Personajes: Masako Araki & Shiori Akashi
Pareja: MasaShio
Advertencia: Aunque no es un AU, es bueno advertirles que esto está plagado de headcanons míos y de mi amiga. Ah y también hay yuri XD.
Palabras: 493
Disclaimer: Como esperan Kuroko no basuke ni sus personajes son propiedad mía. Si fuese de otra forma Seirim no hubiera llegado ni a las clasificatorias.
Notas: Despues de casi diez años de ausencia vuelvo a ffpuntonet, y esto es gracias a mi amiga Liz, quien me insistió en subir esta historia aunque pocos pudiesen encontrarle el sentido a un yuri entre la madre de Akashi y la entrenadora de Yosen.
Primeras veces
Para Liz
Ya había sido bastante humillación haber sido expulsada de la selección masculina de baloncesto, por algo tan ridículo como hacerse pasar por chico. ¿Qué importaba el género si eras buena jugando?. También había tenido que aguantar el hecho de haber sido vista medio desnuda por el desgraciado de Tora. Y para ponerle la cereza al pastel ya no sabía dónde tirar las cincuenta cartas de amor que Genta había depositado en su casillero ni bien se enteró de su género.
Como si eso no hubiese sido suficiente, fue obligada a ingresar al equipo femenino como condición para no ser expulsada de la federación, pues según le habían dicho "seria un desperdicio perder un talento como el suyo". Y ahora mismo se encontraba parada frente a un grupo de muchachas con más pinta de bailar ballet, que de equipo deportivo. Si fue precisamente por tías delicaditas como estas que Masako no dudó en travestirse y entrar con mentiras al equipo masculino. Esta clase de deportes era para gente con fuerza – en mas de un sentido – cosa que según Masako, a este grupito le faltaba.
Hecho que confirmó cuando la capitana Shiori, con pinta de muñeca de porcelana y modales de princesa se presentó ante ella dándole las primeras indicaciones.
- Ahórratelas princesa. No pienso quedarme mucho tiempo aquí.
La capitana pareció sorprendida por un escaso segundo, gesto que pasó desapercibido pues recobró la calma con sorprendente rapidez.
- Estoy enterada de su caso, Araki-san. Y entiendo que no llenamos sus expectativas como equipo - dijo de manera calmada y suave mientras se pasaba la mano por su larga coleta pelirroja y la acomodaba para detrás de su espalda – Por ello, permítame proponerle un trato: si usted logra ganarme en un uno a uno, yo misma hablaré con el manager para solicitar su expulsión. Pero en caso yo gane, se quedará al menos dos temporadas.
Esta mujer era tonta o excesivamente confiada, sea cual fuera el caso, Masako no podía pedir más, razón por la cuál aceptó sin dudar. Pero en pocos minutos y tendida en el suelo comprendió que ni su entrada a la selección ni su posición como capitana habían sido regaladas. Tenía una mezcla entre miedo y admiración por lo delicado pero absoluto de cada movimiento que había dado su rival en la cancha; como si desde el inicio su derrota hubiera estado decidida.
Su orgullo estaba herido y en el suelo al igual que su cuerpo. Por ello apenas notó la mano que amablemente se tendió ante ella
- Fue un gran partido, será un honor tenerla en nuestro equipo Araki-san
Esa sería la primera de muchas veces en las que Masako Araki se veía incapaz de enojarse con su nueva líder.
- Tsk, sólo llámame Masako
Los ojos de la pelirroja se abrieron ligeramente como tomados por sorpresa mientras volvía a aquella sonrisa calma, a la que pronto Masako se acostumbraría.
- En ese caso, le pido que me llame Shiori.
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