Eres tu

Por Nian

N/A: No es la pareja que se imaginan, ' ... sorry "—"

Capitulo I. Una noche diferente.

Life suck's (La vida apesta), me parecio la peor forma de comenzar una historia así que lo borre de mi laptop y decidí salir a caminar un poco.

La oscura noche me envolvió con su humedad y la poca luz de las calles me hizo pensar en lo afortunado que era en mi soledad, en mi vida, en mi amplio departamento y en mi trabajo, pues no tenia que partirme el lomo como muchos que solo tienen su cuerpo para trabajar, sin estudios o posibilidades de ascender a un puesto en el que no tengan que matarse hasta el cansancio para conseguir el sustento de cada día.

Afortunado soy gracias a mis padres, que con grandes sacrificios y jornadas interminables lograron darme los estudios que me permitieron llegar a donde estoy y hacer lo que hago, no solo como una forma de sustento sino como mi única ocupación en la vida, una adicción diaria. Desde que termine la preparatoria supe cual era mi vocación y decidí dedicarme desde entonces a lo que hoy considero mi vida.

De cualquier forma mi vida no solo consiste en escribir lo que se me de la gana, según mi madre y mis amigos también debería tener a alguien a mi lado, y posiblemente en unos cuantos años a una familia, y no niego que me gustaría tener por lo menos dos hijos – hombres por supuesto pues es mucho mas fácil educarlos y me quitarían menos dinero que las mujeres, además con una esposa seria mas que suficientes mujeres en mi casa – pero no solo las mujeres me atraen, los chicos también y mi familia lo sabe.

Jamás he escondido mi sexualidad, no desde que sé quien soy, no desde que me enamore por primera vez de un hermoso chico que lleno mi vida como pocas cosas en la vida, su nombre no quiero recordarlo, sus ojos y su triste mirada son el único recuerdo que dejo huella en mi mente, además de su escultural cuerpo.

Menor que yo por dos años aunque en realidad tan pronto lo conocí me parecieron mas, aun así logro llenar mi corazón de un sentimiento que hasta los 17 años no conocía, pero jamás me acerque a el, después de todo era solo un niño y aunque pasaran décadas yo jamás podría enamorarlo pues el siempre estuvo enamorado de alguien mas, y para mi desgracia siempre de personas del sexo femenino.

Ahora pienso que muy posiblemente yo podría abordarlo si lo encontrara en algún lugar como al que estoy a punto de entrar, un Bar para el que no se necesita ser muy rico para ingresar o tener un aspecto de estrella de cine.

Suspiro al pensar en lo que habría sucedido si me hubiera atrevido a... no el jamás me habría tomado en cuenta y aunque muy posiblemente no me hubiera rechazado de forma violenta estoy seguro de que nuestra amistad jamás hubiera sido la misma. El pasado esta ahí, lejos, tan lejos que ya no lo puedo ver, pero aun así lo recuerdo, recuerdo su sonrisa, su mirada, su llanto, su voz y su olor, ese dulce olor a chocolate que despedía después del almuerzo, y esa rostro infantil que al sonreír iluminaba hasta el espacio mas oscuro. Hace ya bastantes años que sé que jamás lo olvidare.

Este lugar parece ser tranquilo, casi no hay gente y todos lucen melancólicos, no es que la atmósfera me sea familiar pero me siento bien, como siempre sobrio y sin ánimos de hablar con nadie.

La barra cerca del cantinero parece ser un buen lugar, además de que están pasando un juego de Basketball en la televisión, es raro pensar que de ser una de mis metas mas importantes durante la secundaria, solo haya pasado a ser un simple pasatiempo al que ahora solo le dedico unas cuantas horas de mi vida a la semana y solo para tener una buena condición física, esa idea de ir al gimnasio tampoco me atrae mucho, las concurrencias me aburren y me fastidian como pocas cosas en la vida.

La puerta del bar se ha abierto nuevamente y sin poder evitarlo hecho un vistazo en aquella dirección. Una persona ha entrado al lugar, luce temeroso de que alguien lo reconozca en el lugar, no debe preocuparse yo no se quien es y no lo reconozco en verdad.

