Este es mi primer fic ever, aunque me encanta Kill La Kill, no me pertenecen ni los personajes ni la historia.

La pesadilla de Ryuko

Ryuko se encontraba echada en la cama sin poder moverse, su ropa, las mantas y cubrecamas todo tenía bio fibra, le estrujaba el cuerpo y no la dejaba moverse, más allá pudo ver a Satsuki colgada de cabeza desnuda, unas esposas cernían sus talones y parecía estar inconsciente; Ryuko renovó esfuerzos por salvarla pero como podría hacerlo si la bio fibra apresaba todo sus músculos. "¡Satsuki, resiste! Aarrgg… no puedo moverme, si tuviera a Senketsu, aaaarrrrrggg!". Entonces recordó a Senketsu, él se habia ido, ese tonto traje llorón, cómo pudo haberse ido, unas lágrimas recorrieron su rostro, pero no hubo mucho tiempo para su amigo pues unos escalofriantes murmullos cortaron sus lágrimas de inmediato, Ragyo estaba allí parada detrás de Satsuki, parecía que algo le decía, algo que Ryuko no podía entender. "¡Déjala! ¡Aléjateeee! ¡Satsukiiiiiii!" Pero lo peor empezaba a ocurrir, las largas manos de Ragyo empezaban a recorrer las ondulaciones del cuerpo de Satsuki. ¡NOOOOOOOO! MALDITA PERRA, ALÉJATE DE ELLA, QUE TE ALEJES, SATSUKIIIII NOOOOOOOOOOOO….

Despertó en la cama sobresaltada, sudando frío y mirando a todos lados en busca de Ragyo, todo su cuerpo temblaba, no sabía si era por ira o miedo, quizás ambas; su mente seguía aún en la pesadilla que no se había percatado que Satsuki estaba inclinada sobre su cama muy preocupada por los gritos de Ryuko, ella nunca se había gritado en sueños y menos había tenido pesadillas desde que se mudaron juntas.

Ryuko… ¿estás bien?

¡Ah! Satsuki, tú… t-tú estás bien… sí okey… ella no está aquí… sí… está todo bien… - Todo esto lo dijo moviendo su cabeza hacia todos lados, con los ojos aún desorbitados

Satsuki tomó la cabeza de su hermana firmemente con ambas manos e intentó hacer contacto visual, esperó pacientemente hasta que Ryuko la miró directamente por unos segundos, las lágrimas comenzaron a inundar las pupilas de su hermana menor, pero trataba de mantenerse fuerte.

Sí, Satsuki, estoy bien, solo estaba soñando…

Dijo esto calmadamente y a la vez avergonzada por la escena que acaba de montar, pero parecía que Satsuki había entendido bien como se sentía, pareció leer completamente a su hermana cuando dijo tiernamente: No tienes nada de qué avergonzarte, Ryuko; tuviste una pesadilla, ¿cierto? ¿Qué fue lo que soñaste?

Ryuko ladeó su cabeza para que Satsuki la soltara, desvió la mirada hacia la oscuridad mientras sin quererlo su mente la llevó a revivir la pesadilla, cómo podía decirle a Satsuki lo que había soñado, cómo reaccionaría al tocar un tema tan delicado como ese. No, no podía hacerlo, no podía herirla, no más de lo que ya lo estaba.

¿Eh? Ya… ya no importa Satsuki, no tiene importancia

¿Y por esos gritabas mi nombre? Te levantaste asustada y aún estas temblando, Ryuko

Sí, bien era una pesadilla, ¿no? Se supone que uno se levanta así…

Soñaste con Ragyo, ¿verdad?

(un silencio incómodo mientras Ryuko encontraba el valor para hablar)… sí… (una pausa más larga)… esa perra… ella estaba…

¿Lo hacía contigo? – la interrumpió una asustada Satsuki; el hecho que Satsuki haya obviado usar la palabra "tocar" solo era una muestra de cuánto daño le hacían aún esos recuerdos

… mmm … no, no era conmigo

Los ojos azules de Satsuki se desenfocaron mirando en la penumbra de la habitación de las hermanas y en un segundo revivió todas aquellas escenas de abuso, recordó todas las palabras que pronunciaba Ragyo mientras… mientras ella…

Ahora la que temblaba era Satsuki, Ryuko se acomodó en la cama para darle espacio a Satsuki y se pudiera sentar al borde de la misma. La mirada de Satsuki estaba pérdida, todo su cuerpo tenso, sus manos temblando. Desde que Satsuki le había confesado a Ryuko que su madre, Kiuryin Ragyo, solía abusar de ella, no habían vuelto a tocar el tema, de hecho Ryuko no había hecho más preguntas al respecto y Satsuki tampoco había hablado más. De alguna manera, Ryuko sentía culpable, culpable porque en el momento en que su hermana le contó tamaño secreto, lo único que pudo hacer es abrazarla en silencio hasta que esta se quedó dormida, para luego, encerrada en el baño, vomitar y llorar con rabia durante horas.

Así que allí estaban nuevamente, Satsuki completamente callada y Ryuko sentada (inútilmente) a su lado.

Discúlpame… yo lo siento, Satsuki

No te preocupes Ryuko… - apenas se escuchó el hilo de voz de Satsuki

Amm… Satsuki… eehh… mmm… – tomó valor para preguntarle a Satsuki algo de lo que no estaba segura si desea saber – cómo… sucedió… t-tú…quieres hablar sobre ello?

Sintió a Satsuki sobresaltarse a su lado, levantando la sombría mirada, aún sin hablar.

Eh… Satsuki… yo… yo te escucho… todo lo que tengas que decir Satsuki, yo… yo estoy aquí, puedes confiar en mí, por favor Satsuki… esto nos está matando – agregó esto último como un susurro, pero tomó aire y terminó con fuerza – tienes que sacarlo, tienes que sacar toda esa… esa mierda de ti…

Ryuko… - soportaría su hermana menor escuchar todas las atrocidades de las que había sido víctima – Ryuko…

Satsuki intentó articular una palabra pero lo que logró fue un grito ahogado y luego el llanto, empezó a llorar sacudiendo su cuerpo fuertemente como lo hacía siempre después que estas cosas sucedían, sin embargo esta vez no estaba sola, estaba con su hermana menor, aquella hermana a la que Satsuki juró vengar, aquella que fue desechada por su propia madre, aquella hermana a la que tanto extrañaba y añoraba en sus tormentosas noches, estaba ahí a su lado para afrontar su peor miedo.