomándole sensualmente de la barbilla-.Se bueno.
Jamás en toda su vida se había dejado doblegar así,ni siquiera existía en su cuerpo ponerse nervioso,y ahora,lo estaba experimentando todo por completo.Sentía su cuerpo arder,extremecerse ante la idea de el mero contacto de sus labios sobre la brillante piel.Tan solo de pensar en el sabor que tendría en el mero disfrute de hacer aquello,su miembro reacciono dentro de sus pantalones,el cual,sin previo aviso,fue golpeado por una rodilla.Quejándose de dolor,quedó tumbado ante ella,que le alzó la cabeza,sujetando sus cabellos con una de sus manos.
-Mierda,todos los tios sois iguales-.Gruñó la joven-.A la primera,la polla se os calienta de sobremanera.
-¿Eh?-Exclamó confuso.
La joven se alzó,caminado a su lado sin ni siquiera preocuparse de cubrirse y dejando ver claramente el diminuto tanga que apenas cubría su sexo.De nuevo se vió obligado a tragar con pesadez.Moviendo de forma sexy el largo cabello,la chica le dejó una sonrisa superior.
-De botones,¿verdad?-.Preguntó-.Espero que des la talla si quieres quedarte en este lugar,Echizen.
-¿Dar...la talla?
Sin responderle,la chica se marchó,dejando su perfumado olor tras ella y las puntas de sus largos cabellos castaños como última visión.
-¿¡Qué haces!?-Exclamó Momoshiro apareciendo-.¿Echándote una siesta?
-Oye,Momo-.Llamó alzándose-.¿En qué tengo que dar la talla?¿Qué es lo que tengo que hacer ahora?
-Bueno...-Momoshiro se sentó sobre la pequeña mesita negra,apartándo la cola de el esmoquin negro que portaba-.Este bar se conoce realmente por su alta concurrencia femenina,debido a la parte nocturna en la que participan sus camareros.
-¿Y qué es esa parte?
-Somos Gigolós.Estos apartados son en los que trabajamos por las noches,sastifacciendo los deseos de ciertas mujeres de dinero.
-¿¡Estás de coña!?
-Para nada-.Negó su amigo seriamente,para volver su sonrisa maliciosa-.Por cierto,¿qué estabas haciendo con la jefa?
-Disfrutar de su mala leche-.Protestó frotándose la cara-.Esa mujer es un demonio.
-Ya te lo dije-.Recordó el ojos lilas-.Es una indomable.
Gruñó,mirando su atuendo.Una pequeña mancha de vino había quedado en su pierna izquierda.Distraidamente,jugó con la uña de su dedo meñique sobre ella,disfrutando de aquello como un niño pequeño.Sí,aquella muñeca era una fiera indomable,tal y como había dicho su amigo,además de una buena golpeadora de partes íntimas masculinas.Pero aquello no negaba lo que de verdad quería averiguar.Algo ocultaba.Detrás de toda aquella máscara,se ocultaba algo.Cierto que tenía una lengua viperina y realmente sensual,pero no podía ser así en verdad.
-Maldita sea-.Se quejó-.¿Tendré que trabajar haciendo esto?
-Por supuesto-.Afirmó Momoshiro con la cabeza-.¿Acaso vas a dejar que te vacile?
-Para nada-.Negó molesto-.Lo haré lo mejor que pueda.
-Perfecto,por mala suerte y ser primerizo,te ha tocado dos locas-.Informó-.Una de ellas se llama Tomoka Osakada.Es una de las amigas íntimas de la jefa y si no pasas por su ojo,no podrás continuar trabajando en este local.Es una maldita arpía que no le gusta nada.Ándate con ojo.Además,tiene las manos largas.
-Joder...
-Su compañera es prima de esta,Natsumi Osakada.Es más tranquila y una mujer de datos,además de que es la mujer de Inui-.Susurró esto último pícaramente-.Pero no quieren que nadie lo sepa.
-Pues menos mal.
Se alzó y caminó frente a su amigo,el cual le sujetó de los hombros,volteándolo hacia otro de los departamentos.Le miró de reojo y cruzó sus brazos.