Luce muy delgado, aunque alto y con un porte de súper modelo, me pregunto que hace aquí un chico como el, que parece tener miedo de todo.

Jamás había visto a alguien con un cabello tan hermoso, es castaño claro, aunque sus raíces parecen de un color diferente casi rojizo, pero con la oscuridad del lugar podría estar equivocado, puedo verlo y juzgar su apariencia desde donde estoy y por alguna extraña razón estoy muy interesado en cada uno de sus movimientos.

Camina muy lento y mirando hacia abajo, es como si se estuviera escondiendo de alguien, la curiosidad me mata, pero se esta acercando a donde yo estoy, no demasiado, pero ya se ha sentado en la barra un poco lejos de mi, y una vez mas me he demostrado a mi mismo que mi curiosidad es mas poderosa que cualquier otra de mis adicciones.

Con toda la lentitud y el disimulo posible ahora estoy a dos pasos de el, y por lo que veo solo ha pedido agua y esta comiendo las nueces que están en el recipiente de la barra. Me han dicho que esas semillas tienen demasiados gérmenes, que mejor excusa para iniciar una conversación con el misterioso chico que ha llamado mi atención.

—Hola, disculpa que me entrometa pero... – me mira un poco asustado y para no mostrarme como un entrometido, le digo en voz baja – me han dicho que esas semillas pueden provocar infecciones estomacales.

—Oh! ... vaya – me mira asustado al principio, pero después observo la forma en que su mirada se torna triste al mismo tiempo que devuelve la semilla que tenia en sus largos dedos al recipiente, nuevamente preocupado, su semblante me hace pensar que no ha comido en días y que su única esperanza de comer algo ha sido truncada – gracias por decírmelo – me sonríe y habla bajito, el silencio de los demás nos hace respetar su solemnidad.

Suspiro pensando en algo más que decirle pero, no se me ocurre nada, por lo menos tengo mis cigarrillos y no creo que le moleste a nadie que fume en este lugar.

—Seria posible que me regalaras uno de esos – me habla tan pronto le quito mi atención y cuando le doy el cigarrillo puedo ver que sus manos no son las de un hombre común, pues sus movimientos son un poco afeminados, aprendidos pero delicados, al igual que sus manos y esos largos dedos, y comienzo a notar también que su aterciopelada piel es de un dorado color, posiblemente debido a un constante bronceado.

—Eres heterosexual? – me atrevo a preguntar con el seño fruncido, arrepintiéndome tan pronto me mira un poco asustado.

—No – contesta bajando la cabeza, molesto por no poder mentir, como si se avergonzara de serlo – pero no estoy enfermo, lo prometo! – me mira preocupado, tal vez tiene miedo de que le diga a todos los que están en el lugar, lo que me acaba de confesar.

—Discúlpame, no era mi intención ponerte nervioso, y te creo – le sonrió intentado hacer que no tema, pero sus triste mirada me dice que no es su único miedo – Además ...Yo tampoco lo soy – lo digo sin mirarlo y escucho por fin que ríe nerviosamente y me dan ganas de llevarlo a casa y saber mas de el.

Nuevamente le acerco mi mano para encender su cigarrillo y observo por fin que posee un hermoso rostro, unos labios gruesos y muy rojos aprietan aquel cigarrillo que por lo que veo, le sabe a gloria.

—No eres de aquí verdad? – su apariencia es la de un extranjero, pero ríe nuevamente una vez que termina de exhalar el humo.

—Aquí nací – con una pierna cruzada sobre la otra, los brazos cruzados y mirando hacia la nada me contesta con tristeza. Su expresión me dice que no la ha pasado bien y aunque me sorprenden sus palabras, no puedo evitar creerle.

—Tal vez te parezca pretensioso de mi parte pero ... te gustaría ir conmigo a un lugar menos concurrido? – nuevamente me atrevo a preguntar, el me mira como si fuera una esperanza de vida en su infierno y de inmediato me arrepiento de hacerlo.

