Los personajes no me pertenecen y el relato es totalmente ficticio.


Chapter 1

Todos conocían a la hermosa Rachel Berry. Su imagen había estado dando vueltas en revistas y programas de televisión en los últimos meses. Una serie de escándalos, por llamarlos de alguna manera, la habían hecho conocida en un abrir y cerrar de ojos.

Su amorío con la tenista Ellen Hoog había abierto un mar de debates en el ámbito televisivo, y no sólo por ser una relación homosexual.

La morocha tenía solo 16 años cuando salieron a la luz las fotos que la mostraban en situaciones comprometedoras con la famosa deportista rusa (número 24 del ranking mundial) apenas 3 años mayor que ella. Dos chicas tan jóvenes, de países diferentes, la historia parecía haber tomado protagonismo en todos lados.

La rapidez con la que todo había ocurrido, llevaron a Rachel a blanquear su situación ante su familia. Había conocido a la rubia en un torneo y desde entonces pasaban mucho tiempo juntas. Cuando su relación se hizo públicamente conocida, decidieron afrontarlo y seguir adelante con el amor que se tenían.

Mucha gente mostraba su descontento ante las imágenes de dos chicas adolescentes mostrándose juntas. Los más conservadores veían aquellas muestras de afecto como algo desagradable. Pero también estaban los que se sentían orgullosos de ellas, no era común que una pareja homosexual gritara su amor a los vientos, eran chicas valientes, se jugaban por su amor…eso debía de ser valorado.

De una u otra manera, la relación no pasaba desapercibida para nadie. Aun cuando los días pasaron y la TV iba dejando de lado la noticia, los blogs y redes sociales de internet seguían teniendo como protagonista a la pareja.

Los padres de la morocha la apoyaban y esta sabía que podía contar con ellos siempre que necesitara hablar del tema o desahogarse.

No se sentía mal, a decir verdad. No era una chica a la que le importase lo que se dijese de ella, era feliz y era lo único que le importaba, pero tampoco le gustaba el protagonismo que había ganado en el último tiempo. Estaba cansada de todo aquel circo a su alrededor. 'Pronto va a acabar', se decía así misma. La gente terminaría por aburrirse y saldrían hablando de otra cosa. Y eso era lo que deseaba…

Rachel tenía la propuesta de su novia de irse a Rusia con ella una vez finalizados los torneos que ésta debía jugar en Estados Unidos. No sabía cómo sería la situación allá, pero una nueva vida y con su amor, era un plan muy atractivo para dejarlo pasar. Un gran cambio que la ilusionaba.

El dinero no era un problema, Ellen podría mantenerla hasta que ella encontrase un trabajo. Se tenían confianza como para que eso no fuese incómodo. Querían estar juntas y tranquilas.

Convencer a sus padres fue el verdadero problema. Poco y nada les había gustado la idea, pero tras varias peleas, habían llegado a un acuerdo distinto. La morena debería primero terminar sus estudios secundarios, luego, podría hacer su vida donde quisiera.

Un año y medio separaba a Rachel de su graduación, por lo que aceptó a regañadientes, pero con una condición:

R: "Papá, te acordás ese trabajo que te habían ofrecido fuera de la ciudad? Ese que te hice rechazar porque no quería mudarme?" – La morocha preguntaba sin levantar la vista de su plato mientras cenaba.

H: "Si hija, qué hay con eso?"

R: "Quiero que lo aceptes."

Hiram por poco se atraganta con la comida y Leroy fue el encargado de continuar con esa charla.

L: "Hija, no podemos hacer y deshacer todo a nuestro gusto"

R: "Vamos papá, se trata de una sucursal de la misma empresa donde trabajas, y vos mismo dijiste que era buen dinero. No puede ser tan difícil"

H: "Es una decisión importante, en serio estás segura de lo que pedis? – Hiram recuperaba el habla.