-Es que has de trabajar en este reservado.Ellas entrarán y ocuparán su lugar sobre los cómodos sofares,con sus copas en las manos y el dinero quemando en sus bolsillos,si es que creen que te lo mereces-.Le miró atentamente y sonrió de forma orgullosa-.Siempre has sido el más ligón de todos nosotros,no creo que tengas problemas,Ryoma.
-¿En serio?-Exclamó impasible-.Yo no me di cuenta de eso,pero bueno.
-Será...-Ahogó un insulto frotándose el cabello-...Y es el que más vírgenes ha desvirgado-.Protestó molesto el mayor.
Aquello era cierto.No podía hacer otra cosa que sonreir.De siempre,cuando había estado con una mujer,prefería que esta fuera virgen.Cuando alguien,no recordaba quien de los muchos envidiosos preguntaba,simplemente respondía que prefería meterla en algo nuevo que usado,matando a los preguntones con esa respuesta.Y era cierto.Disfrutaba de el sexo con inocentes jovencitas que recien se estrenaban,al menos,sin llegar a herir sus sentimientos.¿Es que acaso no existian las chicas que solo pensaban en quitarse la virginidad porque a su amiga ya le había ocurrido?
Pero en ese momento,sus pensamientos fueron rotos por la música.Se encontraba tras unas cortinas rojizas,mirando entremedias de estas a las dos jovenes que se adentraron en el lugar.Ambas con un cuerpo de escándalo,pero al menos,menos llamativa que la mujer que momentos antes había jugado con su sentido masculinos más primorcial,hasta golpearlo con rudeza.Una más alta que otra,a la vez que la contraria era más nerviosa.La joven de castaños cabellos miraba todo con atenta devoción,mientras que la morena apuntaba cómodamente en uno de sus cuadernos,subiéndose una plateadas gafas,con toques azulados en las patillas,rectangulares.
Suspiró.Apagó las luces traseras,colocándo el botón automático,los cuales se encargarían de mover las luces sobre él mismo.Miró la lista que pendía de un pequeño cartón,sujeto a un clavo sobre saliente,indicándole qué debía de hacer.Se golpeó mentalmente.¿Cómo demonios podía él hacer eso?Pero no le quedaba otra que hacerlo.Descorrió las cortinas rojizas,sintiendo los aplausos de las jovenes ante él.
Lentamente,caminó por el pequeño escenario creado para ellos,aferrándose a la barra con una sola mano y volteando en esta con un giro rápido y quedando de rodillas en el filo de el alto lugar,haciendo una reverencia.
-Hoy,mis jóvenes amas,disfrutaran de este lujorioso botones-.Susurró lo suficientemente alto por ellas-.Disfruten.
Regresó hasta el centro,deteniéndose.Cada una de sus piernas separadas,sus manos en ambos lados de sus caderas,su cabeza gacha hacia el lado derecho,dejando su mentón apoyado sobre su hombro y sonriendo maliciosamente.La música se había detenido por un instante,para volver a golpear por todo su cuerpo,indicándole el ritmo a seguir.Sus manos golpearon su trasero,mostrando su esbeltez ante las anonanadas jovenes,totalmemte asombradas en sus puestos y con las copas que portaban en sus manos,temblorosas.
En un movimiento de cabeza,obligó a su gorro descender por todo su brazo,hasta caer en su mano izquierda.De nuevo,llegó hasta la barra,girando de nuevo,para quedar apoyado sobre esta,cruzado de brazos y mover su cabeza en afirmaciones,para estirar con fuerza de la torera y lanzándola hacia atrás.Al momento en que quedó en camisa,un murmurllo escapó de los labios de la castaña cercana.Se acercó hasta ella,sonriendo malosamente y tomándola de una de las manos,rozando su pecho con esta de forma lujoriosa,obligando a la compañera a rozar su pierna cercana,casi hasta el punto de llegar a sus ingles.Se alejó rápidamente,descendiendo levemente la camisa,hasta que quedó holgada de sus brazos y mostrando sus pectorales.
-Quítalos-.Ordenó roncamente Tomoka Osakada-.Hazlo.
