Este es mi primer fic de temática yuri, TomLiKaulitz quería leer un Femlock, y en el trascurso de mi trabajo a mi casa se me ocurrió esta historia. Así que dije, ¿por que no?
Espero les guste
La hice mientras escuchaba Let it go!
la portada salio de este tumblr de ivorylungs
Escape
Logre soltarme de los asquerosos brazos que me atrapaban a puntapiés y mordiscos y abandone rápidamente la habitación donde segundos atrás me tenían atrapada.
Acomode como me fue posible mi ropa desgarrada, me calce rápidamente las primeras botas de nieve que aparecieron en mi campo de visión y cogí la primer capa que está al alcance de mi mano (que afortunadamente era la mía) y abrí la puerta de la cabaña en la que hasta unos instantes atrás había sido mi hogar.
Afuera se estaba desatando una tormenta de nieve, debía apresurarme y buscar un lugar donde esconderme antes de que la tormenta arreciara. Un lugar lejos de mi estúpido hermano y su asqueroso amigo.
—¡JOAN! ¡A donde crees que vas perra!
Escuche la voz de mi hermano mayor proveniente del cuarto que segundos atrás había abandonado, debía apurarme, esta era mi única oportunidad, debía salir antes de que ellos lograran alcanzarme.
— ¡Lejos de ustedes dos!— e grite mientras daba un paso al frío exterior.
Me acomode la capa lo mejor que pude y corrí hacia la tormenta. Estaba segura que si buscaba refugio en casa de algún vecino u otro aldeano al final me regresarían con mi hermano, era una mujer, se supone debía acatar las órdenes del hombre de la casa. Solo había un lugar donde podría encontrar refugio... el bosque nevado.
Sabía que en lo más profundo del bosque había una cabaña para las personas que no tenían hogar o necesitaban ayuda, el lugar era atendido por una mujer viuda que era muy amable, creo se llama Sra. Hudson, ella podría darme asilo por una temporada y tal vez podría trabajar para ella para conseguir dinero y víveres para irme a la aldea vecina donde mi amigo Mike vivía. Ese lugar era mi única alternativa.
Con eso en mente corrí en dirección al bosque sin ningún titubeo, prefería morir congelada si me llegaba a perder, que ser violada por mi hermano borracho y su amigo.
La nieve empezaba a acumularse en el suelo a cada paso que daba, se estaba volviendo difícil avanzar, si trajera mis botas posiblemente podría hacerlo, pero traía unas botas más grandes, eso dificultaba que diera un paso y aparte me estaba retrasando.
Estaba por llegar al límite de la aldea con el bosque cuando volví a escuchar los gritos de mi hermano y su amigo, ¡Se estaban acercando!
El bosque lucia siniestro, con las ramas de sus árboles retorciéndose cual largos dedos, parecía que desearan atraparme y no dejarme ir, los rayos de luna entraban escasamente a causa de estas ramas retorcidas. Esto será lo más estúpido que he hecho en mi vida. ¡Pero no tengo alternativa!
Trague algo de saliva tratando de darme algo de valor y me adentre rápidamente por el sendero que cruzaba el bosque, si seguía por el había pocas posibilidades de perderme.
Estaba comenzando a avanzar más lento a causa del cansancio, la poca ventaja que había conseguido segundo a segundo se esfumaba. La nieve tampoco me estaba ayudando, ahora era una gruesa capa que me impedía que pudiera correr rápidamente sin hundirme, por lo tanto estaba dejando un rastro muy notorio.
Un rastro que hasta el idiota de mi hermano sería capaz de ver.
Solo había una solución a mi predicamento, debía abandonar el sendero y tratar de llegar a la cabaña por un camino alternativo dentro del bosque, de esa manera seria más difícil que me siguieran el paso. Los arboles del bosque estaban tan juntos que probablemente la nieve apenas se filtraría, por lo que la capa de nieve dentro del bosque posiblemente fuera muy ligera, si seguía de cerca el sendero por dentro del bosque podría llegar sin perderme y sin que me vieran.
Después de tramar mi plan me gire hacia la derecha y atravesé las ramas bajas de los árboles que separaban al sendero del bosque, las ramas rasguñaron mi rostro produciéndome ligeros cortes, tenía las mejillas tan frías que no había sentido dolor, solo me había percatado de las heridas cuando una gota de sangre cayó sobre la blanca nieve. Me detuve para flotar mi cara con los guantes, si dejaba rastros de sangre podrían encontrarme.
— ¡¿DÓNDE ESTÁS PERRA?! — la voz de mi hermano rompió el silencio en el que el bosque me había sumergido.
