Fic que muestra un punto de vista singular… pensamientos comunes… pensamientos de una chica… y todos los sucesos a través de los años…

^^ Me gusta escribir, pero se me facilita más escribir mis libros que escribir fics... O_o no sé porqué,,,
Me gusta el suspenso y experimentar el escribir de distintas maneras…

+Dudas acerca de los chilenismos… de algún fragmento… de alguna explicación… háganmelo saber y contestaré con gusto…
+Algo dejado incompleto que les gustaría saber en qué quedó, etc...

De verdad que me gusta lo que estoy escribiendo ahora último… así que acepto sus comentarios (y apoyo y si me dan ánimos ^^ mejor =DDD…jejeje)

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Este fic, titulado "Eso… es… lo que me hacía falta", está separado en dos partes: I. "Éramos la excepción" y II. "Amistad"… Y bueno ^_~ no doy más explicaciones para que lo demás lo descubran ustedes.

¡Pon la música más alegre, más tierna o melancólica que tengas y te guste, y ^_~ disfruta la lectura!

"ESO… ES… LO QUE ME HACÍA FALTA"

I. Éramos la excepción.

- SÍ… -
(Conociéndose)

…A pesar de todo… de los insoportables profesores… de los ridículos y abundantes deberes escolares… del idiota de Malfoy y sus amigos… de las tontas huecas chicas del colegio… está la historia incomparable y excepcional… Sí… al principio me caías muy bien… ^^ pero no te conocía mucho…

- ¡Mamá…! –Dijo una pequeña niña… de poca vida… de pocos años… de pocas experiencias. Estaba asombrada…

Enfrente de ella sólo había una simple estación de trenes… Pero ella, a diferencia de todas las demás personas que pasaban a su lado, estaba asombrada, maravillada…

La madre bajaba del auto admirando la sencillez de su pequeña hija… o la física sencillez.

Del auto también bajo un hombre, que fue a la maleta y sacó una gran y pesada valija.

- Yo no entiendo que le ve a un simple edificio –Dijo con tono envidioso una muchacha, muy joven también, viendo a su hermana y hablándole al aire.

Entraron a la estación.

- ¿Estación nueve tres cuartos? –decía el padre de la familia, incrédulo, desorientado, mirando un papel en su mano…

- ¿Será algo sólo para brujos? –Dijo la niña pelirroja, aún maravillada con todo a sus metros al cuadrado… Diciendo algo producto de su imaginación extensa… Pero aun que no lo sabían, algo obvio.

- Claro… eso esperas –continuó con el tono envidioso la hermana.

Pasó una familia con 9 hijos… todos hombres, excepto la, aparentemente, menor, que era algo regordeta.

Eran todos pelirrojos y todos llevaban baúles.

- Lleno aquí de muggles… -Dijo la madre de la familia.

- ¡"Muggles"! –Reaccionó la madre de la pelirroja – Lily, ¿recuerdas? Esa palabra significa "gente sin magia" o algo para la gente… para los… ¡para los magos y brujas!... ¡Salía en ese libro que te compramos para tus útiles en ese callejón extraño…!

- Mamá… nadie lee libros si no es por obligación… ¡y menos en las vacaciones! –Dice con una sonrisa traviesa, la pelirroja.

- Bueno, pídele a esa familia que nos ayude, hija –Dijo el padre.

Lily se acercó, algo tímidamente y con las manos juntas tras su espalda, a la familia.

- ¿Disculpen?

- ¿Sí? –Respondió la madre, y todos los niños voltearon a verla.

- Es que… us-usted dijo "muggles" y…

- ¡Oh! …Estoy segura que es tu primer año en Hogwarts ¿no?

- Sí ^^ -contestó alegre Lily.

- También es el primer año de mi hija Molly –Dijo la mujer señalando a la pequeña pelirroja que le dio un sonrisa a Lily.

Así… estos brujos le dijeron como hacer para llegar al expreso de Hogwarts… pero antes de cruzar la barrera, Lily se despidió de sus padres Muggles, sin noción del tiempo. Fue una despedida tierna y larga.

Lily cruzó la barrera y miró el reloj.

- ¡Oh, no! – exclamó. Miró el tren y pudo contemplar el leve avance que este tenía y que se iba haciendo cada vez más rápido.

- ¡No, no, no, no! – exclamó otra vez la muchacha intentando correr con la pesada maleta. Pero el tren estaba tomando velocidad…

- Rayooooooooooooooooooooos!!!! –Escuchó una harteada voz, volteó y vio aparecer a través de la barrera un niño de mucho cabello negro despeinado, empujando un carrito con un baúl –también perdiste el tren? –le preguntó a Lily cuando la vio.

- Eso creo…

- ¿y porqué traes esa cosa? –preguntó James señalando la maleta sobrecargada de Lily.

- Que… no-no se puede? –preguntó Lily nerviosa.

- No sé, ¿Qué es? -Preguntó James.

- ¿"No sabes"? Una maleta! –Dijo Lily como si fuera lo más obvio del mundo.

- ¬¬ Uy, discúlpeme… Pero aun no soy experto en la lengua y cosas Muggle.

- ¡¿Eres un brujo?! –Preguntó emocionada Lily -¿¡Uno de verdad?! ¡¿…y de mi edad?!

- Sí… bueno… =P Se nos va el tren.

Lily volteó, el tren no se iba… ya se había ido.

- ¡Ay, Dios! ¿¡qué-qué podemos…?!

- ¡Un hechizo! –respondió James saltando, y abrió su baúl en busca de algo.

- ¿"hechizo"? –repitió Lily.

- Sí! –Dijo James sacando su varita -… un encantamiento. Mis papá me lo enseñaron porque siempre me pasan este tipo de cosas… -^^ -Toma bien tu extraño objeto… -le dijo a Lily, quien se abrazó a su bolso – A ver… ¿Cómo era? –Meditó- aquí… No así no… Aquí no, allá sí… Sí, así era!

Y hecho el conjuro... aparecieron tambaleándose en el último vagón del tren. Lily estaba asombrada

-Vaya... ¡Lo hiciste!

- Claro que lo hice… -se echó flores el muchacho sonriendo.

La puerta se abrió y dejó a una niña de su edad, de mucho cabello castaño, enmarañado y tomado en una cola, algo rellenita pero bonita… seguida por tres futuros merodeadores.

- ¡Dios mío! –exclamó Cristina.

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Oki, ya está... ^^... bye!