—Si – su mirada me recuerda a la de alguien mas, pero no logro ubicarlo, pues la suya ha perdido brillo, posiblemente debido a que ha llorado mucho, aunque no se por que pienso eso.

Me levanto de mi silla, no sin antes pagar la cuenta de lo que he bebido, y salimos del lugar, caminando lentamente hasta llegar a mi departamento.

Durante el trayecto casi no hablamos, se nota que tiene ganas de escapar, de sentirse seguro, pues ese gesto de preocupación y cansancio llena su rostro totalmente.

Jugué Basketball desde que tenia 6 años, lo practique por mas de 20 años, gracias a lo cual poseo una altura inusual en mi país, pero ya no me molesta que me vean raro las demás personas a mi alrededor desde que volví de América, y me siento normal al lado de este chico pues tenemos casi la misma altura y complexión, aunque por lo que he observado, luce bastante frágil, cansado y débil.

Tan pronto entramos a mi apartamento le ofrezco algo de beber, el acepta y lo traslado a la sala mientras llevo los tragos a donde me espera, sentado, pensativo y melancólico.

Ahora estamos sentados muy cerca uno del otro, y con la luz de 100 watts de potencia puedo ver que su ropa no luce muy limpia aunque parece ser de la mas cara en el mercado textil, no quisiera pensar en lo peor pero al verlo bien, se que esta huyendo de algo o de alguien.

Han pasado solo unos minutos desde que estamos aquí, sin hablar, pues al parecer el no sabe que decir y yo no se como iniciar una charla en la que me cuente: "la historia de su vida".

Termina su trago de un sorbo y sin darme cuenta se ha arrodillado sobre la alfombra, dirige sus manos hacia mi cremallera e intenta abrirla. Parece decidido a darme placer con su boca y no estoy seguro de desearlo, no de esta forma al menos.

—Espera!... – dejo mi copa en la mesa de centro y tomo sus manos con las mías, alejándolo un poco – que haces? – le pregunto un poco alarmado con su comportamiento, simplemente no puedo disimular la sorpresa y mas aun al escuchar su respuesta.

—No es esto lo que querías? – me mira preguntándose el porque de mi reacción de rechazo y yo no se que contestarle – Para esto me trajiste o no? – jamás me habían hecho una pregunta con tal inocencia y confusión.

—No, es decir, s-yo – lo levanto con cuidado, indicándole que se siente de nuevo – Yo solo quiero charlar contigo, en realidad, siento un especial interés por saber quien eres y por que estas así... – lo miro evidenciando su mal estado. El solo se sienta nuevamente dándome la espalda, al parecer sus ojos se han llenado de agua salada y ya no se que hacer, pues veo la dolorosa forma en la que intenta sin mucho éxito detener su llanto.

—Me escape! – por fin lo dice, y se cubre el rostro avergonzado pero con muchas ganas de desahogarse – Los deje, por fin pude escapar ... pero tengo miedo – me mira con lagrimas en sus castaños ojos y yo solo puedo acogerlo en mis brazos, donde el chico por fin comienza a sollozar en mi pecho, convirtiendo en llanto toda esa carga emocional negativa que no hace mas que minar su existencia.

Después de media hora de acariciar su espalda y de intentar consolarle diciéndole que conmigo estará a salvo – algo de lo que ni siquiera yo estoy convencido – deja de llorar y nuevamente me atrevo a preguntar de quien se ha escapado.

—Eran muchos, pero me escape de... de mi dueño, mi padrote, mi alcahuete, o algo así, solo se que mi padre me vendió a el, al cumplir 17 y desde entonces trabajo como modelo... pero en realidad... solo soy un prostituto cualquiera, sin derecho a tener una vida mejor...

Sigue llorando, mientras Yo intento digerir lo que me acaba de decir este jovencito que en mis brazos, parece un niño desamparado.

—Ya no quiero vivir así, me siento morir cada vez que un asqueroso cliente me toca, me siento muerto por dentro y no se que hacer, me da mucho miedo lo que hace con los chicos que no le dan lo suficiente y Yo... no quiero morir... no como... – se detiene asustado al revivir la experiencia, haciendo me saber con su semblante que estuvo presente en aquella injusta ejecución.