R: "Lo estoy. Quiero irme de aca"

Necesitaba irse a otro lugar para poder sentirse a gusto. De todas formas, el trabajo que le habían ofrecido a su padre estaba a una ciudad a solo 7km de Fort Shawnee, por lo que mudarse no era un problema.

Rachel, reina del drama por naturaleza, se encargó de convencer a sus padres, a base de promesas, encanto y alguna que otra lágrima. El trato era justo: debería terminar el año y cuando el verano llegase a su fin, partirían hacia Lima.

La felicidad de la chica aumentaba cada día que pasaba.

6 meses después

Quinn Fabray caminaba por los pasillos del colegio, junto a sus amigas Santana y Brittany. Un nuevo año lectivo les esperaba y el primer día de clases estaba por comenzar. Les daba gusto reencontrarse con sus compañeros después de haber perdido contacto con ellos durante el verano.

Esperaban un día de clases como cualquier otro. Pero por alguna razón, todos en la escuela parecían sobresaltados. Las chicas ya habían descubierto a varios grupitos hablando en secreto y aunque eso no era nada raro, el hecho de que TODOS tuvieran la misma actitud, les llamaba la atención. Qué podía ser tan importante para tener al colegio así?

No tardaron mucho en descubrir la respuesta. Una chica salía de la oficina del principal Figgins seguida por su padre. La reconocieron al instante. Se trataba de la misma chica que se había convertido en una especie de 'celebridad' en el último tiempo. Si bien nunca la habían visto en persona, su nombre y su imagen ya les era familiar. Rachel Berry era la nueva alumna del McKinley High.

P: "No me lo puedo creer" – Puck aparecía detrás de las chicas, junto con Finn y Mike.

S: "Parece que tenemos una nueva compañera, y vaya qué compañera! – Santana sonreía con picardía.

F: "Qué hace ella aca?" - Hacía una pausa - "Guau...es realmente hermosa" - Exclamaba mientras miraba la figura de la morocha.

S: "Finn, te recuerdo que está tu novia ."

El joven se había dejado llevar sin notar la presencia de Quinn. Se tranquilizó al ver que la rubia tenía la mirada perdida y no estaba prestando atención a la charla.

B: "Relajate, después de todo es más probable que ella se fije en Quinn que en él" - Brittany despertaba las carcajadas de sus compañeros.

La rubia no había dicho ni una palabra. Estaba perdida en sus pensamientos mientras miraba a la morena que ahora caminaba hacia ella junto con su padre. Los chicos tuvieron que abrirse para dejarlos pasar. Rachel solo levantó la cabeza para no chocarse a nadie, y fue en ese momento que sus miradas se cruzaron. Fueron solo segundos. La morena volvió a bajar la vista y pasó por al lado de la rubia, que se giraba para verla.

Q: "Es mucho más linda de lo que aparenta en la tele" - Las palabras salieron como un susurro de la boca de Quinn, quien siguió el recorrido de aquella chica con la mirada, hasta que esta se perdía entre la gente. Había sentido la intensidad de esos ojos color café.

Un codazo la sacó de su ensimismamiento.

B: "Deja de mirarla como si fuera un bicho raro!" – Brittany reía a carcajadas.

La rubia se tensó, pero volvió a relajarse al ver que nadie la había escuchado. Ni siquiera sabía por qué había dicho eso.

Q: "No..no seas ridícula Britt - tartamudeaba - no la estaba mirando…yo solo…"

S: "Ya, dejen de distraerse que se hace tarde. Nos vemos luego en el choir room – La voz de Santana se hacía oir por encima de todas.

Los chicos se saludaron. Finn se inclinó para depositar un pequeño beso en los labios de su novia antes de irse.

Quinn sonrió y una vez que estuvo sola, se giró para mirar nuevamente el pasillo por el que Rachel Berry se había perdido minutos antes. Ya los alumnos estaban en sus clases y el lugar había quedado desierto. Sin más por hacer, giró nuevamente y se unió a sus amigas.