Me arrodille de golpe sobre la nieve, trataba de que mi cuerpo se volviera mucho más pequeño de lo que ya era para que no me vieran. Levante un poco la mirada para tratar de ubicar donde podrían estar. Justo frente a mí, en el sendero pude ver a mi hermano y su amigo, ambos vestían adecuadamente para no pasar frío... y ambos cargaban rifles de caza. «Malditos» fue mi único pensamiento al ver sus armas.
Me levante sigilosamente, debía alejarme de ellos lo más rápido que pudiera, cuando me di la vuelta para adentrarme más al bosque cometí un error. Había una rama caída justo donde puse mi pie, misma rama que al dar el paso había cedido bajo mi peso y había producido un ruido sumamente fuerte.
—Te encontramos... — mi hermano uso un tono de voz burlón mientras arrastraba cada letra y sonreía ampliamente en mi dirección.
Comencé a correr hacia lo más profundo del bosque, habían pasado solo unos minutos desde que me había adentrado cuando sonidos de disparos comenzaron a resonar por todas partes.
Los esquive varias veces hasta que en uno de mis intentos de escapar termine frente a un montículo que me cerraba el paso, estaba segura que ellos me habían estado pastoreando hasta este lugar.
A lo lejos los escuchaba recargar sus rifles. ¡Los bastardos se acercaban! no tenía ni idea de que querían ahora de mí, pero no caería sin pelear.
Debía de haber alguna forma de salir de aquí, observe la especie de montículo rocoso que me cortaba el paso, observándolo de cerca era posible que lograra escalarlo. Esa era mi única alternativa, comencé a escalarlo lo más rápido que podía, debía llegar a la cima antes de que llegaran, seria blanco fácil para ellos en esta posición si no lo conseguía.
—Pero mira que tenemos aquí, la gatita trata de escapar de nuevo— la asquerosa voz del idiota amigo de mi hermano resonó contra las rocas.
Ambos apuntaron en mi dirección y dispararon. Mi sangre se congelo por un momento…
Debía dar gracias a su estado de embriagues a que su puntería fuera tan mala, aunque pensándolo bien… su puntería siempre había sido peor que la mía.
Los escuche maldecir a cada fallo de sus tiros, mientras volvían a recargar para dispararme. Estaba por llegar a la cima del montículo cuando una de sus balas impacto en mi hombro izquierdo. No pude contener un grito de dolor y estuve a punto de caer a causa de que mi mano se soltó del montículo por el dolor, ellos soltaron sonoras carcajadas al ver que me habían herido.
Rápidamente un calor empezó a expandirse por mi hombro, solo faltaba un poco, solo un poco más y seria libre, debía soportar el dolor, me mordí los labios y volví a subir la mano, un empujón más y me encontraba en la cima.
Me aleje del borde del montículo al que ellos seguían disparando y comencé a correr sin ningún plan en mente.
Estaba completamente perdida, por el momento no había forma que lograra encontrar la cabaña de la Sra. Hudson, mi única oportunidad era tratar de ubicarme una vez que amaneciera, debía encontrar alguna cueva o algo donde refugiarme de la tormenta y conseguir algo de calor.
Avance varios pasos hasta que encontré una roca donde pude sentarme, debía detener la hemorragia, no sabía si aún me seguían y no quería dejar un rastro de sangre que me ubicara, como tampoco quería que una manada de lobos decidiera que yo era una buena cena.
Rasgue un trozo de mi ropa, después tome un poco de nieve y la puse en la herida, eso adormecería por un corto tiempo el dolor, después me hice un torniquete con el trozo de tela que había rasgado, daba gracias a Dios por haber aprendido algo de medicina cuando mi difunto padre aún vivía.
Después de detener la hemorragia y sentirme un poco más compuesta comencé a andar hacia la punta de la montaña, posiblemente desde ahí al amanecer podría ubicar donde me encontraba.
Camine por lo que me parecieron horas, la tormenta en esta parte de la montaña era algo intensa, pero estaba segura de que en esta parte encontraría donde refugiarme de ella, no sabía por qué tenía ese presentimiento pero aun así decidí seguirlo.
Un sonido suave comenzó a resonar por los picos congelados, parecía música.
¿Había alguien viviendo por aquí?
Si lograba encontrar de donde venía la música podría encontrar ayuda.
Mientras más me adentraba en la tormenta más intensa sonaba la música, podría jurar que alguien estaba tocando un violín. La música era sumamente hermosa.