—Yo te ayudare – le interrumpo en sus recuerdos, deseando saber mas – conozco a un detective que tiene nexos con la policía y si tú me dices quien es ese tipo, estoy seguro de que podremos meterlo a la cárcel – las ideas llegan a mi mente más rápido que nunca y me mira por un momento con la esperanza brillando en sus acuosos ojos.

—De verdad tu ...? ... no, no tienes que hacerlo, pero – se separa un poco de mi y me mira nuevamente pensando en lo que le dije – pero si tu quieres yo podría pagarte con ... – se quita lentamente el elegante saco que cubre su torso y comienza a desabrochar los botones de su camisa, mientras se acerca a mi – con mi cuerpo – cierra los ojos, aun hay lagrimas en sus ojos, e intenta besarme, yo no se que hacer, pero al sentir sus labios rozando los míos, no logro evadirlo, y acepto su boca que me ofrece sutilmente.

Logra desnudar su torso y sin poder evitarlo el deseo me lleva a besarlo como hacia algunos meses no lo hacia, sintiendo algo mas que el simple deseo de poseerlo, pero un extraño ruido me hace reconsiderar el acto al que estoy a punto de sucumbir.

—Que fue eso? – le pregunto consternado, tengo la ligera sospecha de lo que es y su sonrojo me confirma que estoy en lo cierto.

—Disculpa, pero ... desde ayer no he probado bocado y ... – lo admite avergonzado, pero nuevamente intenta besarme, solo que esta vez no se lo permito.

—Vamos a la cocina – no puedo evitar darle un ultimo beso rápido en sus rojos labios, antes de darle su camisa y sin molestia me levanto con la intención de ofrecerle algo de comer, pero el se pone de pie rápidamente para convencerme de lo contrario.

—Puedo esperar, no es necesario que te molestes ahora – rodea mi cuello con sus brazos, esta vez intentaba seducirme y que me olvidara de que lo que realmente necesitaba era comida y no sexo. Su forma de fingir me hizo sonreír.

—No me debes nada, y no quiero que me pagues ahora – le sonrío tranquilizándolo y nuevamente le tomo una mano para llevarlo a la cocina y en esta ocasión ya no se niega.

—En eso te equivocas – por fin se cubrió el torso y me permitió llevarlo hacia donde yo también quería ir, pues ya era tarde y me contagio las ganas de comer algo, a mitad de la noche – Siento que te debo mucho por el solo hecho de tenerme aquí – no quise objetar, solo moví la cabeza de un lado a otro y le pedí que me ayudara a preparar algo rápido.

Era muy hábil en la cocina, el hizo prácticamente todo, y cuando nos dispusimos a comer, yo esperaba un comportamiento contrario al que me mostró en la mesa. Comió como un todo un caballero o una geisha en realidad, su decencia para comer me parecio extraordinaria, pero lo mejor de todo fue la sonrisa y el brillo en sus ojos que me mostraba mientras disfrutaba de nuestra improvisada cena.

Tampoco esperaba que se levantara tan pronto ambos terminamos de comer, y mucho menos para limpiar y lavar todo lo que usamos, era un joven espectacular en la cocina y su disponibilidad para asear me hizo sentir en confianza, pues mientras lavaba los platos cantaba feliz, era increíble como hacia unos minutos su actitud era la de un niño perdido y ahora se mostraba como un "ama-de-casa", sonriente y conforme con su papel.

Nuevamente me puse a especular sobre sus vivencias, algo me decía que en su "trabajo", habían ocasiones en las que pasaba demasiado tiempo con algún "cliente", además de que siempre debía mostrarse amable y alegre.

Al ser conciente de que yo lo miraba, dejo de cantar y se ruborizo, yo no entendía lo que sucedía, por que de acuerdo con lo que había escuchado, un prostituto no debía mostrar esa actitud frente a nadie, pero el lo hacia, se sentía avergonzado y posiblemente incomodo con mi mirada.

