La sombra de lo que pudo ser
Jane está arrodillado frente a Lisbon, le sudan las manos y tiene el corazón acelerado.
Ehh… ¿Te casarías conmigo? –ella sonríe ante su expresión asustada.
Muy bien. –dice arrodillándose frente a él- Pero estás demasiado nervioso.
A ella le gustaría que los nervios se debieran a ella, y no a Lorelai. Que hiciera tantos esfuerzos para pedirle a ella que pasen el resto de sus vidas juntos.
- Ok, ok, ok, ok… -respira profundo y cuando va a hablar de nuevo, se le quiebra la voz peor que a un adolescente en pleno desarrollo- Es que solo pensar en ella me desconcentra. No he sentido nada igual desde que Ángela murió. Sé que es la indicada, lo puedo sentir con cada célula de mi cuerpo.
Sonríe de nuevo con los nervios a flor de piel, ella le devuelve una sonrisa falsa, con los ojos reflejando el más grande dolor que quizá haya sentido desde que su papá decidió suicidarse.
-¿Estás bien Lisbon?
-Sí.
-Gracias por hacer esto conmigo, eres una excelente amiga.-Sí, sólo ha eso se ha reducido, a amiga.
-Ven, vamos a por tu anillo. –dice ella levantándose.
Sí, le duele. No, no llorará. Se promete mientras entra a la joyería junto a Jane.
-¿Cuál te parece el indicado? –la guía hasta un mostrador, ella hace un gran esfuerzo por sonreír y apreciar los anillos de compromiso.
Su mente vuela libre en los campos inofensivos de la imaginación, donde sus fantasías no hacen daño a nadie salvo a sí misma, sueña que es a ella a quien le proponen matrimonio y no a la mesera de Las Vegas; que es por ella que Jane se levanta todas las mañanas con una sonrisa en la cara, que es por ella que Jane abandona la caza de Red John en manos de la justicia, que es por ella… que es a ella a quien Jane ama. Pero sólo son eso: fantasías, sueños. Dicen que soñar no cuesta nada… tienen razón, lo que cuesta es despertarse.
Éste me gusta. –señala un anillo sencillo y hermoso, el estilo de prenda que ella usaría.
Tienes razón, es perfecto. Gracias Lisbon. –la abraza con fuerza y ella siente su corazón estrujarse y su respiración detenerse.- Cualquiera sería afortunado de tenerte.
Pues no lo parece. –suspira sin desearlo.
No hables así, encontrarás a alguien perfecto para ti.
"Sí, pero no serás tú" –piensa. Se encoje de hombros y sonríe de nuevo.
- En verdad, me gusta ese. –dice dando por terminada la incómoda situación.
No le queda de otra que vivir a la sombra de lo que pudo haber sido, y que ahora sabe ya no será.
Espero les guste… Voy a continuar la historia, advierto desde ahora que habrán bastantes capítulos Angst, aunque planeo hacerlo cortito :D Cosa que creo imposible en mí. GRACIAS por sus Reviews, no saben, de verdad, como logran darte el empujoncito que necesitas para escribir éstas palabras.
Disclaimer: ¿En serio hay que poner esto en todos los capítulos? Bueno, ahí va el rollo: The Mentalist no me pertenece, tristemente Simon Baker no me pertenece, Robin Tunney tampoco me pertenece, los personajes no me pertenecen… ¡Finalmente algo que me pertenece! Los hechos ocurridos en el fic me pertenecen. ¡Gracias a Dios! Si no fuera así, a la pobre Robin se le acabarían las lágrimas…