Sonrió maliciosamente,jugando con la cremallera de sus pantalones.Ambas mujeres dejaron escapar un nuevo gemido al momento en que,uno de sus gestos,su paquete quedó bien marcado bajo estos.Se volvió,mordiéndose el labio inferior maliciosamente.Llevó sus manos hasta ambos lados de sus piernas y de un solo movimiento,arrancó los botones,quedando simplemente en un lijero,y verdaderamente molesto,tanga.Aquello las volvió locas finalmente,obligándolas a acercase al escenario y dejar billetes dentro de su minúsculo tanga,mientras que tenía que dejarse acariciar por esas ardientes manos.Por primera vez,haber practicado en su época deporte,sirvió de mucho.La música comenzó a descender y a la vez que recogía su ropa,se alejaba,dejando una leve reverencia ante las dos jóvenes exhaltadas,pero antes de que terminara de esonderse,unos aplausos llamó su anteción.
-¡Sakuno!-Exclamó Natsumi asombrada-.¿Has estado aquí todo el tiempo?
-sí-.Respondió sonriente la chica.
Una mueca de molestia se mostró en los labios masculinos,escondiéndose dentro de el camerino.Sin embargo,las cortinas tardaron poco en ser abiertas,dejando que de nuevo aquel olor a jazmín,llegara hasta sus fosas nasales.Se volteó,encontrándose con aquellos ojos brillantes y escondedores de algo extraño que más le intrigaba.Aquella preciosa mujer se había cambiado de ropa,pero volvía a llevar un escotado vestido atrigado,que poco dejaba a la imaginación en el comienzo de sus largas piernas,adornadas por unas botas altas negras,atadas a un cinturón holgado en la fina cintura femenina.Se apoyó sobre una de las paredes y le miró atentamente,prendiendo un cigarro.
-¿Su decisión final?-Preguntó vistiéndose.
-Qué calientas bocas sin apenas moverte,chico-.Respondió con una amplia sonrisa y expulsando el humo-.Eres de lo mejor que he contratado.Espero que realmente sirvas para lo que muestras.
-Lo que ves aquí,no es lo que soy-.Protestó,tosiendo-.¿Por qué fumas?
-Quita estres-,Contestó ella encojiéndose de hombros-.No te tomes tantas confianzas conmigo-.Golpeó suavemente su desnudo pecho aún y jugó sobre este,trazando una pequeña linea hasta el filo de los recien puestos pantalones-.Dime,¿Crees que podrías actuar en privado?¿O tienes a alguien que te ate?
-No estoy con nadie-.Respondió apartando la mirada-.Pero si lo que quieres es que me acueste con gente por dinero,lo siento,solo desvirgo-.Sonrió maliciosamente y apartó la mano femenina,clavándola en su sexo-.Esto,solo funciona con cosas limpias,no sucias y usadas.Ahora,puedes despedirme,Sakuno Ryuzaki.
Sakuno sonrió,dejando caer el cigarro en sus pies y apagándolo,a la vez que su mano masajeó el casi erecto miembro masculino.
-Umm...-Gimió roncamente-.La tienes bien grande.Será divertido.Mañana volverás a trabajar de noche,grandullón.
Se alejó,dejando una leve lamida en los labios masculinos y como si nada hubiera sucedido,como si jamás hubiera estado tocándole,caminó con sus amigas al exterior de la sala.Se apoyó en la pared y miró su entrepierna.
-Haber como bajo yo esto ahora...mierda cria.
Así fue como comenzó su larga carrera en aquel lugar extraño,regentado por una joven sexy,de boca algo lasciva,caracter extraño,ojos que ocultan algo,algo que él deseaba desentrañar,si no,no se quedaría.En toda su vida había tenido que mostrar su cuerpo de esa forma,ni dejar que le tocaran tan lascivamente,pero esperaba que valiera la pena.Sería su trabajo,para poder acercarse a su jefa...
Continuará...
Hasta aquí llegó este capi n.n.Y ya saben,ustedesdeciden si seguir o no n.n.
Otra cosa,si quieren que lo siga n.n.
Necesito una cosa...Un nombre para el bar n.n.Y si alguien quiere atuendo especial para Ryoma,me dice n.n.Yo intentaré hacerlo lo mejor que pueda n.n.
Chia.