Volteo a verme y me sonrió intentando no sonar muy nervioso.

—Gracias por la comida – me miro un momento y después al piso, sonrojándose de nuevo – Y bueno... si quieres ahora podemos... – yo había entendido a lo que se refería, y aunque deseaba a ese chico como pocas cosas en la vida, no me parecio amable de mi parte hacerle pagar por la comida de una forma tan humillante.

—Que te parece si vamos a dormir? – me levante de mi silla y tome una de sus manos y lo lleve a mi habitación, estaba un poco mojada, de esa forma por primera vez pude sentir su suavidad y me recordó que posiblemente los cuidados en su piel eran una costumbre diaria, así que le ofrecí una crema liquida que suelo usar de vez en cuando, su respuesta fue una gran sonrisa, haciéndome saber que ya estaba acostumbrado a humectar sus manos después de mojarlas.

—Gracias – me sonrió, era tan fácil hacerlo sonreír, y lo mejor de todo es que ni siquiera tenía que esforzarme.

Busque algunas mantas para dormir en el sofá de la sala, como buen anfitrión era mi intención dejarlo dormir en mi cama, por eso me sorprendió mucho lo que hizo.

Se recostó sobre el suelo, y se cubrió con su saco, uso sus manos como almohada y cerro los ojos mientras suspiraba tranquilo.

—Que haces! – no pude evitar sonar alarmado y sorprendido, cosa que lo asusto.

—Ah, yo... quería...dormir – se levanto del suelo y me lo dijo titubeante, al parecer pensó algo diferente con mi exclamación, pero al notar lo que yo sostenía en mis brazos, se acerco a mi para tomar aquello que cargaba – lo siento yo creí que tu...

—No, espera – me aleje, sin permitirle tomar lo que llevaba y nuevamente vi confusión en sus ojos – Tu dormirás en mi cama, y yo lo haré en el sofá, es muy cómodo sabes? – le aclare sus dudas, obviamente esperando su negativa.

—No, de verdad no es necesario, será mejor que yo duerma en el sofá, si dices que es cómodo, no me hará daño, ¿no crees? – nuevamente se acerco a mi.

—NO – le dije categórico y el solo bajo la cabeza, al parecer estaba acostumbrado a obedecer, y conformarse con lo que le dieran, de cualquier forma, fui demasiado duro.

—Disculpa si te hice sentir mal – toque su hombro con mi mano libre y nuevamente le explique mis verdaderas intensiones – Creo que es conveniente que te quedes aquí, para que tomes una ducha, que creo que la deseas y por que no quiero que te vayas sin que yo me de cuenta – me miro confundido, haciéndome comprender que no tenia la menor idea de que hacer por la mañana – Te daré algo de ropa para que puedas dormir, pero antes ¿por qué no te das una ducha, seguramente te sentirás mejor y podrás relajarte un poco, ¿no crees? – yo mismo me conteste mis preguntas, simplemente esperaba que aceptara mi voluntad y así fue.

No pude dormir hasta escuchar que el último interruptor fue apagado. Tenía mucho que pensar, pero estaba cansado, tenía días sin ideas frescas y necesitaba relajarme, tal vez por la mañana toda pintaría mejor. Y me quede dormido, con una rapidez que me sorprendió a la mañana siguiente, pues no desperté hasta que un delicioso olor llego a mis fosas nasales.

TBC.

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N/A: Perdónenme todas las RuHana lover's que esperaban que este fic también lo fuera, pero no pude evitar escribirlo, es un caprichito que tengo desde hace muuuucho tiempo y no me pude aguantar las ganas de continuarlo, así que si ya saben quienes forman la pareja principal de este fic y no les gusta, pues lo siento mucho, pero es que tengo muchas ideas y se que tal vez no todas les gustaran, pero a quien siga leyendo esto se lo agradezco en el alma y espero que por lo menos a una persona le interese el siguiente capitulo que ya casi lo tengo.

Perdón, Sakura, Ran, Shadir, Lensaiak, Sakare y a todas las chicas que han leído casi todo lo que escribo, pero no lo puedo evitar.