Sentía que estaba cerca de encontrar de dónde provenía el sonido, cuando el violín dejo de sonar, sentí un ataque de pánico, ¿ahora como encontraría de dónde provenía?
La tormenta no me dejaba ver por dónde iba, solo ese sonido me había orientado, pero sorprendentemente la tormenta que hasta hace unos segundos parecía no tener fin de golpe había cesado también.
Observe asombrada a mi alrededor, ahora podía apreciar todo sin problemas.
Estaba en lo que parecía un jardín, había árboles que parecían estar tallados en hielo, y esculturas que asemejaban animales. A lo lejos pude apreciar lo que parecía un castillo hecho de hielo. Lentamente me acerque hacia el.
Desde pequeña había escuchado historias de las personas de la nieve pero siempre creí que eran puras fantasías... y ahora me encontraba de pie frente a la puerta de lo que parecía el hogar de una de ellas.
Todas las historias sobre estos seres terminaban en muerte, pero no había mucha diferencia a mi situación actual.
Empuje la puerta con mi brazo bueno, esperaba encontrarla sumamente pesada, pero esta cedió sin problemas a mi empuje. Abrí lo suficiente para pasar y después de adentrarme en el corredor procedí a cerrar nuevamente la puerta. Sentía que sería descortés dejar abierto, no quería molestar a mi futuro anfitrión (si es que este no me mataba apenas verme).
Comencé a adentrarme por el corredor, sorprendentemente el lugar no era tan frio como esperaba, estaba relativamente tibio, di varios vistazos a habitaciones vacías que iban apareciendo en mi camino, la mayoría tenían restos de nieve acumulada en las esquinas, parecía que el lugar estaba descuidado. ¿A caso estaba abandonado?
Di varias vueltas más por el lugar hasta que vi unas grandes puertas bellamente talladas, una intensa curiosidad me invadió, me acerque a ellas y empuje levemente una de ellas. La puerta lentamente se abrió, lo primero que pude ver fue una inmensa librería. ¡Era una biblioteca!, jamás había visto tantos libros juntos, ¡los libros eran excesivamente caros!
Estaba tan ensimismada en los libros que no vi nada más.
— ¿Tu padre o tu hermano?
Di un respingo al escuchar esa voz, era imposible que alguien tuviera un tono de voz tan hermoso. Me gire y pude apreciar que había un gran trono de hielo tallado en medio de la sala, sobre este trono se encontraba la mujer más hermosa que he visto en mi vida. Tenía la piel blanca como la nieve, un cabello a los hombros completamente rizado del color de la noche y unos labios de un sutil color rosado. Me observaba impaciente.
—¿Perdón?— no recordaba que me había preguntado
—Ya me escuchaste ¿Tu padre o tu hermano? ¿Cuál de los dos trato de abusar de ti?
—Mi hermano
Una sonrisa amplia cruzo su rostro, parecía una niña pequeña que ha cometido una travesura.
—¿Cómo...?
Comenzó a jugar con sus dedos divertida.
—¿Cómo supiste lo del abuso y que era mi hermano?
—Tu ropa esta rasgada, tus botas a pesar de ser más grandes que tu talla parecen ir a juego con tu capa, ambas están hechas de la misma piel, por lo que solo podían pertenecer a un pariente, tienes una herida reciente en el hombro izquierdo por la mancha de sangre en tu capa, por lo que supongo te persiguió. Todo eso en conjunto me indico que han intentado abusar de ti, y que, fue una persona cercana.
—Sorprendente— murmure, frente a mi estaba una mujer de la nieve sumamente inteligente y hermosa.
—Eso no es lo que me suelen decir— dijo algo azorada
—¿Que te suelen decir?
—Por favor no me mates
La situación era completamente surrealista, me encontraba herida después de escapar del intento de violación de mi hermano frente a una mujer de la nieve que podría matarme con un simple movimiento de su mano. Pero no pude evitarlo, ella lucia confundida por mi reacción, se veía tan adorable mientras fruncía el ceño que comencé a reírme.
—Un gusto conocerte, soy Joan Watson— dije entre risas.
Me miro confundida, probablemente pensaba el por qué no escapaba o suplicaba por mi vida.
—Sherlock— dijo en un susurro, seguía observándome fijamente, parecía como si quisiera analizarme.
—Es un nombre raro para una chica, ¿te molesta si te llamo Sherly?
A los que han llegado hasta aquí
¿Les gusto la historia?
No he podido revisarla bien así que tal vez haya errores, me disculpo por eso.
¿Merezco algún comentario?
¿Dudas, criticas, comentarios, tomatazos?
